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Es positivo aprender la forma de llevar una vida más práctica, financieramente tranquila y acorde con una actitud positiva ante la vida. Lo anterior puede englobar aspectos importantes que hoy se pieden resumir en el hecho de vivir más con menos.

Una de las máximas de las finanzas personales se basa en vivir por debajo de tus ingresos, lo cual quiere decir que gastes menos de lo que ganas. Una de las máximas de la productividad se refiere a la adecuada administración de tu tiempo para cumplir mejor con tus actividades. Una de las máximas de la teoría minimalista es que ocupes solo lo necesario para el desarrollo de tus actividades y tu vida diaria.

Nuestro problema como sociedad está determinado por una falta de guía para aprender a vivir eficientemente y disfrutar de cada uno de los momentos como es debido. En razón de nuestros intereses cada uno podemos definir lo que es importante para ser felices.

Nuestra sociedad ha sido invadida con el pensamiento del consumismo, acumular y destinar nuestros ingresos a adquirir lo último y lo mejor para ser así más productivos, estar en concordancia con los demás y así lograr nuestros objetivos, cuando la realidad es que no necesitamos muchas de las cosas que tenemos actualmente.

Hay que rodearse de aquellas cosas que te permitan acercarte a tu motivo de felicidad, pero evita las distracciones que en el camino se aparecen, hay muchas cosas que no son necesarias para tu vida, si algo te impide cumplir con tus metas ese algo no es necesario para ti.

Como complemento aquí les dejamos una presentación realizada por el escritor y diseñador Graham Hill, donde nos pregunta: ¿es posible que tener menos cosas, en menos espacio, nos lleve a ser más felices? De igual forma, comparte tres reglas para ir eliminando aspectos innecesarios en nuestras vidas.

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Es normal tener conflictos con otros. Este no es el problema sino el saber cómo manejarlos cuando suceden. Un mal manejo del conflicto puede hacer que lo que era un simple malentendido se convierta en un verdadero problema.

Aquí van algunos tips de comunicación para poner en práctica la próxima vez que entres en conflicto con tu pareja, jefe o algún compañero, los cuales te ayudarán a tener una comunicación mucho más efectiva y productiva:

1. Escucha. Escuchar no significa dejar que el otro hable sin interrumpirlo, esperando a que termine para entonces yo decirle en qué está mal. Escuchar es realmente ponerme en los zapatos de la otra persona. Entender qué siente y por qué lo siente. Entender qué de lo que yo he hecho o dicho le está afectando de qué manera.

2. Resuelve el problema presente. No hay que traer 10 ejemplos pasados que se parecen al problema presente. No van a poder resolver todos y solamente va a hacer que el enojo aumente.

3. Habla de lo que sientes, no critiques a la otra persona. No juzgues al otro con calificativos como: estás mal, siempre te equivocas, eres muy malgeniado. Habla de lo que tú sientes. Hazte responsable de tus sentimientos, en vez de atacar al otro.

4. No reacciones a la crítica. Si la otra persona te critica, mantén tu tranquilidad. Se trata de que no te sientas vulnerable a los comentarios de la otra persona. Que entiendas que el otro está alterado y por lo tanto va a tratar de defenderse. No es nada fácil no tomarse personal este tipo de críticas en medio de un conflicto.

5. Reconoce tus errores. Una vez que hayas escuchado lo que la otra persona tiene que decir, reconoce la parte que sí te corresponde. En la gran mayoría de los conflictos, las dos partes tienen parte de la responsabilidad. A veces queremos hacernos víctimas y poner a la otra persona como la causante absoluta del conflicto, pero si somos objetivos y realmente aprendemos a escuchar, podrás darte cuenta de cual es tu parte en el conflicto.

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Si tiene la sensación de que el día no le alcanza para nada, encuentre en estos cinco pasos la solución:

1. Recolección. Reúna toda la información en papeles que necesita guardar, recordar y póngala en una “caja de entrada”, puede ser en un cajón, en una caja o en una carpeta especial dentro de su correo electrónico.

2. Procesar. Su caja de entrada debe ser desocupada por lo menos una vez por día. Para procesar toda esta información es necesario dar seguimiento a todas las cosas que tiene pendientes. Es aconsejable que cuando saque una tarea pendiente de su caja la termine y esta no vuelva.

3. Organice. Para organizar todos los compromisos y actividades de su caja de entrada, defina cuál es la próxima acción necesaria para cumplir cada una de ellas. Por ejemplo, si uno de sus compromisos es el cierre del balance anual de la empresa, la próxima acción puede ser agendar una reunión con el contador.

Haga una lista de sus proyectos y para que salgan del papel, tenga siempre una próxima acción referente a cada una de ellas. Otra lista útil es la de las actividades delegadas a otras personas o que dependen de un evento externo o respuesta de terceros para poder seguir adelante.

4. Revise. De nada servirán las listas si no las revisa diariamente o con la frecuencia necesaria para ejecutar las actividades. Además de verificar sus próximas acciones diariamente, de un vistazo a los proyectos y actividades en espera por lo menos una vez por semana.

5. Haga. No basta con organizar la información y las actividades si usted no está empeñado en ejecutarlas. Decida cuál tarea debe ser cumplida con su disponibilidad de energía. Primer, resuelva los pendientes en su agenda primero y después pase a las listas. Si usted va hacia el banco, verifique en las listas si hay algo pendiente que pueda hacer en el camino.

Los seres humanos tenemos gran cantidad de malos hábitos. Sin embargo, hay unos que son peores que otros. Cuáles son esos malo hábitos que se pueden combatir a diario.

