Entradas

Lo cierto es que no interesa si te has muerto una vez o dos o ninguna, siempre estamos empezando de nuevo, al final no hay nada que hacer siempre tendremos 18 por que podemos ser jóvenes solo una vez pero seremos inmaduros para siempre, no hay reglas para cumplir 20, 25 o 30 pero si las hubieran serian las siguientes.

Haz una lista de lo que menos te gusta de ti y tírala al tacho de basura , eres el que eres desde hace mucho y hasta no se cuando, después de todo no son tan malos los domingos de resaca, deja el equipaje de sobra el viaje es largo, cargar no te dejara mirar hacia adelante y ademas jode la espalda.

No sigas modas en unos años te morirás de vergüenza de haberte puesto eso de todas maneras, besa a tantas como puedas, deja que te jodan el corazón, enamorate, date contra la pared, quizá hay alguien esperándote quizá no, pero mientras lo encuentras lo bailado quien te lo quita.
Come frutas y verduras vete acostumbrando que no podrás tragar chucherías toda la vida, equivocate, cambia, falla, reconstruyete, manda todo al carajo y empieza nuevamente cada vez que sea necesario, enserio no pasa nada, sobre todo si nunca hiciste nada, prueba otras cervezas, otros dentífricos, hazte un nuevo corte, arranca el carro un dia y no pares hasta que se acabe la gasolina, forma una banda de rock , ¿porque no? .
Toma clases de baile, aprende otros idiomas, inventate otro nombre, perdona, olvida, deja ir … decide quien es imprescindible, mientras mas grande eres mas difícil es hacer amigos de verdad y mas necesitas quien sepa quien eres sin tener que explicárselo, esos son los amigos y mantelos cerca … aprende que no vas a aprender nada, pero eso no importa por que no hay examen final en esta escuela ni reunión de ex alumnos …
¡Felices 30 viejo bienvenido al resto de tu vida!
[campo nombre=video]

Extraído de la película: Efectos Secundarios

Victoria Grant es una chiquilla delgada que juega con su cabello cuando está nerviosa, tiene las uñas pintadas de azul, y le gustaría ser una diseñadora cuando crezca. Pero lo que comenzó como un discurso para su clase de 6 º grado se ha convertido en una crítica del sistema bancario de Canadá y una sensación en Internet.

Con tan solo 12 años de edad, esta pequeña fue invitada por el Public Banking Institute, en donde comienza a hablar como toda una economista y nos explica cómo nos engañan los bancos.

En palabras de Victoria:

“He descubierto que los bancos y el Gobierno se han confabulado para esclavizar financieramente a las personas”, criticando al sistema financiero y finaliza diciendo que “solo un pequeño grupo de personas puede cambiar el mundo”.

Nos están robando, dice esta pequeña.

«¿Te has preguntado por qué los banqueros son cada vez más ricos y el resto de nosotros no?»  Victoria le pregunta, su voz pura y clara, en una charla que ha dado en el Public Banking Institute de Canadá  y que su padre colgado en YouTube.

[campo nombre=video]

Esta es la letra inspiradora de una hermosa canción del cantautor argentino Facundo Cabral, quien escribía historias basado en sus experiencias vividas sacando lo mejor de los acontecimientos y dejando una gran enseñanza no sólo para el sino para compartirla con todas las personas.

Prosa:
Esta es la canción que canto cada mañana al despertar, Para agradecerle al Cielo, La gentileza de un nuevo día, Es decir de una nueva oportunidad. Porque siempre se puede empezar de nuevo, En una eternidad siempre se puede empezar de nuevo, Y esto es tan cierto como que el paraiso no está perdido sino olvidado.

Canto:
Este es un nuevo día, Para empezar de nuevo, Para buscar al ángel, Que me crece los sueños. Para cantar, Para reir, Para volver A ser feliz Bis

Prosa:
Todos nacemos con un ángel de la guarda, Pero pocos lo conservamos, Hay quien prefiere un sicoanalista. Todos tenemos una conciencia, Pero pocos la escuchamos, Hay quien prefiere la televisión. Todos somos ricos, es decir hijos de Dios, Pero pocos lo sabemos, Perdona hermano que yo no entienda que no seas feliz en tan bello planeta, que hayas hecho un cementerio de esta tierra, que es una fiesta. Tienes un corazón, un cerebro, Un alma, un espíritu, Entonces como puedes sentirte pobre y desdichado.

