La Hormiga y la chicharra
Cierta hormiga sacaba en el invierno al sol el trigo que en verano había recogido. Una chicharra hambrienta, llegando a ella pidió que le diese un poco de aquel trigo; a lo cual respondió la hormiga:
—Amiga, ¿qué hiciste en el estío?
—Yo —repuso la chicharra—, no tuve tiempo para recoger, porque andaba por los sotos cantando». La hormiga entonces riéndose de ella, y metiendo el trigo en su agujero, le dijo:
—Si cantaste en el verano, danza ahora en el invierno.
Debe el hombre imitar a la hormiga. Esto es, debe trabajar a su tiempo, para que no le falte de comer en adelante; pues el descuidado siempre está menesteroso.
Fábula de Esopo