¿De qué murieron las personas en 2011?


«Nos morimos diferente ahora», dijo Doris Ma Fat, estadista de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya principal tarea es analizar información sobre las causas de muerte. «Por ejemplo, los niños en Europa no se mueren casi de enfermedades infecciosas: todos están vacunados. Hace 50 años era diferente. Así que los europeos ya no se mueren muy jóvenes, sino muy viejos».

Pero eso no es cierto para todos, como lo asegura el informe «Estadísticas de Salud Mundial» del Observatorio Global de la Salud. Con este tipo de informes, le dan seguimiento a la humanidad y a las razones por las cuales se pierde la vida.

Para ilustrar su estudio, sin tener que manejar números imposibles, la OMS pide imaginar un grupo internacional diverso de mil individuos representativos de las mujeres, hombres y niños de todo el mundo que murieron en 2008.

De las mil personas, 159 habrían muerto en países de altos ingresos, 677 en países de ingresos medianos y 163 de países de bajos ingresos (lo que suma 999 por razones de aproximación).

Lo primero que llama la atención es que aparentemente se mueren muchas más personas del grupo de ingresos medianos, al que pertenecen todos los países de Latinoamérica.

Pero hay que tener en cuenta que éste es el grupo más abultado, englobando una población de 4.887’999.000 personas, seis veces más que la población de los países de bajos ingresos y cinco veces más que la de ingresos altos.

Nacer y crecer en países sin servicios sanitarios adecuados es peligroso, sentencia. No sorprende entonces que la octava y décima causa de muerte en los países de ingresos bajos se relacionan con ello.

Pero tampoco hay que olvidar que todas las otras causas de muerte en esos países afectan fuertemente a los niños.

Lo otro que llama la atención al revisar la tabla es que el tan temido cáncer sólo aparece entre las 10 principales causas de muerte en los países de altos ingresos.

Pero lo más notable quizás es que en todos los grupos, el corazón parece ser el órgano más débil. «Es porque tiene que ver con el estilo de vida: comida basura, falta de ejercicio, alcohol, cigarrillos, etc. Todo eso lo afecta, donde quiera que uno viva».