El minimalismo es un camino para avanzar más ligero hacia las metas. Es una forma de vida, un estilo que libera el peso de la tradición, de los hábitos e incluso de la cotidianidad. ¿Por dónde se debe empezar?
«Para iniciar en el Minimalismo tenemos que definir qué es lo importante para nosotros, que es lo que te hace realmente feliz, pueden ser muchas cosas, tu pareja, tu familia, tus amigos, todo aquello que te permita disfrutar plenamente tu vida y de ahí parte todo», dice Omar Carreño, creador del Blog Analisis Realista.
El Minimalismo es un proceso largo, no consiste nada más en tirar todo aquello que no utilizamos, hay que mantener la sintonía. El primer paso para lograr un buen comienzo consiste en eliminar aquellas actitudes que nos saturan.
Cada vez que depuremos algo de nuestra vida, estamos iniciando. Es una parte compleja. De un escritorio se pueden tirar las cosas que contaminen el espacio, elimina lo que no te ayuda, aquello que se vea desordenado, acomódalo.
En la casa hay que hacerlo despacio. El desapego es un factor minimalista que cuesta mucho trabajo incorporar, así que no trates de hacerlo de golpe, hay que ir poco a poco o te decepcionarás muy fácilmente. Hay que ver si hay recuerdos que se puedan guardar por un tiempo.
En la vida, empieza a llevar todo con más calma, no hay que presionarse innecesariamente, aprende a valorar aquellas cosas que realmente sean importantes y descarta lo que no lo es, tampoco se puede cambiar de la noche a la mañana, pero es un proceso que vale la pena tratar.
De esta manera, tu actitud ante la vida irá cambiando y entonces podrás mantener un equilibrio, adquiriendo experiencias, momentos y nuevos ideales que mejorarán tu vida en cuestión de tiempo.