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Nos hicieron creer que el «gran Amor«, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años.
No nos contaron que el Amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
… No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Las personas crecen a través de la gente.
Si estamos en buena compañía es más agradable.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada «dos en uno«: dos personas pensando igual, actuando igual… que era eso lo que funcionaba!!!
No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación.
Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de este, deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.
Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto: cada uno lo va a tener que descubrir solito.
Y entonces, cuando estés «enamorado de ti mismo» podrás ser felíz y te enamorarás de Alguien.

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el Amor aunque la violencia se practica a plena luz del día.

John Lennon.

Uno sólo entre la multitud, uno sólo entrecruza sus brazos y elude realizar el saludo nazi de rigor, un individuo que se niega a dejarse llevar por la masa y el miedo y mantiene un criterio propio.

Era tan singular su actitud, en aquel 1936 en el que el nacional-socialismo estaba en pleno auge, que su gesto termina por concitar todas las miradas sobre su persona y nos lleva a preguntarnos: ¿Cuál era la razón de su gesto? ¿Cuál sería la historia de este hombre que se convertía por decisión propia en el verso suelto de un poema negro?

Este pequeño héroe, ya que también se puede ser héroe por gestos pequeños pero valientes, se llamaba August Landmesser, y hasta 1991 fue solamente un obrero anónimo que durante un acto en los astilleros Blohm und Voss de Hamburgo se negó a levantar su brazo. Pero en esa tardía fecha una de sus hijas le puso nombre al reconocerle en la foto y de camino nos trajo su historia y el porqué de su comportamiento.

Nuestro protagonista había sido miembro del partido nazi entre 1931 y 1935, algo obligado para quien pretendiera tener un trabajo en aquellos difíciles años. El caso es que Landmesser mantenía una relación con una mujer de ascendencia judía, Irma Eckler, con la que tuvo dos hijas en 1935 y 1937, y con la que quiso casarse en 1935, siéndole denegada su solicitud de matrimonio por contravenir la «Ley de Nuremberg» que prohibía relaciones con mujeres judías en «pro» de su pretendida pureza de la raza aria. No se rindió y tras varios juicios en los que intentó formalizar la relación con su pareja, fue definitivamente condenado a trabajos forzados en el campo de concentración de Börgemoor, mientras su mujer fue trasladada al de Ravensbrück donde finalmente murió en 1942 a la vez que sus hijas fueron separadas.

En 1941 August fue liberado y obligado a trabajar en una fabrica de vehículos militares para poco después enrolarlo en el 1er Batallón de Libertad Condicional «999», en el que se pierde el rastro de su persona teniendose por segura su muerte en combate.

La foto como contábamos corresponde a 1936 fecha posterior a la decisión de las autoridades alemanas de no dar vía libre a su matrimonio, cuando ya se había desligado del partido nazi, con lo que podemos presuponer que su gesto estaba presidido por la crítica hacía aquel sistema que le impedía de forma irracional casarse con su pareja.

Una vez más una historia de amor.

«Amar es fundamentalmente dar, no recibir», así lo explicó científicamente hace 50 años Erich Fromm en El arte de amar. Hoy, un estudio científico lo confirma y sugiere que el amor altruista puede forjar mejores amistades y matrimonios.

En un estudio realizado por General Social Survey (GSS) del Nacional Opinion Research Center de la Universidad de Chicago, una serie de encuestas a 1329 adultos, se concluyó que el amor altruista estaba asociado con una mayor felicidad, especialmente con la matrimonial.

A los participantes se les preguntó si estaban de acuerdo con frases que denotaban altruismo como «Preferiría sufrir yo antes que deja sufrir a un ser amado» o «Puedo sacrificar mis propios deseos para que la persona que amo consiga los suyos«.

Asimismo, se hacía preguntas que reportaran indicios de intenciones o conductas altruistas como «Cada cuanto tiempo dona sangre?» o «Devuelve el dinero cuando se equivocan en darle el vuelto?«. Entre aquellos que estuvieron de acuerdo con estas frases, se encontró una tendencia a reportar felicidad con sus parejas.

Dentro de los más altruistas, el 67% calificó su matrimonio como «muy feliz» y entre aquellos que fueron calificados como menos altruistas, solo el 50% dijo que eran»muy felices» en su matrimonio.

