En lo primero que se piensa es en los castigos. Revise primero si la causa fue el descuido de los deberes escolares, una dificultad en particular o alguna situación personal o familiar que pudo afectar el rendimiento académico del niño.

Los padres deben reflexionar sobre cuál fue su papel en la vida escolar de su hijo y si participaron en las actividades académicas del colegio. Las instituciones tienen que cuestionarse y revisar los planes de estudio, modelo pedagógico y sistema de evaluación para saber qué pudo haber fallado, dice un experto en el tema.

Los padres también deben sentarse a discutir con los colegios sobre qué esperan de ellos y cómo pueden ayudar. Si un niño reprobó se debe empezar por el colegio. Éste debe hacer un ejercicio de evaluación en el que los docentes analicen las razones por las cuales se dio la reprobación escolar, qué planearon y programaron, qué se cumplió y si lo implementado apoyó o no el desarrollo del aprendizaje.

Las instituciones deben revisar si sus currículos y sistemas de evaluación se implementaron de forma correcta. Si el profesor, agrega, no hace un buen diagnóstico de la causa de la reprobación, puede tomar decisiones equivocadas. Las instituciones deben esforzarse para que sus alumnos aprendan con agrado y, aunque educarse es un derecho, éste debe ir amarrado a ciertas obligaciones.

Hay estudiantes que pierden el año porque emocionalmente se han visto afectados con el divorcio de sus padres y el poco interés que los adultos les muestran. De allí la importancia de revisar el entorno familiar del niño y mirar, por ejemplo, si hubo exceso de permisos y libertades.

Los estudiantes, por su parte, deben hacer una autoevaluación acerca de cuál fue su falla y cómo subsanarla. Aquí se le hace un llamado a los padres para que no retiren del colegio a sus hijos y los apoyen en superar sus falencias y a los colegios, reforzar la cultura y el deporte en los currículos para retener a los estudiantes.
El divorcio y los problemas entre los padres afectan a los estudiantes. Al encontrar las causas que motivaron la pérdida de año escolar, padres, colegio y estudiante deben trabajar de la mano para superar esta falla. El castigo no es la solución.

La procrastinación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables. Se trata de un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad.

Puede ser psicológico, físico o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente.

1. Encuentra sus razones. Muchas veces, dilatar una tarea no se debe tanto a la tarea en sí, como a la forma en que está planteada. “Debo terminar esto, y debería ponerme en ello ya“. ¿Qué parte del enunciado nos mueve a procrastinar? Modifica la forma en que te planteas tus deberes, y añade motivadores: “Entre más pronto termine, podré seguir con la nueva temporada…”.

2. No estás obligado a hacer nada. La obligación implica rechazo: Tengo que, debo de, estoy abligado a… son enunciaciones que nos victimizan y posibilitan rechazar pasivamente nuestras tareas. Proscrastinar, vaya. ¿Cómo solucionarlo? Un simple y seguro “haré” en tus tareas pendientes del día: Haré el presupuesto, Haré la comida, Haré… Sin condenas, sólo lo que harás.

3. Enfócate en comenzar. Es un lugar común muy difundido que para realizar una tarea no hay como visualizarse terminándola. Lo cierto es que para el procrastinador el problema no es terminar, sino comenzar. De manera que lo mejor para salir de la inmovilidad no hay como verse haciendo lo que se podría empezar a hacer inmediatamente, comenzando de una vez

4. Divide en pequeños etapas. No escribas todo el libro, sólo una página a la vez. Cualquier tarea puede dividirse en etapas menores, y al realizar esas etapas, hay que centrarse en la siguiente. No visualices el aterrador conjunto, sino sólo el siguiente paso.

5. No seas perfeccionista. Perfeccionismo es igual a inseguridad, y no hay mayor motor para la procrastinación que el pánico provocado por la inseguridad. Avanza antes que perfecciona. Imponte realizar varias etapas al día, y revisa al final de la jornada, no durante. Permítete el error, y avanza en tus tareas.

La halitosis o mal aliento se debe a la presencia en el aliento de ciertas sustancias químicas llamadas sulfuros volátiles, como el metilmercaptano. Afecta en mayor o menor medida a casi la mitad de la población y provoca a quien lo padece de forma severa una situación de inseguridad y rechazo social.

La naturaleza del olor que emana de la boca puede variar de intensidad y es un aspecto clave en el diagnóstico de este problema de salud, considerado como una enfermedad debido a su relación con las dolencias bucodentales. A tal punto, existen centros especializados para tratar la halitosis.

Esta enfermedad constituye una de las inquietudes más frecuentes cuando se acude a la consulta de odontología, pues la principal causa del mal aliento continuado o halitosis radica en una boca insana. Pero puede estar relacionado con enfermedades de origen físico o sicosomático.

