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Paciencia y Persistencia son algunas de las enseñanzas que nos deja  Bill Poter, un hombre norteamericano nacido en 1932.

En el momento de nacer, Bill  fué lastimado en su cabeza por los fórceps generándole una parálisis cerebral que produjo dificultad en sus movimientos y en su hablar de por vida. Por esta razón, y pese a varios intentos en varias empresas, Bill no pudo conseguir empleo a temprana edad.  Su madre lo educó dándole siempre la confianza en él mismo de que podía lograr grandes objetivos y manejar su discapacidad. Con este impulso y apoyo, Bill Porter a sus 23 años logró convencer después de varios intentos, a la compañía  Watkins Incorporated  para darle un trabajo de vendedor de puerta en puerta de sus productos para el hogar.  Con el tiempo, Bill consiguió que la zona a su cargo fuera la más productiva de la compañía convirtiéndose en vendedor estrella y ejemplo para muchos de sus compañeros y personas a su alrededor.

Su experiencia no fue fácil pero cargado de amor y el  firme propósito de que era capaz de hacer lo que se propusiera alcanzó una carrera de más de 50 años con la compañía Watkins,  incluso después de la llegada de la tecnología que cambió la forma de acercarse al cliente como ventas telefónicas e internet.

Su carisma, su imperioso positivismo y espíritu indomable han servido de inspiración para mostrar al mundo lo que con firme determinación, amor, paciencia y persistencia se puede lograr y ha quedado plasmado en:

  • El periódico The Oregonian en el año 1995  publicó un reportaje de la vida de Bill Porter con lo que se dio a conocer a más personas en el mundo.
  • Película «Door to Door» realizada para televisón por TNT en el año 2002 con William H. Macy, Kyra Sedgwick y Helen Mirren, galardonada con seis premios Emmy: excelente versión de la vida de Bill que muestra las dificultades que pudo sortear y el coraje con que salió adelante.
  • En el año 2009 la red japonesa TBS emitió también una telenovela llamada «A Domicilio» basada en la vida de Bill Porter
  • Libro «Diez cosas que aprendí de Bill Porter» escrito por Shelly Brady

Mira la película «Door to Door» aquí:


El 4 de abril de 1968, Martin Luther King fue asesinado en Memphis. Tenía 39 años y ya era una figura dominante en Estados Unidos y en el panorama mundial. Fue conocido como un líder de los derechos civiles, pero también fue un activista por la eliminación de la pobreza y un fuerte crítico de los EE.UU. en la guerra de Vietnam.

King siguió los pasos de Gandhi, creyó en la no violencia y la paz, y en contra de la opinión de muchos de sus seguidores habló poderosamente en contra de la guerra. El compromiso de King con la paz y sus fuertes declaraciones en contra de los EE.UU. en la guerra de Vietnam han sido a menudo omitidos al recordar su legado.

Tres semanas después del asesinato, su viuda, Coretta Scott King, pronunció un discurso en la ciudad de Nueva York que King  había previsto dar. En ese discurso, leyó algunas notas que su esposo había escrito en la preparación de su  lectura, Diez Mandamientos en Vietnam. Estos son:

1. No has de creer en una victoria militar.

2. No has de creer en una victoria política.

3. No has de creer que el pueblo vietnamita nos ama.

4. No has de creer que el gobierno de Saigón cuenta con el apoyo del pueblo.

5. No has de creer que la mayoría de los vietnamitas del Sur ven al Viet Cong como terroristas.

6. No has de creer en las cifras oficiales de norteamericanos o enemigos muertos.

7. No has de creer que los generales son los que saben mejor.

8. No has de creer que la victoria del enemigo significa el triunfo del comunismo.

9. No has de creer que el mundo apoya a los Estados Unidos.

10. No matarás.

King sabía hablar sobre la verdad del poder, y en su valor y  compromiso radica su propio poder. Si hubiera vivido más años, habría sido una enorme fuerza para imponer la paz en Estados Unidos y el mundo. Sus mandamientos contrastan con la cómoda actitud de nuestros dirigentes que mienten sobre la guerra, las que son tan ampliamente aceptadas sin cuestionamiento.

Durante una batalla, cierto general decidió atacar al adversario a sabiendas que su ejército era inferior en número de efectivos. Pero estaba confiado en ganar, aun cuando sus hombres estaban llenos de dudas.

Camino a las operaciones, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo: – Ahora tiraré la moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz perderemos. El destino se revelará.

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba en el suelo. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y tan confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. D espués del combate, un teniente le dijo al general:

«Nadie puede cambiar el destino«.

Tal vez contestó el general con una sonrisa de picardía mientras mostraba al teniente una moneda que tenía cara en ambos lados.