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El color con el que pintas tu casa o tu habitación influye en tu bienestar interior, ya que aunque no lo creas los colores pueden llegar a afectar tu manera de pensar y de sentir.

Por esto existe una la cromociencia , la cual se basa en la idea en que cada color tiene una longitud de onda especifica, que ejerce un efecto en el estado de animo de las personas.

La clave de la terapia es saber de que modo afectan las energías de cada color como por el ejemplo:

  • El rojo, proporciona energía y estimula el dinamismo mental y físico también es ideal para ir a una entrevista de trabajo y pintar la sala de tu casa.
  • El verde, reduce la tensión y la ansiedad y da sensación de tranquilidad a la habitación.
  • El amarillo, es un color con poder sanador que levanta el ánimo y da una mayor inteligencia.
  • El naranja, activa y anima la mente estimulando la creatividad y hacer las ideas realidad y puedes pintar tu sala o el estudio en este vibrante color o simplemente colocarte un collar o un pañuelo naranja para levantarte el animo.
  • El azul, es el color más reparador y se ayuda a bajar la tensión y mitigar los dolores y molestias articulares, es ideal para decorar un baño y para que la gente confíe en ti.
  • El violeta, ayuda a meditar y para incrementar poderes psíquicos y hasta tiene poderes sanadores, este color fácilmente puedes usarlo en tu habitación y utilizarlo cuando sabes que tendrás un día largo o cuando tienes que tratar con personas difíciles.

Asi ya sabes pinta tu vida de colores y veras como te sientes en armonia contigo y los demas.

El cerebro tiene patrones de funcionamiento  relacionados con procesos físicos. Newton y sus investigaciones  sobre la luz abren camino a la neurofísica, denominada en su nueva aplicación con el nombre de cromociencia, esta nueva ciencia permite entender el funcionamiento del cerebro, activarlo y mejorar los procesos mentales y aún orientar o ajustar el comportamiento.

A través de la Cromociencia se puede ampliar la capacidad de pensar con más amplitud y profundidad y lograr el equilibrio tanto en el comportamiento como el desarrollo de las capacidades intelectuales.

La memoria, nuestros recuerdos, lo que aprendimos, el idioma, las costumbres, que se iniciaron desde que tenemos contacto con el mundo, hacen parte de nuestro comportamiento, como resultado de la percepción, entonces los órganos de los sentidos inician los procesos básicos por medio de los cuales determinamos lo que somos, lo que hacemos y lo que pensamos; cualquier proceso cognitivo inicia con la percepción, que es el medio en que el mundo de afuera, el externo, comienza a ser parte del mundo interno, nuestra forma pensar, de sentir, de actuar, como es el caso, de la toma de decisiones o el razonamiento; la comprensión o el lenguaje, la atención o la solución de problemas.

El color como imagen activa determinados niveles del cerebro y se puede relacionar con procesos, que orientados, pueden ayudar al éxito de una tarea o actividad. Uniendo color como estructura simbólica visual, con palabras que hacen parte del área auditiva, y las acciones que surgen del contexto de las palabras relacionadas con cada color, se logra tener una orientación efectiva de las actividades, más aún cuando se facilita memorizar, combinar y relacionar los procesos con los colores, que son imágenes de fácil recordación.

Entonces percepción visual, más percepción auditiva, más comportamientos relacionados con las palabras, logran un efecto que ayuda a orientar lo racional, emocional con armonía e integralidad.

La sensación y percepción visual permiten comprender que ocurre a nivel de los procesos psicológicos, reconocer el estilo cognitivo, los rasgos de personalidad, para orientar con la estimulación de cada color determinadas áreas del cerebro y nuestro pensamiento, según la longitud de onda que genera cada color.