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Vive tranquilo, evita las prisas. La ansiedad y el apresuramiento ahogan la satisfacción de vivir, pues crean confusión interior.

Si actúas con serenidad frente a los problemas podrás solucionarlos, y tendrás mayor aceptación entre aquellos que te rodean.

Regálate un instante para pensar en lo que dice tu interlocutor y en tu respuesta adecuada.

La serenidad es tu fuerza interna que trabaja a tu favor y facilita la convivencia armoniosa.

La lluvia de ideas es una forma con la que muchos gerentes animan a sus empleados a crear e innovar. El objetivo es conseguir nuevos elementos que ayuden a crecer cualquier tipo de organización o proyecto.

La forma tradicional de reunir a los empleados con una hoja en blanco, no es tan productiva como dejar que los empleados sean los que tengan la iniciativa de generar las ideas. Según los expertos, la crítica anima a los empleados a participar más plenamente con el trabajo de otros y evaluar sus propios puntos de vista. Esto al final hará más creativas las propuestas que se generen en este tipo de reuniones.

Hay formas entonces de lograr el objetivo. Por ejemplo, cuando una persona está cómoda, su cerebro también lo está, pues dedica toda su atención a la tarea que está haciendo.

A la hora de generar ideas, se recomienda escoger unos zapatos cómodos, pantalones largos en vez de falda para las mujeres, escoger una mesa donde se pueda ver el tablero o el computador con facilidad y procurar que el clima sea ideal.

De igual manera, entre más preguntas sobre el tema mucho mejor. Tenga un banco de preguntas, es la mejor manera de innovación. Las básicas son: lo que se necesita, quiere y desea.

Genere debates por medio de preguntas, así se lograrán muy buenos resultados. La estrategia de refutar puede ser una buena arma para lograr mejores resultados de los que espera.

Finalmente, ocupe todo el tiempo que sea necesario a la generación de ideas. Las ideas finales serán las que mayores avances produzcan. Anímese y anime a su equipo a generar ideas todo el tiempo, no solamente en las reuniones que hagan para este fin, a que hagan anotaciones de las ideas que ya tienen.

En la vida como en el ajedrez el único que tiene que moverse hacia adelante es el peón. ¿Cómo jugarse la vida? ¿Vale la pena ser Rey?  Copiamos esta reflexión realizada por el Docente Sergio A. Castrillón. Profesor de Negocios Internacionales de Eafit, esperamos que sirva de reflexión a nuestro lectores.

Como ciudadano, no deja uno de escandalizarse frente a los múltiples escándalos de corrupción, las tentaciones del dinero fácil y las ilusiones del arribismo social que seducen a nuestros jóvenes profesionales.

Como profesor universitario, es preciso ir más allá de la indignación, pues se hace imperativo ser parte de la solución, ir más allá de los lamentos, pues con rasgar las vestiduras no necesariamente contribuimos a encaminar mejor las futuras generaciones.

Así pues, en estos días me puse en la tarea de auscultar las razones por las cuales nuestros estudiantes, siguen dejándose descrestar (literalmente, corriendo además el riesgo de perder sus testas, junto a las decorativas crestas) por las promesas efímeras del éxito cortoplacista y el esfuerzo mínimo. Se me ocurrió pensar que quizás nunca han leído a Estanislao Zuleta elogiando la dificultad, y que seguramente desconocen a Hesíodo, que desde hace siglos rescataba la importancia del trabajo para hacer realidad los anhelos de justicia, en los días de la humanidad.

Aunque son lecturas encantadoras, y la filosofía ciertamente es parte de la solución en el largo plazo, creo que también conviene pensar en modelos mentales más lúdicos, que desaten además la imaginación y faciliten la tolerancia frente a la incertidumbre (pues de alguna forma, el apego a los logros, puede interpretarse como una aprehensión hacia la incertidumbre).

¿Cómo transmitir entonces el mensaje, que el éxito no lo es todo, o qué el proceso es más importante; o como dice el poeta, que lo importante no es el punto de llegada, sino el camino que se recorre?

Se me ocurrió entonces pensar en el ajedrez, donde la figura más humilde, ignorada y masiva, puede interpretarse como una metáfora excelente para repensar nuestros patrones de conducta social.

En nuestras sociedad vemos reinas que se mueven sin restricción alguna; quizás seduciendo con su belleza, tal vez financiadas por algún capo de agujeros negros, centros de fuerzas gravitatorias difíciles de contener. También vemos caballos que saltan con ímpetu y presteza, sin consideración alguna por los demás. Muchos alfiles, avanzan con destreza, diagonalmente, con posibilidad de reversar y cambiar de rumbo, sin comprometerse en la orientación, cubiertos con un cierto manto de sacralidad. También observamos torres que reflejan solidez, que protegen y con rapidez cubren vastos territorios; que pueden ir y volver, desplegando fuerza. Obviamente también encontramos el rey, que todos quieren proteger y servir, el centro de la lisonja y servil atención de los demás, que renuncian a su propio destino, sacrificándolo en función de otra ficha, que simplemente ostenta una jerarquía mayor.

Sin lugar a dudas, todas las figuras son valiosas dentro del ajedrez, y nos permiten esbozar símiles para pensar la sociedad. Cada figura permitiría ahondar la reflexión explorando sus significados dentro de la sociedad actual, o interpretando su lugar en la génesis y evolución del juego. Pero hoy, le quiero dar protagonismo al peón, pues en la vida y en el juego, representa un modelo de acción, honesta y determinada.

