Entradas

Cuando era pequeña me encantaban las adivinanzas y la sensación que tenía mientras las resolvía. Me he encontrado una que nos hace reflexionar sobre el tesoro más valioso que tenemos. Lo interesante es que mientras la resuelves te deja una gran enseñanza. Aquí va, anímate a resolverla:

Tres hermanos viven en una casa:

son de veras diferentes;

si quieres distinguirlos,

los tres se parecen.

El primero no está: ha de venir.

El segundo no está: ya se fue.

Sólo está el tercero, menor de todos;

sin él, no existirían los otros.

Aún así, el tercero sólo existe

porque en el segundo se convierte el primero.

Si quieres mirarlo

no ves más que otro de sus hermanos.

Dime pues:¿los tres son uno?,

¿o sólo dos?, ¿o ninguno?

Si sabes cómo se llaman

reconocerás tres soberanos.

Juntos reinan en un país

que ellos son. En eso son iguales.

La he encontrado en el libro Momo del autor Michael Ende.

Lotus Flower Lotus Rainbow Colorful  - Matryx / Pixabay

Matryx / Pixabay

Al dejarte llevar por el corre corre de la vida cotidiana a veces podemos actuar en automático y no darnos cuenta del sentido real de nuestras obras o de lo que decimos repetitivamente.

Hablamos y no nos damos cuenta del significado de nuestras palabras, por ejemplo según la Real Academia de la lengua Española “saludar es Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses, interesándose por su salud o deseándosela, diciendo adiós, hola, etc”. Lo que podríamos traducir en una transmisión de buena onda o buena energía, transmitir buenos deseos. Si tan sólo meditáramos en ello y lo adoptáramos tomando consciencia cada vez que saludamos, muchas diferencias y malestares se sanarían pues estaríamos concentrados con todos nuestros sentidos y nuestra energía enviando esos buenos deseos a la persona que nos encontramos y al mismo tiempo recibiéndolos de vuelta. Sería un mundo de buenos deseos.

Desde mucho tiempo atrás San Francisco de Asís hacía referencia de esto a sus seguidores con respecto a su saludo “Que la paz sea contigo” diciendo:
«Que la paz que anunciáis de palabra, la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones Que ninguno se vea provocado por vosotros a ira o escándalo, sino que por vuestra mansedumbre todos sean inducidos a la paz, a la benignidad y a la concordia. Pues para esto hemos sido llamados: para curar a los heridos, para vendar a los fracturados y para corregir a los equivocados.» (3Comp 58).

Aquí relacionamos el significado de saludos en diferentes culturas que nos muestran que no importa el lugar del planeta en el que te encuentres, siempre hay esa intención de buenos deseos y buena vibra con los que te rodean.

Saludo maya :
In lak’ ech: yo soy otro tu
A lo que respondían: Hala ken: tú eres otro yo

Saludo Inca:
Ama sua, ama lluclla, ama quella que significa “no robes, no mientas, no seas perezoso»

Saludo Hebreo:
Shalom significa Hola Adios y paz

Saludo Maorí(Nueva Zelanda):
Kia Ora significa literalmente «que tengas salud» o «que estés bien»

Saludo Antiguos Hawaiianos, los Kahuna:
Aloha”: La traducción literal de Aloha es: «Aliento de Vida» o «Esencia»«Reconozco en tu interior la misma esencia que reside en mí, y me ofrezco a ti».

Saludo Zulu sudafricano:
Sawabona: (Africano) : Yo te Respeto, yo te valoro y tú eres importante para mí
Respuesta: Shikoba: Entonces, yo existo para tí

Saludo Islámico Egipto:
As-salaam-alaykum: Que la paz sea contigo

Saludo de India y Asia del Sur:
Námaste Se usa en varias tradiciones budistas así como en numerosas culturas en Asia, para saludar, despedirse, pedir, dar gracias, mostrar respeto o veneración y para rezar. Normalmente se acompaña por una inclinación ligera de la cabeza hecha con las palmas abiertas y unidas entre sí, ante el pecho, en posición de oración.

Namaste Significa “Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz. Yo honro el lugar dentro de ti donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos sólo Uno”.

Encuentra un lugar donde puedas estar solo y tranquilo. Puedes sentarte con las piernas cruzadas en el suelo si es posible, o en una silla. Siéntate con la espalda recta. Realiza algunas respiraciones profundas y tranquilas luego relaja tu cuerpo. Dirige la atención a tu cuerpo y relaja cada músculo y parte de él.

