Entradas

Los pensamientos reclaman nuestra atención sin cesar, y a veces nos hacen perder nuestro tiempo y energía en asuntos sin importancia e inútiles. Ellos realmente gobiernan nuestra vida. Nos hemos acostumbrado tanto a esta esclavitud, que lo damos por sentado, y se han convertido en un hábito inconsciente, excepto en ciertas ocasiones.

Si bien en la respiración, no es necesario prestar atención a cada inhalación y exhalación. Llegamos a ser conscientes del proceso de la respiración, sólo cuando tenemos alguna dificultad con ésta, por ejemplo, cuando la nariz está obstruida, debido a un resfriado, o cuando estamos en una habitación sin ventilación.

Lo mismo sucede con el pensamiento. Llegamos a ser conscientes de la constante agresión de nuestros pensamientos y de nuestra incapacidad para calmarlos, sólo cuando es necesario concentrarse, resolver un problema o estudio. También somos muy conscientes de ellos cuando tenemos preocupaciones o temores.

El trabajo que requiere de fuerza física, como el transporte de cargas pesadas, por ejemplo, desarrolla la fuerza física. Sin embargo, no es como hacer ejercicio todos los días al gimnasio de manera sistemática. Es lo mismo con la concentración. Leyendo, estudiando y tratando de prestar atención a lo que hacemos, desarrollamos parte de esta capacidad, pero la práctica de ejercicios diligentemente cada día es algo más, es como un entrenamiento en un gimnasio.

  •  Admite que no siempre tienes la razón y reconoce al otro su razón o su parte de razón.
  • Respeta los derechos de los demás, iguales a los tuyos, y jamás abuses de los que te pertenecen.
  • Tus intereses merecen ser defendidos, pero tienes que aceptar que los de los otros son igualmente valiosos.
  • Muy pocas cosas, o ninguna, justifican el empleo de la fuerza, a menos que se atente contra tu vida.
  • Busca las identidades, las afinidades y las coincidencias constructivas, haciendo a un lado lo que genera pugnas y encono.
  • Témele al ventajoso, al aprovechado y oportunista, y tiéndele la mano al que carece de habilidades para la ganancia deshonesta.
  • Dedica una parte de tu tiempo al servicio de la comunidad, devolviendo así algo de lo que de ella recibes.
  • Corresponde a la frialdad con el compañerismo que aproxima y solidariza las voluntades y los corazones.
  • Concierta, acuerda, dialoga, sin discutir estérilmente; que tus palabras tiendan puentes al entendimiento mutuo y la amistad.
  • Reconoce a tu hermano y reconcíliate con tu enemigo; en ese sentido da siempre el primer paso».

Luis Carlos Sáchica

1. Aprende a reír:

La risa es el sanador de todos los males. La sonrisa es el bálsamo que calma y se instala. Es la medicina que sustenta una vida de alegría. Ríete en la cara de los problemas. Ríete en el camino de obstáculos insuperables.

Aprende a reírte de ti mismo. Ríe cuando triunfas, y  ríe en la adversidad. Comparte bromas que levantan. Ve comedias limpias que aligeran la carga. Mira siempre el lado divertido y búscalo si es necesario, para descubrir otra razón para reír siempre.

2. Deja de tomarte demasiado en serio a tí mismo:

¿Por qué tan serio? Basta hoy. Relájate. Cuando estás tenso no puedes moverte con fluidez y desarrollar plenamente tus sentidos y si tienes heridas son más difíciles de sanar estando tenso que dejándolas aliviar naturalmente. Hay muchas situaciones que no dependen de ti y cuando te cargas lo que no te corresponde te bloqueas y formas un témpano de ti. Por eso afloja los tornillos,  los lazos de la seriedad y sé libre. Encuentra una razón para celebrar, por más difícil que aparezca el camino, siempre hay algo por qué alegrarse.

3. Rodéate de ganadores:

El hecho es que si quieres ganar en la vida, entonces necesitas construir a tu alrededor una compañía de ganadores – en tu campo de acción y otros que son ganadores en sus respectivos campos.

Los ganadores hacen actos ganadores. Los ganadores tienen palabras ganadoras. Los ganadores a veces pierden, pero no se quedan abajo. Se levantan, sacuden el polvo y comienzan una y otra vez.

4. Toma el hábito diario de la Gratitud:

La gratitud es de vital importancia si deseas permanecer fresco y vibrante en todos tus caminos. Nunca debes dar nada por sentado. Siempre debes dar las gracias, y en todo lo que haces, celebrarás con una actitud de gratitud.