En el caso de los malos hábitos una de las formas más efectivas de vencerlos es desarrollando la cualidad opuesta. Es decir, si perdemos enseguida la paciencia y queremos erradicar este mal hábito tenemos que entrenar su contrario, la paciencia

Los demás no tienen la culpa. ¿Acaso vivir culpando a los que te rodean te ayudan a ser mejor? Es difícil concentrarse en lo que sí puedes hacer diferente cuando estás muy ocupado culpando a los otros y evadiendo la responsabilidad de tus actos. Presta atención a lo que eres capaz de lograr.

Soluciones temporales. ¿Has visto cuando los padres les dan a sus hijos caramelos para calmarlos momentaneamente y luego se vuelven llorones y malcriados? Nosotros tomamos nuestro dulce sin medir las consecuencias futuras y es así como terminamos con problemas de dinero, relaciones sentimentales rotas, etc.

Dejar que el miedo decida por nosotros. Actuar por miedo es una forma segura de sabotear tu desarrollo personal y dejar que el miedo nos paralice es uno de los peores hábitos. La vida es para los valientes y la valentía es un don que todos poseemos

Dejar todo para después. Cerrar los ojos a la realidad y posponer decisiones o acciones es un hábito negativo. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Hay cosas que merecen ser ejecutadas en el presente.

Esperando y esperando. Cuando hay que esperar hay que saberlo hacer con paciencia y sin desesperación, pero tampoco no hagas de tu vida una constante espera. No aguardes eternamente a que el barco llegue y te lleve. Empieza a construir tu propio barco y embárcate en él.

 


  1. Templanza. «Comer sin llegar a la saciedad; beber sin llegar a la exaltación».
  2. Silencio. «Hablar únicamente de aquello que pueda benficiar a los demás o a nosotros mismos; evitar las conversaciones triviales».
  3. Orden. «Asignar a todas las cosas su lugar; dedicar a cada parte del negocio su propio tiempo».
  4. Resolución. «Resolverse a desempeñar lo que se debe hacer; desempeñar sin fallar aquello que se ha resuelto hacer».
  5. Frugalidad. «No hacer gasto alguno si no es para bien propio o de los demás; es decir no desperdiciar dinero alguno».
  6. Laboriosidad. «No perder el tiempo; estar siempre dedicado a algo útil; evitar todas las acciones innecesarias».
  7. Sinceridad. «No recurrir a engaño nocivo alguno; pensar con inocencia y justicia, y si se habla, hacerlo de acuerdo con esto».
  8. Justicia. «No hacer mal a persona alguna mediante daño u omitiendo los beneficios que son nuestra obligación».
  9. Moderación. «Evitar los extremos; abstenerse de resentir los daños hasta donde se crea que lo merecen».
  10. Pulcritud. «No tolerar la falta de higiene en el cuerpo, la ropa o la habitación».
  11. Tranquilidad. «No alterarse por menudencias, ni por accidentes comunes o inevitables».
  12. Castidad. «Practicar el acto carnal pocas veces si no es por motivos de salud o para tener descendencia; nunca por torpeza, debilidad o en perjuicio de la propia paz y reputación o la de los demás».
  13. Humildad. «Imitar a Jesús y a Sócrates».

Larry Walters, era de Los Ángeles un taciturno camionero, que por problemas de vista no había podido servir a la fuerza aérea de los Estados Unidos y esa había sido siempre su frustración, hasta que un día, para ver cumplido su gran sueño de volar, en el patio trasero de la casa de su novia ató 45 globos meteorológicos a una silla de jardín (de esas de aluminio y mimbre), los llenó de helio y se sentó en la silla, con un paquete de seis cervezas, unos sándwiches, un paracaídas, una escopeta de aire comprimido y una grabadora de periodista en donde registraría su hazaña. Walters tenía calculado descender disparando a los globos, uno a uno, para que la cosa fuera más o menos suave.

Con todo preparado y listo para su hazaña suelta el cable que lo anclaba a tierra.

Él entonces asciende a 3.000 metros , por varias horas voló por los Angeles, pero las cosas no salieron del todo como el pensaba, ya que al pasar por el aeropuerto de Long Beach en la torre de control advirtieron que pasaba a individuo en una silla de jardín a 3.000 metros de altura interfiriendo con los vuelos de la aerolínea TWA que salían y entraban del Aeropuerto.

Larry en su desespero comenzó a tirar fuera de algunos globos para comenzar su descenso pero su escopeta se le cayó accidentalmente. Fue así como estuvo a la deriva en esta área hasta que un helicóptero le lanzó una cuerda.

De vuelta a la tierra lo acusaron de imprudencia en vuelo, y violación del espacio y lo multaron con 26.000 dólares. Todo eso sucedió en 1982.

Cuando los periodistas le preguntaron por qué lo había hecho, respondió:
– “No puede quedarse uno ahí sentado toda la vida”.

Cuando le preguntaron si tenía miedo, dijo:
– “Un miedo maravilloso”.

Y si volvería hacerlo, con una sonrisa de oreja a oreja, dijo:
– “Claro que sí”

Tal vez esta historia les parezca loca o estúpida, pero nos deja una moraleja:

Muchos de nosotros estamos sentados en nuestras sillas. En gran parte recibiendo el mensaje que dice: “No queda nada por hacer”. Y por otra parte, personas como Larry Walters sabiendo que todo es posible, se dedican a atar globos a sus sillas, impulsados por sus sueños y su imaginación para llevarlos a cabo. Transmitiendo un mensaje diferente desde 3 mil metros de altura: “Lo he logrado, de verdad lo he logrado! ¡ESTOY VOLANDO!”.

Años más tarde en 1993 Larry muere. Ahora él esta allá arriba en algún lugar… Para siempre. Su lápida reza:

Larry Walters
Abril 19, 1949 – Octubre 6, 1993
Piloto de Silla de Jardín
“Bien Amado”

Enlace:  http://www.markbarry.com