¿Cómo alcanzar el amor altruista?

Para alcanzarlo, primero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos, a crear armonía entre el propio cuerpo y alma. Esto significa comprender quiénes somos en realidad y para hacer qué hemos sido puestos en la Tierra. Significa sentirse cómodos con nuestra misión y no estar buscando distracciones. Si estamos en conflicto con nosotros mismos, ¿cómo podemos esperar alcanzar el amor con otra persona?

¿Qué es dar?

La esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano. ¿Qué le da una persona a otra? Da de si misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él – da de su alegría , da su interés , da su comprensión, da su conocimiento, da su humor, da su tristeza-, da todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él.

Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir; dar es de por si una dicha exquisita. Pero, al dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez sobre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da en cambio.

Dar implica hacer de la otra persona una dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca específicamente al amor, eso significa. El amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.

¿Cuáles son las ventajas del amor altruista?

Amar es fundamentalmente dar, no recibir», así lo explicó científicamente hace 50 años Erich Fromm en El arte de amar. Hoy, un estudio científico lo confirma y sugiere que el amor altruista puede forjar mejores amistades y matrimonios.

En un estudio realizado por General Social Survey (GSS) del Nacional Opinion Research Center de la Universidad de Chicago, una serie de encuestas a 1329 adultos, se concluyó que el amor altruista estaba asociado con una mayor felicidad, especialmente con la matrimonial.

A los participantes se les preguntó si estaban de acuerdo con frases que denotaban altruismo como «Preferiría sufrir yo antes que deja sufrir a un ser amado» o «Puedo sacrificar mis propios deseos para que la persona que amo consiga los suyos«. Asimismo, se hacía preguntas que reportaran indicios de intenciones o conductas altruistas como «Cada cuanto tiempo dona sangre?» o «Devuelve el dinero cuando se equivocan en darle el vuelto?». Entre aquellos que estuvieron de acuerdo con estas frases, se encontró una tendencia a reportar felicidad con sus parejas.

Dentro de los más altruistas, el 67% calificó su matrimonio como «muy feliz» y entre aquellos que fueron calificados como menos altruistas, solo el 50% dijo que eran»muy felices» en su matrimonio.

¿Cómo alcanzar el amor altruista?

Para alcanzarlo, primero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos, a crear armonía entre el propio cuerpo y alma. Esto significa comprender quiénes somos en realidad y para hacer qué hemos sido puestos en la Tierra. Significa sentirse cómodos con nuestra misión y no estar buscando distracciones. Si estamos en conflicto con nosotros mismos, ¿cómo podemos esperar alcanzar el amor con otra persona?

¿Qué es dar?

La esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano.

¿Qué le da una persona a otra?

Da de si misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él – da de su alegría , da su interés , da su comprensión, da su conocimiento, da su humor, da su tristeza-, da todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir; dar es de por si una dicha exquisita. Pero, al dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez sobre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da en cambio.

Dar implica hacer de la otra persona una dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca específicamente al amor, eso significa. El amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.

 Uno de los golpes más fuertes que puede sufrir una relación de pareja es la infidelidad. Cada quien reacciona de diferente forma ante las situaciones que la vida nos presenta, sin embargo para la mayoría de la gente la infidelidad es algo imperdonable y sin remedio.

Cuando una pareja cae en esta situación se fragmentan muchas cosas, pero lo más afectado siempre es la confianza. Cuando se pierde la confianza y la seguridad, tanto en la pareja como en uno mismo, es casi imposible restablecer algún vínculo en el futuro.

La mayoría de las parejas que sufren de infidelidad nunca logran recuperarse y por lo tanto se separan. Podemos decir que cuando se trata de parejas jóvenes reponerse no resulta tan complicado, contrario a lo que sucede con parejas antiguas y con hijos de por medio.

Muchas personas tienen la capacidad para superar la separación de su pareja por si solas, pero hay otras que necesitan tratamientos y terapias especiales que les ayuden a recuperar la seguridad y el ánimo para seguir adelante. Sea cual sea su caso, si usted esta pasando por una situación similar y esta segura de que la determinación a la que llegó es la mejor para usted y sus hijos, entonces no quite el dedo del renglón y ‘manos a la obra’.

