Eres de las personas que al terminar la jornada laboral, se queda horas extras en la oficina ó peor aún lleva trabajo para terminarlos en tu casa, o incluso adelantas los asuntos laborales pendientes cuando llega el fin de semana, por lo que el tiempo no te alcanza y debes terminarlos el sábado o el domingo.
Muy seguramente estás ante un problema de planificación del trabajo, o estás atendiendo asuntos en tu oficina que no te dejan adelantar las labores planeadas. Lo grave es que algo ocasional puede convertirse en una costumbre, que a la postre resultará muy difícil de abandonar luego que sin desearlo se vaya integrando a tu rutina diaria.
Sientes que tienes una sobrecarga de trabajo, si te sientes agobiado por muchas responsabilidades que llevas contigo y además que las condiciones laborales son impropias. Si es así, manifiéstaselo a tu Jefe, y planeen fechas de entrega entre los dos. Es un error que sacrifiques tu bienestar por el trabajo, es importante que empieces equilibrar tu vida.
Recuerda que el día tiene 24 horas, lo sano sería repartirlo en 3 partes iguales de 8 horas cada uno, así 8 horas para el trabajo, 8 horas para el ocio (ir al cine, hacer ejercicio caminar al menos media hora, pasar tiempo con tu familia, leer algún tema no laboral claro está), 8 horas de sueño.
Te damos un consejo que esperamos que te sea de utilidad, visualiza «tu trabajo» y «tus preocupaciones laborales» como si fueran un «saco» o «abrigo» el cual dejas en la oficina sobre la silla del escritorio en tu puesto de trabajo, al finalizar tu jornada, te lo quitas y lo dejas ahi y te vas a tu casa tranquilo y relajado, al día siguiente cuando llegues a tu lugar de trabajo, vuelves y te lo pones. Pero Nunca te lo lleves a tu casa!