A ninguna mujer le puede gustar pasar al lado de una manada de hombres, que lo único que hacen es mirarla y hacerla sentir incómoda con frases como «Mamita rica«, «Mamacita«, o «Te comería con papitas fritas«; la verdad es que a ellas les produce una furia interna y acumulable hacia el sexo opuesto.

Otra cosa pasa cuando un hombre saca su estampa de galán y lanza piropos que hace que la dama esboce una sonrisa después de tener un mal día, seguramente levantará el autoestima por el cielo.

Estadísticas de piropos

Según un estudio realizado, más de 6 millones de hombres piensan en decirle a una mujer entre 18 y 45 años un piropo. Mientras que ellas, a su vez, esperaron más de 4 millones de piropos; lo que indica que a la mujer de hoy le gusta recibir piropos.

El estudio desmontó el mito de que a la mujer de hoy ya no le gusta recibir piropos, ya que el 78,4% de las mujeres encuestadas declararon sentirse valoradas y reconocidas cuando lo reciben.

Siete de cada diez mujeres reconocen que los piropos subidos de tono les desagradan. La ocasión en la que la mujer agradece más un piropo es cuando está triste (88,5%). No obstante, las mujeres encuestadas también valoraron el componente de sorpresa del piropo, así a 8 de cada 10 les hace más ilusión cuando menos se lo espera.

¿Qué tal estos 10 piropos de alto nivel?

  • Dios debe estar distraído, porque los ángeles se le están escapando.
  •  Se te cayó un papel… ¡El que te envuelve bombón!
  •  ¿Ya empezo la primavera?, ¡porque eres la primera flor que veo!
  •  ¿De qué juguetería te escapaste muñeca?
  •  Estoy buscando diosas para una nueva religión… y acabo de elegirte.
  •  ¿Crees en el amor a primera vista o tengo que volver a pasar delante tuyo?
  •  Si Colón te viera diría: ¡Santa María que preciosa pinta tiene esa niña!
  • ¡Si tú eres el pecado dispuesto estoy a cumplir la penitencia!
  • Dichosa la mañana en que aparezcan tus hermosos zapatos debajo de mi cama.
  • Si verde te caes de buena, ¿qué será cuando estés madura?

En este divertido video realizado por la usuario de vimeo CUALCA! queda bastante claro eso de «No quiero tu piropo, quiero tu respeto»

[campo nombre=video]

Sin importar las circunstancias, la vida hará que nos crucemos con personajes particulares que intentarán sacarnos dinero y hagamos parte de su séquito de seguidores.

Mucho cuidado porque esos son charlatanes y nos prometerán esta vida y la otra…

Aquí van cinco tips para identificarlos:

  • Usted verá a una persona llena de carisma que confía en sí misma y que buscará cautivarlo con frases y citas que tienen un alto contenido científico, las cuales indican dominio de tema.
  • Póngale mucha atención a los términos con los cuales se expresa. Hágale el quite a las personas que juran que van a curar su organismo y cuerpo, y no se crea  soluciones mágicas .
  • No le crea a las frases paranóicas, ellos siempre están hablando de conspiraciones y que el gobierno de los países está detrás de todo lo malo que ocurre; son teorías complicadas de comprobar.
  • Es difícil sostener un mentira, oiga con cuidado suelen contradecirse si darse cuenta.
  • Muchos charlatanes se maquillan diciendo que sus prácticas son secretas para esconder su ignorancia. La mayoría de las veces no son profesionales capaces de sustentar y explicar sus métodos cuando son cuestionados.
  • No se desespere, no hay porque creer en alternativas que prometen falsas esperanzas. Los charlatanes pueden aprovecharse de esa situación y podría terminar mal.

 

La envidia se basa en el ego, el orgullo, la capacidad de auto-superación, la felicidad y actitud positiva. Estas son las 5 características principales que forman la envidia. Y por lo tanto ésta se va desarrollando a lo largo de toda la vida y como la persona ha afrontado las complicaciones a lo largo de la misma.

Para superar la envidia negativa, muy negativa o neutral tendrás que aprender a dominar tu ego en vez de que él te domine a ti.

Tendrás que ser humilde, admitir cuando alguien te ha ganado y elogiarlo por ello. Tendrás que admitir que puedes fracasar porque no eres perfecto, eres humano. Deberás guardar tu orgullo, tienes que estar muy por encima de tu orgullo y tu ego, deberás controlarlos en vez de que ellos te controlen a ti.

