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Es posible conservar una capacidad cerebral y salud mental activa a lo largo de nuestra vida.

Los adultos mayores que llevan una alimentación balanceada y con los nutrientes necesarios, realizan ejercicio físico constante y se mantienen ocupados con el paso del tiempo pueden incluso mejorar la capacidad cerebral y evitar su deterioro por vejez.

Acciones sencillas se pueden seguir constantemente para mantenernos en forma también a nivel cerebral.

Además de alimentarnos y respirar adecuadamente, realizar alguna actividad física como caminar o trotar 3 veces por semana,  es importante el dormir el tiempo necesario para renovarnos en caso contrario podemos ver afectada nuestra inteligencia espacial que también es llamada visual y es la que nos permite movilizarnos sin chocar con  las paredes o tropezar con baches . La inteligencia espacial muestra nuestra capacidad de interpretar ciertos datos relacionados con lo que vemos o con lo que sucede a nuestro alrededor. Aquellos que se orientan con facilidad y encuentran el camino en un lugar que desconocí­an a priori suelen poseer, por lo general una inteligencia espacial muy desarrollada.

Lo anterior es lo mínimo para sostenernos pero si queremos cada vez mejorar la capacidad cerebral debemos tener en cuenta que cuando aprendemos y repetimos procesos, la ejecución de los mismos se va volviendo casi mecánica, la rutina no nos favorece mucho por eso hay algunos puntos que podemos practicar:

Hacer diferente las cosas: por ejemplo utilizar la mano no dominante para algunas labores que no habíamos intentado hacer. Si siempre utilizamos la mano derecha para manipular el cursor del ratón, intentar hacerlo con la mano izquierda. Esta sencilla tarea hará que tu cerebro establezca algunas conexiones nuevas y tenga que repensar la forma de realizar las tareas diarias. Ponte el reloj en la mano contraria para que recuerdes el reto del cambio de mano en las tareas. Aunque al principio nos parezca un poco complicado, con la práctica se puede manejar perfectamente e incluso luego utilizar cualquiera de las dos manos.

Mejorar memoria, atención:A veces nos pasa que nos encontramos con personas  conocidas pero al saludarlas no las podemos llamar por su nombre porque no lo recordamos y cuando se van nos queda el pensamiento de “cómo se llamaba?” y lo tienes en la punta de la lengua pero…..no no te acuerdas.  Pero no te quedes ahí sigue esforzando tu cerebro hasta lograr acordarte del nombre.  Para mejorar la memoria puede ayudar  tratar de recordar los números telefónicos de familiares y amigos y marcarles sin mirar en la agenda.  Puede que nos demoremos un poquitín más o que marquemos errado antes de mirar los apuntes pero estamos ejercitando nuestra memoria y atención.

Aprender cosas nuevas cada día:Puedes leer libros de temas diferentes a los que acostumbras , aprender a cocinar con nuevos tipos de recetas. Aprender otro idioma. Adquirir nuevos pasatiempos. Es salirte de la rutina.
Aprender una nueva habilidad pone a trabajar a múltiples áreas cerebrales. Tu memoria entrará en juego, aprenderás nuevos movimientos y asociarás las cosas de un modo diferente.

Interacción social: conversar, contar historias y al mismo tiempo interactuar con otras personas que tienen formas de ver la vida diferente a la nuestra, con gustos y experiencias diferentes, además de ser ameno y divertido, nos permite ordenar nuevas ideas en la cabeza y desarrollar nuestros procesos cerebrales.  Mantener unas relaciones sociales fluidas, con llamadas de teléfono simplemente para contar cualquier cosa, también ayuda al cerebro a una mejor planificación.

Aquí un video para ampliar más en el tema.

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Es cierto que la vida corre a una velocidad que escasamente alcanzamos y que su trayectoria trae una cantidad de cambios a los que nos tenemos que acoplar para no quedarnos “fuera del viaje”.

