Entradas

Interesante artículo del New York Times, merecedor de incluirlo en nuestro artículos: ¿Son motivo de vergüenza celulares sencillos?

El texto cuenta la experiencia de Chris Glionna, supervisor de restaurantes de una conocida compañía, con su viejo celular. Como el teléfono le daba el servicio necesario, no le preocupaba que estuviera fuera de moda. Pero… (siempre hay un pero) sus colegas lo molestaban y se burlaban cuando extraía su «pisapapeles» del maletín. Llegó a sentirse tan avergonzado que hace un par de meses lo cambió por un BlackBerry.

Dice así el Dr. Alejandro Morton: la Crisis  en el mundo se debe, entre otras cosas, a la inseguridad que las personas tienen en ellos mismos; su continua necesidad de comprar jamás será satisfecha porque esperan que la satisfacción personal venga de lo comprado, y jamás será así.

A nivel social no nos hemos dado cuenta de que ese impulso descontrolado por comprar es, en el fondo, la causa profunda de la crisis económica que ha cundido ya por todo el mundo, alimentada por un sistema financiero insaciable que facilitó recursos para que compraran quienes no tenían con qué».

Pocas cosas hay más tensionantes que tratar de mantenerse a la moda en ropa, calzado, accesorios, tecnología, viajes, comidas, restaurantes, casas, muebles, autos y todo lo añadible. Quien tiene dinero en exceso puede comprar, usar y desechar, pero quienes vivimos sujetos a un presupuesto debemos cuidar qué compramos y entender por qué y para qué lo compramos.

En efecto, la presión social existe, pero debemos preguntarnos cuánto nos presiona y cuánto nos dejamos presionar???

¿Cuál es el problema de que se rían de nuestro celular viejo? La risa es buena y si no les gusta el celular pueden bromear a costa de él y criticar
el aparato, a su dueño o a ambos. El problema es de ellos, no del dueño del celular, a menos que éste lo acepte.

Desafortunadamente hoy dia uno se refiere a las personas por sus posesiones: «Es el chavo del convertible rojo» o «La señora que usa ropa de
marca y tiene una casa enorme» o «Es el director que siempre anda a la moda». Es decir, su personalidad no emana de lo imprescindible, sino de lo prescindible. Lo  primero no se compra en ningún lado; lo segundo en cualquiera, si se tiene los medios para hacerlo.

Un amigo muy cercano es multimillonario, pero nosotros lo averiguamos por accidente tras años de conocerlo. Es sencillo, generoso, adaptable a todo y  disfruta lo disfrutable. Jamás presume y nunca hace alarde de nada porque tiene muy claro qué cosas son importantes en su vida.

Las trampas de la presión social siempre han estado ahí. Caen en ellas quienes no se conocen a sí mismos y tienen una escala de valores centrada en lo social y en su desarrollo han tenido carencias afectivas.

El vacío personal no lo llena ni los closets repletos, ni los carros lujosos, ni las joyas exclusivas, ni los accesorios de lujo. La satisfacción
de los consumidores insaciables no viene de poseer las cosas, sino de presumirlas ante los demás.

¿Tiene usted un celular del que sus «amigos» se ríen cuando lo usa? Ríase  con ellos y úselo hasta que guste.  ¿Le duelen las burlas? Entonces CAMBIE de AMIGOS, NO DE CELULAR… Es lo justo.


Con la globalización, la civilización actual se ha dedicado a acaparar bienes materiales de forma incesante y desenfrenada y, por ello, no es extraño que el dinero constituya, para muchos, el principal argumento de sus vidas.

Sin embargo, es importante comprender que el dinero no es sinónimo de real felicidad, abundancia ni, mucho menos, prosperidad sino más bien es una energía neutra que, como casi todo en este mundo tiene dos caras: una positiva y otra negativa. Es decir, existen personas que son felices teniendo sólo lo justo y hay quienes son infelices con enormes fortunas.