Tendrás que motivarte en auto-superarte constantemente, ver la vida de forma más positiva y las circunstancias también, tendrás que ser alguien a quién le satisface su vida.
Como vemos tienes que adoptar una serie de cualidades en ti que garantizarán que tengas una envidia muy positiva hacia las demás personas.

Lo siento, no hay fórmula mágica, yo te doy las claves para cambiar, eres tú quién tiene que decidir cambiar y hacerlo. Ahora tienes las herramientas, úsalas.

Estas son algunas de las características de las personas envidiosas:

  • Estar comparándose constantemente con los demás, ya sea por la personalidad o posesiones de la otra persona.
  • Estar inconforme consigo mismo.
  • Molestarse ante la felicidad o éxito de los demás, desear que todo le vaya mal a los demás para sentirse menos infeliz.
  • La persona envidiosa no vive en torno a ella sino a lo que otros tienen, lo desearían tener o de lo que carece.
  • Se torna una persona burlona, mal hablada, pesimista, crítica.
  • No reconoce la envidia.

Casi todos tenemos o hemos tenido enemigos. Personas con quienes hemos tenido conflictos, y que simplemente no logramos llevarla en paz. Tal vez hayas tenido enemigos en tu pasado, incluso desde el kinder.

Hoy puedes tener algunos enemigos. Alguna persona en el trabajo, o algún vecino, o incluso algún pariente.

Aunque nuestro primer deseo es que nuestros enemigos desaparecieran de nuestra vida, y hacemos lo posible por evitarlos, en realidad son algo que debemos aprender a valorar y agradecer.

Quiere decir que un enemigo es una persona que realmente te hace enfrentarte a ti mismo. Te obliga a aprender a manejar aspectos de ti, que realmente te hacen crecer y madurar.

Estar con amigos es fácil y realmente no representa un gran reto. Ellos nunca te van a confrontar contigo mismo como lo hace un enemigo.

Con un enemigo tienes la oportunidad de practicar un aspecto crucial de la superación personal, que es la tolerancia.

Puedes practicar tu tolerancia, por ejemplo, cada vez que enfrentas alguna situación con tu enemigo. La realidad es que las personas son como son por alguna razón que nosotros no podemos entender, y aprender a tolerar es un gran trabajo de superación para ti.

Cuando logres estar tranquilo y mantener tu felicidad personal, aún mientras enfrentas a tu enemigo, ese día podrás aplaudirte y reconocer que has logrado un gran crecimiento personal.

 

A la hora de convivir con su pareja, hay que tener presente que la situación cambia y hay que compenetrarse para que todo sea óptimo.

Cuando el amor llega hay que tener en cuenta que también llegan los defectos, sin embargo por estar tan enamorados pues no los vemos. Mientras más temprano sepamos asimilirlos será mejor para nosotros. Este mismo trabajo tiene nuestra pareja.

A medida que la pareja se consolida, sus miembros deben tomar decisiones en común y en este punto es donde pueden aparecer temas de tipo familiar. La familia de alguno de los miembros quiere seguir teniendo una parte lo suficientemente grande como para influenciar a la pareja y esto puede llegar a originar problemas.

Las decisiones de pareja se toman por los miembros de la pareja, que no pueden seguir involucrándose de forma obligada. Los padres pueden dar su opinión sobre algún tema determinado, pero la pareja no puede convertirse en una marioneta de estas decisiones. Esto no significa que debamos dejar de hablar con nuestros familiares sino saber separar sentimientos.

Debemos aprender a compartir las cosas de este modo si en nuestra vida aparecen problemas o algún tipo de crisis, será mucho más fácil resolverlo entre los dos que uno solo. La carga será menor si la compartimos. Cuando los problemas llaman a la puerta debemos afrontarlos juntos, nunca huir de ellos porque aparecerán de nuevo hasta que consigamos resolverlo.

La comunicación es un factor importante y suele ser una de las primeras cosas que falla, si mantenemos una comunicación fluida con nuestra pareja todo será mucho más fácil. Si te enfadas con tu pareja será más fácil que le digas qué es lo que te ha molestado a que esperes a ver si descubre qué te ocurre, ya que probablemente no acertará nunca.

Eso sí, no hay que olvidar la individualidad de cada uno, comparte, pero hay que poner límites para tener una autonomía y dependencia, es decir, ser uno en cuestión de pareja pero sin olvidar que está formada por dos seres individuales que tienen necesidades.

