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Al principio de toda relación de pareja, la relación pasa por una etapa de enamoramiento donde las expectativas románticas, fantásticas e idealizadas son la base sobre la que se construyen las expectativas de futuro de la relación de pareja.

Es en esta etapa donde los enamorados viven en un sueño en el que todo es fantástico y maravilloso, incluso aquellas cosas que no les agradan las ven hermosas.

En el momento en que la pareja decide compartir una vida en común “convivir”, el enamoramiento y la fantasía disminuyen y la realidad que hasta ahora no veían empieza a hacerse más clara. Es entonces cuando la pareja empieza a descubrir las dificultades que existen en la convivencia con la otra persona.

Compartir el espacio, compartir el tiempo y compartir gran parte de todo aquello que configura a cada persona no es fácil y requiere tiempo y esforzó.

Por otro lado el hecho que cada individuo sea un mundo en particular y haya vivido una experiencias concretas conlleva, en muchas ocasiones, a que los dos individuos de la pareja tengan puntos de vista diferentes a cerca del concepto o de relación de pareja, del matrimonio, de los roles, de la familia, etc. y esta oposición de idea, creencias y perjuicios causan discrepancias y provocan que la relación entre en conflicto.

Existen unos pilares que son básicos para fomentar una buena relación de pareja, estos son básicamente:

  • La motivación (una actitud positiva de cara a la relación).
  • Afecto y sexualidad (dar tanto como recibir, y disfrutar de una vida sexual sana).
  • La comunicación (el diálogo equilibrado y positivo en busca de soluciones).
  • El Respeto y la confianza (respetar y cuidar les espacios y las necesidades propias de la pareja).
  • Empatia (ponerse en la situación del otro y ser comprensivo).
  • Cooperar (compartir las tareas propias de la vida de pareja en todo momento).


A menos que tengamos una extensa práctica de meditación y hayamos logrado silenciar el diálogo interno que ocurre en nuestra mente, todo el día nos estamos diciendo algo, a veces positivo, aunque la mayor parte del tiempo, negativo.

Defensores del poder de las afirmaciones como Louise L. Hay y Burt Goldman señalan que repetirnos frases sin darnos cuenta afecta nuestra vida en la medida en que “nos digamos” algo positivo o negativo.

Muchas de estas cadenas de afirmaciones que nos decimos repetidamente son creencias o deseos arraigados por años, pero sobre todo automáticos, a los cuales no les prestamos atención consciente, pero que influyen de manera sutil en nuestra forma de pensar y comportarnos.

De esta forma estaríamos atrayendo a nuestro entorno lo que nos repetimos sin cesar. Entonces, ¿por qué no hacer de ello algo positivo y que impacte nuestra vida para bien?

Para usar afirmaciones en tu vida lo primero es construirlas de manera que ayuden a cambiar los patrones negativos y a instalar nuevas formas de pensar más positivas y adecuadas.En ese sentido, las emociones son la mejor guía para saber si lo estás haciendo bien.

Cuando una frase, ya sea negativa o positiva, resuena en tu interior y sabes que es cierta, te darás cuenta que es una creencia que tienes arraigada.

Por ejemplo, si la frase “Nadie es digno de confianza” te da una sensación de seguridad, de estar en lo correcto, quiere decir que tienes esa idea arraigada, a pesar de que la frase no sea verdad o no la hayas comprobado como cierta.

Igualmente si una frase positiva como “La vida me sonríe siempre” te hace sentir rar@, como que te estás diciendo una mentira, quiere decir que en el fondo no lo crees realmente.

La clave para comenzar a trabajar con afirmaciones que te ayuden a progresar es diseñar frases que al principio resuenen contigo aunque sea sólo un poco, ayudando a cambiar las creencias más arraigadas.

Las afirmaciones deben retar a tus opiniones negativas y cambiarlas, llevándote a un proceso de autoexamen en el que tomes conciencia de lo profundas que son tus ideas negativas y opiniones personales.

 


La depresión es una enfermedad, un problema médico más frecuente de lo que se pueda una imaginar. Durante mucho tiempo las personas creían que la depresión era un signo de debilidad mental y no lo veían como un problema de salud.

Las personas con depresión tienen niveles anormalmente bajos de algunas sustancias químicas del cerebro que controlan el estado anímico, el apetito, el sueño y en ocasiones la función sexual.

La depresión no respeta raza, ocupación, nivel socioeconómico o sexo, pero estadísticamente se ha visto que afecta en mayor proporción a las mujeres. La edad en que se presenta el primer episodio de depresión está entre los 25 y 44 años de edad, es menos frecuente en las personas casadas o que tienen una relación de pareja duradera, la gente divorciada o separada es más propensa a padecer depresión.

