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En este artículo te brindamos 6 tips que puedes poner en practica para agradar a las demás personas. Todos queremos la aprobación de quienes nos rodean, asi como que se reconozcan nuestros méritos y ser apreciados por nuestros semejantes.

1. Interésese sinceramente por los demás.

Se pueden ganar más amigos en dos meses si se interesa uno en los demás, que los que se ganarían en dos años si se hace que los demás se interesen por uno.

El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos.

El interés, lo mismo que todo lo demás en las relaciones humanas, debe ser sincero.

2. Sonría.

Las acciones dicen más que las palabras, y una sonrisa expresa: «Me gusta usted. Me causa felicidad. Me alegro tanto de verlo».

Hablo de una verdadera sonrisa, que alegre el corazón, que venga de adentro, que valga buen precio en el mercado.

Tiene usted que disfrutar cuando se encuentra con la gente, si espera que los demás lo pasen bien cuando se encuentran con usted.

Si está solo, silbe o tararee o cante. Proceda como si fuera feliz y eso contribuirá a hacerlo feliz.

Todo el mundo busca la felicidad, y hay un medio seguro para encontrarla. Consiste en controlar nuestros pensamientos. La felicidad no depende de condiciones externas, depende de condiciones internas. No es lo que tenemos o lo que somos o donde estamos o lo que realizamos, nada de eso, lo que nos hace felices o desgraciados. Es lo que pensamos acerca de todo ello.

«Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo» Abraham Lincoln

«El hombre cuya cara no sonríe no debe abrir una tienda» Proverbio chino

3. Recuerde que para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.

Jim Farley descubrió al principio de su vida que el común de los hombres se interesa más por su propio nombre que por todos los demás de la tierra. Haga el esfuerzo por aprender los nombre de pila (preste atención).

El nombre pone aparte al individuo; lo hace sentir único entre todos los demás. La información que damos, o la pregunta que hacemos, toma una importancia especial cuando le agregamos el nombre de nuestro interlocutor.

4. Sea un buen oyente. Anime a los demás a que hablen de sí mismos.

Le hice pensar que yo era un buen conversador cuando, en realidad, no había sido más que un buen oyente.

«La persona que sólo habla de sí, sólo piensa en sí, la persona que sólo pensa en sí mismo carece de toda educación» Dr. Nicholas Murray Butler.

Recuerda que la persona con quien habla usted está cien veces más interesada en sí misma y en sus necesidades y sus problemas que en usted y sus problemas.

5. Hable siempre de lo que interese a los demás.

Hablar en términos de los intereses de la otra persona es beneficioso para las dos partes.

6. Haga que la otra persona se sienta importante y hágalo sinceramente.

¿Qué hay en él que se pueda admirar honradamente?

Trate siempre de que la otra persona se sienta importante.

«Haz al prójimo lo que quieras que el prójimo te haga a ti» Jesus

Queremos tener la sensación de nuestra importancia en su pequeño mundo. No queremos escuchar adulaciones baratas, sin sinceridad, pero anhelamos una sincera apreciación.

Para que la vida de una persona cambie totalmente puede bastar que alguien la haga sentir importante.