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No todo el mundo se siente cómodo al ser fotografiado. Algunos simpre salen de modo extraño en las fotos, tal vez por que los toman de sorpresa o por que piensan que no son fotogénicos. Estos trucos pueden ayudarte a salir mejor en las fotos, prueba a ver como te va.

  • Oculta tus defectos. Lo malo sobre las fotografías es que son imágenes simplemente congeladas de un ángulo en un instante de tiempo, no pueden demostrar todas tus buenas cualidades. La bueno sobre ellas es que puedes ocultar fácilmente ciertas características que no te gustan. Si tienes una mirada fea en un lado de tu cara, por ejemplo, muestra el otro lado de la cara.
  • Conoce tu mejor ángulo. Más allá de ocultar tus defectos, encontrar el angulo recto para tu cara puede ser una parte más difícil. Lo mejor que puedes hacer es experimentar usando una cámara fotográfica digital de modo que puedas ver inmediatamente los resultados de cada actitud. Así rápidamente podrás encontrar el mejor ángulo para ti, y puedes entonces utilizar ese ángulo en el futuro. La actitud del modelo clásico es poner tu cuerpo 3/4 hacia la cámara fotográfica con un pie delante del otro y un hombro más cercano a la cámara fotográfica que el otro. ésta no es la mejor posición para todos.
  • Líbrate de la papada. Inclinar tu cabeza abajo levemente e intenta colocarte de modo que la cámara fotográfica esté un poco arriba de tu nivel del ojo. Esto ocultará la papada eficazmente. Puedes también poner una mano debajo de tu barbilla como si estubieras reclinando tu cabeza en tu mano (apunta el lado del pulgar de tu mano hacía ti). No reclines realmente peso sobre la mano. También puedes intentar poner la lengua en tu paladar.
  • Levanta tu cuello. Un truco de los modelos es presentar una actitud 3/4 a la cámara (esto es dar vuelta a tu cabeza para exponer 3/4 de ella a la cámara fotográfica, y no una foto frontal) y entonces levanta tu cuello e inclina levemente tu cabeza abajo, como si fueras un pavo que pega su cabeza hacia fuera (sin realmente empujar tu barbilla hacia fuera). Esto mejora la definición facial y ayudarás a mejoran arrugas y la piel flácida.
  • Relájate. Muchas personas salen mal en las fotos debido a que congelan su cuerpo y las hacer ver finjidas. Si sabes que te van a tomar una foto, espira profundo y exhala naturalmente, relajando tus brazos y hombros. Sonreir o tener una actitud es apropiado. Si no respiras adecuadamente aparecerás muy tenso y sofocado en la foto. Entre más relajado estés mejor será la foto.
  • Sonrie con tus ojos. Nada proyecta más felicidad y belleza como ojos sonrientes. Practica delante de espejo abriendo los ojos y una sonrisa relajada hasta lograr una mirada sonriente.
  • No debes Sumir la panza. Esto  hará que parezcas poco atractivo porque tus costillas se saldrán a través de la camisa.
  • Aprende a Sonreír– A la gente no le gusta aparecer en las fotos con una enorme sonrisa. Al sonreír demasiado se descubren las encías y provoca que los ojos se pongan achinados.
  • Nunca mires directamente a la cámara – SIEMPRE, mira ligeramente hacia un lado de ella.

Cierto día un turista y lleguo de visita a la casa maestro sabio.

Al entrar, se dio cuenta que la morada del viejo consistía de un colchón en el piso y unos pocos libros.

Extrañado, le preguntó:

— Disculpe, pero, ¿dónde están sus muebles?

El anciano le miró con calma y respondió:

— ¿En dónde están los suyos?

— Pero si yo sólo estoy aquí de paso.- le replico el turista.

El maestro sonrió levemente y dijo:

— Yo también….

Cierto día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pradera. El animal abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.

Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, jefe de un rebaño, que viendo el espacio ya abierto hizo a su rebaño seguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese mismo sendero: entraban y salían, giraban a la derecha y a la izquierda, descendían, se desviaban de los obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva vía.

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en una amplia carretera donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría realizarse en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, finalmente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto intrincado era el peor de todos.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía al ver que los hombres tienen esa ciega tendencia rutinaria a seguir la vía que ya está abierta, sin preguntarse si habría acaso una mejor opción o camino. Tal vez hubiesen descubierto otros paisajes más bellos.


