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La procrastinación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables. Se trata de un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad.

Puede ser psicológico, físico o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente.

1. Encuentra sus razones. Muchas veces, dilatar una tarea no se debe tanto a la tarea en sí, como a la forma en que está planteada. “Debo terminar esto, y debería ponerme en ello ya“. ¿Qué parte del enunciado nos mueve a procrastinar? Modifica la forma en que te planteas tus deberes, y añade motivadores: “Entre más pronto termine, podré seguir con la nueva temporada…”.

2. No estás obligado a hacer nada. La obligación implica rechazo: Tengo que, debo de, estoy abligado a… son enunciaciones que nos victimizan y posibilitan rechazar pasivamente nuestras tareas. Proscrastinar, vaya. ¿Cómo solucionarlo? Un simple y seguro “haré” en tus tareas pendientes del día: Haré el presupuesto, Haré la comida, Haré… Sin condenas, sólo lo que harás.

3. Enfócate en comenzar. Es un lugar común muy difundido que para realizar una tarea no hay como visualizarse terminándola. Lo cierto es que para el procrastinador el problema no es terminar, sino comenzar. De manera que lo mejor para salir de la inmovilidad no hay como verse haciendo lo que se podría empezar a hacer inmediatamente, comenzando de una vez

4. Divide en pequeños etapas. No escribas todo el libro, sólo una página a la vez. Cualquier tarea puede dividirse en etapas menores, y al realizar esas etapas, hay que centrarse en la siguiente. No visualices el aterrador conjunto, sino sólo el siguiente paso.

5. No seas perfeccionista. Perfeccionismo es igual a inseguridad, y no hay mayor motor para la procrastinación que el pánico provocado por la inseguridad. Avanza antes que perfecciona. Imponte realizar varias etapas al día, y revisa al final de la jornada, no durante. Permítete el error, y avanza en tus tareas.


Ser organizado es un aspecto que casi todos quieren, pero no dedica el tiempo para hacerlo. Las personas organizadas pueden alcanzar sus metas mas rápidamente y con menos esfuerzo.

Si eres uno de los que dejan las cosas en cualquier lugar, que se te hace difícil encontrar algún papel importante, que no llevas control de tu dinero o de tu tiempo, entonces estos consejos te pueden servir de mucho.

Organiza tu mente. Es importante que antes de comenzar cualquier plan de organización tomes un tiempo para estar tranquilo, para hacer poder aclarar tus pensamientos sobre las cosas que quieres hacer y cómo las harás,  poder concentrarte en los pasos a dar y también tener la disposición de disciplinarte para llegar a ser metódico y organizado y así poder alcanzar tus objetivos y tener una vida mas productiva.

Organiza tu espacio físico. El tener un espacio organizado ayuda a que la mente esté más organizada. Clasifica y organiza todas tus cosas de tu casa comenzando por tu habitación, tu cocina, tu sala, tu vehículo ,etc.  y elimina lo que ya no te es útil. Pon las cosas en sus respectivas gavetas, sobres o cajas. Es recomendable que coloques etiquetas para saber que contiene cada una de ellas.

Organiza tu tiempo. Planifica lo que vas a hacer durante el día. Escribe una lista de cosas por hacer y mantenla contigo y cada vez que termines algo táchalo y continua con la tarea siguiente. Usa agenda, de papel o electrónica para anotar las citas, reuniones y recordatorios. Si usas el computador puedes usar servicios tales como el calendario de google o el de outlook.

Limita tu tiempo. Pon un horario para cada cosa para que así no pierdas tiempo innecesariamente. Es decir si vas a usar el computador hazlo de tal hora a tal hora, o si vas a ver televisión o hacer ejercicios,etc.

Organiza tus tareas. Ejecuta las tareas tal cual como se han planeado. Puedes agrupar las tareas similares y hacerlas todas en un momento especifico. Delega las tareas que puedas encargar a otros pero siempre pido retroalimentación sobre la finalización de las mismas. Pon alertas para que se te envié un mail automático para recordarte algo o también que se te despliego una pantalla en tu computador.