Canto:
En este nuevo día, Yo dejaré al espejo, Y trataré de ser, Por fin un hombre nuevo, De cara al Sol, Caminaré, Y con la Luna, Volaré. Bis.

Prosa:
Ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no te gusta, Al hombre que ya no amas, Al trabajo que odias, A las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, A los noticieros que te envenenan desde la mañana y desde el helicóptero, A los que quieren dirigir tu vida. Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, Porque la vida es aquí y ahora mismo, Por eso:

Canto:
Este es un nuevo día, Para empezar de nuevo, Para buscar al ángel, Que nos crece los sueños. Para cantar, Para reir, Para volver A ser feliz Bis

Si Señor.

[campo nombre=video]

La ley de la atracción es la idea o supuesto de que los pensamientos influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una onda similar.

La frase «ley de la atracción» ha sido utilizada por algunos escritores esotéricos, aunque el sentido con el que se usa actualmente es diferente del original. La mayoría de los autores asocian a la ley de la atracción con la frase «te conviertes en lo que piensas», usualmente aplicado al estado mental del ser humano: Esto significa que los pensamientos que una persona posee, las emociones, las creencias y las acciones atraen consecuencias que corresponden a experiencias positivas o negativas.

Hágala realidad

1. Al levantarse dedique 5 minutos a enfocarte en su deseo

2. Use imágenes externas para representar sus deseos. Recorte frases e imágenes que estén relacionadas con sus deseos y archívelas en una carpeta. Vale la pena repetir: Esto es mio ahora, esto es quien soy ahora.

3 – Preste atención a todas aquellas respuestas emocionales que impiden tener todo lo que se desea; recuerde que los sentimientos reflejan su realidad.

4 – Hay que tener una actitud de gratitud; es muy importante que en todo momento se enfoque en lo bueno que tiene y agradezca por ello.

5 – Póngale acción a sus deseos. Por ejemplo, si deseas un auto, aprenda a manejar, saca la licencia de conducir, etc.

6 – Si comienzas a ver q todo empieza a mejorar pues hay que reconocer. Si le aprobaron el crédito para comprar el auto, reconozca que la ley de atracción está funcionando.

Video: http://www.youtube.com/watch?v=AeQY3t_SHEs

Comer un poco de todo no es sinónimo de comer bien. La trofología es una ciencia que enseña la forma como hay que mezclar los alimentos aprovechando al máximo el valor nutritivo de los mismos.

La trofología es una novedosa rama de la nutrición que tiene un efecto desmitificador sobre las costumbres alimenticias que se toman como saludables, cuando la verdad es que así no sean dañinas, pueden ser no recomendables.

Esta ciencia investiga cuáles son las mejores combinaciones que pueden realizarse en una dieta para aprovechar al máximo el poder nutritivo de los alimentos, frente a la creencia de que llevar una alimentación equilibrada es consumir de todo un poco.

Necesitamos consumir hidratos de carbono (féculas y azucares), proteínas (carnes y lácteos), lípidos (grasas), vitaminas y minerales. La combinación correcta de la comida tiene una importancia decisiva para una buena metabolización. Sin una digestión completa el cuerpo no puede extraer ni asimilar los nutrientes, aun los de los alimentos más saludables.

Hay que recordar que existen trastornos digestivos por la acidez estomacal o dolores de estomago frecuentes. La realidad es que una frecuencia considerable de estos síntomas trae a larga consecuencias mas molestas. Muchas alergias son consecuencia directa de la mala combinación de alimentos.

Otro punto a destacar es que no es recomendable comer y beber a la vez. La trofología explica que cualquier bebida que se ingiera en grandes cantidades junto a la comida diluye los jugos gástricos dificultando la digestión.

Tabla de Combinación de Alimentos

Para utilizar esta tabla tengan en cuenta que los alimentos que no tienen una buena combinación hay que separarlos por lo menos 3 horas (eso si la comida anterior fue bien combinada, en caso contrario la digestión y salida del estómago puede durar mucho más tiempo). Las frutas tardan menos en salir del estómago, con una hora ya es suficiente. Por lo que deben consumirse, mínimo 1 hora antes de las comidas, y mínimo 3 horas después.

