Método de Meditación al alcance de todos
La meditación está al alcance de todos y no está reservada sólo para las personas que viven en un ashram o una cueva o para gente cuyo único interés es la espiritualidad.
El convertirla en un hábito trae muchos beneficios a la persona más práctica, y también al más visionario.
En el plano físico, relaja el cuerpo, llena de vitalidad, y restaura la energía, la salud y el equilibrio. Evita el agotamiento por exceso de trabajo o de actividad.
En los niveles emocional y mental, reduce la ansiedad, la preocupación y la cólera; desarrolla paz, tolerancia, y paciencia a nivel interno y hacia el mundo exterior. Las facultades mentales funcionan mejor, y la memoria, la concentración y la fuerza de voluntad se refuerzan.
Se puede vivir una vida normal, con un trabajo y familia, y, sin embargo, al mismo tiempo, meditar y llevar una vida espiritual intensa.
Puedes prepararte poniéndote ropa relajada, velas de incienso, música suave, y esto ayuda mucho al principio, pero no es totalmente necesario, también puedes hacerlo en cualquier lugar sin necesidad de acondicionamientos especiales, pues lo más importante no es el sitio, ropa y la cubierta exterior sino lo que cuenta es la Actitud y lo que sucede en tu interior.
La meditación adecuada y eficaz requiere un poco de fuerza interior. Tiene que haber la ambición, el deseo, la fuerza de voluntad, empuje y la perseverancia. Todas estas cualidades son las mismas cualidades básicas necesarias para el éxito en el mundo material.
Incluso si eres empleado, diriges tu propio negocio o estás estudiando, puedes sacarle el máximo provecho a esta práctica. El concepto de que la meditación no es para gente práctica es totalmente equivocado.
Aquí hay un método sencillo, práctico y eficaz que aumentará tu tranquilidad y concentración y del cual se pueden obtener excelentes resultados practicando todos los días durante diez minutos:
- Busca un lugar donde puedas estar solo.
- Siéntate y presta atención a tu cuerpo. Relaja los músculos y alivia cualquier tensión física.
- Realiza unas cuantas respiraciones profundas y concéntrate en el flujo del aire cómo ingresa y sale de tu cuerpo.
- Observa tus pensamientos como si estuvieras viendo una película carente de interés. Considera tus pensamientos como las aves que vuelan en torno a una miga de pan. Este trozo de pan es tu atención. Todos esos pensamientos quieren buscar tu atención. Ellos traerán asociaciones, imágenes y sentimientos. Tu trabajo es dejarlos pasar pero sin ahondar en ellos, sin que “cojan la miga de pan”.
Esos pensamientos son visitantes que vienen a visitar tu mente. No son los dueños ni los jefes de tu mente, basta con mirarlos cómo se van alejando y no tienes interés en ver esa escena de la película. - Mantente relajado y sin tensiones. No luches contra tus pensamientos, no te sientas enojado y frustrado si no puedes permanecer lejos de ellos. Se trata de un hábito natural que cada pensamiento entra libremente en la mente. Se necesita tiempo y esfuerzo para cambiar este hábito. El secreto del éxito con este ejercicio es el desapego.
Es cuestión de práctica con determinación, paciencia y constancia y después de varios intentos, se aprende a meditar para dejar la mente libre de pensamientos y obtener serenidad, felicidad y encontrar tu SER INTERIOR.