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Hace unos meses, me sentía un poco fatigado en mi trabajo, y no por la carga de mis tareas, sino porque me di cuenta que mi actividad cero me estaba asfixiando. No tenía ningún tipo de actividad física, y eso me estaba perjudicando, entonces decidí realizar la consulta a mi médico particular y me explicó que mi estilo de vida era producto del sedentarismo.

Al principio no le di mucha importancia, pero me di cuenta que lo que me decía era verdad,  y que debía cambiar este estilo de vida sedentaria, él me comentó que había leído un artículo en una revista, que en 1992, la American Hear Asociation, basada en un gran número de evidencias científicas acumuladas en las últimas décadas, realizó un anuncio oficial de gran importancia médica:

La vida sedentaria fue oficialmente ascendida a un factor de riesgo de enfermedad coronaria”. Esto significa que la vida sedentaria por si sola, puedes llegar al cierre arterial, a la arterioesclerosis y al infarto, producto de la falta o insuficiente cantidad de actividad física

Todas las personas deberíamos realizar gimnasia compensatoria (cuya función es fortalecer los músculos débiles y elongar los cortos) para combatir la unilateridad. Para eso hay que notar cuando ésta exige adoptar ciertas medidas. Para ello disponemos de un sistema de alarma rápida: la parte perjudicada emite señales que anuncian cansancio y si persiste la carga se siente dolor.

Empezar mi día tomando o comiendo cualquier galleta, todo el día sentado, pendientes del email  y el teléfono, para llegar al almuerzo y devorar cualquier comida grasosa en un restaurante o confitería, consumiendo una  gaseosa o vaso de vino.

Hay que proponerse a cambiar. Que tal seguir estos pasos:

  • Levantarme una hora antes de mi horario normal.
  • Realizar 30 minutos de actividad física y descansar durante 15 minutos.
  • Desayunar con frutas y cereales.
  • A media mañana y a media tarde tomarme un descanso de 20 minutos en mis tareas mientras  tomo una colacion, sin celulares y fuera del lugar de trabajo.
  • Almorzar ensaladas o comidas bajas en grasa.

 

La vida suele ponernos obstáculos, a veces son pequeños y los sorteamos fácilmente, a veces son tapias que no las podemos saltar con facilidad, de todos modos, sea del tamaño que sea, no podemos quedarnos parados ante el obstáculo y darnos por vencidos, si no lo podemos saltar, de seguro nos tocará aprender a escalar.

Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar, si se actúa en vez de quejarse. Ya que las cosas no siempre son fáciles, la vida nos depara momentos impredecibles arrojándonos en situaciones para las cuales siempre estamos preparados, exigiéndonos más de lo que podemos dar, empujándonos hasta más allá de nuestros límites.

A menudo descubrimos que nuestro temple es más resistente de lo que pensábamos y que en el medio de las complejidades de la vida aun somos capaces de luchar por mejorarnos y ganarle al destino.

Ahorrar es una idea que debería tener todas las personas. Haga una buena planeación de gastos y reciba el nuevo año con su bolsillo tranquilo.

No vaya de compras sin una lista. Incluya todas las personas y regalos que va a dar, incluso si aún no está seguro de darles o no regalo, así hay menos probabilidad de cuando llegue a la tienda compre más cosas de las que tiene en mente.

Examine su lista con microscopio. La mejor manera de recortar su lista de regalos es escoger bien a qué personas va incluir en ella. Póngase a pensar en las personas que de verdad son significativas en su vida y si en todo caso quiere tener algún detalle de aquellos conocidos que salen de esa lista, compre algunos detalles más baratos que no afecten gran parte de su presupuesto.

Sea sincero acerca de sus intenciones. No hay que dar regalos por compromiso. Si este es su caso, lo más fácil es comunicar a la otra persona que acostumbra a darle regalo que no es necesario que le de uno y que lo mejor que pueden hacer por esta navidad es recortar los gastos de cada uno.