Síntomas característicos de la depresión:

+ Estado anímico deprimido (sentirse inútil, triste, desesperado, baja autoestima y falta de confianza en uno mismo, sentimientos de culpa).

+ Afectar el pensamiento (dificultad para concentrarse y memoria afectada).

+ Mal funcionamiento físico: (desordenes de sueño y alimentación, baja de actividad sexual, cansancio).

+ Cambios en el comportamiento (ser irritable, impaciente, y ser muy negativos).

 

 


Una de las cosas que quieren cambiar los seres humanos es la falta de abundancia. Todos deseamos un poco más de salud, amor y bienes materiales. La clave es, ¿cómo atraer todo eso que deseas a tu vida? A veces nos decepcionamos cuando no conseguimos lo que queremos, pensando que no lo merecemos o que simplemente no nos toca.

Como personas nos enfoca en lo positivo o lo negativo. Mientras que un grupo de personas son agradecidas por lo que tienen, muchas personas sólo piensan o hablan de lo que les falta, de lo que no tienen o incluso de lo que desean llegar a tener.

Lograr entrar en ese estado mental que permite que la abundancia llegue a tu vida en todos los aspectos es ir en contra de una programación que lleva años en la mente de las personas, y que les dice que no es posible lograr la abundancia en otra forma que no sea la establecida por la realidad.

Si no se tiene un trabajo fijo, con ciertas horas, si no se cumplen ciertas reglas o se funciona de acuerdo a lo que lo que tradicionalmente conocemos, entonces no se puede lograr abundancia.

La clave está en cambiar la forma de pensar sobre la abundancia. Y eso sí requiere un trabajo mental que incluya, entre otros, una alta autoestima – para sentirte merecedor de más – un estado mental receptivo, confianza en lograr tus metas y la seguridad de que lo vas a tener.

Algunas personas siempre salen con grandes ganancias de las situaciones en que la mayoría sólo puede resignarse a soportar las pérdidas de una situación general de crisis.

Sucede en todos los sentidos de la vida, tanto en los momentos de una crisis emocional personal, como en las relaciones interpersonales.

A la vez que las presiones económicas se van sintiendo más hoy en día, se empiezan a ver poco a poco esas pocas personas a quienes curiosamente les empieza a favorecer la situación que a los demás tanto les afecta.

Si lo observas detenidamente las vas a encontrar. Se trata de personas que se vuelven más y más importantes para la empresa en que trabajan porque conforme despiden a otras, ellas son las únicas capaces de mantener el barco a flote en su respectiva área. O bien, son personas cuya manera de ser inspira confianza a los demás y en momentos de crisis generan una sensación de seguridad a todos los demás involucrados en una actividad.

Al final de cuentas, son estas personas las que pueden aprovechar las oportunidades que siempre surgen de una situación de crisis, porque cuando hay crisis hay problemas, y cuando hay problemas las personas están dispuestas a invertir los recursos que tengan en aquellas personas que tengan la fortaleza y la actitud profesional para ayudarlos a resolver esos problemas.

De hecho, esas personas acaban por tener las mejores oportunidades en las relaciones de amistad y hasta de pareja, porque mientras todos los demás se ven golpeados por el desánimo de una crisis económica, estás personas se vuelven más populares y admiradas.

¿Y cuál es la clave para ser de este tipo de personas y poder convertir en éxitos y oportunidades de crecimiento las situaciones que todos los demás viven como una crisis? Una mentalidad valiente, realista, positiva. Una actitud ante la vida y ante los demás que viene de una profunda serie de emociones positivas construidas alrededor de nuestra idea de nosotros mismos.

Cuando una persona desarrolla y mantiene una autoestima verdadera y sana (porque como algunas veces hemos comentado ya, existen estructuras emocionales de autoestima falsas y poco sanas), se generan automáticamente la seguridad, la alegría la claridad mental y la actitud positiva pero realista que se necesita para lograr tener un gran éxito a partir de una crisis.


La meditación se usa de diferentes maneras para referirse a ciertos ejercicios emocionales y de manejo del pensamiento que se han utilizado en diferentes  disciplinas de desarrollo personal desde hace muchos años.

Son ejercicios que provocan un estado mental muy placentero, de profunda lucidez y conciencia, y que además generan un poderoso estado de bienestar emocional. Existen diversas técnicas y escuelas de meditación, sin embargo, al final todas buscan generar ese estado mental, que abre las posibilidades para que aquella persona que lo practica se vaya convirtiendo en una persona más segura, sensible y abierta al entendimiento del mundo y su propio ser.