«Amar es fundamentalmente dar, no recibir», así lo explicó científicamente hace 50 años Erich Fromm en El arte de amar. Hoy, un estudio científico lo confirma y sugiere que el amor altruista puede forjar mejores amistades y matrimonios.

En un estudio realizado por General Social Survey (GSS) del Nacional Opinion Research Center de la Universidad de Chicago, una serie de encuestas a 1329 adultos, se concluyó que el amor altruista estaba asociado con una mayor felicidad, especialmente con la matrimonial.

A los participantes se les preguntó si estaban de acuerdo con frases que denotaban altruismo como «Preferiría sufrir yo antes que deja sufrir a un ser amado» o «Puedo sacrificar mis propios deseos para que la persona que amo consiga los suyos«.

Asimismo, se hacía preguntas que reportaran indicios de intenciones o conductas altruistas como «Cada cuanto tiempo dona sangre?» o «Devuelve el dinero cuando se equivocan en darle el vuelto?«. Entre aquellos que estuvieron de acuerdo con estas frases, se encontró una tendencia a reportar felicidad con sus parejas.

Dentro de los más altruistas, el 67% calificó su matrimonio como «muy feliz» y entre aquellos que fueron calificados como menos altruistas, solo el 50% dijo que eran»muy felices» en su matrimonio.

¿Cómo alcanzar el amor altruista?

Para alcanzarlo, primero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos, a crear armonía entre el propio cuerpo y alma. Esto significa comprender quiénes somos en realidad y para hacer qué hemos sido puestos en la Tierra. Significa sentirse cómodos con nuestra misión y no estar buscando distracciones. Si estamos en conflicto con nosotros mismos, ¿cómo podemos esperar alcanzar el amor con otra persona?

¿Qué es dar?

La esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano. ¿Qué le da una persona a otra? Da de si misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él – da de su alegría , da su interés , da su comprensión, da su conocimiento, da su humor, da su tristeza-, da todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él.

Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir; dar es de por si una dicha exquisita. Pero, al dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez sobre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da en cambio.

Dar implica hacer de la otra persona una dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca específicamente al amor, eso significa. El amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.

¿Cuáles son las ventajas del amor altruista?

Amar es fundamentalmente dar, no recibir», así lo explicó científicamente hace 50 años Erich Fromm en El arte de amar. Hoy, un estudio científico lo confirma y sugiere que el amor altruista puede forjar mejores amistades y matrimonios.

En un estudio realizado por General Social Survey (GSS) del Nacional Opinion Research Center de la Universidad de Chicago, una serie de encuestas a 1329 adultos, se concluyó que el amor altruista estaba asociado con una mayor felicidad, especialmente con la matrimonial.

A los participantes se les preguntó si estaban de acuerdo con frases que denotaban altruismo como «Preferiría sufrir yo antes que deja sufrir a un ser amado» o «Puedo sacrificar mis propios deseos para que la persona que amo consiga los suyos«. Asimismo, se hacía preguntas que reportaran indicios de intenciones o conductas altruistas como «Cada cuanto tiempo dona sangre?» o «Devuelve el dinero cuando se equivocan en darle el vuelto?». Entre aquellos que estuvieron de acuerdo con estas frases, se encontró una tendencia a reportar felicidad con sus parejas.

Dentro de los más altruistas, el 67% calificó su matrimonio como «muy feliz» y entre aquellos que fueron calificados como menos altruistas, solo el 50% dijo que eran»muy felices» en su matrimonio.

¿Cómo alcanzar el amor altruista?

Para alcanzarlo, primero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos, a crear armonía entre el propio cuerpo y alma. Esto significa comprender quiénes somos en realidad y para hacer qué hemos sido puestos en la Tierra. Significa sentirse cómodos con nuestra misión y no estar buscando distracciones. Si estamos en conflicto con nosotros mismos, ¿cómo podemos esperar alcanzar el amor con otra persona?

¿Qué es dar?

La esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano.

¿Qué le da una persona a otra?

Da de si misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él – da de su alegría , da su interés , da su comprensión, da su conocimiento, da su humor, da su tristeza-, da todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir; dar es de por si una dicha exquisita. Pero, al dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez sobre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da en cambio.

Dar implica hacer de la otra persona una dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca específicamente al amor, eso significa. El amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.