Establezca límites. La prioridad en su familia deben ser los niños pequeños. Es importante para ellos y para las demás personas que ponga un presupuesto por cada persona que está dentro de su lista de regalos, así le será más fácil cuando compre no saltarse el total de gastos que tiene en la cabeza y en su bolsillo.

Compre los regalos desde antes de la temporada. Puede que sea demasiado tarde para este año, pero la promesa para 2012 es ir buscando las épocas de mejores precios durante el año para la compra de los regalos. Es así como evita gastar de más en la temporada navideña que es cuando suelen estar los precios más altos.


¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que aceptas hacer algo que en realidad no querías? A todos nos ha pasado. Hay muchas razones por las cuales nos cuesta trabajo decir“no. Por supuesto, depende de la situación, y de la persona.

La dificultad para decir no es algo normal y adaptativo en cierta medida. Como en todas las conductas humanas, existen los extremos, y mientras más nos acercamos a uno u otro, comenzamos a tener problemas.

En el caso de saber decir no, en un extremo están las personas a las que prácticamente nunca les cuesta trabajo decirlo. Estas personas que de primera instancia pudieran parecer muy seguras de si mismas, suelen tener muy poca capacidad para empatizar con las necesidades de los demás y por lo mismo tienen fuertes problemas interpersonales.

En el otro extremo están aquellos a los que les es prácticamente imposible decir no, y viven su vida resolviendo las necesidades de otros anulándose a sí mismos y a sus propias necesidades y deseos.

El decir no es difícil cuando implica ir en contra de las expectativas o deseos de otro, es decir, cuando nos piden algo o esperan algo de nosotros, ya sea una reacción determinada, una opinión, una conducta, etc., o cuando otra persona manifiesta su deseo y depende de nosotros satisfacerlo.

El conflicto surge específicamente cuando se encuentran dos necesidades opuestas. Si alguien nos pide hacer algo que sí deseamos hacer, no hay conflicto alguno. Son dos necesidades que van en la misma dirección. Pero si nos piden hacer algo que nosotros no deseamos hacer, es cuando entramos en conflicto. Tenemos que decidir a qué necesidad darle prioridad, si a la mía, o a la del otro.


Saber manejar lo que sentimos requiere de un factor crucial, que determina si nuestro manejo de emociones es adecuado o no: la autoestima. Normalmente se cree que el trabajo de autoestima es siempre para elevar el nivel de autoestima, sin embargo la autoestima es una emoción muy importante en la generación de emociones negativas y aprender a manejarla es clave para el desarrollo de la personalidad y el manejo de las emociones.

Lo que es importante entender entonces es que conforme más sepas manejar tu autoestima, más sepas sobre qué debes basar tu autoestima en las diferentes situaciones y más sepas identificar cuando estás contactando con tu autoestima y cuando la emoción que estás usando no es de autoestima sino que es un mecanismo de defensa para no sentirte menos que los demás, entonces mejorarás más tu manejo emocional, personalidad y tu manera de sentirte contigo mismo, con la vida y con los demás.

Hablemos ahora de la base de un buen programa de autoestima y por qué es esencial en el manejo de emociones negativas. La primera idea a considerar es que estas emociones se producen cuando nos sentimos amenazados, es decir, cuando nuestro cerebro activa lo que llamamos el Modo de Emergencia. Por lo tanto, una persona que no se siente amenazada por alguna circunstancia, no desarrollará emociones negativas frente a esa circunstancia.

Nos sentimos amenazados por una situación si de alguna manera percibimos que aquello a lo que nos estamos enfrentando o nos está sucediendo nos es de cualquier forma dañino o desagradable y nosotros no podemos hacer nada para impedir que nos ataque o afecte.

Si al hacer la evaluación, nuestra mente duda de que podamos dominar la situación con facilidad, entonces se disparan las reacciones de emergencia, es decir las emociones negativas. En resumen, las emociones negativas se disparan dependiendo de que tan capaces o incapaces nos sentimos para dominar una situación que nos es desagradable o dañina.