Organiza tus finanzas. La parte financiera tiene una gran importancia. Sin el dinero no podemos pagar nuestros gastos y si no administramos bien podríamos estar malgastándolo. Siempre realiza un presupuesto con tus ingresos y gastos para cada quincena o mes y apégate a este presupuesto. Lleva el balance de tu chequera de manera organizado.


A muchas personas les cuenta madrugar. Y más cuando es necesario. Sin embargo, interiormente estoy seguro que secretamente admiramos a esas personas capaces de despertarse a las cinco de la mañana y comenzar su práctica ¿De dónde toman la energía y la determinación para hacerlo?

1. Se necesita un motivo. Nadie madruga por el simple placer de hacerlo, siempre hay un motivo, bien sea para trabajar, bien sea para hacer ejercicio, para practicar yoga o porque nos gusta dar un paseo por las mañanas. Tenemos que descubrir cuál es nuestro motivo.

2. Evita bebidas y alimentos estimulantes. Difícilmente podrás madrugar si a lo largo del día te has tomado tres cafés, y has terminado la noche yéndote de fiesta. El cuerpo te pedirá descanso, y literalmente te impedirá despertarte pronto.

3. Madruga de forma progresiva. Si los sábados tienes la costumbre de despertarte sobre las 10 de la mañana, no pretendas despertarte a las cinco de la mañana de un día para otro. Tienes que hacerlo de una forma progresiva.

4. Pequeñas recompensas. Aunque lo ideal sería que te despertases por el placer de hacerlo, al principio te costará menos si te recompensas con pequeños detalles por haberlo conseguido. ¿Consigues un día despertarte y estar activo desde las siete de la mañana? Prémiate con un capricho.

5. Comparte tu objetivo con familiares y amigos. Si compartes tus intenciones con las personas que conoces, tu mismo tendrás una razón más para hacerlo. Pídeles que te pregunten sobre tu progreso, que te regañen cuando no lo consigas, y que te feliciten cuando hayas conseguido tu objetivo.

6. Aprovecha tu agenda. Si estás acostumbrado a utilizar una agenda, convierte tu levantada tempranera en una cita importante a la que hay que asistir. Convéncete a tí mismo que lo que tienes que hacer no es madrugar sino realizar una visita imprescindible.


¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que aceptas hacer algo que en realidad no querías? A todos nos ha pasado. Hay muchas razones por las cuales nos cuesta trabajo decir“no. Por supuesto, depende de la situación, y de la persona.

La dificultad para decir no es algo normal y adaptativo en cierta medida. Como en todas las conductas humanas, existen los extremos, y mientras más nos acercamos a uno u otro, comenzamos a tener problemas.

En el caso de saber decir no, en un extremo están las personas a las que prácticamente nunca les cuesta trabajo decirlo. Estas personas que de primera instancia pudieran parecer muy seguras de si mismas, suelen tener muy poca capacidad para empatizar con las necesidades de los demás y por lo mismo tienen fuertes problemas interpersonales.

En el otro extremo están aquellos a los que les es prácticamente imposible decir no, y viven su vida resolviendo las necesidades de otros anulándose a sí mismos y a sus propias necesidades y deseos.

El decir no es difícil cuando implica ir en contra de las expectativas o deseos de otro, es decir, cuando nos piden algo o esperan algo de nosotros, ya sea una reacción determinada, una opinión, una conducta, etc., o cuando otra persona manifiesta su deseo y depende de nosotros satisfacerlo.

El conflicto surge específicamente cuando se encuentran dos necesidades opuestas. Si alguien nos pide hacer algo que sí deseamos hacer, no hay conflicto alguno. Son dos necesidades que van en la misma dirección. Pero si nos piden hacer algo que nosotros no deseamos hacer, es cuando entramos en conflicto. Tenemos que decidir a qué necesidad darle prioridad, si a la mía, o a la del otro.

En esta época del año se recomienda usar la tarjeta de crédito de forma inteligente. Prepare su plan de gastos para que no empiece un nuevo año con exceso de deudas.

