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Si observas las personas exitosas siempre están “sacando el pecho”, erguidas.

A veces, sin darnos cuenta, tomamos como costumbre ciertas posturas que nos tuercen la columna y nos encogen de hombros afectando no solamente nuestra parte física, ya que con la repetición nos generan dolores de espalda y hasta enfermedades, sino también la parte emocional ya que nos comprime el pecho y no nos deja respirar libremente.

Los seres humanos tenemos muchas maneras de comunicarnos y una de las más importantes es la corporal, con la postura de tu cuerpo hablas más que con palabras. Por eso y por salud es importante ser conscientes de corregir la postura, pues al tener una correcta postura todos tus huesos, músculos y tejidos podrán hacer sin obstáculos su trabajo. A nivel emocional el estar erguidos nos permite sentirnos más seguros.

Acomoda tu postura: Abre tu pecho, endereza tu espada, estira tus hombros y abre tu corazón para recibir toda la grandeza que el universo tiene para ti. Deja que tu caja toráxica se abra al máximo para respirar todo el amor que hay a tu alrededor. Que el centro del pecho-tu corazón- sea tu escudo y que sea el primer contacto con los que te rodean, recuerda que con amor todo es posible.

El amor te protege, te llena, te sana y te acompaña siempre. De ti depende dejarlo entrar y disfrutarlo. Abre tu corazón a nivel físico, mental y espiritual y acepta la luz que guía en tu camino.

En mi infancia y adolescencia cuando veía películas orientales en las que hacían unos saludos inclinando el cuerpo con una pequeña o gran reverencia me parecía que eran demasiado exagerados y que los que lo hacían mostraban señales de inferioridad ante quien le hacían el saludo.

¡Cómo cambia la forma de ver las mismas situaciones a lo largo de la vida!, ahora veo que el Gassho como se llama este saludo es una forma de mostrar respeto hacia uno mismo y hacia quien lo hace desde lo más profundo del ser. Si todos aprendiéramos y practicáramos el gassho, o las formas de saludar que nos enseñan las culturas ancestrales nos soltaríamos de tantos condicionamientos que nos separan del corazón de los demás seres y podríamos tener un mundo más armonioso y lleno de respeto.

Gassho es un gesto de respeto hacia los demás y hacia todas las existencias. Dirige el espíritu por encima del ego y de las consideraciones personales. Gassho crea armonía entre los seres, por muy diferentes que sean. Cuando la acción es la justa, el mundo se vuelve justo. Cuando hacemos sinceramente gassho por los demás, se crea una mutua simpatía. Si lo hacemos por el universo entero, incluso los árboles, las montañas y los ríos sienten esta simpatía y nos la devuelven a su vez.

La comunicación es indispensable para lograr organización y entendimiento en todos los aspectos de nuestra vida, pues es la transmisión de información de un sujeto a otro, que puede ser la pareja, un hijo, el compañero de trabajo, etc.

La comunicación es un arte, ya que es la forma de expresar nuestros pensamientos y sentimientos. Un buen artista analiza qué mensaje quiere plasmar en su obra y busca la forma de materialización que sea práctica, sencilla y más entendible para el observador.

La comunicación es una ciencia, ya que es exacta y precisa. Si decimos palabras ofensivas, conseguimos de inmediato el efecto rechazo en nuestro interlocutor. Si transmitimos palabras dulces  con amor o una sonrisa también conseguiremos el efecto positivo en el otro.

La comunicación es el medio para conocer y entender más acerca del otro y poder llegar a su interior. Debo profundizar e investigar las necesidades del otro para conocer su verdad, que puede ser igual o diferente de mi verdad. Todos interpretamos el mundo de manera diferente.  Pero utilizando eficazmente la comunicación encontramos un punto intermedio que genere hermandad.

Hay que estudiar y perfeccionar diariamente nuestra comunicación para que seamos congruentes con el mensaje que queremos expresar, pues la comunicación abarca no sólo las palabras, sino nuestros gestos, postura,  lenguaje corporal y tono de voz.  El antropólogo Albert Mehrabian realizó estudios durante los años 70 en los que analizaba la importancia relativa de los mensajes verbales y no verbales. Y concluyó:

  • El lenguaje verbal (lo que se dice) participa escasamente en la comunicación de emociones y sentimientos: apenas un 7%.
  • El lenguaje paraverbal (entonación, proyección, tono, énfasis, pausas, ritmo, etc.) corresponde aproximadamente un 38% de la comunicación
  • El lenguaje corporal (gestos, posturas, mirada, movimiento de los ojos, respiración, etc.). Abarca el 55% de nuestra comunicación.

La importancia de los elementos no verbales sobre los verbales aumenta si existen incongruencias entre ellos: si las palabras y el cuerpo están en descuerdo, uno tiende a creer al cuerpo.

Sin comunicación efectiva no hay buenas relaciones


La primera cita es fundamental para que exista una química entre dos personas, y es por esa razón que aquí van una serie de consejos que bien vale tener presente durante ese importante encuentro.

