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Siempre que veo una película me gusta analizarla y sacar mis enseñanzas y conclusiones.  Hace poco tuve la oportunidad de ver Stardust: El Misterio de la Estrella,  es una película del año 2007. Me pareció superentretenida pues te lleva a un mundo mágico imaginario de príncipes, doncellas y donde todo es posible.  Me encantó pues al ser una película de fantasía, te desconecta y te hace observar con detenimiento todo lo que ocurre para poderla entender,  además a mi modo de ver deja varias enseñanzas, algunas las relaciono a continuación.

 Las limitaciones y obstáculos para cumplir nuestros sueños se encuentran en nosotros mismos en nuestra mente y cuando los superamos podemos observar, conocer y vivir un número inagotable de posibilidades: En la película está representado a través de El muro. El protagonista está sumido en la monotonía de su mundo, acostumbrado a ser un simple empleado, a perseguir un amor que no le conviene. Pero cuando lo invade la curiosidad y cruza el muro ve un mundo totalmente diferente donde todo es posible. Pasa de ser ordinario y dejar que la vida se le pase sin más para convertirse en protagonista  protector,  encuentra su verdadero amor y construye su propia aventura de vida.

Cuando no tenemos congruencia con lo que sentimos, pensamos y actuamos, reflejando una imagen que no es la nuestra,  más tarde que temprano se cae esa fachada y se descubre nuestro interior. Esta enseñanza la protagoniza El capitán quien dice una frase que enmarca su papel: Reputación toda una vida para construirla y un instante para llevarla a pique.  El capitán daba una imagen de un machote guerrero durísimo y en el fondo es todo corazón.

Si nos dejamos cegar por la competitividad mal manejada y avaricia podemos pasar por encima de los demás lastimándolos, logrando sólo caos. Debemos esforzarnos por pulir nuestra propia personalidad nuestra piedra en bruto, rubí, para lograr armonía interna que reflejará seguridad y éxito seguro en nuestras acciones, sin interferir ni agredir a los demás. En la película los hermanos detrás del trono pensaban que para poder ser rey  tenían que buscar la manera de matar a sus propios hermanos, y en realidad el que fue rey era el que tenía la joya consigo y la cuidaba como su más valioso tesoro.

La belleza y la juventud eternas están en el cuidado de nuestro interior, de nuestra personalidad, de nuestra esencia, y así se ve reflejado en nuestro exterior en la parte física.  Las hermanas brujas que iban detrás de la estrella buscaban juventud enfocadas solamente en la parte física, pero esta juventud es pasajera y constantemente tenían que estar buscando nuevas estrellas para robarles su corazón. Tenían también el poder de hechizar como hicieron con la bruja que a pesar de tener la estrella en frente no la podía ni ver ni sentir, así pasa cuando nos enceguecemos por el mundo material o cuando nos obsesionamos con algo podemos tener lo que queremos en nuestras narices y no lo vemos.

Puedes verla tú también y sacar tus propias enseñanzas.

Estamos empezando un nuevo año que llega cargado de sueños y objetivos por cumplir.

Todos conocemos personas a nuestro alrededor que logran sus sueños por más lejanos que parezcan y también conocemos otro grupo de personas que sueñan, sueñan y no logran lo que se proponen. Para ayudarte a que puedas hacer realidad tus objetivos te damos unos sencillos pasos. Pues la diferencia entre las personas que no alcanzan su objetivo de las que sí lo logran está en practicar constantemente lo siguiente:

  1. Soñar con lo que quieres
  2. Ponerle fecha de culminación
  3. Trabajar para alcanzarlo.

El realizar estos pasos genera dentro de tí algunos sentimientos pues pasamos de una zona de confort a una zona de aprendizaje, en el siguiente video puedes ver la explicación más clara y divertida.

Y tú ¿Te atreves a soñar?

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme.. Hoy sé que eso tiene nombre… seguridad.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
Autor: Charles Chaplin.

«The Green Mile» es una película de 1999 cuya trama trata de una cárcel en la década de los  30’s, a donde  llega un nuevo preso al Pasillo de la Muerte, lugar en donde los condenados a la pena de muerte esperan su ejecución. Se trata de John Coffey, un negro gigantesco acusado de asesinar a dos niñas. Sin embargo, su actitud temerosa y su temperamento gentil llaman la atención de uno de los guardias, quien no sólo dudará de la culpabilidad de Coffey, sino también descubrirá que los milagros existen y pueden suceder donde sea, incluso en ese lugar.

