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Para liberarse del pasado

¿Qué importa lo que ha pasado? Las personas con las que compartí ya no están, debo dejarlas atrás con las vivencias que coincidimos. Sólo guardo conmigo sus enseñanzas pero a ellas las dejo partir y me permito a mí mismo soltarlas y disfrutar así del presente sin estar recordando el pasado.

Los errores que cometí, ya no podré devolverme en el tiempo para corregirlos, y si ahora me parecen errores, debo tener en cuenta que en su momento era lo mejor que podía hacer de acuerdo a lo que pensaba y sentía. Por eso me perdono ahora y en el pasado deben quedar.

  • Sólo pienso en el hoy y en adelante. Mientras viva tengo muchísimo camino por recorrer, hacer y aprender.
  • ¿Y ahora qué sigue? Necesito ubicarme y realizar las siguientes preguntas para que siga fluyendo la vida.
  • ¿en dónde estoy?
  • ¿cómo me siento?
  • ¿qué posibilidades tengo?
  • ¿hacia dónde quiero ir?
  • ¿qué es lo que quiero lograr?
  • ¿cómo lo voy a lograr?

Hay momentos de recesión, hay momentos de reflexión que al dejarlos fluir dejan salir más adelante momentos de movimiento, de creatividad, de estudio y de vida.

¡ADELANTE!

 Uno de los golpes más fuertes que puede sufrir una relación de pareja es la infidelidad. Cada quien reacciona de diferente forma ante las situaciones que la vida nos presenta, sin embargo para la mayoría de la gente la infidelidad es algo imperdonable y sin remedio.

Cuando una pareja cae en esta situación se fragmentan muchas cosas, pero lo más afectado siempre es la confianza. Cuando se pierde la confianza y la seguridad, tanto en la pareja como en uno mismo, es casi imposible restablecer algún vínculo en el futuro.

La mayoría de las parejas que sufren de infidelidad nunca logran recuperarse y por lo tanto se separan. Podemos decir que cuando se trata de parejas jóvenes reponerse no resulta tan complicado, contrario a lo que sucede con parejas antiguas y con hijos de por medio.

Muchas personas tienen la capacidad para superar la separación de su pareja por si solas, pero hay otras que necesitan tratamientos y terapias especiales que les ayuden a recuperar la seguridad y el ánimo para seguir adelante. Sea cual sea su caso, si usted esta pasando por una situación similar y esta segura de que la determinación a la que llegó es la mejor para usted y sus hijos, entonces no quite el dedo del renglón y ‘manos a la obra’.

1. Una vez que tome su determinación final, procure buscar siempre su bienestar, ya que en la medida en que usted actúe y enfrente el conflicto, sus hijos la verán como un ejemplo a seguir y reaccionarán positivamente.

2. Siempre actué concientemente y con la mayor cordura posible. Sus hijos imitarán la actitud que usted adopte: si la ven fuerte, reaccionaran con valor; si la ven débil y que se deja pisotear, reaccionarán temerosos e inseguros. Sus hijos heredarán los mismos patrones, los cuales pueden beneficiar o afectar su concepto del amor y el matrimonio.

3. Si durante el proceso del divorcio o de la separación siente que no puede sola con la carga, busque ayude para usted misma y para sus hijos.

4. A partir de los 6 años, los niños son capaces de comprender cualquier situación siempre y cuando se les explique con amor y claridad.

5. Dependiendo de su edad, oriéntelos, hábleles con claridad y hágales saber lo que es la infidelidad.

6. Por estar en medio de la situación, lo hijos se pueden confundir con mucha facilidad. Por eso siempre debe hablarse con claridad, utilizar las palabras adecuadas y con tranquilidad.

7. Sin importar lo que haya sucedido entre su pareja y usted, NUNCA le hable mal a sus hijos de su padre.

8. Durante el proceso de la separación es muy importante que se mantenga cerca de sus hijos y que les recalque ellos no son culpables de nada y que su padre siempre estará cerca para apoyarlos.

9. Tome decisiones sabias. Antes de que en casa comiencen los conflictos y los abusos emocionales, póngale remedio a la situación.

10. EL conflicto entre usted y su pareja es únicamente suyo, no involucre a sus hijos.

 

En lo primero que se piensa es en los castigos. Revise primero si la causa fue el descuido de los deberes escolares, una dificultad en particular o alguna situación personal o familiar que pudo afectar el rendimiento académico del niño.

Los padres deben reflexionar sobre cuál fue su papel en la vida escolar de su hijo y si participaron en las actividades académicas del colegio. Las instituciones tienen que cuestionarse y revisar los planes de estudio, modelo pedagógico y sistema de evaluación para saber qué pudo haber fallado, dice un experto en el tema.

Los padres también deben sentarse a discutir con los colegios sobre qué esperan de ellos y cómo pueden ayudar. Si un niño reprobó se debe empezar por el colegio. Éste debe hacer un ejercicio de evaluación en el que los docentes analicen las razones por las cuales se dio la reprobación escolar, qué planearon y programaron, qué se cumplió y si lo implementado apoyó o no el desarrollo del aprendizaje.

Las instituciones deben revisar si sus currículos y sistemas de evaluación se implementaron de forma correcta. Si el profesor, agrega, no hace un buen diagnóstico de la causa de la reprobación, puede tomar decisiones equivocadas. Las instituciones deben esforzarse para que sus alumnos aprendan con agrado y, aunque educarse es un derecho, éste debe ir amarrado a ciertas obligaciones.

Hay estudiantes que pierden el año porque emocionalmente se han visto afectados con el divorcio de sus padres y el poco interés que los adultos les muestran. De allí la importancia de revisar el entorno familiar del niño y mirar, por ejemplo, si hubo exceso de permisos y libertades.

Los estudiantes, por su parte, deben hacer una autoevaluación acerca de cuál fue su falla y cómo subsanarla. Aquí se le hace un llamado a los padres para que no retiren del colegio a sus hijos y los apoyen en superar sus falencias y a los colegios, reforzar la cultura y el deporte en los currículos para retener a los estudiantes.
El divorcio y los problemas entre los padres afectan a los estudiantes. Al encontrar las causas que motivaron la pérdida de año escolar, padres, colegio y estudiante deben trabajar de la mano para superar esta falla. El castigo no es la solución.

Un divorcio no es fácil para nadie. Además de las consecuencias materiales que puede traer a quien lo pasa, están las afectaciones emocionales, en particular, la autoestima. El golpe que da un divorcio a la imagen propia es usualmente negativo y los cuestionamientos y la autocrítica no se hacen esperar.

La construcción de una autoestima fuerte y saludable antes, durante y si es el caso, después del matrimonio, es importante para enfrentar los cambios que la vida trae. Seguir un curso de autoestima es importante en todos los momentos de la vida.

Consejos para salir rápidamente del proceso de duelo que trae un divorcio:

Reafirma lo bueno en tu vida. Agradecer lo bueno que tienes y cambiar los pensamientos y afirmaciones negativas por positivas cambiará poco a poco tu estado mental.

Piensa positivamente. Es difícil en esos momentos de soledad pensar positivamente, pero hay que darse una oportunidad. Observa cuidadosamente lo que piensas y atrapa los pensamientos negativos para cambiarlos por ideas de alto valor.

Deja el pasado atrás. No hay que darle vueltas al pasado tratando de adivinar qué pasó. Úsalo como un ejercicio de aprendizaje, para que no se vuelva a repetir.

Haga cambios significativos. Toma cursos, inscríbete a talleres, estudia en casa, únete a un club, cambia de empleo, rompe con la rutina y lo que no te gusta para que te motives.