Beneficios físicos de practicar meditación:

  • Relajación física.
  • Alivio de malestares causados por tensión muscular.
  • Alivio de problemas gastrointestinales relacionados a estrés.
  • Respiración más lenta y profunda.
  • Mejor circulación de la sangre.
  • Mejor oxigenación de órganos y tejidos.
  • Ritmo cardiaco más lento (menos riesgo de problemas cardiacos).

Beneficios psicológicos de la meditación:

  • Aumenta autoestima.
  • Aumenta la seguridad y confianza en uno mismo.
  • Se reduce la depresión.
  • Se reduce la ansiedad.
  • Se logra una visión de la vida más optimista y centrada.
  • Se aprende a mantenerse estable frente a los problemas y obstáculos cotidianos.
  • Las personas se sienten más felices.

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Quizás en estos momentos te estás preguntando ¿Cómo hago para salir adelante? ¿Cómo puedo hacer que esto funcione? ¿Qué puedo hacer para cambiar la situación

El problema más grande que se presenta en la vida de la mayoría de las personas que buscan superarse y alcanzar el éxito, es la falta de confianza en si mismas. La confianza en uno mismo es la base para tener una buena autoestima, la cual es un factor importante para tener éxito y felicidad en la vida. Así lo dice el escritor, filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson.

Se trata de una cadena en la cual cada eslabón esta conectado con el otro, es decir que si tu no tienes la suficiente confianza en ti misma, tu autoestima tampoco será buena y como consecuencia no tendrás éxito ni felicidad en tu vida. Se puede decir, entonces, que la mejor guía que existe para ayudarte a alcanzar el éxito es sin lugar a dudas la confianza en ti misma, pues esta no es una cualidad innata sino una actitud que se puede cultivar.

En Busca de la Felicidad es una película protagonizada por Will Smith; en esta cinta el actor interpreta a un hombre llamado Chris Gardner, de clase social media-baja, el cual tuvo que superar una enorme quiebra además de la ruptura de su familia, ya que debido a la situación económica vivida es abandonado por su esposa quedando, éste, a cargo del único hijo de la pareja.

Aquí queda claro el poder que tiene el hecho de aprender a tener confianza en sí mismo; es justamente esta actitud la que lleva a Chris Gardner alcanzar su sueño.

Si sientes que eres una persona que no tiene confianza en sí misma, debes intentar ser consciente de que posees una identidad plena, esto quiere decir que es necesario que tengas una idea clara de quién eres en realidad, ya que al descubrirte como una persona única, especial, con sus pasiones, su carácter, su sensibilidad, sus gustos, sus errores y aciertos, estarás empezando, paso a paso, a adquirir la confianza en ti misma que crees haber perdido.

Por lo tanto, intenta redescubrirte, analiza cuales son tus puntos fuertes, tus capacidades, tus talentos, habilidades y logros; no dudes en hacer una lista con todas estas cualidades en un papel en blanco, esto te ayudará a asimilar mejor los aspectos de tu persona; luego asegúrate de que esta lista se encuentre siempre a tu alcance para que cada ves que te sientas de malos ánimos, triste, decepcionada o tengas miedo para afrontar un cambio en tu vida, la tomes y puedas léela nuevamente.

Si aprendes a dominar tu timidez de forma rápida y sencilla podrás desenvolverte con mayor soltura, fluidez y comodidad en los diferentes ámbitos de tu vida.

La timidez es uno de los estados anímicos del hombre más complicado que existe, ya que afecta el mundo de las relaciones interpersonales de éste, impidiendo al individuo su desenvolvimiento normal en la sociedad.

El terapeuta e investigador Dr. Philip Zimbardo expresa que la persona tímida sobrevalora y teme el resultado de la opinión que otros tengan sobre él o sus acciones, lo que detona un círculo vicioso de ansiedad e inhibición que tienden a crecer cada ves más.

Algunos pasos a seguir para vencer la timidez:

1) Descubrir tus emociones y sentimientos. Un ejercicio: consigue una grabadora. Imagina que tienes frente a ti una persona que te observa y trata de iniciar una conversación con ella, habla en vos alta como si estuvieras manteniendo una charla real con alguien, en primer lugar saluda, luego cuéntale como te llamas, cuantos años tienes, que haces de tu vida, cuales son tus intereses, etc., mientras lo haces piensa en las posibles preguntas que esta persona puede llegar a formularte y responde a las mismas.