El peón es la figura más similar al ser humano: es la más frágil del tablero, la de mayoritaria presencia, la más vulnerable, por su posición y contextura. Sin embargo, su debilidad se convierte en potencia, pues siempre debe mirar hacia adelante, y su restricción de poder avanzar sólo una casilla a la vez, le otorga una constancia inigualable. El peón no puede retroceder, sus diagonales son pequeñas y orientadas, siempre en función del norte, muy parecido al ineludible destino de la gran población, que con pequeños logros construye su proyecto de vida, un día a la vez; sin recurrir a atajos ni privilegios.

¿Por qué no atrevernos a proponer distintos modelos para nuestros estudiantes y profesionales? ¿Por qué no desechamos de nuestro inconsciente colectivo el modelo del rey, la más inútil de las fichas, inherentemente lento, ambiguo y condenado a esconderse? Aunque la idea no es ofrecer una apología a la iniquidad ni a la asimetría social, repensar el role del peón nos ayuda a reivindicar la idea del mérito y la persistencia; del trabajo honesto, de quienes se esfuerzan, a veces se sacrifican, pero nunca claudican.

Los peones nunca caen como cocos, pues nunca suben como palmas. No pueden refugiarse en solapados enroques, ni tienen un séquito de servidores que generan barreras que los aíslan de la realidad. Los peones están a la vanguardia, son los pioneros, son quienes abren el juego, y a la postre son los únicos capaces de transcender, de convertirse en algo más, de transformarse y potenciar sus capacidades. En una sociedad como la nuestra, todo eso es bastante loable y nada despreciable.

Fuente: dinero.com

Cuatro amigos universitarios se fueron de juerga un fin de semana antes de los exámenes finales. Se lo pasaron bomba. Después de tanta fiesta, durmieron la resaca todo el domingo y no volvieron a casa hasta el lunes por la mañana.

Como no habian podido estudiar, en lugar de entrar al examen final, decidieron que al terminar el examen hablarían con el profesor y le explicarían la razon por la cual no habian acudido.

Le explicaron que habían ido de viaje el fin de semana y planeaban regresar para estudiar, pero desafortunadamente tuvieron un pinchazo en el auto… No tenían herramientas y nadie les había querido ayudar.

Como resultado de la aventura, no llegaron a tiempo al el examen final. El profesor pensó durante un rato y acordó hacerles el final al día siguiente.

Los cuatro amigos estaban eufóricos Estudiaron toda la noche y se presentaron al examen a la mañana siguiente. El profesor les puso en aulas separadas y les entrego a cada uno su examen. Vieron que en papel solo había una pregunta:

¿Qué rueda exactamente fue la que se pincho?

 Uno de los golpes más fuertes que puede sufrir una relación de pareja es la infidelidad. Cada quien reacciona de diferente forma ante las situaciones que la vida nos presenta, sin embargo para la mayoría de la gente la infidelidad es algo imperdonable y sin remedio.

Cuando una pareja cae en esta situación se fragmentan muchas cosas, pero lo más afectado siempre es la confianza. Cuando se pierde la confianza y la seguridad, tanto en la pareja como en uno mismo, es casi imposible restablecer algún vínculo en el futuro.

La mayoría de las parejas que sufren de infidelidad nunca logran recuperarse y por lo tanto se separan. Podemos decir que cuando se trata de parejas jóvenes reponerse no resulta tan complicado, contrario a lo que sucede con parejas antiguas y con hijos de por medio.

Muchas personas tienen la capacidad para superar la separación de su pareja por si solas, pero hay otras que necesitan tratamientos y terapias especiales que les ayuden a recuperar la seguridad y el ánimo para seguir adelante. Sea cual sea su caso, si usted esta pasando por una situación similar y esta segura de que la determinación a la que llegó es la mejor para usted y sus hijos, entonces no quite el dedo del renglón y ‘manos a la obra’.

1. Una vez que tome su determinación final, procure buscar siempre su bienestar, ya que en la medida en que usted actúe y enfrente el conflicto, sus hijos la verán como un ejemplo a seguir y reaccionarán positivamente.

2. Siempre actué concientemente y con la mayor cordura posible. Sus hijos imitarán la actitud que usted adopte: si la ven fuerte, reaccionaran con valor; si la ven débil y que se deja pisotear, reaccionarán temerosos e inseguros. Sus hijos heredarán los mismos patrones, los cuales pueden beneficiar o afectar su concepto del amor y el matrimonio.

3. Si durante el proceso del divorcio o de la separación siente que no puede sola con la carga, busque ayude para usted misma y para sus hijos.

4. A partir de los 6 años, los niños son capaces de comprender cualquier situación siempre y cuando se les explique con amor y claridad.

5. Dependiendo de su edad, oriéntelos, hábleles con claridad y hágales saber lo que es la infidelidad.

6. Por estar en medio de la situación, lo hijos se pueden confundir con mucha facilidad. Por eso siempre debe hablarse con claridad, utilizar las palabras adecuadas y con tranquilidad.

7. Sin importar lo que haya sucedido entre su pareja y usted, NUNCA le hable mal a sus hijos de su padre.

8. Durante el proceso de la separación es muy importante que se mantenga cerca de sus hijos y que les recalque ellos no son culpables de nada y que su padre siempre estará cerca para apoyarlos.

9. Tome decisiones sabias. Antes de que en casa comiencen los conflictos y los abusos emocionales, póngale remedio a la situación.

10. EL conflicto entre usted y su pareja es únicamente suyo, no involucre a sus hijos.