«Nos morimos diferente ahora», dijo Doris Ma Fat, estadista de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya principal tarea es analizar información sobre las causas de muerte. «Por ejemplo, los niños en Europa no se mueren casi de enfermedades infecciosas: todos están vacunados. Hace 50 años era diferente. Así que los europeos ya no se mueren muy jóvenes, sino muy viejos».

Pero eso no es cierto para todos, como lo asegura el informe «Estadísticas de Salud Mundial» del Observatorio Global de la Salud. Con este tipo de informes, le dan seguimiento a la humanidad y a las razones por las cuales se pierde la vida.

Para ilustrar su estudio, sin tener que manejar números imposibles, la OMS pide imaginar un grupo internacional diverso de mil individuos representativos de las mujeres, hombres y niños de todo el mundo que murieron en 2008.

De las mil personas, 159 habrían muerto en países de altos ingresos, 677 en países de ingresos medianos y 163 de países de bajos ingresos (lo que suma 999 por razones de aproximación).

Lo primero que llama la atención es que aparentemente se mueren muchas más personas del grupo de ingresos medianos, al que pertenecen todos los países de Latinoamérica.

Pero hay que tener en cuenta que éste es el grupo más abultado, englobando una población de 4.887’999.000 personas, seis veces más que la población de los países de bajos ingresos y cinco veces más que la de ingresos altos.

Nacer y crecer en países sin servicios sanitarios adecuados es peligroso, sentencia. No sorprende entonces que la octava y décima causa de muerte en los países de ingresos bajos se relacionan con ello.

Pero tampoco hay que olvidar que todas las otras causas de muerte en esos países afectan fuertemente a los niños.

Lo otro que llama la atención al revisar la tabla es que el tan temido cáncer sólo aparece entre las 10 principales causas de muerte en los países de altos ingresos.

Pero lo más notable quizás es que en todos los grupos, el corazón parece ser el órgano más débil. «Es porque tiene que ver con el estilo de vida: comida basura, falta de ejercicio, alcohol, cigarrillos, etc. Todo eso lo afecta, donde quiera que uno viva».


Los alimentos integrales son aquellos que se encuentran en su estado natural, completos, como las legumbres, los cereales integrales: arroz integral, pan integral, quinoa, mijo, avena, harinas integrales de los cereales, azúcar integral, semillas, frutas secas, frutas y verduras que conservan todas sus características nutricionales, las cuales equilibran el buen funcionamiento del organismo.

El mayor contenido en fibra de los alimentos integrales es beneficioso por diversas razones:

  • Mejora el tránsito intestinal y contribuye a prevenir y tratar el estreñimiento.
  • Ejerce un importante papel en la prevención del cáncer, en especial el de colon, ya que las partículas responsables del desarrollo de esta enfermedad son arrastradas junto con las heces.
  • La saciedad que produce el consumo de alimentos ricos en fibra evita la ingesta de otros alimentos más calóricos; aspecto importante en las dietas de adelgazamiento y como medida preventiva frente a la obesidad.
  • Ayudan a reducir los niveles de colesterol y por tanto, el riesgo de enfermedades cardiacas.
  • Las personas con diabetes se benefician con el consumo de alimentos integrales, ya que tienen un índice glucémico menor que el de los refinados.
  • Puede disminuir y equilibrar la presión sanguínea en los casos de hipertensión leve.

Precauciones

Si no se está habituado a comer alimentos integrales con frecuencia, conviene aumentar su consumo poco a poco, para evitar molestias gastrointestinales.

En ciertas situaciones, el consumo de alimentos integrales está contraindicado: es el caso de diarreas, brotes agudos de la enfermedad de Crohn o de la colitis ulcerosa, o de otros procesos intestinales inflamatorios.


Hace unos meses, me sentía un poco fatigado en mi trabajo, y no por la carga de mis tareas, sino porque me di cuenta que mi actividad cero me estaba asfixiando. No tenía ningún tipo de actividad física, y eso me estaba perjudicando, entonces decidí realizar la consulta a mi médico particular y me explicó que mi estilo de vida era producto del sedentarismo.