En medio de todos esos cambios dejamos atrás: ilusiones, amigos, retos, palabras, sentimientos y personas; y con este agitado ritmo no nos damos cuenta que todo esto es de máxima importancia en nuestra vida, es lo que le da el “dulce sabor”…Tanto así que sin las personas a nuestro alrededor, sin los DEMÁS no alcanzamos a DESARROLLARNOS….ya que es la “herramienta” que nos sirve de reflejo para corregir y pulir nuestro carácter.

Es demasiado importante no esperar a que ya no tengamos la oportunidad de tener esas personas reflejos a nuestro alrededor para demostrarles y hacerles saber todo lo que sentimos por ellas y agradecerles por vivir junto a nosotros en esta escuela que es la vida.


La persona que envidia sólo expresa su infelicidad. Es un modo de desnudarse ante los demás y mostrar su propia insatisfacción y auto odio.

La envidia crece en el núcleo más secreto de la persona, allí donde se almacena su disgusto por lo que otros tienen y ella no puede tener, el resentimiento por algo que no salió según sus expectativas, el sentimiento de inferioridad que le inculcaron en su infancia, la frustración permanente. La envidia vive allí donde no acampa el bienestar psíquico ni emocional.

Los psicólogos dicen que la envidia señala una carencia. Se manifiesta como un dolor punzante y al mismo tiempo causa vergüenza sentirlo. ¡Cuán desgraciadas son las personas envidiosas!

Un modo positivo de afrontar la envidia está en alegrarse por lo que son o tienen los demás, aunque se sienta el dolor de su falta. También resulta útil tomar conciencia de que se es envidiosa o envidioso. Finalmente, desear lo que no se tiene puede ser el punto de partida para saber qué queremos conseguir y el precio que estaríamos dispuestas a pagar por ello.

Para prevenirla

La envidia es consecuencia de un par de procesos sicológicos necesarios para el desarrollo: el deseo y la comparación. Para prevenir la envidia no se pueden suprimir dichos procesos sino que hay que controlar sus efectos.

Para que los dos procesos produzcan una envidia sana, conviene desarrollar habilidades que ayuden a comprender lo que se siente y por qué se siente; convertir el malestar emocional producido por la envidia en un motor para conseguir lo que uno desea tener y controlar la hostilidad que dicha situación puede generar, evitando que deteriore las relaciones con los demás.

La envidia es incompatible con la empatía, que desempeña un papel importante en el desarrollo de la comprensión de uno mismo y de los otros. Para prevenir la envidia es importante tratar de estimular la empatía y, a través de ella, la capacidad para ponerse en el lugar del otro.

Tenga muy presente que si usted tiene buenos hábitos mentales será una persona exitosa. De hecho, la historia dice que los hombres más exitosos tienen excelentes hábitos mentales.

Desde pequeños nos enseñan a tener buenos hábitos de higiene: cepillarse los dientes, bañarse bien y demás. Lo anterior hizo que usted se volviera una persona limpia e higiénica.

Pasa lo mismo con la mente. Si usted desarrolla buenos hábitos mentales pues tendrá éxito. Lo más probable es que ni se de cuenta cuando ya esté actuando como una persona de éxito en todo lo que haga. Estará emprendiendo, retando a la vida y logrando victoria tras victoria gracias a los hábitos instaurados.

¿Cómo lograrlo entonces? Encuentre un hábito para fortalecer su mente y repítalo constantemente. Usted se irá acostumbrando a que su mente trabaje de una cierta manera y verá resultados positivos.

Podemos decir que los hábitos se dividen en tres: emocionales, mentales y físicos. Para tener una buena salud mental, hay que tener muy buenos hábitos mentales. Para llegar a ser grande, tiene que pensar en que ya es grande. El secreto del éxito en la vida, radica en los hábitos que se tengan.

Es necesario entonces modificar algunos hábitos mentales y emocionales, especialmente, aquellos que le hacen ser inseguro. Para adquirir seguridad personal, simplemente, actúe y compórtese como si ya la tuviera; porque existe una relación directa entre su comportamiento, su pensamiento y sus sentimientos.

Es decir, si usted piensa en algo positivo, y lo siente verdaderamente, su comportamiento será directamente proporcional a ello, y así se manifestará. Hay que recordar, que nuestros pensamientos y sentimientos del pasado, son los que han creado nuestro mundo actual.