Algunas frases extraidas de esta recomenda película son:

  • «No se oculta lo que hay en el corazón».
  • «Sé muy poco de nada».
  • «A veces mi milla verde parece interminable».
  • «Las mató con el amor que ellas se tenían. Y eso sucede cada día. Y sucede por todo el mundo».
  • «Tengo ganas de que acabe todo esto de verdad, estoy cansado jefe, cansado de recorrer el mundo solo como un gorrión bajo la lluvia, cansado de no tener un amigo con quien estar, que me diga donde vamos, con quien venimos y por qué. Cansado de las personas que son feas con las otras, estoy cansado del dolor que siento yo y oigo por el mundo cada día, hay demasiado dolor, son como trozos de cristal por mi cabeza, que no puedo quitarme, ¿Puedes entenderlo?».

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Cuando llenas tu vida de amor y gratitud todo se hace más fácil.

Todos en algún momento hemos tenido situaciones y personas a nuestro alrededor que hacen de «la piedra en el zapato» , pareciera que estuvieran en nuestro camino solamente para molestar e incomodar y por más que  intentamos no podemos entender las razones de su existencia.

Cuando tengas momentos complicados, acéptalos, agradece y llénate de amor. Piensa que si aparecen en tu camino es porque necesitas aprender una lección de allí.

Estos momentos difíciles se presentan en la vida como maestros, de estas situaciones es cuando más provecho sacamos. Por ejemplo, en mi caso, cuando  estaba aprendiendo a conducir automóvil me dio muchísimo trabajo parquear en reversa y ahora con pasar del tiempo es lo que mejor y  más fácil hago. Igual es en la vida, se nos presentan pruebas para afinar nuestro carácter y personalidad que necesitamos superar y nos llevan crecer.

Cuando es una persona la que se te presenta como «enemigo» y tiene un pensamiento totalmente en contra al tuyo, piensa que desde su óptica lo está haciendo de la mejor manera que puede. Su comportamiento responde a patrones que aprendió de tiempo atrás y  que repite de la misma forma que lo aprendió, muchas veces sin saber que te está haciendo daño.Y si sabe que sí hace daño, pues simplemente agradece que aparezca en tu vida, aprende la lección, perdona y deja ir.

Lo más sano es dejarlo ir para que puedas superar la prueba. No te llenes de resentimientos ni alimentes  rencor y odio pues estas emociones al que más lastiman es al que las lleva dentro y cuando se van acumulando van afectando no solamente tu parte energética y emocional sino también se puede ver reflejado en tu cuerpo en forma de enfermedad como el cáncer.

No dejes que la lección que necesitas aprender se te muestre más fuerte aún.

Agradece los obstáculos porque son retos que tienen intrínseco un aprendizaje y llénate de amor que es el arma más valiosa para afrontarlos, pues el amor es el motor de la vida.

Tú puedes disminuir y liquidar tu angustia si afrontas con calma cualquier situación difícil.

Al experimentar un disgusto puedes convertirlo en un tormento de tu alma,si le permites ocupar el plano total de tu conciencia.

Tu dolor es tu dolor; pero tu sufrimiento es fruto de tu posición mental.

No hagas de tu pena un cruel instrumento para atormentarte.

Puedes recobrar el equilibrio y la serenidad, si mantienes de continuo una ACTITUD MENTAL POSITIVA y, por lo mismo, constructiva.

El pensamiento positivo y optimista construye una vida placentera.

«Es importante tener un sentido de seguridad, la sensación de estar preparado, el conocimiento pleno de que, venga lo que venga, podrás enfrentarte a ello, manejarlo … e incluso disfrutar haciéndolo».

«También es una buena enseñanza encontrarte frente a una situación que no puedes manejar y, al reflexionar sobre ello más tarde, darte cuenta de que esa enseñanza te resultó útil en muchas, muchas formas distintas. Te permitió medir tus fuerzas».

«También te permitió descubrir áreas en las que necesitabas emplear más a fondo la seguridad en ti mismo, sacar más de tu potencial interior…Reaccionar ante lo bueno y lo malo y manejar ambas cosas adecuadamente: ahí es donde reside el verdadero gozo de vivir».

