Esta es una de las bebidas que más beneficios aporta a las personas. Científicamente las propiedades se han comprobado como por ejemplo, ser antioxidante, ayuda a perder peso y hasta para mantener una buena dentadura.

Poco a poco el té verde gana adeptos en el mundo por muchas razones. Muchas de ellas van más allá de su sabor. Y es que esta bebida puede traer beneficios para el ser humano.

Algunas propiedades

Se destaca por ser un poderoso antioxidante. Su alto contenido de catequinas e isoflavonas lo transforman en un aliado para luchar contra el envejecimiento, la circulación y evitar el endurecimiento de las paredes arteriales.

Anticancerígeno. Hay investigaciones favorables que hablan del tema y se debe a su gran contenido de antioxidantes. El té verde sería el responsable de la baja tasa de cáncer en Asia, también bueno para la próstata.

Ayuda a perder peso. De hecho, hay investigaciones que determinaron que reduce la acumulación de grasa en el hígado y que es un buen agente de termogénesis.

Tiene capacidades estimulantes. Posee cafeína y ayuda a la concentración y el trabajo mental.

Ayuda a prevenir la caries. Según estudios realizados en Asia, los consumidores de la bebida tienen menos problemas en sus dentaduras. Las últimas investigaciones dicen que el té verde es bueno para los dientes y encías en general.

Regresar a la oficina tras unas agradables vacaciones de fin de año puede generarle a muchas personas un conjunto de síntomas, conocido como síndrome posvacacional. Evitre el estrés y la depresión.

Aquí van varios pasos:

Tenga espacios para relajarse. Vale la pena tomarse 15 minutos del día para realizar ejercicio de respiración y relajación muscular, con el objetivo de ponerse en contacto con usted mismo. La relajación es la mejor forma de liberar la tensión nerviosa que nos produce el trabajo diario.

Lo bueno no ha terminado todavía. Así las vacaciones hayan terminado no quiere decir que la diversión se acabó. Haga un plan donde especifique los espacios para realizar las actividades que más le gustan, con su familia y amigos.

Retome puntos de su trabajo. Esto no significa que deba trabajar, mientras se encuentra en su tiempo de vacaciones. Lo aconsejable es recordar qué es lo que debe hacer en la primera semana de regreso al trabajo y planee cómo podría hacerlo.

Recupere horas de sueño. Las horas de sueño se ven afectadas con las fiestas de diciembre. Es recomendable que tres días antes de entrar a su trabajo normalice los horarios para acostarse y levantarse para que el cambio no lo afecte tanto.

Cuidado con la alimentación. Si su alimentación se vio afectada durante las vacaciones, es hora de que coma de forma balanceada y normalice el ritmo para consumir el desayuno, almuerzo y comida. Una dieta equilibrada, que nos aporte los nutrientes que necesitamos.

 

Los especialistas afirman que en lugar de abstenerse unos días o semanas en enero, es mejor tomar la decisión de no beber alcohol durante ciertos días cada semana y durante todo el año. «Ante el alcohol, es más aconsejable una actitud de largo plazo» afirma la organización. El encargado de descomponer y eliminar el alcohol en nuestro organismo es el hígado.

Según la organización médica British Liver Trust que reúne a especialistas hepáticos del Reino Unido, abstinencias de un par de semanas o un mes no hacen ningún bien a la salud. Al contrario, podrían causar más daños al organismo por el falso sentimiento de seguridad que promueven estos regímenes, dice la organización.

Solución inútil

Los expertos en enfermedades del hígado afirman que desintoxicarse en enero después de haber bebido en exceso durante diciembre es una idea que engendra el sentimiento de que el abuso al hígado puede solucionarse.

Además, dice el doctor Andrew Langford, presidente ejecutivo de British Liver Trust, mucha gente cree en la promoción exagerada de que estos programas de desintoxicación «rejuvenecen» el organismo.

«La gente piensa que está siendo virtuosa con su salud al embarcarse en una desintoxicación del hígado cada enero» afirma el experto. «Y cree que está limpiando su hígado de los excesos cometidos durante los días festivos». «Pero este intento único de un sólo mes para lograr una salud hepática de largo plazo no es la forma correcta de alcanzarlo».

Según el doctor Mark Wright, especialista en hepatología del Hospital General de Southampton, Inglaterra, afirma que los programas de «detox» pueden crear más problemas de lo que se piensa. «Desintoxicarse durante un mes en enero es médicamente inútil» dice el experto.

«Esto puede conducir a un falso sentimiento de seguridad que alimenta la idea de que puedes abusar de tu hígado todo lo que quieras porque después podrás reparar fácilmente el daño».