Armas contra el mal aliento

Correcta higiene bucal, beber entre las comidas, no fumar, no beber alcohol, y no ingerir demasiadas proteínas ni platos muy condimentados, son las premisas más importantes.

Tomar infusiones de poleo, menta, acebo, ajenjo o toronjil, o aceite esencial de perejil, o enjuagarse con xilitol. Además, el té verde previene halitosis, infecciones y caries, debido a sus extractos y enzimas cuya combinación actúa contra las bacterias. Sus polifenoles descomponen los restos de comida entre los dientes.

No olvide que hay que beber agua: El llamado síndrome de boca seca ataca directamente un buen aliento, por lo que es necesario mantenerse el organismo hidratado.

Hay que considerar que la halitosis se debe a compuestos de azufre producidos por bacterias que crecen en ambientes sin oxígeno, como la parte de atrás de la lengua y los resquicios de las encías. Hay que quedarse con la boca abierta y actuar sobre ellos.

Video: http://www.youtube.com/watch?v=9YIJ0-mO1yI


Leer es importante y provechoso. Mejora el rendimiento académico de los niños y las niñas y tiene muchos beneficios en la vida cotidiana. Está comprobado que las niñas y los niños lectores ganan en agilidad mental, se concentran más y acostumbran a sacar buenas notas.

A leer suelen enseñar en los colegios, pero los verdaderos lectores, aquellos que disfrutan realmente con la lectura, se forman en el ámbito familiar. Los padres y las madres son los responsables de crear el clima adecuado para fomentar el hábito de la lectura entre sus hijos e hijas implicándose a fondo en el proceso.

Es fundamental que los niños y niñas vean que en casa se lee. Ésta es una recomendación tan elemental que no necesita explicarse demasiado: de padres y madres lectores, en general, surgen hijas e hijos lectores.

Algunos trucos

Para prelectores:

  • Dejar que jueguen y toquen los libros infantiles a su gusto.
  • Sentarles en el regazo y enseñarles los dibujos de los cuentos.
  • Contarles cuentos personalizados.
  • Que vean leer a sus padres y madres.
  • Regalarles libros.

Para quienes empiezan a leer:

  • Comentar los libros que estamos leyendo.
  • Buscar libros indicados para su edad y apropiados a sus gustos.
  • Visitar frecuentemente la biblioteca más cercana.
  • Leerles cuentos.
  • Regalarles cuentos.

Para quienes ya leen:

  • No obligarles a que estén sentados para leer.
  • Suscribirlos a alguna publicación que les interese.
  • Comentar los libros que estamos leyendo.
  • Dejarles ir solos a la biblioteca del barrio.
  • Regalarles libros.


¿Tu trabajo constituye el centro de tu vida? ¿Tu empleo resta importancia a todo lo demás, incluida la familia, el ocio y la vida social? ¿Es tu refugio? ¿Llevarte trabajo a casa para acabarlo por la noche o los fines de semana es algo habitual en ti? Si es así, puede que seas un adicto al trabajo.

Esta situación define a aquellos trabajadores que, de forma gradual, van perdiendo estabilidad emocional y se convierten en adictos al control y al poder, en un intento por lograr el éxito.

Cómo detectarlo:

Aquí es donde surgen los primeros problemas porque, muchas veces, el entorno de dicha persona no ve mal su comportamiento. Si una persona practica juegos de azar, toma drogas o bebe de forma descontrolada, estas conductas son consideradas reprobables ante uno mismo y ante los demás. Pero trabajar más de la cuenta, incluso en fines de semana o renunciando a las vacaciones, parece algo respetable.

¿Cómo saber si has pasado de trabajar para vivir a vivir para trabajar? Se trata de un proceso gradual: suele oscilar entre los cinco y los veinte años. Comienza como una ambición profesional mayor de la media, que para poder llegar a conseguir sus metas necesita de una dedicación laboral que también está bastante por encima de la media.

Síntomas:

Hay tres grupos diferentes. En primer lugar los cognitivos o mentales: ansiedad e irritabilidad; depresión; necesidad creciente de trabajar más y dedicarle más tiempo al trabajo; preocupación constante por el rendimiento laboral; la sensación continua de estar agobiado, de no llegar a todo; sensación de vacío emocional; la infravaloración de otros tipos de actividad distintos a la laboral.

Otro grupo de síntomas son los fisiológicos: estrés, insomnio y, a largo plazo, hipertensión arterial y aumento de sufrir enfermedades vasculares. El tercer grupo son los síntomas de comportamiento: la necesidad casi compulsiva de realizar listas de cosas por hacer y de anotar en la agenda hasta el más mínimo detalle; incapacidad de estar sin trabajar durante un período prolongado sin experimentar ansiedad, inquietud e irritabilidad; alejamiento de la familia y los amigos.