Cuando una relación sentimental se inicia todo parece ser de color de rosa, pero a medida que pasa el tiempo se dan situaciones que nos desconciertan y nos hacen preguntarnos si él es la persona indicada. Aquí te presentamos 5 motivos para poner fin a un noviazgo.

1. Si tu pareja intenta influir en tus gustos y te fuerza a compartir sus aficiones seguramente no acabará bien. El resultado más evidente es que una de las partes dejará a un lado sus gustos sólo por tratar de pasar más tiempo junto a él o ella. Lo ideal es que cada uno acepte y acate los gustos de la pareja, compartiendo lo que tengan en común y disfrutando por separado de lo que no.

2. El amor de pareja no es un sentimiento altruista. Sé consciente de que dar amor a alguien implica recibir lo propio de su parte. Lo mismo en el caso contrario, si estás en una relación en la cual tú eres la persona que más atenciones recibe, tu pareja llegará un momento en que te lo echará en cara. No se trata de un balance exacto pero, por lo menos hay que tratar de equilibrarlo.

3. Cuando nuestra pareja no encaja en nuestro entorno social. Este es quizá uno de los problemas más evidentes. Si este es tu caso, actúa con inteligencia y procura repartir tu tiempo entre tu pareja, amigos y familia. Nunca dejes que una persona que acaba de entrar en tu vida te aparte de tu entorno.

4. No te autoengañes, las personas no cambian. Cuando en una relación existen puntos de divergencia se puede esperar que se pulan, nunca a que se cambien. Cada uno tiene sus virtudes y defectos, y la clave del equilibrio está en modificar esas conductas que molestan al otro, sin perder nuestra personalidad ni sentir que se nos impone nada.

5. El sexo. La vida sexual de la pareja es muy importante a la hora de prolongar la relación en el tiempo. La monotonía y la rutina pueden conducir a que la pasión se extinga. No te des por vencid@, y trata de evitar este trance, pero si el problema radica en que, al principio de la relación estabas tan enamorad@ que el sexo te parecía una maravilla por el simple hecho de que era con él o ella, y ahora te das cuenta que “tampoco es para tanto”, el fallo es de base.

Alfonso Fouce, psicólogo infantil y Marc Giner, psicopedadgogo y logopeda, han realizado un amplio listado donde enumeran los errores que los padres cometen frecuentemente con sus hijos; muy negativos para su desarrollo y equilibrio emocional.

1. Comprarle todo aquello que nos pida.

2. Darle siempre la razón cuando tenga un problema.

3. Dejarle que hable mal, todos sus amigos lo hacen.

4. Ponerle un televisor y/o un ordenador en su habitación (con acceso ilimitado a internet por supuesto y si puede ser con la playstation)

5. Avergonzarnos cuando hace una rabieta.

6. No darle abrazos ni besos, ni decirle lo importante que es para nosotr@s.

7. No exigirle en relación a la escuela ni en las tareas de la escuela.

8. No castigarle ni llamarle la atención sobre su conducta nunca.

9. Castigarle cada día.

10. Que la madre le diga que no a una cosa y el padre la consienta o viceversa.

11. Chillarle o estresarnos cada día para que haga lo que le exigimos.

12. No jugar ni hablar tranquilamente nunca con él o ella.

13. No establecer ni unos horarios ni unas reglas del juego mínimas.

14. No pedirle que colabore con la casa en las cosas que están a su alcance.

15. Permitirle las mismas cosas que a sus hermanos mayores, o prohibirles a estos porque sino el pequeño se enfada o hace una rabieta.

16. No enseñarle unas normas y/o valores, sean del tipo que sean.

17. Creer que nuestro hijo siempre nos miente, acabará haciéndolo.

18. Creer que nuestro hijo es malo, acabará siéndolo.

19. No darle buen ejemplo.

20. No hacer lo que les decimos a ellos que deben hacer.

En los últimos 10 años, las tecnologías han avanzado a gran velocidad, no sólo en lo relativo al bienestar del día a día, la salud, el estudio del espacio, las telecomunicaciones y demás campos que afectan a la globalidad si no también en todo lo relativo a las relaciones personales.

El uso de Internet, las redes sociales, teléfonos inteligentes, los chats, la mensajería instantánea, las videollamadas… avalancha de opciones que ¿facilitan? la comunicación.