«Esto es tan absurdo como sobrepasar el límite de las tarjetas de crédito y sobregirarse en el banco todo el año y pensar que puedes arreglarlo comiendo sólo pan tostado en enero. Las cifras no tienen lógica» expresa el doctor Wright.

 


Los científicos de las universidades de Edimburgo, Escocia, y de Ludwig Maximilians en Munich, Alemania, estudiaron a más 10.000 habitantes de Europa. Encontraron que quienes poseen una variante genética, llamada ABCC9, necesitan unos 30 minutos adicionales de sueño cada noche que quienes no tienen este gen.

Tal como explican los científicos en la revista Molecular Psychiatry uno de cada cinco europeos tiene este gen. Y esto, agregan, puede explicar las «conductas de sueño» de los seres humanos.

Se sabe que las necesidades de sueño de la gente pueden variar drásticamente de una persona a otra. Entre los ejemplos conocidos más extremos están el de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher que podía funcionar con sólo cuatro horas de sueño cada noche y el de Albert Einstein que necesitaba 11 horas.

En el estudio participaron habitantes de las Islas Orcadas (en el norte de Escocia), Croacia, Holanda, Italia, Estonia y Alemania. Cada uno de los individuos respondió cuestionarios sobre sus «conductas» de sueño, incluidas las horas que dormían, y también entregaron muestras de sangre para un análisis de ADN.

El cuestionario incluía preguntas sobre cómo era su patrón de sueño en sus días libres, cuando la gente no necesita levantarse para trabajar al día siguiente, su uso de medicamentos para dormir y sus turnos de trabajo.

Cuando los investigadores compararon estos datos con los resultados de su análisis genético encontraron que quienes tenían la variante del gen ABCC9 necesitaban más sueño que el promedio de ocho horas.

Posteriormente estudiaron cómo este gen actúa en la mosca de la fruta, que también tienen este gen, y encontraron que aquéllas que no tenían la variante dormían tres horas menos que el promedio.

Efectos en la salud. Tal como explican los investigadores, el gen ABCC9 está involucrado en la detección de niveles de energía de las células en el organismo.

«Los humanos duermen aproximadamente una tercera parte de su vida» explica el doctor Jim Wilson, uno de los autores del estudio.

«La tendencia de dormir períodos más largos o más cortos a menudo se ve en familias a pesar del hecho de que la cantidad de sueño que una persona necesita puede estar influenciado por la edad, la latitud, la estación y los ritmos circadianos».

El científico agrega que «tanto dormir mucho como dormir muy poco están asociados a problemas de salud como hipertensión, obesidad y enfermedad del corazón».


Las fricciones y presiones realizados con la palma y los dedos de la mano pertenecen a las formas más antiguas de terapias curativas: en todas las culturas se desarrollaron distintas técnicas de masajes con fines precisos. Por lo general, los masajes sirven para la regeneración del cuerpo y favorecen su curación.

Cada una de las diversas técnicas se basa en una teoría o filosofía diferente: según la tradición occidental, el masaje normaliza alteraciones patológicas como las de la piel o el aparato muscular. La tradición oriental se basa, por su parte, en la idea de flujos de energía que circulan por el cuerpo y que los músculos rígidos pueden bloquear; por lo que el masaje facilitaría esta circulación.

Las primeras referencias al masaje se remontan al ocaso del tercer milenio antes de Cristo, en los recetarios médicos de la antigua Mesopotamia, el país entre los ríos Tigris y Éufrates, como los griegos llamaron a la extensa región que comprende hoy día el territorio de Irak y partes de Siria y Turquía.

Conservadas hasta el día de hoy en resistentes tablillas de arcilla con escritura cuneiforme de esta civilización extinguida, las prescripciones dan testimonio de las distintas aplicaciones de masajes. Estos masajes se realizaron mediante el uso de aceites en el tratamiento de migraña, tortícolis, lumbago, espasmos, parálisis, agotamiento muscular o rigidez de distintas partes del cuerpo.

Las primeras referencias al masaje se remontan al ocaso del tercer milenio antes de Cristo. Sin embargo, las recetas médicas cuneiformes no explican cómo efectuaron las fricciones. La descripción la encontramos en la obra de un médico babilónico que vivió hace algo más de 3.000 años. Combinó la técnica del masaje con la recitación de conjuros y plegarias.

Por desgracia, no se conoce ni su nombre ni se conservan sus escritos originales. No obstante, su teoría fue tan popular e influyente que en casi todas las bibliotecas de las grandes ciudades de la antigua Mesopotamia, como Ur, Uruk, la gran Babilonia, Sippar, o las capitales asirias de Asur, Nínive y Nimrud, se guardaron y transmitieron celosamente desde finales del segundo milenio antes de Cristo hasta el siglo tercero antes de Cristo textos cuneiformes relativos a esta idea.