  1. Templanza. «Comer sin llegar a la saciedad; beber sin llegar a la exaltación».
  2. Silencio. «Hablar únicamente de aquello que pueda benficiar a los demás o a nosotros mismos; evitar las conversaciones triviales».
  3. Orden. «Asignar a todas las cosas su lugar; dedicar a cada parte del negocio su propio tiempo».
  4. Resolución. «Resolverse a desempeñar lo que se debe hacer; desempeñar sin fallar aquello que se ha resuelto hacer».
  5. Frugalidad. «No hacer gasto alguno si no es para bien propio o de los demás; es decir no desperdiciar dinero alguno».
  6. Laboriosidad. «No perder el tiempo; estar siempre dedicado a algo útil; evitar todas las acciones innecesarias».
  7. Sinceridad. «No recurrir a engaño nocivo alguno; pensar con inocencia y justicia, y si se habla, hacerlo de acuerdo con esto».
  8. Justicia. «No hacer mal a persona alguna mediante daño u omitiendo los beneficios que son nuestra obligación».
  9. Moderación. «Evitar los extremos; abstenerse de resentir los daños hasta donde se crea que lo merecen».
  10. Pulcritud. «No tolerar la falta de higiene en el cuerpo, la ropa o la habitación».
  11. Tranquilidad. «No alterarse por menudencias, ni por accidentes comunes o inevitables».
  12. Castidad. «Practicar el acto carnal pocas veces si no es por motivos de salud o para tener descendencia; nunca por torpeza, debilidad o en perjuicio de la propia paz y reputación o la de los demás».
  13. Humildad. «Imitar a Jesús y a Sócrates».

¿Alguna vez jugado hacer un “Serio” con los ojos como de niño? La idea es mirar directamente a los ojos a otra persona, durante el mayor tiempo posible, manteniendo la cara seria. Lo que suele suceder es que termina el juego con un ataque de risa nerviosa.

Hay algo acerca del contacto visual prolongado que hace sentir vulnerables y expuestas a las personas, es como si la persona que mira a los ojos tuviera acceso a tus pensamientos y a tus sentimientos.  Es por esto que los enamorados se miran a los ojos.

Una larga mirada de un ser querido puede provocar una oleada de felicidad interna, pero también un contacto visual prolongado con un extraño puede provocar malestar. Ante esto surge la pregunta ¿Cómo nos afecta exactamente el contacto visual?

Un viejo adagio dice  que los ojos son la ventana del alma y esto no está lejos de ser verdad. Podemos fingir un gesto o una sonrisa, pero es muy difícil sostener una expresión falsa cuando miramos directamente a los ojos de alguien. Aprendemos mucho mirando a los ojos de otra persona, y en general utilizamos la mirada para saber si alguien es digno de nuestra confianza.

En un estudio del año 2002 publicado en Developmental Psychology, investigadores encontraron que los niños siguen la dirección de los ojos de las personas, en lugar de dirección de la cabeza. El contacto con los ojos también nos ayuda con la memoria, investigadores del MIT descubrieron que las personas eran más propensas a reconocer a alguien, si él o ella habían tenido un contacto visual directo.

Cuando se realiza un contacto con los ojo de modo directo, cierta química interna es liberada en nuestros cuerpos, esto hace que nuestros corazones se agiten un poco más. La oxitocina, o también conocida la hormona del «amor«, esta molécula es generada de forma natural por el hipotálamo en la base del cerebro que regula varios procesos fisiológicos como las emociones y juega un papel importante en este proceso. Ya que, esta sustancia química nos hace sentirnos bien y usualmente se libera cuando nos sentimos a gusto con alguien, ya sea emocional o físicamente.

Un reciente artículo publicado en Biological Psychiatry ha postulado de que la oxitocina es la razón por la que las personas se sienten inclinadas a sostener un contacto visual prolongado con sus seres queridos. Y la Dra. Kerstin Moberg, el autora de El Factor Oxitocina, asegura que el contacto visual puede dar lugar a la liberación de esta hormona.

Esto podría explicar el porqué mirar a los ojos de alguien extraño puede hacernos sentir mal.