Palabras del psiquiatra Milton H. Erickson

En mi infancia y adolescencia cuando veía películas orientales en las que hacían unos saludos inclinando el cuerpo con una pequeña o gran reverencia me parecía que eran demasiado exagerados y que los que lo hacían mostraban señales de inferioridad ante quien le hacían el saludo.

¡Cómo cambia la forma de ver las mismas situaciones a lo largo de la vida!, ahora veo que el Gassho como se llama este saludo es una forma de mostrar respeto hacia uno mismo y hacia quien lo hace desde lo más profundo del ser. Si todos aprendiéramos y practicáramos el gassho, o las formas de saludar que nos enseñan las culturas ancestrales nos soltaríamos de tantos condicionamientos que nos separan del corazón de los demás seres y podríamos tener un mundo más armonioso y lleno de respeto.

Gassho es un gesto de respeto hacia los demás y hacia todas las existencias. Dirige el espíritu por encima del ego y de las consideraciones personales. Gassho crea armonía entre los seres, por muy diferentes que sean. Cuando la acción es la justa, el mundo se vuelve justo. Cuando hacemos sinceramente gassho por los demás, se crea una mutua simpatía. Si lo hacemos por el universo entero, incluso los árboles, las montañas y los ríos sienten esta simpatía y nos la devuelven a su vez.

La diferencia entre la mediocridad y la excelencia radica en aquellas pequeñas cosas a las que no queremos  darle la importancia que la tienen.

En un pequeño pueblo, en el valle, vivía un hombre que siempre estaba feliz, amable y bien dispuesto para todos los que conocía. Siempre sonreía, y tenía palabras amables y alentadoras que decir, cada vez que era necesario. Todos los que lo conocían, se sentían mejor, más felices y eufóricos. La gente sabía que podía contar con él, y lo consideraba un gran amigo.
Uno de los habitantes de la aldea tenía curiosidad por saber cuál era su secreto, y cómo siempre podría ser tan amable y servicial. Se preguntó, ¿cómo es que él no tenía ningún rencor hacia nadie, y siempre estaba feliz.

Una vez, al encontrarse con él en la calle le preguntó: «La mayoría de la gente es egoísta e insatisfecha.  No sonríen tan a menudo como tú lo haces, tampoco son tan útiles y serviciales como tú ¿Cómo puedes mantenerte así..?»

El hombre sonrió y le contestó: «Cuando uno hace la paz consigo mismo, puede estar en paz con el resto del mundo. Si puedes reconocer el espíritu en sí mismo, puedes  reconocer el espíritu de cada uno, y luego lo encuentras natural para ser amable y bien dispuesto para todo. Si tus pensamientos están bajo tu control, puedes llegar a ser fuerte y firme. La personalidad es como un robot programado para hacer ciertas tareas. Tus hábitos y pensamientos son las herramientas y programas que controlan tu personalidad. Hazte libre de ser programado, y luego el bien interior y la felicidad que residen dentro de ti serán revelados. »

«Pero un montón de trabajo es necesario. Los buenos hábitos deben ser desarrollados. La capacidad de concentración y de controlar los pensamientos tiene que ser fortalecida. El trabajo es difícil e interminable. Hay muchos muros que deben ser escalados. Es una tarea ardua «. Lamentó el aldeano.

«No pienses en las dificultades, pues lo que pienses es lo que vas a ver y experimentar. Sólo aquieta tus sentimientos y pensamientos, y trata de mantenerte en  paz. Sólo trata de mantener la calma .y no te dejes abrumar por la corriente de tus pensamientos. »

«¿Eso es todo?» -Preguntó el campesino.

«Trata de ver tus pensamientos cómo vienen y van. Permanece en silencio en el presente. Los momentos de paz serán breves al principio, pero con el tiempo se harán más largos. Esta paz es también la fuerza, el poder, la bondad y amor al tiempo. Te darás cuenta de que eres uno con la corriente universal, y esto te llevará a actuar desde una dimensión diferente (punto de vista, la conciencia, no del egoísmo) »

«Muchas gracias por sus consejos y explicaciones», dijo el aldeano, y se fue feliz y satisfecho.