Practica durante unos 10 minutos, y después de unas semanas de entrenamiento, aumenta el tiempo a 15 minutos. Comienza con el primer ejercicio, practicando todos los días, hasta que puedas hacerlo sin ningún tipo de distracciones u olvidos, y sin pensar en nada más, al menos durante tres minutos seguidos. Cada vez que te distraigas,  vuelve a empezar, hasta que pasen los 10 o 15 minutos destinados para la práctica. Debes ser honesto contigo y proceder al siguiente ejercicio, sólo después de estar convencido de que has practicado correctamente y con plena concentración.

Ejercicio 1:

Toma un libro y cuenta las palabras en cualquier párrafo. Cuenta de nuevo para asegurarte de que has contado correctamente. Comienza con un párrafo y cuando llega a ser más fácil, cuenta las palabras en una página entera. Realiza el recuento mental y sólo con los ojos, sin señalar con tu dedo en cada palabra.

Ejercicio 2:

Cuenta hacia atrás en tu mente, de un cien a uno.

Ejercicio 3:

Cuenta en tu mente de un cien a uno, saltando cada tres números, osea 100, 97, 94, etc

Ejercicio 4:

Elije una palabra inspiradora, o un sonido simple, y repítelo en silencio en tu mente durante cinco minutos. Cuando tu mente pueda concentrarse con mayor facilidad, trata de llegar a los diez minutos de concentración ininterrumpida.

Ejercicio 5:

Toma una fruta, puede ser una manzana, naranja o cualquier otra fruta, y sostenla en tus manos. Examina la fruta de todos sus lados, manteniendo toda tu atención centrada en ella. Si te llegan pensamientos irrelevantes asociados que puedan surgir, como por ejemplo sobre la tienda donde la compraste, cómo y dónde se cultiva, su valor nutritivo ignóralos con calma pues no estás interesado en ellos. Sólo observa la fruta, concentra tu atención en ella sin pensar en nada más, y examina su forma, olor,  sabor y la sensación que da al tocarla.

Ejercicio 6:

Esto es lo mismo que el ejercicio número 5, sólo que esta vez visualiza la fruta en lugar de mirarla. Dale un vistazo a la fruta y examínala  durante unos 2 minutos, al igual que en el ejercicio número 5. Luego cierra los ojos y trata de ver, oler, gustar y tocar el fruto de tu imaginación. Trata de ver la imagen clara y bien definida. Si la imagen se vuelve borrosa, abre los ojos, mira la fruta por un tiempo corto, y luego cierra los ojos y continúa con el ejercicio.

 El secreto del éxito es la práctica constante. Cuanto más tiempo le dedicas a los ejercicios más rápido el éxito llega. Vamos poco a poco, diez minutos al principio y con el tiempo a medida que adquieras la capacidad de concentración, dale más tiempo. Cuando veas que  tienes éxito, podrás disfrutar los ejercicios, y con el tiempo se convertirán en un hábito. Serás capaz de concentrar tu atención fácilmente y sin esfuerzo en todo lo que quieras.

La felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Solo se la puede encontrar en los momentos. «Hoy es el mañana de ayer»

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, en Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

¿Dónde están sus muebles? – preguntó el turista.

Y el sabio, rápidamente, también preguntó: -¿Y donde están los suyos…?

¿Los míos? – se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

Yo también… – concluyó el sabio.

«La vida en la tierra es solamente temporal… Sin embargo algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices.»

«El valor de las cosas no está en el tiempo que duran sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables.»

Los pensamientos reclaman nuestra atención sin cesar, y a veces nos hacen perder nuestro tiempo y energía en asuntos sin importancia e inútiles. Ellos realmente gobiernan nuestra vida. Nos hemos acostumbrado tanto a esta esclavitud, que lo damos por sentado, y se han convertido en un hábito inconsciente, excepto en ciertas ocasiones.

Si bien en la respiración, no es necesario prestar atención a cada inhalación y exhalación. Llegamos a ser conscientes del proceso de la respiración, sólo cuando tenemos alguna dificultad con ésta, por ejemplo, cuando la nariz está obstruida, debido a un resfriado, o cuando estamos en una habitación sin ventilación.