El trabajo central de Autoestima es el fomentar las ideas positivas respecto de uno mismo y las emociones más profundas que nos conectan con la sensación de valía personal. A la vez hay que desarmar las creencias que nos devalúan y las emociones autoagresivas y devaluatorias que han sido cultivadas dentro de nuestra educación o nuestras experiencias de vida.


¿Alguna vez has escuchado hablar de las ondas Alfa? Son ondas cerebrales muy reales, que se han estudiado durante años, y que junto con las ondas Beta, Theta y Delta forman parte de las respuestas eléctricas de nuestro cerebro.

Las ondas Alfa son quizás las más deseables de crear o tener en nuestra actividad cerebral, pues se ha comprobado que cuando el cerebro se encuentra en estado de tranquilidad y paz, especialmente en ese momento antes de dormir, se generan ondas Alfa.

Las ondas Alfa en el cerebro son una señal de relajación, tranquilidad y quietud. Durante la vigilia, el cerebro funciona atentamente generando ondas Beta.

En meditadores experimentados, como los monjes del Tibet, las ondas Alfa son predominantes incluso durante los estados de vigilia, lo que explica la calma y tranquilidad con la que dichos meditadores se conducen.

Cuando estás en el estado mental Alfa, entonces puedes reprogramar tu mente para lograr tus objetivos. Entre muchas otras cosas, el estado Alfa te permite:

1. Aumentar tu autoestima

2. Mejorar tu capacidad para aprender

3. Ayudarte a trabajar adicciones

4. Lograr objetivos como perder peso o dejar de fumar

5. Tranquilizar tu mente y reducir los miedos

6. Visualizar tus metas y logros

7. Mejorar tu memoria


El fisiólogo Hans Seyle describe el estrés como una respuesta orgánica de tres fases:

Fase de Alarma: Preparación de respuestas adaptativas.

Fase de Resistencia: presentación de respuestas y participación de procesos emocionales y psíquicos, para restablecer el equilibrio.

Fase de Agotamiento: cuando el organismo ya no es capaz de generar más respuestas adaptativas, se satura la capacidad de adaptación y se presenta la desadaptación alterándose la homeostasis orgánica.

Las anteriores fases indican lo nocivo que puede llegar a ser el estrés, pero aún así no es causa directa de enfermedades. El estrés no causa la enfermedad sino que impide la recuperación porque baja las defensas del cuerpo y aumenta la sensibilidad de la persona a los problemas físicos que han existido anteriormente.

Múltiples estudios clínicos han demostrado que la palabra más adecuada para describir la relación entre estrés y salud es impacto, pues los factores psicosociales no son causa de enfermedad, sino que desempeñan un rol en la alteración de la susceptibilidad del paciente a las enfermedades.

Estudios han demostrado que estresores potenciales como: grandes cambios en la vida, situaciones vitales crónicas y pérdida del apoyo social, están relacionados con enfermedades cardiovasculares, debido a que la secreción de hormonas durante el estrés parecen contribuir en este tipo de enfermedades, ya que: incrementan la tendencia de coagulación de la sangre.

En cuanto a la contracción de enfermedades infecciosas como virus del herpes o de la gripe, el estrés influye ya que debilita la acción del sistema inmunológico.


A menos que tengamos una extensa práctica de meditación y hayamos logrado silenciar el diálogo interno que ocurre en nuestra mente, todo el día nos estamos diciendo algo, a veces positivo, aunque la mayor parte del tiempo, negativo.

Defensores del poder de las afirmaciones como Louise L. Hay y Burt Goldman señalan que repetirnos frases sin darnos cuenta afecta nuestra vida en la medida en que “nos digamos” algo positivo o negativo.

Muchas de estas cadenas de afirmaciones que nos decimos repetidamente son creencias o deseos arraigados por años, pero sobre todo automáticos, a los cuales no les prestamos atención consciente, pero que influyen de manera sutil en nuestra forma de pensar y comportarnos.

De esta forma estaríamos atrayendo a nuestro entorno lo que nos repetimos sin cesar. Entonces, ¿por qué no hacer de ello algo positivo y que impacte nuestra vida para bien?