Llevar un estilo de vida saludable no garantiza que una persona no vaya a tener cáncer, pero el estudió mostró que «podemos aumentar significativamente las probabilidades a nuestro favor».

En total 14 factores de estilo de vida y del ambiente, tales como el lugar donde uno vive y el trabajo que desempeña, se combinan para provocar 134.000 casos de cáncer en Reino Unido anualmente.

«No esperábamos encontrar que comer frutas y vegetales resultase tan importante en proteger a los hombres contra el cáncer. Entre las mujeres no esperábamos que tener sobrepeso representara un factor de mayor riesgo que el alcohol»

Cerca de 100.000 casos (el 34%) de cáncer están relacionados con el tabaco, la dieta, el alcohol y el sobrepeso.

La doctora Rachel Thompson, del World Cancer Research Fund, señaló que el informe se suma a la «ahora abrumadoramente fuerte evidencia de que nuestro riesgo de padecer cáncer se ve afectado por nuestro estilo de vida».

Los investigadores basaron sus cálculos en las cifras pronosticadas para caso de 18 tipos diferentes de cáncer en 2010, utilizando índices de cifras en Reino Unidos para un período de 15 años comprendido entre 1993 y 2007.

En los hombres el 6,1% (9.600) de casos se vinculó a la falta de frutas y vegetales, 4,9% (7.800) al tipo de trabajo, 4,6% (7.300) al alcohol, 4,1% (6.500) al sobrepeso y la obesidad y 3,5% (5.500) a la excesiva exposición del sol y uso de camas solares.

En las mujeres, el 6,9% (10.800) se vinculó al sobrepeso y la obesidad, 3,7% (5.800) a infecciones como el HPV (que causa la mayoría de casos de cáncer cervical), 3,6% (5.600) a la excesiva exposición al sol y a las camas solares, 3,4% (5.300) a la falta de frutas y vegetales y 3,3% (5.100) al alcohol.

«Si hay cosas que podemos hacer para reducir nuestro riesgo de padecer cáncer, deberíamos tratar de hacer todo lo que esté a nuestro alcance».

No hay nada mejor para el estrés que lograr encontrar el balance y dejar de darle tanta importancia a las cosas que no son tan importantes. Cuando veas que estás demasiado estresado piensa: ¿Puedo resolver esta situación de mejor manera si me estreso tanto

Algunas cosas que puedes hacer para reducir el estrés son:

1. Distraerte un poco. Deja de pensar por un momento en el problema que te aqueja. Entre más pienses mientras estás estresado menos vas a poder llegar a buenas soluciones. Para mi las mejores respuestas a mis problemas me llegan mientras estoy dormida, descansando, haciendo ejercicio o haciendo algo que me gusta como andar en bicicleta. Trata de hacer algo que te gusta antes de irte a dormir.

3. Escribe tus preocupaciones con probables opciones y déjalas en un papel lejos de tu cama para que las atiendas hasta el día siguiente. Cuando te vas a dormir con todas las preocupaciones en tu cabeza lo más probable es que no te puedas dormir porque te llevas a la cama todos tus pendientes. Una vez que los escribes los dejas en santa paz hasta el día siguiente.

4. Usa remedios caseros. Puedes tomar té de tila que es relajante o hasta una copa de vino para dejar los problemas a un lado por un momento.

5. Oler aromas relajantes. Estudios hechos en Japón dicen que una substancia llamada linalool que se encuentra en mangos, limones, lavanda y albaca reducel los niveles de inflamación en la sangre. Con tan solo oler esencias de estas plantas te puedes sentir mucho más relajado.

6. Practica Meditación. 10 ó 15 minutos pueden ser suficientes para poner la mente en blanco, inicialmente puedes empezar con un tiempo más corto y extender la duración en lo sucesivo, una vez que se ha alcanzado un buen ritmo de disfrute, la práctica puede ser gradualmente alargada.

Anorexia significa hambre de nada es decir, la persona tiene hambre pero como requerimiento puramente fisiológico, pero no desea comer nada, no tiene apetito.

La anorexia nerviosa es un estado de hambre y emaciación que puede ser realizado con seguir una dieta severa o con purgarse.

Principales síntomas que se presentaran en la anorexia:

  • Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal para la edad y talla.
  • Miedo intenso al aumento de peso o a ser obeso incluso con peso inferior al normal.
  • Distorsión de la apreciación del peso, el tamaño o la forma del propio cuerpo.
  • En las mujeres, ausencia de al menos tres ciclos mestruales consecutivos en el plazo previsto (amenorrea primaria o secundaria).
  • Extrema preocupación por la ingestión de calorías y la repetida medición de éstas frente al plato de comida.
  • Repetido dolor abdominal intenso.
  • Intolerancia intensa al frío.
  • Vómito.
  • Preocupación por la preparación de las comidas (propias y de los demás).
  • Restricción progresiva de alimentos y obsesión por la báscula.
  • Abundancia de trampas y mentiras.