Si observas hay mucho por lo que estar agradecido diariamente: Debes dar las gracias por un día más para respirar, soñar y cumplir con la visión de tu vida. Abraza y besa a tu familia. Abraza a tus amigos. Consiente a sus clientes. Adora a tus asociados. Escribe cartas. Envía correos electrónicos con comunicaciones positivas.

Con cada momento que vives – convierte tu vida una abrumadora expresión de gratitud por haberte dado el privilegio más impresionante para convertirte cada día en “el mejor” de lo que eras ayer. Para que naciste para un momento como este.

5. Persigue tu pasión con entusiasmo:

Todos somos apasionados sobre algo. El problema es que la mayoría de nosotros estamos tan concentrados en ganarnos la vida que nuestras pasiones son a menudo dejadas de lado. Pero para disfrutar realmente del viaje de tu vida, es imperativo que te tomes el tiempo para identificar tus puntos fuertes e invertir tiempo en la búsqueda de tus pasiones – los proyectos, los deseos, y las chispas que se encienden en el interior. A continuación, ve a perseguirlos  con 111% de esfuerzo y concentración.

No permitas que las distracciones de la vida  te resten el disfrutar y alcanzar tu misión en la vida.
La P de pasión también es la P para el progreso, el poder, la productividad, proyectos, propósitos, planes, y Pensamientos Positivos, y todo está envuelto en una vida llena de la búsqueda de tu PASION.

Gástalo siendo feliz y haciendo feliz a alguien más. Los momentos que dejas pasar con sentimientos de frustración, ira, envida, son momentos de vida que has lanzado a la basura, desperdiciado.

La ira no es sólo la ira. La ira es una emoción que encubre el miedo, el dolor o decepción. Cuando te aferras a este sentimiento al que más haces sufrir es a ti mismo incluso llegando al punto de enfermarte físicamente como un reflejo en tu cuerpo de que lo debes soltar. Cuando estás enojado, te duele más porque gastas tu valioso tiempo y fuerza vital y te llenas de energía negativa. Lamentablemente, esa energía negativa a menudo bloquea e impide que la energía positiva entre en tu vida. Así que suéltalo. Aprecia a la persona con la que estás enojado y aprende a vivir con esta persona de la manera que ella o él es, saca lo bueno de la experiencia. Si alguien te molesta constantemente aprecia el hecho de que eres lo suficientemente fuerte para desvincularte de ese sentimiento. No tienes que quedarte allí, es tu elección. Déjalo ir y vive bien tu vida.

Cuando tus seres queridos, compañeros de trabajo, o incluso extraños te dicen y hacen cosas que te hacen daño, muchas veces no es realmente acerca de ti. Las personas en este mundo tienen algunos problemas serios. Y, debido a que no se ocupan de sus asuntos, proyectan esas cuestiones hacia ti. La madre que piensa que ella es la peor madre proyectará y le dirá a otra mamá lo necio y cansón que es su hijo. La adolescente que piensa que ella es fea proyectará y se burlará de otra adolescente.

Así que la próxima vez que alguien hace algo que te trate de hacer daño a ti, recuerda: Nada de lo que los demás hacen es por ti, lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestro propio sueño en nuestra propia mente; los demás están en un  mundo completamente distinto de aquel que vive cada uno de nosotros. Cuando nos tomamos personalmente lo que alguien nos dice, suponemos que sabe lo que hay en nuestro mundo, nos sentimos ofendidos y reaccionamos defendiendo nuestras creencias y creando conflictos…conflictos que en el fondo no son realmente nuestros.

El tiempo no deja de marcar, cada segundo que vives se te va restando del que tienes en total para vivir, entonces aprovéchalo productivamente.

“Que nadie venga a ti sin salir mejor y más feliz. Ser la expresión viva de la bondad de Dios: bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa”.
Madre Teresa

“No puedes hacer un favor a tiempo, porque nunca se sabe qué tan pronto será demasiado tarde”.
Ralph Waldo Emerson

La concentración es la capacidad de dirigir la atención a un solo pensamiento o sujeto, con exclusión de todo lo demás. Cuando nuestra mente está concentrada, nuestras energías no se disipan en actividades irrelevantes o pensamientos. Por ello, el desarrollo de la concentración es crucial para cualquier persona que aspira a hacerse cargo de su vida.

Esta habilidad es esencial para todo tipo de éxito. Sin ella, nuestros esfuerzos se dispersan, pero con ella, podemos lograr grandes cosas.

El poder de la concentración se puede describir vívidamente en un simple experimento físico: con una lupa, un trozo de papel o viruta de madera y los rayos del sol. Cuando los rayos del sol se enfocan a través de la lupa y se reflejan en el papel o la viruta pueden quemarlo. El incendio puede comenzar sólo cuando los rayos del sol se concentran en un punto pequeño. Cuando la lupa se mueve demasiado lejos o demasiado cerca del papel, los rayos no se centran lo suficiente y no pasa nada.

