Entradas

Lo cierto es que no interesa si te has muerto una vez o dos o ninguna, siempre estamos empezando de nuevo, al final no hay nada que hacer siempre tendremos 18 por que podemos ser jóvenes solo una vez pero seremos inmaduros para siempre, no hay reglas para cumplir 20, 25 o 30 pero si las hubieran serian las siguientes.

Haz una lista de lo que menos te gusta de ti y tírala al tacho de basura , eres el que eres desde hace mucho y hasta no se cuando, después de todo no son tan malos los domingos de resaca, deja el equipaje de sobra el viaje es largo, cargar no te dejara mirar hacia adelante y ademas jode la espalda.

No sigas modas en unos años te morirás de vergüenza de haberte puesto eso de todas maneras, besa a tantas como puedas, deja que te jodan el corazón, enamorate, date contra la pared, quizá hay alguien esperándote quizá no, pero mientras lo encuentras lo bailado quien te lo quita.
Come frutas y verduras vete acostumbrando que no podrás tragar chucherías toda la vida, equivocate, cambia, falla, reconstruyete, manda todo al carajo y empieza nuevamente cada vez que sea necesario, enserio no pasa nada, sobre todo si nunca hiciste nada, prueba otras cervezas, otros dentífricos, hazte un nuevo corte, arranca el carro un dia y no pares hasta que se acabe la gasolina, forma una banda de rock , ¿porque no? .
Toma clases de baile, aprende otros idiomas, inventate otro nombre, perdona, olvida, deja ir … decide quien es imprescindible, mientras mas grande eres mas difícil es hacer amigos de verdad y mas necesitas quien sepa quien eres sin tener que explicárselo, esos son los amigos y mantelos cerca … aprende que no vas a aprender nada, pero eso no importa por que no hay examen final en esta escuela ni reunión de ex alumnos …
¡Felices 30 viejo bienvenido al resto de tu vida!
[campo nombre=video]

Extraído de la película: Efectos Secundarios

El octavo planeta estaba habitado por un nativo digital. Tenía un smartphone en la mano y no cesaba de tocarlo con los dedos.

-¡Buenos días! –dijo el principito.

-¡Buenos días! –respondió cortés mente el nativo, pero no alzó la mirada de su aparato. Las yemas de sus dedos no cesaban de posarse sobre la pantalla.

– ¿Qué haces? – preguntó el principito.

– Converso con mis amigos – contestó el nativo sin alzar la mirada.

– Pero estás solo. ¿Dónde están tus amigos?

– Por ahí… Por allá…- contestó el nativo.

– ¿Vamos a mirar un atardecer?

– No puedo – contestó el nativo. – Estoy conversando con mis amigos.

– Pero estás solo.

– No, algunas veces nos vemos en persona. Pero la mayor parte del tiempo nos comunicamos por aquí. Es mucho mejor, no tengo que ir a ningún lado y ellos tampoco.

– ¿Y de qué sirve tener amigos si casi nunca los ves?

– Me ahorra tiempo.

– ¿Tiempo para qué? – preguntó el principito.

– Para conversar con mis amigos.

«Tal vez no vale la pena tener amigos – pensó el principito – si uno siempre va a estar solo.»

Fuente: facebook.com