El experimento de la cárcel de Stanford fue realizado por el psicólogo Philip George Zimbardo,  la idea era probar  la influencia de un ambiente extremo como lo es la vida en prisión, en la conducta desarrollada por el hombre, dependiendo de sus roles sociales en este caso: presos vs. guardias.

Varios estudiantes de la Universidad de Stanford se sometieron de modo voluntario en 1971 a un experimento en el que fueron separados aleatoriamente entre presos y carceleros. Se construyó una prisión especial para el experimento, que comenzó con el arresto público de los estudiantes en sus domicilios, acusados de robo con armas. A los acusados se les aplicó el procedimiento habitual de entrada a prisión, inspección, identificación y aislamiento.

Al poco tiempo se vio como los guardias inventaban técnicas de persuasión y de castigo para controlar a los presos, separándolos en grupos de bueno/malos o quitándoles los colchones para hacerles dormir en el suelo etc. Tenían prohibida la violencia física pero por las noches se pasaban con los presos pensando que los investigadores no les observaban. A los presos se les puso en toda clase de situaciones humillantes: vivir desnudos, limpiar letrinas o incluso poses homosexuales.

A las 36 horas de comenzar el experimento, un preso empezó a sufrir estrés emocional y comenzó a llorar y experimentar ataques de rabia. Los guardas pensaron que se trataba de una táctica para que lo dejaran salir. El preso fue liberado, aunque al poco tiempo los guardas escucharon grabaciones sobre un plan externo para liberar a los estudiantes de la falsa cárcel al día siguiente.

El experimento estaba inicialmente planeado para 2 semanas, pero tuvo que cancelarse a los 6 días debido al exceso de humillación y inhumanización que recibían los presos y a que los guardas se habían metido excesivamente en sus papeles. Cuando el experimento se canceló los guardias incluso mostraron gran enfado.

Se pretendía concluir como se responde ante la autoridad y se concluyó que el papel no se desarrollaba por la propia forma de ser del individuo sino para cumplir con su rol. En palabras del Dr. Zimbardo:

Fue mi intento para determinar qué ocurre cuando pones a gente buena en un lugar malvado: ¿Triunfa la humanidad, o la fuerza de la situación puede acabar dominando hasta al más bueno de nosotros? Mis estudiantes de Stanford, Craig Haney y Curt Banks, y yo creamos un ambiente carcelario muy realista, una «mala cesta» en la que colocamos a 24 individuos voluntarios seleccionados entre estudiantes universitarios para un experimento de dos semanas. Les elegimos de entre 75 voluntarios que pasaron una batería de tests psicológicos. Tirando una moneda al aire, se decidía quién iba a hacer el papel de preso y quién el de guarda. Naturalmente, los prisioneros vivían allí día y noche, y los guardas hacían un turno de 8 horas. Al principio, no pasó nada, pero la segunda mañana los prisioneros se rebelaron, los guardas frenaron la rebelión y después crearon medidas contra los «prisioneros peligrosos». Desde ese momento, el abuso, la agresión, e incluso el placer sádico en humillar a los prisioneros se convirtió en una norma. A las 36 horas, un prisionero tuvo un colapso emocional y tuvo que ser liberado, y volvió a ocurrir a otros prisioneros en los siguientes cuatro días.
Chicos buenos y normales se habían corrompido por el poder de su papel y por el soporte institucional para desempeñarlo que les diferenciaba de sus humildes prisioneros. Se probó que la «mala cesta» tenía un efecto tóxico en nuestras «manzanas sanas». Nuestro estudio de dos semanas tuvo que parar antes de tiempo después de sólo seis días porque cada vez estaba más fuera de control.

Pueden ver el video de este experimento:

La película de Adrien Brody y Forest Whitakerde 2010, «The Experiment» se basada en ese experimento.

La conclusión fue clara: el poder tóxico de una mala “cesta” puede corromper cualquier “manzana” sana. Es decir, que el poder de las situaciones sociales puede llevar a mucha gente corriente, incluso a buenas personas tomar el camino del mal. Bien decian los abuelos: «Dime con quien andas y te dire quien eres».