Esta potencia puede ser descrita como el poder de la atención. La concentración tiene muchos usos y beneficios. Ayuda a estudiar y comprender más rápido, mejora la memoria y ayuda a enfocarse en cualquier tarea, trabajo, actividad u objetivo, y lograr que sea más fácil y eficiente. También se requiere para el desarrollo de poderes psíquicos, y es una herramienta de gran alcance para el uso eficiente de la visualización creativa.

Cuando esta capacidad se desarrolla, la mente nos obedece más fácilmente y no se involucra en pensamientos inútiles, negativos o preocupaciones. Ganamos dominio mental y experimentamos la verdadera paz de la mente.

Esta capacidad también juega un papel importante en la meditación. Sin ella, la mente sólo salta sin cesar de un pensamiento a otro.

La concentración al igual que todas las facultades que desarrollamos como seres humanos se puede y debe ejercitar y entrenar diariamente.

Cuanto más estás dispuesto a probar cosas nuevas, más  evolucionas y creces como persona. Cuando éramos niños nos abrazaba este impulso constantemente. Perseguíamos todos los intereses imaginables,  para gran irritación de nuestros padres que pagaban por clases de karate, clases de guitarra, clases de arte, las ligas de baloncesto y casi todo lo demás que capturaba nuestros intereses en el más leve de los momentos.

Por supuesto, perdimos el interés en algunas de esas cosas y, finalmente nos quedamos sólo con “algo” de todas estas experiencias que empezamos y algunas ni si quiera las volvimos a realizar. En su mayor parte, ese “algo”  es un buen consejo, que incluso nos queda hasta llegar a la vida adulta.

Cuando llegamos a ser adultos nos envolvemos en el trajín diario y dejamos de recoger nuevas experiencias y aprender más allá de lo que tenemos en frente porque “estamos muy ocupados”,  dejamos pasar el tiempo y la vida y nos parecen imposibles nuestros sueños. Pero es sólo cuando perseguimos esos sueños locos, salvajes incluso a nuestros ojos, que vamos a salir de nuestras zonas de confort, y lograr materializar todo lo que soñamos, generando nuevas experiencias que nos hacen crecer.

Mientras estemos vivos tenemos la capacidad de aprender diariamente y reinventarnos. Es en el momento presente que tenemos el poder  de alcanzar todo lo que queramos. Quieres volar en parapente o paracaídas, canopy,  bailar, bucear, surfear, esquiar, viajar, etc…todo lo que quieras lo puedes hacer por difícil que parezca.

Todo lo que conocemos hoy en día y dominamos a la perfección una vez fue un territorio desconocido. Hubo un momento en que no sabías cómo caminar, hablar o leer. Pero ahora haces todas esas cosas sin esfuerzo.

El permitirte cumplir estos sueños o fantasías es un incentivo, un regalo que te das. Las limitaciones sólo están en tu mente, pues cuando deseas algo con todo el corazón siempre encuentras la manera de alcanzarlo. No importa tu edad, sexo o condición. El estar aprendiendo cosas nuevas nos recuerda la verdadera misión de nuestra vida: Aprender a ser felices.

Si tomas esta actitud en cualquier cosa que  aprendes en la vida, te sorprenderás de lo rápido que avanzas.

La vida a menudo presenta retos y problemas en el camino hacia el éxito y el logro de nuestros objetivos, y con el fin de elevarse por encima de ellos hay que actuar con perseverancia y persistencia, y esto requiere autodisciplina.

La autodisciplina es fundamental para superar los trastornos alimentarios, adicciones, tabaquismo, consumo de alcohol y otros hábitos negativos. También es un requisito importante para el estudio, el deporte y el aprendizaje, para el desarrollo de cualquier habilidad, y para el éxito en la superación personal, crecimiento espiritual y la meditación.

La mayoría de las personas reconocen la importancia y beneficios de la auto-disciplina, pero muy pocos toman medidas reales para desarrollar y fortalecer la misma. Puedes adoptar los siguientes pasos para afianzar tu autodisciplina:

  • Escribe una lista de lo que quieres lograr.
  • Actúa y compórtate de acuerdo con las decisiones que has tomado, a pesar de la pereza, el deseo de postergar o el deseo de darte por vencido y dejar de hacer lo que estás haciendo.
  • Sigue firme en este comportamiento a pesar de las molestias y cómo te sientes al respecto en el momento, acéptalas pues son el camino para alcanzar los objetivos más grandes que te has propuesto.
  • Toma conciencia de lo importante que es para ti desarrollar autodisciplina y lo que vas a lograr con ella.
  • Cuando tomas conciencia de esto, te das cuenta cuando tienes un comportamiento indisciplinado. Corrígelo y sigue adelante con los objetivos que escribiste.