Antes del boom tecnológico, los celulares eran un artículo de lujo, casi nadie tenía uno y todos vivíamos felices, contentos e incomunicados excepto cuando estábamos en casa o en el trabajo. La colectivización de los teléfonos móviles, la reducción de su precio a la par que de su tamaño y la mejora de sus prestaciones, propició que todo quisque quisiera y obtuviera uno, hasta el punto en el que estamos hoy: cerca de los 5.000 millones de aparatos en el mundo.

La previsión indica que en dos años seremos 7.000 millones de personas en el planeta y en este momento ya hay en funcionamiento 5.000 millones de terminales, si en el primer trimestre de 2011 se vendieron cerca de 500 millones de aparatos… hay más teléfonos que personas.

El hecho realmente preocupante es la forma en que nos comunicamos actualmente, la pérdida de la cercanía que da la conversación cara a cara, lo humano de mirarse a los ojos cuando se habla.

Ya existe una generación que se está perdiendo todo eso. Aquellas largas charlas, conversaciones a múltiples bandas en las que todos nos reímos a la vez de las tonterías que se cuentan, ya casi no se ven.

Bien es cierto que hay un mundo de posibilidades en el uso de las tecnologías como medio de comunicación, como conversaciones subidas de temperatura, el sexo virtual, a calentar motores antes de verte, a jugar con las palabras y las imágenes que evocan en mi mente, a planear un encuentro antes de hacerlo realidad.

El placer de una buena conversación se está cambiando por quedar para hablar de nada y luego, de camino a casa, mientras ceno o incluso cuando ya estoy en la cama, que me bombardeen con declaraciones de intensidad variable que no han tenido redaños para soltarme a la cara.

 Uno de los golpes más fuertes que puede sufrir una relación de pareja es la infidelidad. Cada quien reacciona de diferente forma ante las situaciones que la vida nos presenta, sin embargo para la mayoría de la gente la infidelidad es algo imperdonable y sin remedio.

Cuando una pareja cae en esta situación se fragmentan muchas cosas, pero lo más afectado siempre es la confianza. Cuando se pierde la confianza y la seguridad, tanto en la pareja como en uno mismo, es casi imposible restablecer algún vínculo en el futuro.

La mayoría de las parejas que sufren de infidelidad nunca logran recuperarse y por lo tanto se separan. Podemos decir que cuando se trata de parejas jóvenes reponerse no resulta tan complicado, contrario a lo que sucede con parejas antiguas y con hijos de por medio.

Muchas personas tienen la capacidad para superar la separación de su pareja por si solas, pero hay otras que necesitan tratamientos y terapias especiales que les ayuden a recuperar la seguridad y el ánimo para seguir adelante. Sea cual sea su caso, si usted esta pasando por una situación similar y esta segura de que la determinación a la que llegó es la mejor para usted y sus hijos, entonces no quite el dedo del renglón y ‘manos a la obra’.

1. Una vez que tome su determinación final, procure buscar siempre su bienestar, ya que en la medida en que usted actúe y enfrente el conflicto, sus hijos la verán como un ejemplo a seguir y reaccionarán positivamente.

2. Siempre actué concientemente y con la mayor cordura posible. Sus hijos imitarán la actitud que usted adopte: si la ven fuerte, reaccionaran con valor; si la ven débil y que se deja pisotear, reaccionarán temerosos e inseguros. Sus hijos heredarán los mismos patrones, los cuales pueden beneficiar o afectar su concepto del amor y el matrimonio.

3. Si durante el proceso del divorcio o de la separación siente que no puede sola con la carga, busque ayude para usted misma y para sus hijos.

4. A partir de los 6 años, los niños son capaces de comprender cualquier situación siempre y cuando se les explique con amor y claridad.

5. Dependiendo de su edad, oriéntelos, hábleles con claridad y hágales saber lo que es la infidelidad.

6. Por estar en medio de la situación, lo hijos se pueden confundir con mucha facilidad. Por eso siempre debe hablarse con claridad, utilizar las palabras adecuadas y con tranquilidad.

7. Sin importar lo que haya sucedido entre su pareja y usted, NUNCA le hable mal a sus hijos de su padre.

8. Durante el proceso de la separación es muy importante que se mantenga cerca de sus hijos y que les recalque ellos no son culpables de nada y que su padre siempre estará cerca para apoyarlos.

9. Tome decisiones sabias. Antes de que en casa comiencen los conflictos y los abusos emocionales, póngale remedio a la situación.

10. EL conflicto entre usted y su pareja es únicamente suyo, no involucre a sus hijos.