¿Cómo no quedar mal? y hacer las cosas con las que te comprometes
¿Alguna vez dijiste: «Sí, voy a hacer eso, con toda seguridad”, te comprometiste – y luego resultaste con nada? De seguro te sientes muy mal cuando algo así ocurre.
Hasta las cosas más sencillas como: lavar los platos, visitar a un amigo, escribir a alguien un correo electrónico de respuesta o terminar un informe, si no realizamos lo que dijimos, pues quedamos muy mal ante los ojos de quienes nos rodean y poco a poco podemos ganar fama de “persona incumplida”.
Hay todo tipo de razones por las que a veces no hacemos lo que decimos que haremos, como por ejemplo:
- No sacamos el tiempo.
- No tenemos la disposición, ni la energía para ello.
- No nos interesa.
- Nos damos cuenta de que en realidad no queríamos hacerlo.
- Simplemente dijimos que “Sí” y luego se nos olvidó.
Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de que siempre llevaremos a cabo lo que hemos dicho que vamos a hacer?
La Clave “Detente y piensa antes de asumir un nuevo compromiso”
En primer lugar, no te apresures a decir que «sí». A muchas personas les resulta difícil rechazar la petición de algún amigo o colega. Pero a largo plazo, es mucho mejor decir a la gente que no tiene el tiempo, ni energía para comprometerse a ayudarlos en este momento, que hacer promesas y finalmente dejarlos plantados.
Al recibir una nueva propuesta, tómate un poco de tiempo para respirar y pensar bien, pregúntate, si puedes abordar este nuevo compromiso. Explícales a las personas que te vas a tomar un día o dos para pensar en ello, para asegurarte de analizar todos los por menores del asunto, piensa cómo en los siguientes factores:
- Posees el tiempo para abordar el nuevo compromiso.
- Tienes el conocimiento necesario que te permitirá sacar adelante la tarea, en caso de comprometerte con ella.
- Cuentas con los recursos suficientes que se pueden derivar de este compromiso.
- Si prestar esa ayuda va ser conveniente a puede meterte en aprietos.
- Piensa decir que “Sí” sólo por pena o ¿porque te sientes presionado?
La próxima vez que estés a punto de decir de modo impulsivo “Sí, claro, voy a hacer eso«, Detente!. Realmente necesitas tiempo para tomar una decisión sobre el asunto.
Luego de tomarte tu tiempo y pensarlo con cabeza fría, le comunicas lo que has pensado a la persona que te planteó el asunto, y de seguro la decisión que tomaste va a ser la mejor.
Recuerda que también está bien decir que no!