Enlace: prisonexp.org

Lumos Labs es un sitio ofrecen todo un programa de entrenamiento mental, abalado por un equipo de investigadores de neurociencias de la universidad de Stanford y otras instituciones.

El programa lo forman una serie de 30 sesiones cada una de ellas orienta a mejorar un área particular de la mente y que conforman todo un curso completo, aunque también pueden utilizarse esas sesiones para mejorar solo ciertas áreas de interés.

Durante el proceso de entrenamiento se recibe gran cantidad de información sobre la situación actual y el avance realizado utilizando medidas como el BPI (Brain Performance Index – Índice de rendimiento del cerebro). En todo momento nos informa de como nos encontramos nosotros y también en relación a los usuarios realizando en mismo curso dentro del mismo rango de edad en el que nos encontramos.

Como visitante o como usuario registrado básico es posible disfrutar de algunos de los juegos, aunque el aprovechamiento máximo, por supuesto, se produce cuando pagas y entras en un programa completo. Con unos minutos de práctica al día se pueden obtener interesantes resultados a medio y largo plazo.

Enlace: Lumosity

Hellen Keller, fue una autora, activista política, y oradora estadounidense. Nació en Tuscumbia, una pequeña ciudad rural de Alabama, Estados Unidos. Por causa de una fiebre cuando tenía tan solo 19 meses de edad quedo ciega y sorda. Pero esto nunca fue un impedimento para ella. En 1904 Helen se graduó «Con Honores» de la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordociega en obtener un título universitario.

Durante su vida luchó por los derechos de los trabajadores y de las personas con discapacidades, dio numerosas conferencias y recibió numerosas distinciones.

Helen decía que ella hubiera dado con gusto 10 años de su vida por ver un ocaso o un amanecer, oír la risa de un niño, el canto de un pájaro o una sinfonía de Beethoven.

Nosotros tenemos a nuestro alcance este y mil placeres más, gracias a nuestros sentidos; pero generalmente no nos tomamos la molestia de detenernos a disfrutar de las cosas sencillas y bellas que nos ofrece la vida diaria.

Recuerda: Las mejores cosas de la vida son gratis!


Tal vez te sientas muy triste y te estés preguntando:  ¿Por qué me Pasan Cosas Malas? ¿Por qué a mí? Será cuestión de suerte.

La respuesta está en tu mente,  el dolor y el sufrimiento surgen a partir de la percepción. La manera en que nuestra mente interpreta lo que sucede es lo que genera estados  de sufrimiento.  Los hechos en sí, no son ni malos, ni buenos, es tu interpretación de ellos, lo que le da significado y connotación de dolorosos, difíciles o maravillosos.

Cuando vives un suceso, cualquiera que este sea, pasa a través de los filtros de tu percepción. El primer filtro son tus sentidos, que depuran parte de la realidad, está fragmentada visión de la realidad llega a tu segundo filtro.

Este segundo filtro son tus creencias y valores, son los programas que se han establecido en tú mente producto de tu historia persona, y se  encargan de interpretar tu realidad.

Después de que tu mente ingresa la información, tú le das significado, la interpretas y la archivas. Y a la vez se crean  nuevos programas que actuarán en tu organismo y tendrán como resultado conductas y sentimientos concretos.

Es por esto que un mismo hecho, es vivido por cada ser humano de una manera totalmente diferente, porque cada individuo tiene un historial personal diferente por completo y procesa la información de modo distinto. Lo que para alguien puede significar un desastre o una tragedia, para otras personas puede interpretarlos como un reto o una oportunidad.

Si sientes que tu vida está llena de hechos que te causan sufrimiento, recuerda las palabras de Siddharta Gautama que decir: «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional

Piensa que los hechos no son ni buenos, ni malos, simplemente son eso «Hechos»; lo que le da la connotación dolorosa a los acontecimientos son los programas de tu mente utiliza para procesar esta información. Estos programas los has adquirido durante toda tu vida, pero puedes ajustarlos y hasta cambiarlos!

Pregúntate, sobre eso que estás viviendo, ¿Por qué te resulta tan doloroso? ¿Qué significado le estas dando?  Tal vez le estas dando demasiado valor a un hecho que podría ser poco trascendente. Recuerda que  las cosas que nos parecían trascendentes, con el pasar el tiempo ya no lo son tanto.