  • Si te dió su número de teléfono, llámale después del día en que quedaron, esto mostrará menos interés por tu parte, lo que hará que le atraigas más.
  • No hagas todo lo que la otra persona dice, es mejor si desde un principio entre ambos proponen y planean lo que van a hacer e incluso su siguiente encuentro.
  • Para él: Llevale un detalle, le resultará encantador que desde un principio te muestres atento, lo ideal es una flor, consulta en el lenguaje de las flores, cual es la ideal para que le trasmitas el mensaje correcto.
  • No es aconsejable ir al cine durante las primeras citas, apenas se están conociendo, es mejor asistir a lugares donde puedan dialogar comodamente como un bar, pero ten cuidado de no excederte en la bebida. Procura que la cita dura no más de ocho horas.
  • Memoriza todo lo que le gusta y le disguta y enseguida evítalo y ponlo en práctia, por ejemplo si le gusta ir a cenar a determinado lugar, llévala o proponle asistir ahí la siguiente vez.
  • Cuando te esté hablando, ponle mucha atención y hazle preguntas, él o ella notarán que realmente estas interesado.
  • No hay que olvidarse de los piropos.
  • Mientras estén juntos no mires a nadie más.
  • Nunca compartan la cuenta en sus primeras citas, seguramente él se ofrecerá a pagarla.

Del filósofo Michel Lacroix, quien evoca los principios de la palabra, pensada para un mundo donde proliferan los «heridos por el lenguaje», estas son las 8 reglas de la ética del lenguaje:

1. Mi palabra debe ser cordial: debo saludar, despedirme, dar las gracias.

2. Mi palabra debe ser amable: debo dejar en el aire una suerte de puntos suspensivos para que el otro se exprese; no debo ridiculizar a nadie en público.

3. Mi palabra debe ser positiva: debo ser una fuente de inspiración para los demás.

4. Mi palabra debe ser respetuosa de los ausentes: debo evitar el encadenamiento incesante de juicios sobre los demás, como si la conversación fuera un tribunal virtual.

5. Mi palabra debe ser tolerante: debo exponer mi punto de vista de manera no violenta, escuchar las opiniones distintas a la mía; la buena voluntad de hablar y escuchar es el fundamento de la democracia.

6. Mi palabra debe ser la guardiana del mundo: debo mostrar admiración por lo que me rodea, el mundo natural y el social. Es mejor el exceso de admiración que el exceso de desprecio.

7. Mi palabra debe ser responsable del lenguaje: debo hablar bien mi lengua materna, emplear la palabra exacta, respetar la gramática y la pronunciación, tratar de expresarme con elegancia y refinamiento.

8. Mi palabra debe ser verdadera: debo evitar la mentira, los eufemismos hipócritas y las exageraciones injustas.

El cerebro tiene patrones de funcionamiento  relacionados con procesos físicos. Newton y sus investigaciones  sobre la luz abren camino a la neurofísica, denominada en su nueva aplicación con el nombre de cromociencia, esta nueva ciencia permite entender el funcionamiento del cerebro, activarlo y mejorar los procesos mentales y aún orientar o ajustar el comportamiento.

A través de la Cromociencia se puede ampliar la capacidad de pensar con más amplitud y profundidad y lograr el equilibrio tanto en el comportamiento como el desarrollo de las capacidades intelectuales.

La memoria, nuestros recuerdos, lo que aprendimos, el idioma, las costumbres, que se iniciaron desde que tenemos contacto con el mundo, hacen parte de nuestro comportamiento, como resultado de la percepción, entonces los órganos de los sentidos inician los procesos básicos por medio de los cuales determinamos lo que somos, lo que hacemos y lo que pensamos; cualquier proceso cognitivo inicia con la percepción, que es el medio en que el mundo de afuera, el externo, comienza a ser parte del mundo interno, nuestra forma pensar, de sentir, de actuar, como es el caso, de la toma de decisiones o el razonamiento; la comprensión o el lenguaje, la atención o la solución de problemas.

El color como imagen activa determinados niveles del cerebro y se puede relacionar con procesos, que orientados, pueden ayudar al éxito de una tarea o actividad. Uniendo color como estructura simbólica visual, con palabras que hacen parte del área auditiva, y las acciones que surgen del contexto de las palabras relacionadas con cada color, se logra tener una orientación efectiva de las actividades, más aún cuando se facilita memorizar, combinar y relacionar los procesos con los colores, que son imágenes de fácil recordación.

Entonces percepción visual, más percepción auditiva, más comportamientos relacionados con las palabras, logran un efecto que ayuda a orientar lo racional, emocional con armonía e integralidad.

La sensación y percepción visual permiten comprender que ocurre a nivel de los procesos psicológicos, reconocer el estilo cognitivo, los rasgos de personalidad, para orientar con la estimulación de cada color determinadas áreas del cerebro y nuestro pensamiento, según la longitud de onda que genera cada color.