Entradas

Existen creencias populares sobre la lactancia materna. Aquí van algunos:

Beber mucha leche durante el tiempo que se da el pecho, hace que se produzca más leche. La hipótesis se basa en la suposición de que la mejor forma de reponer los nutrientes que pierde la madre al fabricar leche, es tomar también leche.

Curiosamente, en ninguna especie de mamíferos las madres consumen leche mientras amamantan, aunque fabriquen grandes cantidades. La mejor forma de mantener bien nutrida a una madre lactante es mediante una dieta variada.

Beber cerveza aumenta la producción de leche. Hay trabajos que demuestran que la cerveza estimula la liberación de prolactina. El efecto estimulador no depende del alcohol, sino de un polisacárido de la cebada, ya que también lo produce la cerveza sin alcohol. Sin embargo no hay estudios que demuestren la influencia de la cerveza sobre la lactogénesis.

Se admite que el efecto relajante tanto del alcohol como de los componentes del lúpulo, pueda ayudar a algunas mujeres durante la lactancia, pero no es prudente recomendar el consumo generalizado de cerveza. No hay que despreciar el riesgo del alcohol, si las cantidades ingeridas superan un consumo moderado.

Se deben evitar determinados alimentos porque cambian el sabor a la leche y no se deben consumir. Es cierto que el sabor de la leche puede ser modificado por algunos alimentos, pero esto no es malo para el lactante. Puede incluso ayudarle a tolerar otros sabores más adelante.

Un estudio demostró que el consumo de ajo por la madre mejoraba la succión, y algunos profesionales recomiendan a la madre consumir ajo en casos de lactancia inducida o relactación, para mejorar la aceptación del pecho por el niño. Se recomienda una dieta lo más variada posible dentro de los gustos de la madre.

La madre no debe ingerir alcohol durante la lactancia materna. La cantidad de alcohol que pasa a la leche es baja. El nivel más elevado se alcanza entre 30 y 60 minutos después de la ingesta y luego va disminuyendo.

Las madres no deberían tomar nada de alcohol, pero cantidades moderadas y de forma esporádica son tolerables, procurando alejarlas de las tomas. El efecto eufórico de dosis bajas de alcohol puede ser positivo para las madres lactantes y que estas pequeñas cantidades no tienen repercusión significativa sobre la producción de leche.

No se pueden tomar café o bebidas excitantes. Al igual que con el alcohol, no se debe exceder en su consumo, pero hacerlo moderadamente no origina ningún riesgo para el bebé. No obstante, si se observa que está más nervioso o duerme menos de lo normal, reduce el consumo diario de café y otros estimulantes: té, mate, chocolates, refrescos de cola, etc.


A muchas personas les cuenta madrugar. Y más cuando es necesario. Sin embargo, interiormente estoy seguro que secretamente admiramos a esas personas capaces de despertarse a las cinco de la mañana y comenzar su práctica ¿De dónde toman la energía y la determinación para hacerlo?

1. Se necesita un motivo. Nadie madruga por el simple placer de hacerlo, siempre hay un motivo, bien sea para trabajar, bien sea para hacer ejercicio, para practicar yoga o porque nos gusta dar un paseo por las mañanas. Tenemos que descubrir cuál es nuestro motivo.

2. Evita bebidas y alimentos estimulantes. Difícilmente podrás madrugar si a lo largo del día te has tomado tres cafés, y has terminado la noche yéndote de fiesta. El cuerpo te pedirá descanso, y literalmente te impedirá despertarte pronto.

3. Madruga de forma progresiva. Si los sábados tienes la costumbre de despertarte sobre las 10 de la mañana, no pretendas despertarte a las cinco de la mañana de un día para otro. Tienes que hacerlo de una forma progresiva.

4. Pequeñas recompensas. Aunque lo ideal sería que te despertases por el placer de hacerlo, al principio te costará menos si te recompensas con pequeños detalles por haberlo conseguido. ¿Consigues un día despertarte y estar activo desde las siete de la mañana? Prémiate con un capricho.

5. Comparte tu objetivo con familiares y amigos. Si compartes tus intenciones con las personas que conoces, tu mismo tendrás una razón más para hacerlo. Pídeles que te pregunten sobre tu progreso, que te regañen cuando no lo consigas, y que te feliciten cuando hayas conseguido tu objetivo.

6. Aprovecha tu agenda. Si estás acostumbrado a utilizar una agenda, convierte tu levantada tempranera en una cita importante a la que hay que asistir. Convéncete a tí mismo que lo que tienes que hacer no es madrugar sino realizar una visita imprescindible.

Se considera como una sustancia natural que está presente en hojas, semillas y frutos de más de 63 especies vegetales de todo el mundo. Se consume en bebidas como té, café y algunos refrescos.

La cafeína es un estimulante, retrasa el cansancio; lo que puede causar insomnio en individuos sensibles. A pesar de que se han realizado estudios sobre su inocuidad, circulan todavía ideas erróneas sobre esta sustancia tan común. Aquí se tumban cuatro mitos.

Se dice que crea adicción. Según algunas definiciones y expertos la cafeína no crea adicción. Algunas personas debido a su consumo seguido pueden padecer dolores de cabeza, fatiga y somnolencia. Estos síntomas no duran más de un día y pueden prevenirse reduciendo el consumo de cafeína de forma gradual.

¿Aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas? Estudios realizados revelan que el consumo de cafeína no aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ni incrementa los niveles de colesterol, ni produce alteraciones del ritmo cardiaco. En individuos sensibles a la cafeína se observa un ligero aumento temporal de la tensión arterial. Sin embargo, este aumento es similar al provocado por actividades cotidianas.

La cafeína provoca cáncer. Existen pruebas científicas que demuestran que la cafeína no incrementa el riesgo de padecer cáncer. Dos estudios llevados a cabo en Noruega y Hawai y el análisis de 13 estudios realizados con más de 20.000 sujetos revelan que no existe ninguna relación entre el consumo regular de café y el riesgo de contraer cáncer.

¿Factor de osteoporosis? Algunas investigaciones sugieren que el consumo de cafeína puede incrementar la pérdida de calcio en la orina. Lo que se ha comprobado es que estas pérdidas son mínimas y que el consumo de cafeína en dosis normales no afecta al nivel de calcio ni a la densidad ósea. Estudios confirman que el consumo de cafeína no es un factor de riesgo en lo que a la osteoporosis se refiere.

Algunas personas son más sensibles a los efectos de la cafeína que otras. Estas personas deben limitar el consumo de la cafeína. También deben hacerlo las mujeres embarazadas o que están amamantando. Algunas drogas y suplementos pueden interactuar con la cafeína.

En dosis moderadas, la cafeína produce los siguientes efectos positivos:

  • Estimula el sistema nervioso central
  • Estimula el músculo cardíaco
  • Estimula el sistema respiratorio
  • Reduce la sensación de cansancio
  • Agudiza la percepción
  • Vasodilatador
  • Antídoto para la intoxicación alcohólica
  • Antídoto para los analgésicos
  • Diurético
  • Retrasa la fatiga

En dosis excesivas, a partir de siete u ocho tazas diarias, la cafeína puede producir los siguientes efectos negativos:

  • Nervios
  • Irritabilidad
  • Insomnio
  • Arritmia cardíaca
  • Palpitaciones
  • Niveles altos de azúcar en sangre
  • Niveles de acidez importantes en la orina