Una de las principales características de la auto-disciplina es la capacidad de renunciar a la gratificación instantánea e inmediata, en favor de una mayor ganancia o resultados más satisfactorios, incluso si esto requiere tiempo y esfuerzo.
La autodisciplina nos da el poder de atenernos a nuestras decisiones y seguir a través de ellas, sin vacilar, y es por tanto uno de los requisitos importantes para lograr los objetivos.
La posesión de auto-disciplina nos permite elegir, y después perseverar con acciones, pensamientos y conductas, que conducen a la mejora y el éxito.
También nos da el poder y la fuerza interior para superar las adicciones, la desidia y la pereza y dar seguimiento a todo lo que se hace.
Contrariamente a la creencia común, la autodisciplina no es un comportamiento grave y limitado o un estilo de vida restrictivo. Es un ingrediente muy importante para el éxito en todos los aspectos de nuestra vida. Se expresa como la perseverancia, la capacidad de no renunciar a pesar del fracaso y retrocesos, como el control de uno mismo, y como la capacidad para resistir las tentaciones y distracciones que tienden a interponerse en el camino para alcanzar las metas. De hecho, es uno de los pilares más importantes de éxito real y estable.
Esta habilidad conduce a la confianza en uno mismo, la autoestima y la fuerza interior, y en consecuencia a la felicidad y satisfacción. Por otro lado, la falta de autodisciplina puede conducir a problemas de fracaso, la pérdida, la salud y las relaciones, la obesidad y otros más.