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Cuando la infidelidad traspasa las puertas de nuestra relación de pareja, experimentamos el engaño, la desorientación sin saber cuál dirección tomar. Sufrimos al punto de creer que nuestra vida no vale, que no somos absolutamente nada; nos sentimos completamente vacíos.

Al buscar salidas, tratando de resolver la situación, surgen mitos que nos impiden ser coherentes en cuanto a continuar o disolver la relación de pareja.

1) Cuando hay amor, no hay infidelidad. Algunos piensan que en una relación fundamentada en el amor, el compromiso de fidelidad es un hecho. La verdad es que el desgaste de la relación en algún momento nos pasa factura y el compromiso de fidelidad ya no es el mismo que al principio de la relación.

Puede ser que ambos ya no se sientan comprometidos, o que sea asumido por tan sólo una parte de la pareja. Es difícil de entender, pero muchos matrimonios se mantienen por el compromiso tácito de un miembro de la pareja.

2) Cometió infidelidad porque faltaba algo. Cuando alguno es infiel se argumenta que la motivación es porque el otro miembro de la pareja no le está dando algo, o porque, supuestamente, a la pareja le estaba faltando, un condimento.

No se puede negar que a toda relación le falta algo. Hay muchas personas muy enamoradas de su pareja a pesar de algunas carencias y, sin embargo, por más que surge la tentación de la infidelidad, no optan por ella.

3) Si fue infiel una vez, lo será siempre. También está el mito de que si te lo hizo la primera vez, te lo hará una segunda, y tercera, y las veces necesarias. Por diversos motivos, puede ser que algunos matrimonios funcionen bajo este círculo vicioso de caída, pero están los que fueron infieles una única vez y no más. Muchos infieles han reconocido que gracias a la infidelidad han llegado a mejorar su relación de pareja, en la sexualidad, la pasión pérdida.

4) Se perdona cualquier cosa, menos la infidelidad. Quizás este sea el mito más extendido; y más cuando la infidelidad tiene una connotación sexual. Considera los esfuerzos que hace tu pareja por volver y evalúa si quieres seguir o no con ella. No dependas de los consejos u opiniones de tus amigos, ya que ellos te aconsejaran que no vuelvas, cuando serán ellos los primeros en volver en una situación similar.


Ser organizado es un aspecto que casi todos quieren, pero no dedica el tiempo para hacerlo. Las personas organizadas pueden alcanzar sus metas mas rápidamente y con menos esfuerzo.

Si eres uno de los que dejan las cosas en cualquier lugar, que se te hace difícil encontrar algún papel importante, que no llevas control de tu dinero o de tu tiempo, entonces estos consejos te pueden servir de mucho.

Organiza tu mente. Es importante que antes de comenzar cualquier plan de organización tomes un tiempo para estar tranquilo, para hacer poder aclarar tus pensamientos sobre las cosas que quieres hacer y cómo las harás,  poder concentrarte en los pasos a dar y también tener la disposición de disciplinarte para llegar a ser metódico y organizado y así poder alcanzar tus objetivos y tener una vida mas productiva.

Organiza tu espacio físico. El tener un espacio organizado ayuda a que la mente esté más organizada. Clasifica y organiza todas tus cosas de tu casa comenzando por tu habitación, tu cocina, tu sala, tu vehículo ,etc.  y elimina lo que ya no te es útil. Pon las cosas en sus respectivas gavetas, sobres o cajas. Es recomendable que coloques etiquetas para saber que contiene cada una de ellas.

Organiza tu tiempo. Planifica lo que vas a hacer durante el día. Escribe una lista de cosas por hacer y mantenla contigo y cada vez que termines algo táchalo y continua con la tarea siguiente. Usa agenda, de papel o electrónica para anotar las citas, reuniones y recordatorios. Si usas el computador puedes usar servicios tales como el calendario de google o el de outlook.

Limita tu tiempo. Pon un horario para cada cosa para que así no pierdas tiempo innecesariamente. Es decir si vas a usar el computador hazlo de tal hora a tal hora, o si vas a ver televisión o hacer ejercicios,etc.

Organiza tus tareas. Ejecuta las tareas tal cual como se han planeado. Puedes agrupar las tareas similares y hacerlas todas en un momento especifico. Delega las tareas que puedas encargar a otros pero siempre pido retroalimentación sobre la finalización de las mismas. Pon alertas para que se te envié un mail automático para recordarte algo o también que se te despliego una pantalla en tu computador.

Organiza tus finanzas. La parte financiera tiene una gran importancia. Sin el dinero no podemos pagar nuestros gastos y si no administramos bien podríamos estar malgastándolo. Siempre realiza un presupuesto con tus ingresos y gastos para cada quincena o mes y apégate a este presupuesto. Lleva el balance de tu chequera de manera organizado.