Al principio no le di mucha importancia, pero me di cuenta que lo que me decía era verdad,  y que debía cambiar este estilo de vida sedentaria, él me comentó que había leído un artículo en una revista, que en 1992, la American Hear Asociation, basada en un gran número de evidencias científicas acumuladas en las últimas décadas, realizó un anuncio oficial de gran importancia médica:

La vida sedentaria fue oficialmente ascendida a un factor de riesgo de enfermedad coronaria”. Esto significa que la vida sedentaria por si sola, puedes llegar al cierre arterial, a la arterioesclerosis y al infarto, producto de la falta o insuficiente cantidad de actividad física

Todas las personas deberíamos realizar gimnasia compensatoria (cuya función es fortalecer los músculos débiles y elongar los cortos) para combatir la unilateridad. Para eso hay que notar cuando ésta exige adoptar ciertas medidas. Para ello disponemos de un sistema de alarma rápida: la parte perjudicada emite señales que anuncian cansancio y si persiste la carga se siente dolor.

Empezar mi día tomando o comiendo cualquier galleta, todo el día sentado, pendientes del email  y el teléfono, para llegar al almuerzo y devorar cualquier comida grasosa en un restaurante o confitería, consumiendo una  gaseosa o vaso de vino.

Hay que proponerse a cambiar. Que tal seguir estos pasos:

  • Levantarme una hora antes de mi horario normal.
  • Realizar 30 minutos de actividad física y descansar durante 15 minutos.
  • Desayunar con frutas y cereales.
  • A media mañana y a media tarde tomarme un descanso de 20 minutos en mis tareas mientras  tomo una colacion, sin celulares y fuera del lugar de trabajo.
  • Almorzar ensaladas o comidas bajas en grasa.

 


A muchas personas les cuenta madrugar. Y más cuando es necesario. Sin embargo, interiormente estoy seguro que secretamente admiramos a esas personas capaces de despertarse a las cinco de la mañana y comenzar su práctica ¿De dónde toman la energía y la determinación para hacerlo?

1. Se necesita un motivo. Nadie madruga por el simple placer de hacerlo, siempre hay un motivo, bien sea para trabajar, bien sea para hacer ejercicio, para practicar yoga o porque nos gusta dar un paseo por las mañanas. Tenemos que descubrir cuál es nuestro motivo.

2. Evita bebidas y alimentos estimulantes. Difícilmente podrás madrugar si a lo largo del día te has tomado tres cafés, y has terminado la noche yéndote de fiesta. El cuerpo te pedirá descanso, y literalmente te impedirá despertarte pronto.

3. Madruga de forma progresiva. Si los sábados tienes la costumbre de despertarte sobre las 10 de la mañana, no pretendas despertarte a las cinco de la mañana de un día para otro. Tienes que hacerlo de una forma progresiva.

4. Pequeñas recompensas. Aunque lo ideal sería que te despertases por el placer de hacerlo, al principio te costará menos si te recompensas con pequeños detalles por haberlo conseguido. ¿Consigues un día despertarte y estar activo desde las siete de la mañana? Prémiate con un capricho.

5. Comparte tu objetivo con familiares y amigos. Si compartes tus intenciones con las personas que conoces, tu mismo tendrás una razón más para hacerlo. Pídeles que te pregunten sobre tu progreso, que te regañen cuando no lo consigas, y que te feliciten cuando hayas conseguido tu objetivo.

6. Aprovecha tu agenda. Si estás acostumbrado a utilizar una agenda, convierte tu levantada tempranera en una cita importante a la que hay que asistir. Convéncete a tí mismo que lo que tienes que hacer no es madrugar sino realizar una visita imprescindible.

Todos sabemos que permanecer varias horas frente al ordenador no es algo recomendado y a la larga nos puede ocasionar diversas molestias y enfermedades en las manos, codos, espalda y cuello. Por esta razón debemos acostumbrarnos a mantener posturas adecuadas y hacer pausas para relajar el cuerpo y la mente.

Ajustar la silla y la pantalla de modo que se obtenga una postura confortable.

• La distancia entre los ojos y la pantalla debe estar entre 40 y 70 centímetros.

• Asegurar que la iluminación mínima del sector de trabajo oscile entre 500 y 1000 lux.

• Ajustar el brillo y el contraste de la pantalla, para acomodarlos a la iluminación del local.

