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En esta videoconferencia del Dr. Alejandro Junger, autor del libro Clean, explica los resultados del estudio a través de su experiencia personal y más adelante con sus pacientes y concluye que el cuerpo humano si le damos el material necesario puede sanar absolutamente todas las enfermedades.

Alejandro Junger , nacido en Uruguay es doctor en medicina (M.D.), especializado en medicina interna y cardiología en NuevaYork, también estudió Medicina Oriental en la India. Después de observar y estudiar los dos enfoques de la medicina occidental alópata y medicina oriental nos enseña lo siguiente:

Los seres humanos somos parte de la naturaleza y en el diseño de la naturaleza no hay información  para crear enfermedad lo único que la naturaleza diseña es cómo adaptarse para sobrevivir. Lo que nosotros vemos como enfermedades crónicas son mecanismos de adaptación y sobrevivencia del cuerpo.  Las enfermedades crónicas son una manera de adaptación de las células y órganos del cuerpo para sobrellevar un desequilibrio, si cambiamos de hábitos la situación cambiará, si seguimos por un periodo de tiempo con la misma alimentación física, mental y emocional que genera el desequilibrio ahí aparece la llamada «enfermedad crónica».

Las enfermedades  causadas por bacterias, virus y parásitos o sea por un invasor, se pueden minimizar y hasta evitar si tenemos nuestro sistema inmunológico alto.

Con respecto a las enfermedades genéticas: el tener un gen que nos predispone a cierta enfermedad no quiere decir que estemos condenados a sufrirla. Los genes se prenden o se apagan de acuerdo  a la presencia o ausencia de ciertos nutrientes, la cantidad, la combinación, la frecuencia y las emociones durante las comidas. O sea que depende de la manera cómo nos nutrimos que podamos sufrir o no de estas enfermedades que tenemos en nuestro código genético.

El órgano  base de la salud en el cuerpo humano intestino, pues es allí donde saca los nutrientes y los absorbe para distribuirlos en el resto del organismo. Si los intestinos están enfermos es ahí donde empieza la salud y la enfermedad general. Los intestinos se enferman porque en la comida que ingerimos pueden faltar nutrientes o porque  puede tener químicos como es el caso de los conservantes, colorantes, estabilizantes etc.

Hoy en día la mayoría de las enfermedades crónicas se prenden como mecanismos de defensa y hay forma de apagarlas volviendo a generar las condiciones más similares a las que la naturaleza diseñó para la optimización de las funciones biológicas.

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Comer un poco de todo no es sinónimo de comer bien. La trofología es una ciencia que enseña la forma como hay que mezclar los alimentos aprovechando al máximo el valor nutritivo de los mismos.

La trofología es una novedosa rama de la nutrición que tiene un efecto desmitificador sobre las costumbres alimenticias que se toman como saludables, cuando la verdad es que así no sean dañinas, pueden ser no recomendables.

Esta ciencia investiga cuáles son las mejores combinaciones que pueden realizarse en una dieta para aprovechar al máximo el poder nutritivo de los alimentos, frente a la creencia de que llevar una alimentación equilibrada es consumir de todo un poco.

Necesitamos consumir hidratos de carbono (féculas y azucares), proteínas (carnes y lácteos), lípidos (grasas), vitaminas y minerales. La combinación correcta de la comida tiene una importancia decisiva para una buena metabolización. Sin una digestión completa el cuerpo no puede extraer ni asimilar los nutrientes, aun los de los alimentos más saludables.

Hay que recordar que existen trastornos digestivos por la acidez estomacal o dolores de estomago frecuentes. La realidad es que una frecuencia considerable de estos síntomas trae a larga consecuencias mas molestas. Muchas alergias son consecuencia directa de la mala combinación de alimentos.

Otro punto a destacar es que no es recomendable comer y beber a la vez. La trofología explica que cualquier bebida que se ingiera en grandes cantidades junto a la comida diluye los jugos gástricos dificultando la digestión.