Hace unos meses, me sentía un poco fatigado en mi trabajo, y no por la carga de mis tareas, sino porque me di cuenta que mi actividad cero me estaba asfixiando. No tenía ningún tipo de actividad física, y eso me estaba perjudicando, entonces decidí realizar la consulta a mi médico particular y me explicó que mi estilo de vida era producto del sedentarismo.

Al principio no le di mucha importancia, pero me di cuenta que lo que me decía era verdad,  y que debía cambiar este estilo de vida sedentaria, él me comentó que había leído un artículo en una revista, que en 1992, la American Hear Asociation, basada en un gran número de evidencias científicas acumuladas en las últimas décadas, realizó un anuncio oficial de gran importancia médica:

La vida sedentaria fue oficialmente ascendida a un factor de riesgo de enfermedad coronaria”. Esto significa que la vida sedentaria por si sola, puedes llegar al cierre arterial, a la arterioesclerosis y al infarto, producto de la falta o insuficiente cantidad de actividad física

Todas las personas deberíamos realizar gimnasia compensatoria (cuya función es fortalecer los músculos débiles y elongar los cortos) para combatir la unilateridad. Para eso hay que notar cuando ésta exige adoptar ciertas medidas. Para ello disponemos de un sistema de alarma rápida: la parte perjudicada emite señales que anuncian cansancio y si persiste la carga se siente dolor.

Empezar mi día tomando o comiendo cualquier galleta, todo el día sentado, pendientes del email  y el teléfono, para llegar al almuerzo y devorar cualquier comida grasosa en un restaurante o confitería, consumiendo una  gaseosa o vaso de vino.

Hay que proponerse a cambiar. Que tal seguir estos pasos:

  • Levantarme una hora antes de mi horario normal.
  • Realizar 30 minutos de actividad física y descansar durante 15 minutos.
  • Desayunar con frutas y cereales.
  • A media mañana y a media tarde tomarme un descanso de 20 minutos en mis tareas mientras  tomo una colacion, sin celulares y fuera del lugar de trabajo.
  • Almorzar ensaladas o comidas bajas en grasa.

 

La vida suele ponernos obstáculos, a veces son pequeños y los sorteamos fácilmente, a veces son tapias que no las podemos saltar con facilidad, de todos modos, sea del tamaño que sea, no podemos quedarnos parados ante el obstáculo y darnos por vencidos, si no lo podemos saltar, de seguro nos tocará aprender a escalar.

Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar, si se actúa en vez de quejarse. Ya que las cosas no siempre son fáciles, la vida nos depara momentos impredecibles arrojándonos en situaciones para las cuales siempre estamos preparados, exigiéndonos más de lo que podemos dar, empujándonos hasta más allá de nuestros límites.

A menudo descubrimos que nuestro temple es más resistente de lo que pensábamos y que en el medio de las complejidades de la vida aun somos capaces de luchar por mejorarnos y ganarle al destino.


A muchas personas les cuenta madrugar. Y más cuando es necesario. Sin embargo, interiormente estoy seguro que secretamente admiramos a esas personas capaces de despertarse a las cinco de la mañana y comenzar su práctica ¿De dónde toman la energía y la determinación para hacerlo?

1. Se necesita un motivo. Nadie madruga por el simple placer de hacerlo, siempre hay un motivo, bien sea para trabajar, bien sea para hacer ejercicio, para practicar yoga o porque nos gusta dar un paseo por las mañanas. Tenemos que descubrir cuál es nuestro motivo.

2. Evita bebidas y alimentos estimulantes. Difícilmente podrás madrugar si a lo largo del día te has tomado tres cafés, y has terminado la noche yéndote de fiesta. El cuerpo te pedirá descanso, y literalmente te impedirá despertarte pronto.

3. Madruga de forma progresiva. Si los sábados tienes la costumbre de despertarte sobre las 10 de la mañana, no pretendas despertarte a las cinco de la mañana de un día para otro. Tienes que hacerlo de una forma progresiva.

4. Pequeñas recompensas. Aunque lo ideal sería que te despertases por el placer de hacerlo, al principio te costará menos si te recompensas con pequeños detalles por haberlo conseguido. ¿Consigues un día despertarte y estar activo desde las siete de la mañana? Prémiate con un capricho.

5. Comparte tu objetivo con familiares y amigos. Si compartes tus intenciones con las personas que conoces, tu mismo tendrás una razón más para hacerlo. Pídeles que te pregunten sobre tu progreso, que te regañen cuando no lo consigas, y que te feliciten cuando hayas conseguido tu objetivo.

6. Aprovecha tu agenda. Si estás acostumbrado a utilizar una agenda, convierte tu levantada tempranera en una cita importante a la que hay que asistir. Convéncete a tí mismo que lo que tienes que hacer no es madrugar sino realizar una visita imprescindible.