Para usar afirmaciones en tu vida lo primero es construirlas de manera que ayuden a cambiar los patrones negativos y a instalar nuevas formas de pensar más positivas y adecuadas.En ese sentido, las emociones son la mejor guía para saber si lo estás haciendo bien.

Cuando una frase, ya sea negativa o positiva, resuena en tu interior y sabes que es cierta, te darás cuenta que es una creencia que tienes arraigada.

Por ejemplo, si la frase “Nadie es digno de confianza” te da una sensación de seguridad, de estar en lo correcto, quiere decir que tienes esa idea arraigada, a pesar de que la frase no sea verdad o no la hayas comprobado como cierta.

Igualmente si una frase positiva como “La vida me sonríe siempre” te hace sentir rar@, como que te estás diciendo una mentira, quiere decir que en el fondo no lo crees realmente.

La clave para comenzar a trabajar con afirmaciones que te ayuden a progresar es diseñar frases que al principio resuenen contigo aunque sea sólo un poco, ayudando a cambiar las creencias más arraigadas.

Las afirmaciones deben retar a tus opiniones negativas y cambiarlas, llevándote a un proceso de autoexamen en el que tomes conciencia de lo profundas que son tus ideas negativas y opiniones personales.

 


Comer fruta es bueno, pero comer demasiada puede provocar dolor estomacal. Reír mucho es excelente, pero hacerlo en una junta de negocios puede no ser bien visto por tus jefes. Lo mismo pasa con la soledad, tener tiempos y espacios para gozar de la soledad puede ser relajante y rejuvenecedor; pero periodos demasiado largos sin la compañía de alguien significativo en tu vida puede conducir a estados de tristeza y depresión.

Pasar tiempo solo viene acompañado de una sensación de libertad ya que uno se vuelve en el amo de tu tiempo y estas en total libertad de decidir por ti mismo sin tener que justificarte o adaptarte ante nadie. Frecuentemente por complacer a nuestra pareja, hijos, familia, amigos e incluso clientes, terminamos haciendo cosas de las cuales quizás no estamos totalmente a gusto; pero lo hacemos porque disfrutamos complacer al otro o por negociar una ventaja posterior.

Pero, aunque estar solo tiene ciertas ventajas no hay nada como tener gente a tu lado para que te apoyen en lograr lo que deseas, para ayudarte en momentos difíciles, para escucharte hablar de tus logros, relatos, ideas, experiencias etc. y para alegrarte el día solo con su presencia.

Somos criaturas sociales que necesitamos interactuar con otros. No podemos ni debemos de estar solos. En el trabajo debemos entender que al trabajar en equipo multiplicamos exponencialmente el rendimiento y productividad de los integrantes. Y en nuestra vida personal, ser amigo y tener amigos es una de las más grandes bendiciones.

Definitivamente hay que saber equilibrar la balanza.


La depresión es una enfermedad, un problema médico más frecuente de lo que se pueda una imaginar. Durante mucho tiempo las personas creían que la depresión era un signo de debilidad mental y no lo veían como un problema de salud.

Las personas con depresión tienen niveles anormalmente bajos de algunas sustancias químicas del cerebro que controlan el estado anímico, el apetito, el sueño y en ocasiones la función sexual.

La depresión no respeta raza, ocupación, nivel socioeconómico o sexo, pero estadísticamente se ha visto que afecta en mayor proporción a las mujeres. La edad en que se presenta el primer episodio de depresión está entre los 25 y 44 años de edad, es menos frecuente en las personas casadas o que tienen una relación de pareja duradera, la gente divorciada o separada es más propensa a padecer depresión.

Síntomas característicos de la depresión:

+ Estado anímico deprimido (sentirse inútil, triste, desesperado, baja autoestima y falta de confianza en uno mismo, sentimientos de culpa).

+ Afectar el pensamiento (dificultad para concentrarse y memoria afectada).

+ Mal funcionamiento físico: (desordenes de sueño y alimentación, baja de actividad sexual, cansancio).

+ Cambios en el comportamiento (ser irritable, impaciente, y ser muy negativos).