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Cuando las cosas vayan mal, Como a veces pasa,
Cuando el camino paresca cuesta arriba,
Cuando tus recuerdos menguen

Y tus deudas suban,
Y al querer sonreir, tal vez suspiras,

Cuando tus preocupaciones,
Te tengan agobiado,
Descansa si te urge, pero no te rindas.
La vida es rara con sus vueltas y tumbos.

Como todos muchas veces comprobamos,
Y muchos fracasos suelen suceder,
Aun pudiendo vencer de haber perseverado
Asi es que no te rindas.

Aunque el paso sea lento
El triunfo puede estar
A la vuelta de la esquina.

El triunfo es el fracaso al revés
Es el matiz plateado de ser nube incierta
Que no deja ver su cercanía…

Aun estando bien cerca
Por eso decidete a luchar sin duda
Porque en verdad cuando todo empeora
El que es valiente no se rinde. LUCHA.

Anónimo

Si quieres hacer feliz a alguien que quieres mucho,
díselo hoy, sé bueno…
en vida, hermano, en vida…

Si deseas dar una flor, no esperes a que se muera;
mándala hoy con amor…
en vida, hermano, en vida…

Si deseas decir «Te quiero»
a la gente de tu casa,
y al amigo de cerca o lejos…
en vida, hermano, en vida…

No esperes que se muera la gente
para quererla
y hacerle sentir tu afecto…
en vida, hermano, en vida…

Tú serás mucho más feliz
si aprendes a hacer felices
a todos los que conozcas…
en vida, hermano, en vida…

No te obsesiones con visitar panteones,
ni llenar las tumbas de flores;
llena de amor los corazones…
en vida, hermano, en vida…

A. Rabate

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,  en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido,  de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.  Sería menos higiénico.

Correría más riesgos,  haría más viajes, contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,  sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.

Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años… y sé que me estoy muriendo.

Jorge Luis Borges

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, todo dependerá de ti; no te amargues con tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si, tú has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo. Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tu mismo eres tu destino.

Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de la vida. Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete y triunfarás en la vida.

Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

Atribuido a Pablo Neruda

La hija se quejaba con su padre acerca de su vida y de como las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte.

Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una de las ollas colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.

Su hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón, luego sacó los huevos y los colocó en otro plato y finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a su hija le dijo: “Querida hija, ¿qué ves?

-“Zanahorias, huevos y café”, fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas, luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humíldemente la hija preguntó: -”¿Qué significa esto, padre?

El entonces le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: el agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua fuerte y dura, pero después de pasar por el agua hirviendo, se había vuelto débil y fácil de deshacer.

El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.

Los granos de café sin embargo, eran únicos; después de estar en el agua hirviendo, habían cambiado al agua. Se convierten en una rica bebida que te reconforta y calienta.

– “¿Cuál eres tú?”, le preguntó a su hija.

Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, huevo o café?

Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir los 18 años, después de casarnos, después de conseguir un mejor empleo, después de tener un hijo, después de tener otro… Entonces nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que nos sentiremos felices cuando lo sean. Después nos lamentamos porque son adolescentes difíciles de tratar; ciertamente, nos sentiremos más felices cuando salgan de esa etapa.

Nos decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro(a) esposo(a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.

La verdad es que no hay mejor momento que este para ser felices. Si no es ahora, ¿cuándo? Una de nuestras frases favoritas es de Alfred de Souza: “Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar; entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran mi vida”.

Esta perspectiva nos ha ayudado a ver que no hay camino a la felicidad: la felicidad es el camino. Debemos atesorar cada momento, mucho más cuando lo compartimos con alguien especial, y recordar que el tiempo no espera a nadie. No espere hasta terminar la escuela, hasta volver a la escuela, hasta bajar diez libras, hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta que se case, hasta que se divorcie, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que muera, para aprender que no hay mejor momento que este para ser feliz. La felicidad es un trayecto, no un destino.

No estás aquí por mero accidente, ni para llenar un espacio o para ser una persona de papel secundario en la película de la vida, eres el protagonista de tu propia vida y tu propio destino!

Piense lo siguiente:  nada… Absolutamente nada! sería igual no existieras. Esto es así, tal vez tu cueste un poco creer en esta idea pero es asi.  Todos lo lugares donde has estado, las personas que has conocido sería diferentes de tu no haber existido.

Esto es por que todos estamos conectados, y nos afectan las decisiones, como también la existencia de las personas que están a nuestro lado.  Ellas también jugaron y juegan un papel decisivo en nuestro destino, no están ahí por que si!

Solo detente un momento a pensar cuantas decisiones tomadas en algún momento, cambiaron algún aspecto de tu vida o de la vida de otros. Es muy importante para tu bienestar, el sentir que tu vida tiene significado. Estudios de científicos norteamericanos han revelado que unos de los mejores predictores de felicidad y autorrealización es que la vida tenga un propósito.

Sin un propósito definido, siete de cada diez individuos no se sienten a gusto con su existencia; con un propósito, casi siete de cada diez se sienten satisfechos.

La culpabilidad es una herramienta útil para manipular a los demás y una daga en nuetro crecimento personal. Una vez desconectado el mecanismo de culpa, desaparece la posibilidad de ser controlado y manipulado emocionalmente.

Al final es necesario considerar que la culpa es una emoción auto-anulante, es una elección personal, es una reacción que podemos controlar si hemos entendido el mecanismo que la produce. Uno puede vivir culpable toda la vida, pero la emoción de sentirse libre de toda culpa es como haber recuperado la inocencia, como cuando después de un día nublado por fin sale el sol.

Aprender a dejar vivir a los demás. Aprender a usar la libertad tuya y a respetar la de los demás. Aprendamos a dejar de sentirnos culpables y ya no seremos manipulados por personas que quieren manejarnos a su antojo.

La autoestima se refiere a la confianza básica en las propias potencialidades, y apunta a dos componentes esenciales: La valía personal y satisfacción en la vida.

La valía personal es la valoración positiva o negativa que la persona tiene de su autoconcepto (imagen de sí mismo), incluyendo las emociones asociadas con esta valoración y las actitudes respecto de sí mismo. El sentimiento de capacidad personal alude a las expectativas que tiene una persona de ser capaz, de hacer de manera exitosa lo que tiene que hacer, es decir, su autoeficacia. En la adolescencia, la autoestima juega un rol muy importante en la configuración de la personalidad y podría verse debilitada, entre otras, por los cambios experimentados en la imagen corporal y la formación propia de una escala de valores y juicios.

La satisfacción con la vida es el componente cognitivo que se define como el sentimiento de bienestar en relación consigo mismo en la propia vida, diferenciándose de la aprobación-desaprobación o el grado de satisfacción con las condiciones objetivas de vida.

Las personas que evidencian una alta satisfacción con la vida poseerían una adecuada salud mental, ausente de estrés, depresión, afectos negativos o ansiedad.

Una Sonrisa, no cuesta nada, pero crea mucho. Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes la dan. Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces por siempre.

Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios. Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios es la contraseña de los amigos. Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente. Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar. Por eso Sonrie 🙂