Entradas

Hay momentos en los que lo que haces o el fruto de tu trabajo no recibe la atención que quisieras de parte de tu jefe, compañeros, clientes pareja, etc. En esos momentos es fácil darse por vencido,  ahogarse en la autocompasión o la inseguridad, lo que conduce finalmente a renunciar o simplemente a no realizar las cosas de la mejor manera posible.

Sin embargo, es en esos momentos en que podemos demostrar nuestra verdadera fortaleza y nuestra determinación para el éxito. Esos momentos distinguen a los ganadores de los que nunca van a hacer algo grande.  sostener

¿Qué es entonces que podemos hacer para mantener la motivación cuando todo parece estar volviéndose en contra de nosotros?

  1. El modo de pensar.
    La mente lo es todo. Si dejas de actuar desde una mentalidad de miedo y empiezas a tener confianza en el mundo y en ti mismo, tu punto de vista y por consiguiente toda la vida va a cambiar. Te sentirás más feliz, más equilibrado, y más fuerte, lo que se verá reflejado en tu trabajo y  rendimiento.
  2. La gente.
    Las personas que te rodean son cruciales. ¿Te están derrumbando? ¿Están tratando de mantenerte pequeño? ¿Están afectando tu estado de ánimo de manera negativa? ¿Limitan tu pensamiento?No importa lo fuerte que eres, no importa tu confianza, cuando pasas mucho tiempo con personas que tienen una mentalidad limitada, te afectan personalmente y en última instancia pueden obstaculizar tu desempeño.Sin embargo, si buscas personas que comparten tu visión, o que ya han alcanzado el éxito más allá de  tu situación actual, automáticamente puedes soñar en grande y lograr más. Estas personas te empujarán a aumentar tu rendimiento y ellos estarán allí para celebrar tus éxitos o mantener la motivación cuando las cosas se ven pálidas.
  3. La Inspiración.
    Esto es básico y le inyecta de gasolina al motor para alcanzar sueños. Para conseguirlo puedes leer libros, asistir a clases, escuchar podcasts, encontrar un grupo de expertos o asistir a conferencias. La inspiración está en todas partes. Sólo tienes que encontrarla. No importa la gravedad de la situación siempre puedes encontrar a alguien que ha estado donde tú estás, pero no se rindió y terminó teniendo un éxito inmenso.
    Al alimentar tu cerebro con esta información positiva y alentadora, tus pensamientos se transforman y actúan como un catalizador para reforzar lo que necesitas. Al mismo tiempo, puedes aprender de esta gente y encontrar nuevas formas de pensar y que te den luz en lo que haces.
  4. Los Objetivos.
    Estos son básicos tanto para querer crear un negocio exitoso o como en la vida en general. Necesitas tener un objetivo claro y tangible y los planes de acción que puedes implementar. Cuanto más precisos los objetivos mejor. Cuanto más detallados los planes de acción más productivos. Sentarse a escribir los objetivos puede ser aburrido y la mayoría de la gente prefiere pasar su tiempo de diferentes maneras. Pero cuando no sabes en qué dirección quieres ir, no se puede esperar mantener la motivación en tiempos difíciles.
    Saber exactamente lo que quieres lograr te ayudará en el camino y esta es la forma más segura de estar siempre en enrutado, motivado y trabajando duro.
  5. Persistencia.
    Cuando pasamos por malos tiempos parece que nos estamos desgastando en vano, pero  si realmente quieres conseguir algo, tienes que persistir. Una frase célebre de Winston Churchill y muy acertada nos sirve: “El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”. Sigue adelante. Da un paso a la vez, pero nunca pierdas de vista tu meta.

¿Alguna vez has tenido que decir no y sientes que se genera conflicto acerca de ello? Muchas veces nos envolvemos en una gran tormenta al pensar que vamos a cometer un horrible crimen diciendo  «no». En nuestras mentes, tenemos miedo de que la otra gente enfadará, o consideramos que vamos a hacer las cosas difíciles a los demás.

La cosa es que muchos de estos pensamientos son de creación propia, y no real. Decir no es realmente un privilegio, y no debe ser tan difícil como parece. Se trata de aprender cómo hacerlo. Aquí hay 6 consejos sencillos para aprender a decir no:

  • Darse cuenta de que está bien decir que no
    No importa con quién está hablando y cuál es la situación, tienes el derecho a decir no. La única razón por la que sientes que no tienes ese derecho se debe a que elijas  renunciar a esta opción frente a los demás. En lugar de pensar que no podemos decir que no, se trata de aprender cómo se dice y proponerlo de una manera que la otra parte pueda entender y aceptar.
  • Conoce tus prioridades
    ¿Cuáles son tus principales objetivos este año, o mes? ¿Prefieres pasar el tiempo en estas metas o en este nuevo compromiso? Conocer tus objetivos refuerza sus razones para decir que no. Conociendo mi visión y los planes que he hecho es mucho más fácil decir que no. En última instancia, todo lo que vivimos y la manera como lo hacemos dependen de nuestras decisiones y actos.
  • Anota todo primero
    Si es una decisión que te está taladrando la cabeza y tienes tiempo de responder y le das vueltas y vueltas pero no estás seguro de cómo empezar, lleva todo lo que sientes en tu mente por escrito. Pueden ser pensamientos de frustración o duda. Tratarlo como un proyecto de respuesta por escrito. El proceso de hacer esto ayuda a poner en orden tus pensamientos. Después de terminar de volcar tus pensamientos, encontrarás mucho más fácil encontrar la respuesta real a partir de ahí.
  • Mantenlo  simple
    No hay necesidad de explicar el exceso de ti mismo. Basta con decir que no, y dar la razón clave de por qué. Algunas personas pueden caer en el error de escribir una carta larga explicación / correo electrónico, y es innecesario. No sólo confunden la otra parte con los detalles, sino que también debilita tu posición.
  • Proporcionar una alternativa
    Esto no es necesario, pero si te sientes mal por decir que no, puedes brindar una opción alternativa para amortiguar el efecto. Por ejemplo, si la persona quiere trabajar en un proyecto contigo, pero no puedes comprometerte con ella, podrías recomendarle algunas pistas que  pueden hacer el trabajo igual de bueno como tú. De esta manera, la persona no se quedará colgado/a y puede buscar estas opciones en su lugar.
  • Sólo decir que no
    A veces me pregunto cómo decir no, y al final concluyo con un simple «lo siento, pero me temo que no puedo asumir» como respuesta. Sorprendentemente, me doy cuenta que la otra parte lo entiende y muchos de los conflictos que tengo con decir que no son más mis propios delirios que cualquier otra cosa! Mientras seas sincero, franco y respetuoso de la otra parte en la respuesta, no debe haber ninguna razón por la cual decir no sería un problema.


No hay que dejarse llevar por el mal humor, el desespero y el estrés en épocas de austeridad: serán tus principales enemigos al momento de ordenar tu cabeza financieramente.

Ya sea que estés terminando tu época de estudiante o pases por un traspié en tu vida laboral, estar desempleado requiere obligatoriamente de un ahorro previo.

Invierta lo que alcanzó a ahorrar. Es fundamental que tengas un fondo para movilizarte durante la etapa de búsqueda de empleo. Hojas de vida, trasportes e incluso ropa presentable son inversiones necesarias cuando de tocar puertas se trata. Tu liquidación o tus pesos ahorrados deben ser gastados con papel y calculadora en mano.

Seguro de empleo. Gestionar este tipo de planes con el banco en el que tienes tu cuenta de ahorros es sencillo. Algunas entidades cobijan a sus clientes desde este monto. El subsidio por desempleo o el seguro de paro cubre hasta máximo seis meses y debes realizar el procedimiento a un mes de tu retiro, como fecha tope.

Hablando de necesidades básicas. Cuando se acostumbra a costearnos todo, las necesidades se hacen mayores y más difíciles de cubrir, así que hay que ser cautelosos al momento de tasar, por ejemplo, tus implementos de aseo, actividades de ocio, ropa y demás.

Bareje opciones. Es un buen momento para replantearte lo que quieres hacer con tu vida profesional y financiera, pero antes pregúntate qué tan capacitado estás para enfrentar un nuevo rol dentro de otro ámbito laboral al que no estás acostumbrada; cuántas oportunidades económicas y de crecimiento personal hay actualmente en esa área,  es o no suficiente el dinero con el que cuentas para esa etapa de transición.

Ninguna deuda. Que el desespero no te lleve a endeudarte con dinero que no tienes a la vista. Deja pasar un tiempo prudente antes de concluir que ya no te queda ni un peso de reserva. Cuando esto suceda, endéudate con lo mínimo.

Un ser humano integral, es aquel que:

  • Logra consciencia plena de lo que es como ser pensante debido a que piensa con claridad y orden la información que recibe y procesa, explica los hechos, da razón de lo que siente, de lo que hace, de lo que piensa.
  • Además de razonar con orden y método, de utilizar el qué con claridad en sus ideas, es consciente de su motivación, del interés que le impulsa, de su afecto, de sus valores, del por qué piensa, siente y hace.
  • Da razón de lo que piensa, siente y actúa, del por qué siente, piensa y actúa, del para qué piensa, siente y actúa; tiene objetivos, metas, posee claridad de su misión, esta motivado y sabe por debe que hacer.
  • Tiene clara sus ideas, motivos y planes de acción, claridad en el por qué y para qué de los mismos, pero además sabe cuáles son sus limitaciones, impedimentos en sus razonamientos, en sus intereses y motivos, en sus posibilidades de actuar.
  • Reconoce  cuáles son sus impedimentos y deficiencias en sus niveles de pensar, sentir y actuar, pero es capaz de enfrentar sus dificultades empleando alternativas, creatividad y actuar mejor para superar sus falencias o debilidades.
  • Sabe cuándo iniciar y terminar sus procesos del pensar, sentir y actuar y por qué lo hace, es consciente de lo que hace, por qué y para qué lo hace.
  • Un ser integral reconoce lo que es, lo que tiene, lo que hace y lo orienta y aplica en donde este de acuerdo a principios y valores.