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Durante una batalla, cierto general decidió atacar al adversario a sabiendas que su ejército era inferior en número de efectivos. Pero estaba confiado en ganar, aun cuando sus hombres estaban llenos de dudas.

Camino a las operaciones, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo: – Ahora tiraré la moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz perderemos. El destino se revelará.

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba en el suelo. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y tan confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. D espués del combate, un teniente le dijo al general:

«Nadie puede cambiar el destino«.

Tal vez contestó el general con una sonrisa de picardía mientras mostraba al teniente una moneda que tenía cara en ambos lados.

Ganar!!! Ganar y Ganar…  a toda costa.  Las personas ultracompetitivas siempre tienen que ganar y a la larga disfrutan menos de las cosas.

Este tipo de personas si pierden se desilusionan en un grado muy alto, y al ganar de todas maneras como era lo que esperaban que pasará no lo disfrutan.

En el mundo moderno la competitividad es la palabra de moda, pero este termino viene realmente del mundo de los negocios en donde la «Competitividad» es un concepto frecuente y hace referencia a que los productos de una empresa sean los de mejor calidad y precio.

El error es llevar este concepto tal cuál a nuestra vida personal, incluso por ser competitivo a toda costa romper con principios eticos y morales, los cuales debe ser fudamentales en nuestra vida.

Nuestra vida no es un «negocio», tenga en cuenta que en esta vida, a veces se gana y aveces se pierde. Y de los fracasos se sacan enseñanzas invaluables que nos forman mucho más como personas. Como dice un dicho popular: «Tambien hay que saber perder» y «En un fracaso tambien se gana«.

De este modo la competitividad le puede impedir sentirse satisfecho con la vida, pues ningún logro es suficiente, y los fracasos se converten en devastadores. Las personas que son muy competitivas les dan a sus éxitos calificaciones menores que la que les dan a sus frcasos.