Esta habilidad puede ser fortalecida y desarrollada como cualquier otra habilidad, a través de la práctica constante en todos los aspectos de tu vida.

Así como vigilamos diariamente los alimentos que ingerimos y cuando tomamos conciencia eliminamos al máximo los alimentos tóxicos, igualmente debemos vigilar y permear las emociones negativas o tóxicas que actúan  generando desequilibrio en nuestro ser a nivel mental y más adelante reflejado en enfermedades físicas y mentales.

Según el aryurveda el estado de salud es la armonía y el equilibrio. Y la enfermedad es un desequilibrio del estado natural. Y como no solamente somos la parte física sino energética, mental y espiritual debemos manejar un equilibrio en todo nuestro ser para conservar una buena salud.

Cuando permitimos albergar en nuestro ser sentimientos de resentimiento, hostilidad, remordimiento, tristeza o aflicción, vemos afectada nuestra armonía y damos pie a generar enfermedades.

Aquí hay una técnica a través de la meditación que podemos practicar diariamente o cuando lo necesitemos para liberar esas emociones tóxicas que nos desequilibran.

  •  Busca un sitio tranquilo, siéntate cómodamente y cierra tus ojos.
  • Calma tu mente enfocándote en tu respiración, respira siempre por la nariz. Concéntrate en la entrada y salida del aire y todo elcamino que realiza dentro de tu cuerpo ese aire vital.
  • Después de unos minutos, enfoca tu atención en tu cuerpo y detecta puntos que estén tensionados. Si identificas alguna parte de tu cuerpo resistente o congestionada, déjala que se suelte libremente.
  • Lleva luego tu atención al corazón y reconoce todo por lo que te sientes agradecido.
  • Escucha a tu corazón y pregúntante: ¿Qué llevo de mi pasado que ya no me sirve en el presente?
  • Si encuentras algún peso en tu corazón, formula la intención de soltarlo en este momento. Deja ir los resentimientos, reproches, remordimiento, todas las emociones negativas que puedas tener.
  • Mientras liberas estas emociones tóxicas, identifica el regalo que se ocultaba detrás de ellas. Por ejemplo, si sufrías a causa del comportamiento de alguien, el regalo podría ser aprender a tener más confianza en sí mismo.
  • Establece el compromiso de reconocer regularmente tu gratitud y dejar ir todos los reproches de tu corazón.

Un corazón agobiado por las emociones tóxicas impide experimentar la magia, el misterio y la dicha del momento presente. Libéralo y cumple la misión principal de tu vida: Ser Feliz.

Basado en fragmento del libro Rejuvenezca y Viva más tiempo del autor Deepak Chopra

“Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras: tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones tu te ves en un mundo nuevo y maravilloso. Las fuerzas, facultades y talentos ocultos cobran vida, y descubres que eres una persona mejor de lo que habías soñado ser”

Filósofo indio Patanjali

 

Una de las principales características de la auto-disciplina es la capacidad de renunciar a la gratificación instantánea e inmediata, en favor de una mayor ganancia o resultados más satisfactorios, incluso si esto requiere tiempo y esfuerzo.

La autodisciplina nos da el poder de atenernos a nuestras decisiones y seguir a través de ellas, sin vacilar, y es por tanto uno de los requisitos importantes para lograr los objetivos.

La posesión de auto-disciplina nos permite elegir, y después perseverar con acciones, pensamientos y conductas, que conducen a la mejora y el éxito.

También nos da el poder y la fuerza interior para superar las adicciones, la desidia y la pereza y dar seguimiento a todo lo que se hace.

Contrariamente a la creencia común, la autodisciplina no es un comportamiento grave y limitado o un estilo de vida restrictivo. Es un ingrediente muy importante para el éxito en todos los aspectos de nuestra vida. Se expresa como la perseverancia, la capacidad de no renunciar a pesar del fracaso y retrocesos, como el control de uno mismo, y como la capacidad para resistir las tentaciones y distracciones que tienden a interponerse en el camino para alcanzar las metas. De hecho, es uno de los pilares más importantes de éxito real y estable.

Esta habilidad conduce a la confianza en uno mismo, la autoestima y la fuerza interior, y en consecuencia a la felicidad y satisfacción. Por otro lado, la falta de autodisciplina puede conducir a problemas de fracaso, la pérdida, la salud y las relaciones, la obesidad y otros más.