Entradas

“Si sigues haciendo lo que siempre has hecho,

Continuarás consiguiendo lo que siempre has conseguido.

Si quieres algo distinto

Tendrás que hacer algo diferente

No tendrás que hacer cosas absurdas

Sino pequeñas cosas diariamente:

Un Grado, Un centímetro, un extra, pueden hacer la diferencia”

Es cierto que la vida corre a una velocidad que escasamente alcanzamos y que su trayectoria trae una cantidad de cambios a los que nos tenemos que acoplar para no quedarnos “fuera del viaje”.

En medio de todos esos cambios dejamos atrás: ilusiones, amigos, retos, palabras, sentimientos y personas; y con este agitado ritmo no nos damos cuenta que todo esto es de máxima importancia en nuestra vida, es lo que le da el “dulce sabor”…Tanto así que sin las personas a nuestro alrededor, sin los DEMÁS no alcanzamos a DESARROLLARNOS….ya que es la “herramienta” que nos sirve de reflejo para corregir y pulir nuestro carácter.

Es demasiado importante no esperar a que ya no tengamos la oportunidad de tener esas personas reflejos a nuestro alrededor para demostrarles y hacerles saber todo lo que sentimos por ellas y agradecerles por vivir junto a nosotros en esta escuela que es la vida.

Todo se reutiliza. Nada se desperdicia. La Naturaleza tiene cero desperdicios. Cuando vas al campo, al bosque o a la selva, te pones en contacto con la naturaleza y observas sus ciclos te das cuenta que el ecosistema es perfecto y hay ABUNDANCIA para todos los integrantes de la cadena.

Nada se queda estático sino que se va transformando, los animales comen frutos de los árboles y plantas , estos vegetales a su vez se alimentan de los residuos orgánicos de los animales que vuelven a la tierra y así muchos ciclos rotan todo el tiempo pero nunca se genera BASURA.

El ser humano es el único que desperdicia y estanca los recursos. Todos los seres humanos queremos abundancia, y hay más que suficiente.

La clave está en cambiar el funcionamiento de nuestro ecosistema. Esperar a que los gobernantes, las empresas en fin terceros cambien las cosas es trasladar nuestras propias responsabilidades y quedarnos con los brazos cruzados viendo cómo pasa nuestra vida llenándonos de sentimientos de inconformismo que afectan nuestra felicidad.

Podemos hacer pequeños y sencillos cambios de hábitos que sumados van a generarnos un ahorro en nuestros bolsillos, estimular nuestra creatividad, y darle movilidad a la cadena tratando cada vez de replicar lo que hace la naturaleza: CERO DESPERDICIO.

Si te has dado cuenta todo en la naturaleza y en el universo constantemente tiene cambios y transformaciones, el agua de los ríos corre y a su paso lleva piedras, cambia el camino y se va acomodando de acuerdo a las circunstancias que se le van presentando.

Incluso lo que visiblemente no parezca  en movimiento, lo está. Por ejemplo en los seres humanos aunque aparentemente  nos veamos estáticos nuestras células van reemplazándose constantemente por nuevas. Cada clase de tejido tiene su tiempo de renovación, que depende del trabajo desempeñado por sus células. Las células que recubren el estómago, duran sólo cinco días. Las células de los glóbulos rojos, magulladas y golpeadas después de viajar casi 1500 kilómetros a través del laberinto del sistema circulatorio, sólo duran alrededor de 120 días antes de ser enviadas al cementerio del bazo. La epidermis, la capa superficial de la piel, se recicla más o menos cada dos semanas.

En general renovamos totalmente nuestro cuerpo aproximadamente entre cada siete a cada diez años pero conservando  la forma y el lienzo de nuestro ADN como lo han comprobado los estudios de  Jonas Frisen biólogo celular del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

Al trasladar y aplicar la observación de este ciclo natural de renovación a nuestra trayectoria en la vida  podríamos concluir que:

  • Debemos alimentar nuestro cuerpo y nuestra mente muy bien diariamente para que esta renovación se realice con los mejores materiales.
  • Así como todo cambia en la naturaleza debemos fluir con los acontecimientos y circunstancias(renovar nuestra forma de pensar y actuar)  y  volvernos maleables conservando siempre nuestra esencia(asi como conservamos nuestro ADN).
  • Si nos quedamos estáticos y no aceptamos el cambio, vamos en contravía del ciclo haciendo cada vez más difícil la trayectoria por nuestra vida, seria como nadar contra la corriente.