1. Comience a ahorrar ahora. Mire lo que gasto el año pasado y trate de ahorrar esa cantidad en los próximos dos meses.

2. Presupuesto. Haga un presupuesto y lleve un registro de todas las compras de regalos y gastos de las fiestas, de los sellos a los alimentos para la fiesta de la oficina. Es difícil para los compradores hacer un presupuesto y fácil subestimar sus gastos.

3. Cambiar sus hábitos de compra ahora, antes de contagiarse del espíritu de la temporada. Si usted no puede darse el lujo de pagar su tarjeta de crédito en noviembre, no puede tampoco darse el lujo de gastar mucho más en diciembre.

4. La mejor manera de cumplir con su presupuesto y evitar los gastos impulsivos es pagar en efectivo. Sacar plata de su billetera o cartera y entregarla a otra persona es doloroso, y también le recuerda que entre menos gasta, más puede mantenerla.

5. Verifique sus cupos en las tarjetas de crédito. Antes de hacer sus compras, verifique que tenga el cupo suficiente para hacerlo. Exceder su límite de crédito, le puede causar mayores cobros de intereses y bajar su calificación crediticia.

6. Pague a una cuota. Si no alcanza a ahorrar todo lo que tiene presupuestado para los gastos navideños, pida que le difieran a un mes sus compras y así no tendrá que pagar intereses y podrá pagar en enero.

Existen varios factores que influyen en que una persona sea depresiva. Hay también diferentes tipos de depresión, los cuales varian en su duración e intensidad.

Hay personas que han vivido durante años con una sensación leve de tristeza y desánimo, pero hacen su vida normal a pesar de eso.

Estrés. Cuando nos sentimos presionados por nuestro ritmo de vida, responsabilidades, situaciones laborales o familiares, estamos extremadamente estresados y esto puede llevar a una depresión.

Pensamientos. Mucha gente se deprime por la manera en que piensa. Si tendemos a pensar en todo lo negativo de las situaciones, y a tener pensamientos fatalistas de todo lo que puede salir mal, es normal que nos sintamos deprimidos. Si tenemos una baja autoestima, es probable incluso que tengamos pensamientos negativos sobre nosotros mismos, y veamos solamente aquello que nos desagrada.

Aprendizaje. En ocasiones aprendemos a estar deprimidos si venimos de un ambiente familiar en el que todos estaban deprimidos, y creemos que ese es el estado de ánimo normal. Aprendemos a sentirnos así y a pensar y actuar de manera depresiva.

Fisiología. En ocasiones la depresión es causada por un desbalance bioquímico. Nuestras neuronas se comunican por medio de substancias químicas llamadas neurotransmisores. Si hay un desbalance de ciertos neurotransmisores, puede dar como resultado una depresión.

Circunstancias. En ciertas ocasiones vivimos experiencias difíciles y dolorosas que pueden llevarnos a una depresión. Situaciones como la pérdida de un ser querido, un accidente, un divorcio, problemas económicos y familiares, son algunos ejemplos.


Desmitifiquemos un poco lo que es Innovar,  Innovar proviene del latín innovare, que significa el efecto de tornarse nuevo o renovar, introducir una novedad.

Asi pues,  Innovar obliga a salirte de tu zona de comodidad. No innovamos (casi nunca) por placer.  Solo se innova por necesidad, porque no queda más remedio.

Ser “innovador” una vez que lo consigues ,parece glamoroso, pero el proceso es agotador, y es bueno que lo sepas para que estés preparado antes de intentarlo.

De lo anterior se deduce que la innovación no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar determinados objetivos. Esto se olvida a menudo, y termina pagándose caro.

Parafraseando a la Ley de Gordon: “Si una innovación no merece la pena, tampoco merece la pena hacerla bien”.

No te olvides que en cuestiones de innovación: “las cosas empeoran antes de mejorar” (Ley de Murphy). Por eso, no te asustes, es cuestión de ser perseverante.

No esperes a estar “motivado” para innovar. Empieza haciendo cosas nuevas. Al contrario de lo que muchos piensan: primero es la acción y después la motivación.