• Asegurar que existe suficiente espacio debajo de la mesa para permitir el movimiento de las piernas.

Regular el respaldo de la silla de modo que se adapte a la parte inferior de la espalda.

Ajustar el teclado de modo que se obtenga una posición cómoda al teclear tratando de mantener la mano, muñeca y brazo en línea recta.

• Ubicar el mouse de modo que se pueda alcanzar fácilmente y que se pueda utilizar con la muñeca recta.

• Al utilizar el software, elegir unos caracteres de texto lo suficientemente grandes de modo que permitan una lectura fácil cuando se está sentado en una posición normal.

• Elegir los colores de modo que sean confortables a la vista, evitando letras rojas sobre un fondo azul o viceversa.

Es importante cambiar de postura regularmente. Por ejemplo, es preferible realizar pausas de 10 minutos cada hora de trabajo continuo con la pantalla que realizar pausas de 20 minutos cada dos horas.

La siguientes imágenes presentan consejos para mantener una ergonomía adecuada en nuestro puesto de trabajo.


¿Alguna vez has escuchado hablar de las ondas Alfa? Son ondas cerebrales muy reales, que se han estudiado durante años, y que junto con las ondas Beta, Theta y Delta forman parte de las respuestas eléctricas de nuestro cerebro.

Las ondas Alfa son quizás las más deseables de crear o tener en nuestra actividad cerebral, pues se ha comprobado que cuando el cerebro se encuentra en estado de tranquilidad y paz, especialmente en ese momento antes de dormir, se generan ondas Alfa.

Las ondas Alfa en el cerebro son una señal de relajación, tranquilidad y quietud. Durante la vigilia, el cerebro funciona atentamente generando ondas Beta.

En meditadores experimentados, como los monjes del Tibet, las ondas Alfa son predominantes incluso durante los estados de vigilia, lo que explica la calma y tranquilidad con la que dichos meditadores se conducen.

Cuando estás en el estado mental Alfa, entonces puedes reprogramar tu mente para lograr tus objetivos. Entre muchas otras cosas, el estado Alfa te permite:

1. Aumentar tu autoestima

2. Mejorar tu capacidad para aprender

3. Ayudarte a trabajar adicciones

4. Lograr objetivos como perder peso o dejar de fumar

5. Tranquilizar tu mente y reducir los miedos

6. Visualizar tus metas y logros

7. Mejorar tu memoria


El fisiólogo Hans Seyle describe el estrés como una respuesta orgánica de tres fases:

Fase de Alarma: Preparación de respuestas adaptativas.

Fase de Resistencia: presentación de respuestas y participación de procesos emocionales y psíquicos, para restablecer el equilibrio.

Fase de Agotamiento: cuando el organismo ya no es capaz de generar más respuestas adaptativas, se satura la capacidad de adaptación y se presenta la desadaptación alterándose la homeostasis orgánica.

Las anteriores fases indican lo nocivo que puede llegar a ser el estrés, pero aún así no es causa directa de enfermedades. El estrés no causa la enfermedad sino que impide la recuperación porque baja las defensas del cuerpo y aumenta la sensibilidad de la persona a los problemas físicos que han existido anteriormente.

Múltiples estudios clínicos han demostrado que la palabra más adecuada para describir la relación entre estrés y salud es impacto, pues los factores psicosociales no son causa de enfermedad, sino que desempeñan un rol en la alteración de la susceptibilidad del paciente a las enfermedades.

Estudios han demostrado que estresores potenciales como: grandes cambios en la vida, situaciones vitales crónicas y pérdida del apoyo social, están relacionados con enfermedades cardiovasculares, debido a que la secreción de hormonas durante el estrés parecen contribuir en este tipo de enfermedades, ya que: incrementan la tendencia de coagulación de la sangre.

En cuanto a la contracción de enfermedades infecciosas como virus del herpes o de la gripe, el estrés influye ya que debilita la acción del sistema inmunológico.


Durante años, los médicos han advertido que el exceso de sal es malo para el corazón. Un nuevo estudio de la Universidad McMaster de Canadá sugiere que tanto los niveles altos como los bajos de consumo de sal puede predisponer a las personas con enfermedad cardiaca o diabetes a tener un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares.