Cómo prevenirla

Cuando detecten que una persona tiene problemas con su alimentación, hagan una cita con un profesional capacitado y llevenla argumentando que es para que «se efectúe un chequeo general», ya que toda persona debe realizarse controles clínicos periódicos.

Si ya se tiene la certeza de que esa persona padece un trastorno alimentario y no otra cosa, no se autocastiguen por considerar que es su culpa. No traten de ponerse a pensar ahora en qué fallaron porque este momento no es el más oportuno; ya habrá tiempo para analizar a fondo el origen del trastorno en su hijo.

No permitan que la culpa los paralice. Deben comprender que ahora, más que nunca, tienen que ser firmes para actuar, es decir buscar la ayuda profesional idónea. Ustedes solos no pueden solucionar el problema, debe ser abordado por todo un equipo de trabajo.

La halitosis o mal aliento se debe a la presencia en el aliento de ciertas sustancias químicas llamadas sulfuros volátiles, como el metilmercaptano. Afecta en mayor o menor medida a casi la mitad de la población y provoca a quien lo padece de forma severa una situación de inseguridad y rechazo social.

La naturaleza del olor que emana de la boca puede variar de intensidad y es un aspecto clave en el diagnóstico de este problema de salud, considerado como una enfermedad debido a su relación con las dolencias bucodentales. A tal punto, existen centros especializados para tratar la halitosis.

Esta enfermedad constituye una de las inquietudes más frecuentes cuando se acude a la consulta de odontología, pues la principal causa del mal aliento continuado o halitosis radica en una boca insana. Pero puede estar relacionado con enfermedades de origen físico o sicosomático.

Armas contra el mal aliento

Correcta higiene bucal, beber entre las comidas, no fumar, no beber alcohol, y no ingerir demasiadas proteínas ni platos muy condimentados, son las premisas más importantes.

Tomar infusiones de poleo, menta, acebo, ajenjo o toronjil, o aceite esencial de perejil, o enjuagarse con xilitol. Además, el té verde previene halitosis, infecciones y caries, debido a sus extractos y enzimas cuya combinación actúa contra las bacterias. Sus polifenoles descomponen los restos de comida entre los dientes.

No olvide que hay que beber agua: El llamado síndrome de boca seca ataca directamente un buen aliento, por lo que es necesario mantenerse el organismo hidratado.

Hay que considerar que la halitosis se debe a compuestos de azufre producidos por bacterias que crecen en ambientes sin oxígeno, como la parte de atrás de la lengua y los resquicios de las encías. Hay que quedarse con la boca abierta y actuar sobre ellos.

Video: http://www.youtube.com/watch?v=9YIJ0-mO1yI

La bulimia es un trastorno de la alimentación, en el cual se altera la incorporación de nutrientes al organismo, afectando al normal funcionamiento del mismo, pudiendo en casos extremos, producir  la muerte de quien la padece.

La bulimia es considerada un trastorno de la alimentación, en el cual no sólo se altera la incorporación de nutrientes al organismo, sino también, que esta alteración afecta al normal funcionamiento orgánico, pudiendo producir en casos extremos la muerte. La herramienta más eficaz para evitar la bulimia es prevenir, por ello en esta nota, te mostraré que medidas pueden ser útiles para prevenir la bulimia.

¿Cómo prevenirla?

Para poner en práctica las medidas preventivas es necesaria la participación de toda la familia, y todo el equipo interdisciplinario de salud. Para ello la familia debe estar atenta a las conductas no habituales que tenga la adolescente, como por ejemplo:

  • Retirarse habitualmente de la mesa para ir al baño.
  • No querer compartir la comida familiar en determinadas ocasiones.
  • Realizar ejercicios físicos en forma extrema.
  • Ocultar comida.
  • Levantarse por la noche para comer, entre otras.

En cuanto a los profesionales de la salud, deben estar atentos a:

  • Determinados parámetros de sangre como el potasio, sodio, hepatograma, glóbulos rojos, etc; como así también, la relación peso/edad y peso/talla.
  • Es importante tener presente que si dentro de una familia, la mayoría de sus integrantes son obesos o tienen sobrepeso, la probabilidad de que un adolescente miembro de esa familia padezca de obesidad es alta, por ello una de las formas de evitar trastornos de la alimentación, tales como la bulimia, es tratar la obesidad familiar. El acompañamiento familiar en la realización de un plan de alimentación supervisado por un médico, reduce la posibilidad de que la o el joven padezca bulimia.
  • La intervención temprana de la familia, ayuda a evitar las complicaciones derivadas de la bulimia, que no sólo afecta a ese niño/a, sino a toda la familia que la rodea.