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La realidad es el lugar presente que puede medirse y donde yo puedo actuar: los hechos y sucesos que están frente a mí.

La realidad no es ni buena ni mala, es neutra.

La realidad externa es neutra. La realidad interna, si la miro desde el amor, tiene una dualidad: es una realidad de sufrimiento o es una realidad de satisfacción. Suponemos que lo que está afuera es lo que tiene dualidad, más no es así. Lo que tiene dualidad es lo que yo tengo adentro.

Aquí viene la afirmación científica. La interpretación que yo hago de la realidad puede ser engañosa; por lo general lo es, a menos que la mire desde la sabiduría. Pero la realidad como tal, no es engañosa; es un resultado verificable, está presente; no es bueno ni malo, es neutro.

¿Qué es bueno o malo? La interpretación mental que yo hago de un hecho cualquiera puede ser buena o mala; por eso es engañosa. Pero el hecho concreto no es ni bueno ni malo: es real.

Sacado de: Escuela dela Magia del Amor de Gerardo Schmedling

El cerebro tiene patrones de funcionamiento  relacionados con procesos físicos. Newton y sus investigaciones  sobre la luz abren camino a la neurofísica, denominada en su nueva aplicación con el nombre de cromociencia, esta nueva ciencia permite entender el funcionamiento del cerebro, activarlo y mejorar los procesos mentales y aún orientar o ajustar el comportamiento.

A través de la Cromociencia se puede ampliar la capacidad de pensar con más amplitud y profundidad y lograr el equilibrio tanto en el comportamiento como el desarrollo de las capacidades intelectuales.

La memoria, nuestros recuerdos, lo que aprendimos, el idioma, las costumbres, que se iniciaron desde que tenemos contacto con el mundo, hacen parte de nuestro comportamiento, como resultado de la percepción, entonces los órganos de los sentidos inician los procesos básicos por medio de los cuales determinamos lo que somos, lo que hacemos y lo que pensamos; cualquier proceso cognitivo inicia con la percepción, que es el medio en que el mundo de afuera, el externo, comienza a ser parte del mundo interno, nuestra forma pensar, de sentir, de actuar, como es el caso, de la toma de decisiones o el razonamiento; la comprensión o el lenguaje, la atención o la solución de problemas.

El color como imagen activa determinados niveles del cerebro y se puede relacionar con procesos, que orientados, pueden ayudar al éxito de una tarea o actividad. Uniendo color como estructura simbólica visual, con palabras que hacen parte del área auditiva, y las acciones que surgen del contexto de las palabras relacionadas con cada color, se logra tener una orientación efectiva de las actividades, más aún cuando se facilita memorizar, combinar y relacionar los procesos con los colores, que son imágenes de fácil recordación.

Entonces percepción visual, más percepción auditiva, más comportamientos relacionados con las palabras, logran un efecto que ayuda a orientar lo racional, emocional con armonía e integralidad.

La sensación y percepción visual permiten comprender que ocurre a nivel de los procesos psicológicos, reconocer el estilo cognitivo, los rasgos de personalidad, para orientar con la estimulación de cada color determinadas áreas del cerebro y nuestro pensamiento, según la longitud de onda que genera cada color.