Tabla de Combinación de Alimentos

Para utilizar esta tabla tengan en cuenta que los alimentos que no tienen una buena combinación hay que separarlos por lo menos 3 horas (eso si la comida anterior fue bien combinada, en caso contrario la digestión y salida del estómago puede durar mucho más tiempo). Las frutas tardan menos en salir del estómago, con una hora ya es suficiente. Por lo que deben consumirse, mínimo 1 hora antes de las comidas, y mínimo 3 horas después.

Dulces: Frutas dulces (manzana*, papaya*, sandía**, melón**, banana, uva, pera, durazno, damasco, mango, chirimoya, cereza, caqui, higo, dátil, yaca, níspero, etc); zanahoria y remolacha; frutas deshidratadas (pasas de uva, de ciruela, etc); mieles vegetales (de arroz, de malta, de caña, de cebada, de maíz, etc); arropes (de chañar, de tuna, de higo, etc); siropes (de maple, miel de abeja (innecesariamente robada); azúcares.

* Son bastante neutras y no generan tanta incompatibilidad con otros grupos, por eso se toleran de postre.
** Se digieren en el duodeno, es decir que pasan de largo por el estómago (a los 20 minutos ya se puede ingerir otro alimento) Son una excepción y no combinan con nada, deben tomarse solos y con el estómago vacío.
*** Si no está bien madura se considera fécula.

Ácidos: Frutas ácidas (lima, pomelo, naranja, piña, ananá, kiwi, maracuyá, etc); limón; vinagre, tomate.

Verduras: Hojas verdes y hortalizas no feculentas.

Féculas:
Harinas (panificados, pastas, galletitas, tartas pasteles, pizzas, etc); cereales integrales o refinados (trigo, avena, cebada, centeno, arroz, maíz, mijo, sorgo, trigo sarraceno y otros); raíces (mandioca, papa, batata; etc); hortalizas feculentas (zapallo, anco, etc), castañas (de castaño), maní, pistacho.

Proteínas:
Hongos y levaduras (50% proteína); quínoa, amaranto, etc (40%); soja y derivados (30%), legumbres (porotos negros, alubia, payares, lentejas, garbanzos, aduki, mung, arvejas y otras), carnes (15% a 20%), frutos secos (nuez, almendra, avellana; castaña de cajú, etc).

Grasas:
Aceites vegetales, aceitunas, coco, castaña de pará, lino, chía, sésamo, girasol (y otras semillas), grasa de leche robada y tejido adiposo de carnes.

 

El amaranto tiene su historia. Dicen que fue importante en la dieta de los Aztecas y otras civilizaciones del nuevo mundo, argumentos que hacen que su estudio sea algo extraordinario y prometedor. Sin embargo, es uno de los muchos cultivos subutilizados en América Central y del Sur.

El amaranto fue seleccionado por la NASA para alimentar a los astronautas por su alto valor nutritivo, por su aprovechamiento integral, por la brevedad de su ciclo de cultivo y por su capacidad de crecer en condiciones adversas.

Gracias a su alto contenido en almidón, el amaranto es un alimento saciante. Por su alto contenido en fibra soluble, ayuda a eliminar sustancias que el organismo no necesita.

El amaranto es un alimento muy utilizado en la industria alimenticia, para la elaboración de productos dietéticos o light, ya que gracias a su característica de aglutinador, puede reemplazar la grasa característica de determinados aderezos por el extracto proteico de amaranto, lo cual otorga consistencia al producto, pero con menos calorías y con principios activos más saludables.

Como quien dice que las propiedades adelgazantes del amaranto se deben a sus principios activos, de los cuales se pueden aprovechar sus beneficios para la elaboración de diferentes productos dietéticos, que integran las dietas hipocalóricas.

Algunas propiedades del amaranto:

  • Te ayudara a tener un mejor crecimiento y desarrollo corporal y mental.
  • Te ayudara a prevenir y combatir la anemia.
  • Te ayudara a evitar la desnutrición.
  • Te ayudara a tratar la osteoporosis.
  • Te ayudara a contar con los nutrientes que tu cuerpo necesita.