2) Reconocer tus emociones y sentimientos. Al finalizar la grabación hay que escucharla varias veces para analizarla: ¿Cómo te sentiste en ese momento?, ¿Qué opinión tienes de ti mismo?, ¿Por qué crees que te cuesta tanto iniciar un diálogo?, ¿A que le temes? Busca una libreta y toma nota de tus respuestas a estas preguntas y expresa además todo aquello que se cruce en tu mente.

3) Manejar tus emociones y sentimientos. Lo más probable es que al realizar este ejercicio, por primera ves, te invada una sensación de incomodidad, vergüenza, ridiculez o tedio. Es importante que no permitas que estas emociones o sentimientos negativos te alejen de tu meta u objetivo principal: Controlar la Timidez.

4) Crear tu propia mtivación. Si has conseguido vencer tus emociones y sentimientos negativos estas preparado para la acción. Toma tu Libreta o anotador y repasa tus escritos realizados en el paso número dos, luego escribe tu nueva visión. Haz una comparación positiva entre lo que eres hoy y lo que eras ayer, esto te ayudará a tener cada vez menos miedo y a adquirir más confianza en ti mismo.

5) Gestionar tus relaciones. Si recuerdas la forma positiva de actuar que tuviste mientras llevabas adelante tu ejercitación dejando atrás todos aquellos sentimientos y emociones que te impedían desenvolverte de forma natural; si recuerdas el trabajo que te costó superar ese momento y te aferras a los aspectos positivos de tu visualización ya estas preparado para despedirte de tu timidez y eliminarla por completo de tu vida social.

Ser líder es tener la capacidad de comunicarse con un grupo de personas, influir en sus emociones para que se dejen dirigir, compartan ideas y ejecuten las acciones necesarias para el cumplimiento de uno o varios objetivos.

1. Excelencia en las actividades básicas del día a día: actúa apasionadamente, es optimista, motiva y valora a su gente, demuestra sus valores en pequeños actos con todos.

2. Excelencia en relaciones personales: el liderazgo no tiene nada que ver con el cargo o el título, el liderazgo se demuestra con las relaciones interpersonales. Cumple promesas, escucha atentamente, fomenta el respeto y logra relaciones de confianza duraderas.

3. Adaptación al cambio: los líderes no dirigen personas sino que tienen actitudes que inspiran a las personas de su entorno y las mueven para actuar.

4. Eficacia personal: se enfoca en lo valioso, prioriza, reclasifica las metas, tiene momentos de reflexión solo o sola.

5. Creatividad e innovación: las ideas se han convertido en la materia prima de los proyectos exitosos, pero no son más que eso, materia prima.

6. Ser el entrenador del equipo: aconseja, observa cosas que se pueden mejorar, comparte experiencias pasadas generosamente.

7. Conciencia social: el proyecto contribuye a la organización, la organización contribuye a la sociedad. Si esos tres elementos no están alineados, ¿para qué trabajás?

Los amigos reales se cuentan con los dedos de la mano, el resto son personas conocidas que están en nuestras vidas y que apreciamos, pero no necesariamente tienen que convertirse verdaderas amistades.

¿Cómo hacer verdaderos amigos? ¿Será que hay algo que falla entre tu y quienes te rodean? Según sondeos, prácticamente el 100 % de las personas estiman que la amistad es importante para la salud, el placer y el equilibrio personal.

La amistad es sinónimo de comunicación, de ayuda mutua, de fidelidad e incluso de complicidad. Ésta contribuye a la construcción de la personalidad de cada uno y constituye una verdadera muralla a la soledad, lo que la hace, por tanto, capital.

Si no tienes otros conocidos que los colegas del trabajo o los compañeros de estudio, con los que no puedes quedar por las tardes para hacer algo aparte, si tienes la impresión de ser el patito feo al que nunca invitan en la noche, no te preocupes. No es demasiado tarde para hacer evolucionar las cosas. Anímate y por los medios necesarios para conseguir hacer amigos.

Primero. No hay que quedarte en casa sólo. Hay que salir, pasear, practicar tus actividades favoritas. Los clubes, por ejemplo, están llenos de personas que aspirar a conocer y hacer amistades. También existe Internet, con páginas de amistad.

Segundo. Hay que seguir unas reglas de comunicación básicas como acordarse del nombre de las personas que conoces, evitar criticar, intentar hacer cumplidos, y sobre todo, escuchar a la persona que te está hablando.

Hay que tener definitivamente buena actitud. Así las personas acudirán a ti. Lo más delicado en este proceso es desarrollar el contacto y mantenerlos. Hay que tener confianza en sí mismo. Si la primera impresión es buena, la persona tendrá ganas de verte de nuevo. No dudes en lanzar invitaciones.