Dulces: Frutas dulces (manzana*, papaya*, sandía**, melón**, banana, uva, pera, durazno, damasco, mango, chirimoya, cereza, caqui, higo, dátil, yaca, níspero, etc); zanahoria y remolacha; frutas deshidratadas (pasas de uva, de ciruela, etc); mieles vegetales (de arroz, de malta, de caña, de cebada, de maíz, etc); arropes (de chañar, de tuna, de higo, etc); siropes (de maple, miel de abeja (innecesariamente robada); azúcares.

* Son bastante neutras y no generan tanta incompatibilidad con otros grupos, por eso se toleran de postre.
** Se digieren en el duodeno, es decir que pasan de largo por el estómago (a los 20 minutos ya se puede ingerir otro alimento) Son una excepción y no combinan con nada, deben tomarse solos y con el estómago vacío.
*** Si no está bien madura se considera fécula.

Ácidos: Frutas ácidas (lima, pomelo, naranja, piña, ananá, kiwi, maracuyá, etc); limón; vinagre, tomate.

Verduras: Hojas verdes y hortalizas no feculentas.

Féculas:
Harinas (panificados, pastas, galletitas, tartas pasteles, pizzas, etc); cereales integrales o refinados (trigo, avena, cebada, centeno, arroz, maíz, mijo, sorgo, trigo sarraceno y otros); raíces (mandioca, papa, batata; etc); hortalizas feculentas (zapallo, anco, etc), castañas (de castaño), maní, pistacho.

Proteínas:
Hongos y levaduras (50% proteína); quínoa, amaranto, etc (40%); soja y derivados (30%), legumbres (porotos negros, alubia, payares, lentejas, garbanzos, aduki, mung, arvejas y otras), carnes (15% a 20%), frutos secos (nuez, almendra, avellana; castaña de cajú, etc).

Grasas:
Aceites vegetales, aceitunas, coco, castaña de pará, lino, chía, sésamo, girasol (y otras semillas), grasa de leche robada y tejido adiposo de carnes.

 


Dicen que los índices de estrés y ansiedad se disparan durante estas fiestas. Cenas de empresa, encuentros familiares, comprar regalos a diestro y siniestro, obligaciones sociales, trabajo acumulado por los días de vacaciones, esos kilos de más. Estas son algunas de las razones por las que nos estresamos y agobiamos en Navidad.

Frente a los villancicos y a la aparente alegría que transmite la época navideña, se encuentra el agobio por ser el anfitrión perfecto, por tener todos los regalos a tiempo o el cargo de conciencia por comer y beber sin medida. Lejos de disfrutar del sentido estricto de de esta época, nos estresamos. Se supone que debería ser un tiempo de gozo y alegría, un momento para compartir sincera y relajadamente con familiares y amigos, pero no es así.

Y es que la ansiedad es una de las enfermedades del siglo XXI, junto al cáncer y la depresión. Según cifras oficiales, este desorden mental afecta al 20% de las personas y más ahora, en tiempos de crisis o desordenes de rutina y calendario. La ansiedad no entiende de edades ni de sexo y puede llegar en cualquier momento, incluso mientras estamos sentados en el sofá.

Dicen los psicólogos que los síntomas pueden variar pero los comparan con los de un ataque al corazón con la sensación de perder el conocimiento. La descarga de adrenalina que produce un ataque de pánico es tal que algunos lo equiparan al que se produce cuando se practica deporte de riesgo.

El sentimiento de depresión que provoca la Navidad es otro problema bastante común entre la sociedad. Durante estas fechas de celebración es frecuente recordar a los seres queridos que ya no están, este es el principal motivo de la tristeza que sienten muchas personas.

La publicidad engañosa puede ser otro de los factores que influyen en el estado de ánimo; el bombardeo de anuncios que reflejan familias felices y colmadas de regalos, invita a reflexionar sobre nuestra propia situación bien personal, económica o de cualquier otra índole. Empeñados en hacer un balance del año que termina, muchas personas se ven incapaces de cambiar de golpe y predisponerse para ser feliz.

Según los datos, la tasa de suicidios disminuye en Navidad pero constatan que las admisiones en los hospitales por problemas psiquiátricos aumentan en las semanas que siguen a estas fiestas.


