Entradas

La vida a menudo presenta retos y problemas en el camino hacia el éxito y el logro de nuestros objetivos, y con el fin de elevarse por encima de ellos hay que actuar con perseverancia y persistencia, y esto requiere autodisciplina.

La autodisciplina es fundamental para superar los trastornos alimentarios, adicciones, tabaquismo, consumo de alcohol y otros hábitos negativos. También es un requisito importante para el estudio, el deporte y el aprendizaje, para el desarrollo de cualquier habilidad, y para el éxito en la superación personal, crecimiento espiritual y la meditación.

La mayoría de las personas reconocen la importancia y beneficios de la auto-disciplina, pero muy pocos toman medidas reales para desarrollar y fortalecer la misma. Puedes adoptar los siguientes pasos para afianzar tu autodisciplina:

  • Escribe una lista de lo que quieres lograr.
  • Actúa y compórtate de acuerdo con las decisiones que has tomado, a pesar de la pereza, el deseo de postergar o el deseo de darte por vencido y dejar de hacer lo que estás haciendo.
  • Sigue firme en este comportamiento a pesar de las molestias y cómo te sientes al respecto en el momento, acéptalas pues son el camino para alcanzar los objetivos más grandes que te has propuesto.
  • Toma conciencia de lo importante que es para ti desarrollar autodisciplina y lo que vas a lograr con ella.
  • Cuando tomas conciencia de esto, te das cuenta cuando tienes un comportamiento indisciplinado. Corrígelo y sigue adelante con los objetivos que escribiste.

Esta habilidad puede ser fortalecida y desarrollada como cualquier otra habilidad, a través de la práctica constante en todos los aspectos de tu vida.

Hace algún tiempo, cuando un chico se negaba a comer lo que no era de su antojo se decía que estaba malcriado. Hoy esa conducta es considerada una patología que se estudia a la par de la anorexia y la bulimia. Se la conoce como Síndrome de Especialización en Comida y para muchos médicos constituye el trastorno alimentario más precoz.

La semejanza entre este tipo de casos ha llevado a algunos médicos a concluir que se trata efectivamente de una patología. El Síndrome de Especialización en Comida se da en chicos entre 1 y 3 años con una baja adaptabilidad y vínculos muy acotados, coinciden distintos informes médicos al trazar el perfil del trastorno.

Es evidente que existe una patología. Las mamás y los pediatras la reconocen desde hace tiempo pero recién en los últimos años ha empezado a distinguirse en los congresos médicos con características propias dentro de los trastornos alimentarios, dice la psiquiatra Mabel Bello, titular de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia.

Si bien su desarrollo intelectual es normal, les cuesta mucho relacionarse. Uno los advierte con facilidad porque rehuyen la mirada; no les interesa abrirse socialmente; en el mejor de los casos se vinculan apenas con uno o dos miembros de su grupo familiar, que pueden ser la mamá y la abuela, señala la psiquiatra.

A su vez -agrega- llevan esa conducta al plano de la comida. Comen siempre lo mismo, lo que les da seguridad, y rechazan todo lo demás. He visto chicos que sólo se alimentan de chocolate y leche, o de ñoquis y yogurt; las elecciones son antojadizas y no responden necesariamente a alimentos que no engordan.

Tratar con un chico que se niega a comer -contra lo que imaginan a menudo quienes desconocen la experiencia- no es cosa fácil. Si bien suelen verse padres que no saben imponer normas, los chicos pueden ser muy tenaces: vomitan, escupen, son capaces de quedarse seis horas frente a un plato de comida sin tocarlo. No es sencillo: hay que tener ingenio para no violentarlos porque resulta peor.

Tal vez algunos pediatras dirán ‘cuando tenga hambre va a comer’, pero en la proyección -explica- lo que se ve es que estos chicos, que tienen una tendencia a la huida frente a lo nuevo, presentan a la larga otras dificultades de adaptación. Por eso lo que se intenta en los tratamientos es enseñarles a ampliar su campo de experiencias.