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Segundo a segundo vamos tejiendo el hilo de nuestra vida y de las decisiones que tomamos y llevamos a la acción se desencadena el resto de nuestra existencia.

En el día tenemos 86.400 segundos, son 86.400 nuevas oportunidades para aprovechar y tomar decisiones. Cuando tomamos estas decisiones desde lo más profundo de nuestro ser, desde nuestra esencia y no desde nuestra mente impulsada por condicionamientos externos, logramos desarrollarnos plenamente auténticos: Fortalecemos nuestro ser y no nuestro «tener que».

Utiliza cada segundo que pasa por tu vida para hacer las cosas que te hagan feliz. En este cortico video puedes observar gráficamente lo que pasa cuando aprovechas o no la mayor riqueza que tenemos a nuestra disposición: el tiempo.

Siempre que veo una película me gusta analizarla y sacar mis enseñanzas y conclusiones.  Hace poco tuve la oportunidad de ver Stardust: El Misterio de la Estrella,  es una película del año 2007. Me pareció superentretenida pues te lleva a un mundo mágico imaginario de príncipes, doncellas y donde todo es posible.  Me encantó pues al ser una película de fantasía, te desconecta y te hace observar con detenimiento todo lo que ocurre para poderla entender,  además a mi modo de ver deja varias enseñanzas, algunas las relaciono a continuación.

 Las limitaciones y obstáculos para cumplir nuestros sueños se encuentran en nosotros mismos en nuestra mente y cuando los superamos podemos observar, conocer y vivir un número inagotable de posibilidades: En la película está representado a través de El muro. El protagonista está sumido en la monotonía de su mundo, acostumbrado a ser un simple empleado, a perseguir un amor que no le conviene. Pero cuando lo invade la curiosidad y cruza el muro ve un mundo totalmente diferente donde todo es posible. Pasa de ser ordinario y dejar que la vida se le pase sin más para convertirse en protagonista  protector,  encuentra su verdadero amor y construye su propia aventura de vida.

Cuando no tenemos congruencia con lo que sentimos, pensamos y actuamos, reflejando una imagen que no es la nuestra,  más tarde que temprano se cae esa fachada y se descubre nuestro interior. Esta enseñanza la protagoniza El capitán quien dice una frase que enmarca su papel: Reputación toda una vida para construirla y un instante para llevarla a pique.  El capitán daba una imagen de un machote guerrero durísimo y en el fondo es todo corazón.

Si nos dejamos cegar por la competitividad mal manejada y avaricia podemos pasar por encima de los demás lastimándolos, logrando sólo caos. Debemos esforzarnos por pulir nuestra propia personalidad nuestra piedra en bruto, rubí, para lograr armonía interna que reflejará seguridad y éxito seguro en nuestras acciones, sin interferir ni agredir a los demás. En la película los hermanos detrás del trono pensaban que para poder ser rey  tenían que buscar la manera de matar a sus propios hermanos, y en realidad el que fue rey era el que tenía la joya consigo y la cuidaba como su más valioso tesoro.

La belleza y la juventud eternas están en el cuidado de nuestro interior, de nuestra personalidad, de nuestra esencia, y así se ve reflejado en nuestro exterior en la parte física.  Las hermanas brujas que iban detrás de la estrella buscaban juventud enfocadas solamente en la parte física, pero esta juventud es pasajera y constantemente tenían que estar buscando nuevas estrellas para robarles su corazón. Tenían también el poder de hechizar como hicieron con la bruja que a pesar de tener la estrella en frente no la podía ni ver ni sentir, así pasa cuando nos enceguecemos por el mundo material o cuando nos obsesionamos con algo podemos tener lo que queremos en nuestras narices y no lo vemos.

Puedes verla tú también y sacar tus propias enseñanzas.

Alcanzar la felicidad es una cuestión de elección. Es nuestra actitud la que nos hace felices o infelices.

En la cotidianidad siempre nos encontramos con todo tipo de situaciones y circunstancias y, de las reacciones y sentimientos que tengamos ante ellos depende entregar nuestra felicidad o dejarla acompañándonos el resto del día. Podemos optar por dejar de pensar en los sucesos tristes, y en su lugar, saborear los momentos felices.

Si dejamos que los acontecimientos externos influyan en nuestro estado de ánimo, nos convertimos en sus esclavos. Perdemos nuestra libertad. Al dejar que nuestra felicidad sea determinada por fuerzas exteriores perdemos nuestro PODER. Por otro lado, podemos liberarnos de las influencias externas. Podemos elegir ser felices, y podemos hacer mucho para aumentar la felicidad de nuestras vidas.

Para la mayoría de la gente, la felicidad parece efímera y temporal, debido a que permiten afectarse por las circunstancias externas. Una de las mejores maneras de mantenerla, es mediante la obtención de la paz interior a través de la meditación diaria .  A medida que la mente se vuelve más pacífica, es más fácil elegir el hábito de la felicidad.

«Hemos construido un sistema que nos persuade a gastar dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para crear impresiones que no durarán en personas que no nos importan

Emilie H. Gauvreay.