Nuestra primera recomendación, tómate un tiempo para mirar atrás y reflexionar sobre tu vida. Durante cuánto tiempo miraste de dentro hacia fuera sin detectar los errores cometidos; por ello, es necesario cambiar la perspectiva, ¡observar el panorama interior! Cuando puedas mirar los planos y bocetos de tu vida, podrás de decidir en qué áreas debes adoptar nuevas estrategias o hacer cambios.
Segundo, busca un lugar donde puedas meditar y relajarte, respira profundo, una mente clara y concentrada es la condición más importante para recuperar la confianza y autoestima. Cuando nuestra mente está llena de pensamientos negativos o de trabajo (¡o de ambos!) no puedes concentrarte en los hechos en sí mismos.
En este punto, necesitas adoptar estrategias. ¿Qué es lo que aspiras hacer? Establece metas claras sobre lo que quiere lograr y en cuánto tiempo. Puede empezar por algo pequeño para ganar un poco de auto-confianza, quizá ser capaz de hablar con la chica que siempre te gustó o incluso sobresalir en el trabajo. El truco es que cuando haces que una cosa suceda, ésta se propaga al resto de tu vida.
Haz una lista personal sobre los aspectos positivos y los negativos de tu vida; en ella identifica tus defectos y fortalezas, en tus dones naturales. De esta manera podrás concentrarte en los puntos que necesitas mejorar de tu vida. Al elaborar la lista, pídele ayuda a compañeros de trabajo o a la gente que te rodea, así, la lista de reflejará más fielmente (a veces nos duele ser sinceros) las cosas buenas y malas en ti.
Celebra tus logros personales —tanto como se pueda—; ésta es una estrategia para canalizar la energía positiva hacia nuestro interior. Cada vez que alcance un punto en el camino a su meta, ensaye realizar una pequeña celebración y cuéntales a tantas personas como pueda. De esta manera, el contador de energía positiva puede virar a tu favor.
También has una lista de logros, puedes llamarla la “lista gratificante”. Mírala cada vez que pierdas el rumbo, cuando necesites sentirte positivo, especialmente durante los tiempos difíciles. Esta sencilla lista, puede ser la diferencia entre recaer a zonas de baja autoestima, o retomar el camino hacia una mayor confianza en ti mismo.
Por último, pero no menos importante, rastrea tu «progreso emocional» – por decirlo de alguna manera. Saber si estás o no mejorando, te ayudará a volver a evaluar los métodos utilizados, y te permitirá percibir qué tan grave es el problema.
Nota: Si los métodos convencionales como éste no te funcionan, quizá debes valorar la posibilidad de buscar ayuda profesional, como un psicólogo.