1. Una vez que tome su determinación final, procure buscar siempre su bienestar, ya que en la medida en que usted actúe y enfrente el conflicto, sus hijos la verán como un ejemplo a seguir y reaccionarán positivamente.

2. Siempre actué concientemente y con la mayor cordura posible. Sus hijos imitarán la actitud que usted adopte: si la ven fuerte, reaccionaran con valor; si la ven débil y que se deja pisotear, reaccionarán temerosos e inseguros. Sus hijos heredarán los mismos patrones, los cuales pueden beneficiar o afectar su concepto del amor y el matrimonio.

3. Si durante el proceso del divorcio o de la separación siente que no puede sola con la carga, busque ayude para usted misma y para sus hijos.

4. A partir de los 6 años, los niños son capaces de comprender cualquier situación siempre y cuando se les explique con amor y claridad.

5. Dependiendo de su edad, oriéntelos, hábleles con claridad y hágales saber lo que es la infidelidad.

6. Por estar en medio de la situación, lo hijos se pueden confundir con mucha facilidad. Por eso siempre debe hablarse con claridad, utilizar las palabras adecuadas y con tranquilidad.

7. Sin importar lo que haya sucedido entre su pareja y usted, NUNCA le hable mal a sus hijos de su padre.

8. Durante el proceso de la separación es muy importante que se mantenga cerca de sus hijos y que les recalque ellos no son culpables de nada y que su padre siempre estará cerca para apoyarlos.

9. Tome decisiones sabias. Antes de que en casa comiencen los conflictos y los abusos emocionales, póngale remedio a la situación.

10. EL conflicto entre usted y su pareja es únicamente suyo, no involucre a sus hijos.

 

Al principio de toda relación de pareja, la relación pasa por una etapa de enamoramiento donde las expectativas románticas, fantásticas e idealizadas son la base sobre la que se construyen las expectativas de futuro de la relación de pareja.

Es en esta etapa donde los enamorados viven en un sueño en el que todo es fantástico y maravilloso, incluso aquellas cosas que no les agradan las ven hermosas.

En el momento en que la pareja decide compartir una vida en común “convivir”, el enamoramiento y la fantasía disminuyen y la realidad que hasta ahora no veían empieza a hacerse más clara. Es entonces cuando la pareja empieza a descubrir las dificultades que existen en la convivencia con la otra persona.

Compartir el espacio, compartir el tiempo y compartir gran parte de todo aquello que configura a cada persona no es fácil y requiere tiempo y esforzó.

Por otro lado el hecho que cada individuo sea un mundo en particular y haya vivido una experiencias concretas conlleva, en muchas ocasiones, a que los dos individuos de la pareja tengan puntos de vista diferentes a cerca del concepto o de relación de pareja, del matrimonio, de los roles, de la familia, etc. y esta oposición de idea, creencias y perjuicios causan discrepancias y provocan que la relación entre en conflicto.

Existen unos pilares que son básicos para fomentar una buena relación de pareja, estos son básicamente:

  • La motivación (una actitud positiva de cara a la relación).
  • Afecto y sexualidad (dar tanto como recibir, y disfrutar de una vida sexual sana).
  • La comunicación (el diálogo equilibrado y positivo en busca de soluciones).
  • El Respeto y la confianza (respetar y cuidar les espacios y las necesidades propias de la pareja).
  • Empatia (ponerse en la situación del otro y ser comprensivo).
  • Cooperar (compartir las tareas propias de la vida de pareja en todo momento).

Hace muchos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre. Mientras conversaba sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de las personas adultas, el padre revolvía pensativamente los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su hijo.

«Nunca olvides a tus amigos», dijo «Serán más importantes en la medida en que envejezcas».

«Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura vayas a tener, tú siempre necesitarás de amigos. Recuerda salir ocasionalmente con ellos, realiza actividades con ellos, llámalos por teléfono»

«¡Qué extraño consejo!» pensó el joven. «Acabo de ingresar al mundo de los casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que formaremos serán todo lo que necesito para dar sentido a mi vida»

Con todo, él obedeció a su padre; mantuvo contacto con sus amigos y anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años,  fue comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba.

