¿Tú o alguien que conoces está teniendo problemas de pareja? A todos nos ha pasado. Se comienza una relación de pareja y al principio todo es maravilloso. Sientes una gran cercanía y compenetración con al otra persona, no le ves defectos al otro, y los que le llegas a ver realmente son insignificantes.

Sin embargo, a medida que va pasando el tiempo en la relación, por alguna extraña razón tu pareja comienza a cambiar. De repente adopta actitudes y conductas que antes no estaban. Sus defectos comienzan a hacerse más notorios y molestos.

Esto es algo normal en la vida de pareja y es casi inevitable pasar por esto. Lo que sucede es que al principio, cuando recién conoces a alguien e inicias una relación de pareja, entras en este estado tan agradable conocido como “enamoramiento”.

El enamoramiento es una especie de engaño de la naturaleza, es un estado “de ilusión” por así llamarlo, en el que solamente percibimos aquello que nos gusta y nos hace sentirnos identificados con el otro.

Lo idealizamos, lo vemos de una manera casi perfecta, le perdonamos todo, estamos dispuestos a darle todo, etc. Y esto es útil sólo al principio de la relación, ya que ayuda a que realmente nos acerquemos al otro. Si desde el principio viéramos claramente los defectos del otro y lo que no nos gusta, sería mucho más difícil estar dispuestos entablar una relación de pareja.

Sin embargo llega un momento en que la etapa de enamoramiento termina, y comenzamos a ver al otro como es en realidad. No es que el otro haya cambiado, es que ya no lo vemos a través del enamoramiento, sino que lo vemos más como realmente es. A veces lo que nos encontramos nos gusta, y otras veces no nos gusta tanto.

Este es un momento crucial en la vida de una pareja, ya que este es un punto en donde muchas parejas van a decidir si siguen juntos o no. Es el punto en donde realmente conocemos al otro, donde podemos verlo con todas sus virtudes y todos sus defectos, y es así como debemos tomar la decisión de si queremos estar con esa persona o no.