Los alimentos integrales son aquellos que se encuentran en su estado natural, completos, como las legumbres, los cereales integrales: arroz integral, pan integral, quinoa, mijo, avena, harinas integrales de los cereales, azúcar integral, semillas, frutas secas, frutas y verduras que conservan todas sus características nutricionales, las cuales equilibran el buen funcionamiento del organismo.

El mayor contenido en fibra de los alimentos integrales es beneficioso por diversas razones:

  • Mejora el tránsito intestinal y contribuye a prevenir y tratar el estreñimiento.
  • Ejerce un importante papel en la prevención del cáncer, en especial el de colon, ya que las partículas responsables del desarrollo de esta enfermedad son arrastradas junto con las heces.
  • La saciedad que produce el consumo de alimentos ricos en fibra evita la ingesta de otros alimentos más calóricos; aspecto importante en las dietas de adelgazamiento y como medida preventiva frente a la obesidad.
  • Ayudan a reducir los niveles de colesterol y por tanto, el riesgo de enfermedades cardiacas.
  • Las personas con diabetes se benefician con el consumo de alimentos integrales, ya que tienen un índice glucémico menor que el de los refinados.
  • Puede disminuir y equilibrar la presión sanguínea en los casos de hipertensión leve.

Precauciones

Si no se está habituado a comer alimentos integrales con frecuencia, conviene aumentar su consumo poco a poco, para evitar molestias gastrointestinales.

En ciertas situaciones, el consumo de alimentos integrales está contraindicado: es el caso de diarreas, brotes agudos de la enfermedad de Crohn o de la colitis ulcerosa, o de otros procesos intestinales inflamatorios.


Cierta vez un acaudalado padre de familia llevó a su hijo a un viaje por el campo con el propósito de que este viera cuán pobres eran ciertas personas y comprendieran el valor de las cosas y los afortunados que eran ellos.

Estuvieron un día y una noche en la granja de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje, ya de regreso en casa, le preguntó a su hijo:

– ¿Qué te pareció el viaje?

– ¡muy bonito, papá!

– ¿Viste qué tan pobre y necesitada puede ser la gente?

– Sí

– ¿Y qué aprendiste?

– Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos unas piscina de 25 metros, ellos un riachuelo sin fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta el muro de la casa, el de ellos hasta el horizonte. Especialmente, papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mi mamá deben trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.

El padre se quedó mudo y el niño agregó:

– Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser.

El país más rico del mundo son los Estados Unidos, pero ciertamente no es el más feliz. Investigaciones realizadas en este ámbito, reconocen que la felicidad de un país no se puede medir por la cantidad de su dinero, porque la felicidad es algo intangible.

En el ámbito personal es lo mismo, la felicidad se puede dividir en dos categorías distintas. La primera categoría hace referencia al grado de satisfacción de las personas con la vida que llevan, y la segunda se produce por momentos, estos momentos de felicidad que todos hemos experimentado, que no tienen que ver con el dinero que tenemos, pero que si están relacionados con aspectos psicológicos, afectivos y sociales de la propia vida.

Así pues, diversos estudios indican que el dinero no es un factor relevante a la hora de relacionarlo con la felicidad, salvo claro esta si se trata que alguien que vive por debajo del nivel de básico de subsistencia, en cuyo caso el dinero equivale al nivel de felicidad. Pero esto sólo se presenta en este caso.

Los factores que si aparecen como decisivos en el grado de felicidad de una persona son: el control que esta tiene sobre su propia vida y las buenas relaciones humanas que lleve con los demás.

El dinero brinda poder en nuestra sociedad, sobre todo a nivel del consumismo. Sin embargo, como ya sabemos hay cosas que el dinero no puede comprar, como los sentimientos, los afectos, el amor, la amistad, la compasión, etc.

Bien dicen que lo mejor de la vida no tiene precio; un día de sol, una noche de luna, el cielo estrellado, la primavera, los colores del otoño y el buen humor también son gratis.

Si el dinero fuera la fuente de la felicidad todos los ricos serían felices, sin embargo, en muchas ocasiones su dinero se convierte en su peor enemigo, dividiendo familias, creando resentimientos y envidias, además de convertirse en blanco de secuestradores y ladrones. Incluso llevando a muchos a ser esclavos de su propia fortuna.