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A veces podemos sentir que no encajamos en nuestro mundo, que no tenemos nada por aportar o compartir, pero si nos quitamos la venda de los ojos y los juicios aplastantes, podemos encontrar otros seres que viven caminos paralelos a los nuestros con los que podemos compartir y construir las más bellas creaciones basadas en el amor.

Me encanta ver animaciones y más aún cuando dejan mucho para pensar como la siguiente: En un mundo que juzga a la gente por su número, Cero se enfrenta a un prejuicio y una persecución constante. Él anda un camino en soledad, hasta que un encuentro , por casualidad, cambia su vida para siempre.

Él conoce a una mujer Cero. Juntos, demuestran que a través de la determinación, del coraje y del amor, nada puede ser realmente algo.

No dejes de ver este cortometraje de animación realizado con la técnica de StopMotion realizado por Christopher Kezelos, que nos deja una bella enseñanza.

Hay momentos en la vida en donde no disfrutamos mucho de nuestra existencia, nos llenamos de stress y andamos como locos buscando el éxito o el reconocimiento de los demás por encima de todo, mientras nos olvidamos de la alegría de vivir.

Tal vez pasamos mucho tiempo tratando de construir un futuro mejor para nuestra familia, pensado todo en función de la parte económica y al final es muy poco el tiempo de calidad que terminamos compartiendo con ellos.

De hecho buscamos que esto suceda en un futuro anhelado y nos perdemos de esta vivencia en el presente. Aplazamos, el momento esperando condiciones ideales y tal vez estas nunca lleguen.

En pocas palabras nos buscamos un futuro ideal, perdiéndonos del momento presente.

¡Sacúdete ya! Empieza a disfrutar de la vida ahora, sal al campo, respira profundo, olvidate de los problemas, maravíllate con las cosas sencillas, abraza tus seres queridos, sonríe sin importar el motivo.

VIVE… ¡El momento es ahora!

Actualmente la crisis que vivimos no es solo económica sino de valores también. Algo está fallando fuera del bolsillo y es algo que, si no se cambia, nos empujará cuesta abajo cuando ya hayamos el mundo se nos venga encima.

No se trata de ideales políticos, indignación o revoluciones, simplemente consiste en aterrizar de nuevo a este mundo, ver quiénes somos y que estamos rodeados por iguales que con solo un poco más o menos suerte podrían haber llegado a nuestro lugar si hubieran tenido la oportunidad.

El miedo se ha instalado en nuestras vidas: miedo a amar, a ser vulnerable, a no tener, a las enfermedades, al cansancio mental y físico, al paso de los años, al exceso de obligaciones y a la falta de sentido de la vida, etc. Y en este miedo muchos buscan la excusa para robar, matar, mentir, traicionar, no trabajar, sobornar, para ser cruel con otros.

Nada es suficiente, siempre se quiere más…se han perdido los parámetros. La codicia forma parte de nuestra realidad cotidiana.

Hoy, debemos recuperar el contacto con la naturaleza y confiar en nuestro conocimiento interior, escuchar sus consejos. Como lo dice el libro Las voces del desierto: «sólo cuando se haya talado el último árbol, sólo cuando se haya envenenado el último río, sólo cuando se haya pescado el último pez; sólo entonces descubrirás que el dinero no es comestible. Nací con las manos vacías, moriré con las manos vacías. He visto la vida en su máxima expresión, con la manos vacías«.

No hay que culpar a los demás de nuestra forma de ser, de nuestro malestar, enfrentemos amorosamente las sensaciones negativas, nuestros malestares. Como dice David Richo: «sólo cuando tengas el valor de enfrentar las cosas como son, sin ningún autoengaño o ilusión, brillará una luz a partir de los sucesos y se abrirá el camino» .

Larry Walters, era de Los Ángeles un taciturno camionero, que por problemas de vista no había podido servir a la fuerza aérea de los Estados Unidos y esa había sido siempre su frustración, hasta que un día, para ver cumplido su gran sueño de volar, en el patio trasero de la casa de su novia ató 45 globos meteorológicos a una silla de jardín (de esas de aluminio y mimbre), los llenó de helio y se sentó en la silla, con un paquete de seis cervezas, unos sándwiches, un paracaídas, una escopeta de aire comprimido y una grabadora de periodista en donde registraría su hazaña. Walters tenía calculado descender disparando a los globos, uno a uno, para que la cosa fuera más o menos suave.

Con todo preparado y listo para su hazaña suelta el cable que lo anclaba a tierra.

Él entonces asciende a 3.000 metros , por varias horas voló por los Angeles, pero las cosas no salieron del todo como el pensaba, ya que al pasar por el aeropuerto de Long Beach en la torre de control advirtieron que pasaba a individuo en una silla de jardín a 3.000 metros de altura interfiriendo con los vuelos de la aerolínea TWA que salían y entraban del Aeropuerto.

Larry en su desespero comenzó a tirar fuera de algunos globos para comenzar su descenso pero su escopeta se le cayó accidentalmente. Fue así como estuvo a la deriva en esta área hasta que un helicóptero le lanzó una cuerda.

De vuelta a la tierra lo acusaron de imprudencia en vuelo, y violación del espacio y lo multaron con 26.000 dólares. Todo eso sucedió en 1982.

Cuando los periodistas le preguntaron por qué lo había hecho, respondió:
– “No puede quedarse uno ahí sentado toda la vida”.

Cuando le preguntaron si tenía miedo, dijo:
– “Un miedo maravilloso”.

Y si volvería hacerlo, con una sonrisa de oreja a oreja, dijo:
– “Claro que sí”

Tal vez esta historia les parezca loca o estúpida, pero nos deja una moraleja:

Muchos de nosotros estamos sentados en nuestras sillas. En gran parte recibiendo el mensaje que dice: “No queda nada por hacer”. Y por otra parte, personas como Larry Walters sabiendo que todo es posible, se dedican a atar globos a sus sillas, impulsados por sus sueños y su imaginación para llevarlos a cabo. Transmitiendo un mensaje diferente desde 3 mil metros de altura: “Lo he logrado, de verdad lo he logrado! ¡ESTOY VOLANDO!”.

Años más tarde en 1993 Larry muere. Ahora él esta allá arriba en algún lugar… Para siempre. Su lápida reza:

Larry Walters
Abril 19, 1949 – Octubre 6, 1993
Piloto de Silla de Jardín
“Bien Amado”

Enlace:  http://www.markbarry.com