El estudio ha viso que la ingesta moderada de sal se asociaba con un menor riesgo de eventos cardiovasculares, mientras que una mayor ingesta de sodio se asociaba con un mayor riesgo de ictus, ataque cardíaco y otros eventos cardiovasculares, mientras que una baja ingesta se asociab con un mayor riesgo de muerte cardiovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva.

La investigación aborda una cuestión importante para la salud de la población como es la asociación entre la ingesta de sal y la enfermedad cardiovascular. Para el estudio se examinó a 28.880 personas con el mayor riesgo de enfermedad cardiaca en los ensayos clínicos realizados entre 2001 y 2008.

Los hallazgos ponen en cuestión las directrices actuales para el consumo de sal, que recomiendan a menos de 2,3 gramos por día. Las directrices se basan principalmente en los ensayos clínicos previos que encontraron que la presión arterial disminuye ligeramente cuando la ingesta de sodio se reduce a este nivel, algo que también se encontró en el presente estudio.

Los investigadores creen que aclarar cúal es la dosis óptima diaria de sodio es particularmente importante en pacientes con enfermedad coronaria, ya que pueden ser especialmente vulnerables a los efectos cardiovasculares de una ingesta muy alta o baja de sal y tienen más probabilidades de recibir recomendaciones sobr


La obesidad, que está alcanzando número de epidemia en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el problema no sólo afecta a la población adulta de los países desarrollados.

En el mundo, más de 22 millones de niños menores de cinco años son obesos o tienen sobrepeso. De ellos, 17 millones viven en países en de desarrollo.

Con estos siete pasos usted puede darle guerra a la gordura y convertirse en una persona saludable.

1. No haga dieta. Creando un déficit calórico de aproximadamente 500 calorías al día se debe perder en una semana 500 grs de peso. La mayoría de la gente provoca este déficit haciendo ejercicio y haciendo moderados cambios en su alimentación.

2.Comuníquese con su cuerpo. Las señales que nos envía el cuerpo, como ruidos en el estómago, dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad, poca concentración, significa que están disminuyendo nuestras energías y no vamos a poder mantener nuestro ritmo metabólico basal normal. Escuchando estas señales podremos regular nuestras comidas.

3. Distinga entre hambre emocional y física. El hambre física es un proceso fisiológico que ocurre siempre durante 3 o 4 horas. Si usted no escucha los avisos del hambre, su cuerpo comienza a bajar el metabolismo para ahorrar energía. El  hambre emocional nos lleva a comer cuando estamos tristes, felices, ansiosos o aburridos.

4. Neutralize la comida. No hay comida buena o mala. Toda la comida es buena cuando se come con moderación. La comida que más nos prohibimos es la que más deseamos. El problema es el control de las porciones de ese tipo de comidas.

5. No saltear comidas. Coma frecuentemente durante el día, 3 comidas livianas y 2 o 3 snaks, estimula su metabolismo. Salteando comidas, incluyendo el desayuno, baja el metabolismo y guardamos energía.

6. No todos son iguales. La gente no pierde peso de igual manera, unos lo hacen más rápido al principio y luego van despacio y otros al revés. Lo más importante es el resultado a largo plazo. Es un trabajo duro pero de   efecto permanente.

7. Pensar positivo. No piense: «nunca voy a bajar de peso»; «me siento gordo». Use lo negativo como soporte de sus metas, transfórmelo en positivo.


  • ¿De donde viene?
  • ¿Cómo se mantienen frescos durante el transporte?
  • ¿Dónde estoy creando puestos de trabajo mediante la compra de este producto?
  • ¿Son estos puestos de trabajo justos?
  • ¿Podría apoyar la economía local, mientras compro este producto?
  • ¿Es un producto natural?
  • ¿Qué sustancias químicas se han utilizado en el proceso?
  • ¿Si se trata de un producto cárnico, estos animales se les han dado hormonas para darle una mayor tamaño?

Hay un montón de preguntas vale la pena hacerse mientras contemplas tu plato de comida.
Realmente conocemos los alimentos que consumimos a diario!

En esta conferencia de TED, Jamie Oliver hace una propuesta para acabar con nuestra ignorancia sobre la comida.

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