Los innovadores se notan por el lenguaje. No les gusta la palabra “imposible”. Para ellos está claro que “Difícil no significa imposible”.

No todo el mundo se siente cómodo al ser fotografiado. Algunos simpre salen de modo extraño en las fotos, tal vez por que los toman de sorpresa o por que piensan que no son fotogénicos. Estos trucos pueden ayudarte a salir mejor en las fotos, prueba a ver como te va.

  • Oculta tus defectos. Lo malo sobre las fotografías es que son imágenes simplemente congeladas de un ángulo en un instante de tiempo, no pueden demostrar todas tus buenas cualidades. La bueno sobre ellas es que puedes ocultar fácilmente ciertas características que no te gustan. Si tienes una mirada fea en un lado de tu cara, por ejemplo, muestra el otro lado de la cara.
  • Conoce tu mejor ángulo. Más allá de ocultar tus defectos, encontrar el angulo recto para tu cara puede ser una parte más difícil. Lo mejor que puedes hacer es experimentar usando una cámara fotográfica digital de modo que puedas ver inmediatamente los resultados de cada actitud. Así rápidamente podrás encontrar el mejor ángulo para ti, y puedes entonces utilizar ese ángulo en el futuro. La actitud del modelo clásico es poner tu cuerpo 3/4 hacia la cámara fotográfica con un pie delante del otro y un hombro más cercano a la cámara fotográfica que el otro. ésta no es la mejor posición para todos.
  • Líbrate de la papada. Inclinar tu cabeza abajo levemente e intenta colocarte de modo que la cámara fotográfica esté un poco arriba de tu nivel del ojo. Esto ocultará la papada eficazmente. Puedes también poner una mano debajo de tu barbilla como si estubieras reclinando tu cabeza en tu mano (apunta el lado del pulgar de tu mano hacía ti). No reclines realmente peso sobre la mano. También puedes intentar poner la lengua en tu paladar.
  • Levanta tu cuello. Un truco de los modelos es presentar una actitud 3/4 a la cámara (esto es dar vuelta a tu cabeza para exponer 3/4 de ella a la cámara fotográfica, y no una foto frontal) y entonces levanta tu cuello e inclina levemente tu cabeza abajo, como si fueras un pavo que pega su cabeza hacia fuera (sin realmente empujar tu barbilla hacia fuera). Esto mejora la definición facial y ayudarás a mejoran arrugas y la piel flácida.
  • Relájate. Muchas personas salen mal en las fotos debido a que congelan su cuerpo y las hacer ver finjidas. Si sabes que te van a tomar una foto, espira profundo y exhala naturalmente, relajando tus brazos y hombros. Sonreir o tener una actitud es apropiado. Si no respiras adecuadamente aparecerás muy tenso y sofocado en la foto. Entre más relajado estés mejor será la foto.
  • Sonrie con tus ojos. Nada proyecta más felicidad y belleza como ojos sonrientes. Practica delante de espejo abriendo los ojos y una sonrisa relajada hasta lograr una mirada sonriente.
  • No debes Sumir la panza. Esto  hará que parezcas poco atractivo porque tus costillas se saldrán a través de la camisa.
  • Aprende a Sonreír– A la gente no le gusta aparecer en las fotos con una enorme sonrisa. Al sonreír demasiado se descubren las encías y provoca que los ojos se pongan achinados.
  • Nunca mires directamente a la cámara – SIEMPRE, mira ligeramente hacia un lado de ella.

Las personas difíciles existen en todas partes, ya sean compañeros, superiores, clientes, etc. Mientras que la mayoría de nosotros ofrece un trato de respeto y consideración a las otras personas, existen aquéllos que, por alguna razón, no parecen poder controlar su capacidad de infligir malestar emocional a otros.

Bob Bramson, investigador en psicología de la Universidad de Stanford, denomina «hostil/agresivo» a este tipo de abusadores verbales.

En la realidad, todos nosotros conocemos o tenemos que tratar diariamente con personas problemáticas. La manera cómo usted maneje a estos «asesinos de relaciones» determinará no sólo cuánto sea usted capaz de lograr en su trabajo, sino también en su vida privada.
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