En la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y misterios en un hombre, los amigos resultan baluartes de su vida. Pasados los 50 años de vida, he aquí lo que aprendió:

  • El tiempo pasa.
  • La vida continúa.
  • La distancia separa.
  • Los niños crecen.
  • Los hijos se independizan.
  • Los empleos van y vienen.
  • El amor se debilita.
  • Las personas no hacen lo que deberían hacer.
  • El corazón se rompe.
  • Los padres mueren.
  • Los colegas olvidan los favores.
  • Las carreras terminan.

Mas los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren.

Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo barra por ti, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o bendiciendo tu vida.

Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos cuánto necesitaríamos unos de otros.


Cuando la infidelidad traspasa las puertas de nuestra relación de pareja, experimentamos el engaño, la desorientación sin saber cuál dirección tomar. Sufrimos al punto de creer que nuestra vida no vale, que no somos absolutamente nada; nos sentimos completamente vacíos.

Al buscar salidas, tratando de resolver la situación, surgen mitos que nos impiden ser coherentes en cuanto a continuar o disolver la relación de pareja.

1) Cuando hay amor, no hay infidelidad. Algunos piensan que en una relación fundamentada en el amor, el compromiso de fidelidad es un hecho. La verdad es que el desgaste de la relación en algún momento nos pasa factura y el compromiso de fidelidad ya no es el mismo que al principio de la relación.

Puede ser que ambos ya no se sientan comprometidos, o que sea asumido por tan sólo una parte de la pareja. Es difícil de entender, pero muchos matrimonios se mantienen por el compromiso tácito de un miembro de la pareja.

2) Cometió infidelidad porque faltaba algo. Cuando alguno es infiel se argumenta que la motivación es porque el otro miembro de la pareja no le está dando algo, o porque, supuestamente, a la pareja le estaba faltando, un condimento.

No se puede negar que a toda relación le falta algo. Hay muchas personas muy enamoradas de su pareja a pesar de algunas carencias y, sin embargo, por más que surge la tentación de la infidelidad, no optan por ella.

3) Si fue infiel una vez, lo será siempre. También está el mito de que si te lo hizo la primera vez, te lo hará una segunda, y tercera, y las veces necesarias. Por diversos motivos, puede ser que algunos matrimonios funcionen bajo este círculo vicioso de caída, pero están los que fueron infieles una única vez y no más. Muchos infieles han reconocido que gracias a la infidelidad han llegado a mejorar su relación de pareja, en la sexualidad, la pasión pérdida.

4) Se perdona cualquier cosa, menos la infidelidad. Quizás este sea el mito más extendido; y más cuando la infidelidad tiene una connotación sexual. Considera los esfuerzos que hace tu pareja por volver y evalúa si quieres seguir o no con ella. No dependas de los consejos u opiniones de tus amigos, ya que ellos te aconsejaran que no vuelvas, cuando serán ellos los primeros en volver en una situación similar.

Un divorcio no es fácil para nadie. Además de las consecuencias materiales que puede traer a quien lo pasa, están las afectaciones emocionales, en particular, la autoestima. El golpe que da un divorcio a la imagen propia es usualmente negativo y los cuestionamientos y la autocrítica no se hacen esperar.

La construcción de una autoestima fuerte y saludable antes, durante y si es el caso, después del matrimonio, es importante para enfrentar los cambios que la vida trae. Seguir un curso de autoestima es importante en todos los momentos de la vida.

Consejos para salir rápidamente del proceso de duelo que trae un divorcio:

Reafirma lo bueno en tu vida. Agradecer lo bueno que tienes y cambiar los pensamientos y afirmaciones negativas por positivas cambiará poco a poco tu estado mental.

Piensa positivamente. Es difícil en esos momentos de soledad pensar positivamente, pero hay que darse una oportunidad. Observa cuidadosamente lo que piensas y atrapa los pensamientos negativos para cambiarlos por ideas de alto valor.

Deja el pasado atrás. No hay que darle vueltas al pasado tratando de adivinar qué pasó. Úsalo como un ejercicio de aprendizaje, para que no se vuelva a repetir.

Haga cambios significativos. Toma cursos, inscríbete a talleres, estudia en casa, únete a un club, cambia de empleo, rompe con la rutina y lo que no te gusta para que te motives.