En este sentido, nos preguntamos, ¿Cómo atraer, entonces, la verdadera felicidad y prosperidad?  Para lograrlo, debemos conocer las leyes de la abundancia y el dar para recibir.

Para atraer la verdadera prosperidad, es importante soltar para incorporar o lo que es lo mismo dar para recibir.  Para ello, se debe mantener un equilibrio entre lo que sale y entra en nuestra vida.

Con el fin de lograrlo, se debe comprender que el dinero es un medio y no un fin. No se puede acaparar sin soltar, ya que pasaría lo que le ocurre al avaro que tiene mucho dinero, pero su vida no es abundante ni disfruta la prosperidad. Él que tiene verdadera prosperidad experimenta satisfacción y placer al ser generoso.

Solamente el que sabe dar sin condiciones puede recibir en la misma medida y es que dar es igual que recibir.  Sin embargo, no se trata sólo de dar bienes materiales sino también podemos dar generosidad, hospitalidad y amabilidad con ello damos gracias a la vida y a las personas.

Se puede comprender, entonces, que la verdadera prosperidad significa alcanzar un equilibrio que nos permita ser felices desde adentro (al ser generosos) y con ello se facilita la entrada del dinero el cual se debe usar siempre de forma positiva sin acaparamientos.  A continuación algunos ideas que facilitan el proceso de atracción de la prosperidad.

Un ritual natural para atraer la prosperidad

Escoger varias hojas de geranio y colocar debajo de la almohada. Antes de ir a dormir, se deberá decir en voz alta: «Fortuna, diosa de la riqueza, Dirígeme hacia mi sendero, muéstrame el camino hacia mi abundancia,  hacia mi prosperidad legítima.» Con esta invocación, la diosa te guiará. Puedes repetir este hechizo cada luna nueva.

 

No estás aquí por mero accidente, ni para llenar un espacio o para ser una persona de papel secundario en la película de la vida, eres el protagonista de tu propia vida y tu propio destino!

Piense lo siguiente:  nada… Absolutamente nada! sería igual no existieras. Esto es así, tal vez tu cueste un poco creer en esta idea pero es asi.  Todos lo lugares donde has estado, las personas que has conocido sería diferentes de tu no haber existido.

Esto es por que todos estamos conectados, y nos afectan las decisiones, como también la existencia de las personas que están a nuestro lado.  Ellas también jugaron y juegan un papel decisivo en nuestro destino, no están ahí por que si!

Solo detente un momento a pensar cuantas decisiones tomadas en algún momento, cambiaron algún aspecto de tu vida o de la vida de otros. Es muy importante para tu bienestar, el sentir que tu vida tiene significado. Estudios de científicos norteamericanos han revelado que unos de los mejores predictores de felicidad y autorrealización es que la vida tenga un propósito.

Sin un propósito definido, siete de cada diez individuos no se sienten a gusto con su existencia; con un propósito, casi siete de cada diez se sienten satisfechos.

La autoestima se refiere a la confianza básica en las propias potencialidades, y apunta a dos componentes esenciales: La valía personal y satisfacción en la vida.

La valía personal es la valoración positiva o negativa que la persona tiene de su autoconcepto (imagen de sí mismo), incluyendo las emociones asociadas con esta valoración y las actitudes respecto de sí mismo. El sentimiento de capacidad personal alude a las expectativas que tiene una persona de ser capaz, de hacer de manera exitosa lo que tiene que hacer, es decir, su autoeficacia. En la adolescencia, la autoestima juega un rol muy importante en la configuración de la personalidad y podría verse debilitada, entre otras, por los cambios experimentados en la imagen corporal y la formación propia de una escala de valores y juicios.

La satisfacción con la vida es el componente cognitivo que se define como el sentimiento de bienestar en relación consigo mismo en la propia vida, diferenciándose de la aprobación-desaprobación o el grado de satisfacción con las condiciones objetivas de vida.

Las personas que evidencian una alta satisfacción con la vida poseerían una adecuada salud mental, ausente de estrés, depresión, afectos negativos o ansiedad.