Lo mismo sucede con el pensamiento. Llegamos a ser conscientes de la constante agresión de nuestros pensamientos y de nuestra incapacidad para calmarlos, sólo cuando es necesario concentrarse, resolver un problema o estudio. También somos muy conscientes de ellos cuando tenemos preocupaciones o temores.

El trabajo que requiere de fuerza física, como el transporte de cargas pesadas, por ejemplo, desarrolla la fuerza física. Sin embargo, no es como hacer ejercicio todos los días al gimnasio de manera sistemática. Es lo mismo con la concentración. Leyendo, estudiando y tratando de prestar atención a lo que hacemos, desarrollamos parte de esta capacidad, pero la práctica de ejercicios diligentemente cada día es algo más, es como un entrenamiento en un gimnasio.

Un discípulo y su maestro estaban caminando por el bosque. El discípulo estaba preocupado por el hecho de que su mente estaba en agitación constante.

Le preguntó a su maestro: «¿Por qué las mentes de la mayoría de la gente están inquietas, y sólo unos pocos poseen una mente tranquila ¿Qué se puede hacer para aquietar la mente?»

El profesor miró al discípulo, sonrió y dijo:

«Voy a contarte una historia. Un elefante estaba de pie recogiendo las hojas de un árbol para comerlas cuando una pequeña mosca se le acercó volando y zumbando cerca de su oído. El elefante se la sacudió moviendo sus largas orejas. La mosca volvió nuevamente y el elefante se la sacudió una vez más.
Esto se repitió varias veces. Entonces el elefante le preguntó a la mosca:

«¿Por qué estás tan inquieta y ruidosa? ¿Por qué no te quedas calmada por un tiempo en un mismo lugar?»

La mosca contestó: «Me siento atraída por todo lo que veo, oigo o huelen mis cinco sentidos, y todo lo que sucede a mi alrededor, me conduce constantemente en todas direcciones, y no lo puedo resistir ¿Cuál es tu secreto ¿Cómo puedes mantenerte tan tranquilo y quieto? «

El elefante dejó de comer y le dijo:

«Mis cinco sentidos no gobiernan mi atención. Estoy en control de mi atención, y puedo dirigirla donde yo quiera. Esto me ayuda a sumergirme en todo lo que hago, y por lo tanto, mantener mi mente centrada y tranquila. Ahora que estoy comiendo, estoy totalmente inmerso en la comida. De esta manera, puedo disfrutar de mi comida y masticar mejor. Puedo controlar mi atención, y no al revés, y esto me ayuda a estar tranquilo.»

Al oír estas palabras, los ojos del discípulo se abrieron y una sonrisa apareció en su rostro. Miró a su maestro y le dijo:

«¡Ya entiendo! Si mis sentidos controlan mi mente y mi atención, mi mente estará constantemente agitada. Por otro lado, si estoy al mando de mis cinco sentidos, podré hacer caso omiso de sus inquietudes, entonces mi mente se calmará».

«Sí, eso es correcto», respondió el maestro, «La mente es inquieta y se dirige donde está la atención. Controla tu atención, y controlarás tu mente.»

El miedo a lo desconocido es una cosa difícil de manejar para la mayoría de la gente. Este sentimiento nos paraliza y es el responsable de mantenernos atrapados en situaciones que no nos hacen felices. Malas relaciones, carreras ingratas y sueños ahogados a menudo vienen a la mente.

Pero, si quieres salir del atasco, romper con las cadenas del miedo y, finalmente, ponerte en el camino  hacia lo que quieres en la vida, aquí hay tres preguntas que puedes hacer para ayudarte a poner las cosas en perspectiva cuando tienes ante ti una decisión que te produce miedo:

¿Qué es lo peor que podría suceder si haces esto y fallas?

Es comprensible que nadie quiere centrarse en lo negativo. Siempre hay un riesgo de fracaso, y es importante sopesar ese riesgo. Por lo general, el riesgo es bastante pequeño (que no obtengas los resultados a tiempo, podrías perder algún dinero, o perder un par de horas). Otras veces, el riesgo puede ser realmente grande, y es importante tener claridad sobre eso también (por ejemplo que si tu paracaídas no se abre, que puedas ir a la cárcel, o tu carrera o tu reputación queden arruinadas). De cualquier manera, es importante mencionar realmente el peor de los casos aquí, así puedes tener una idea real sobre el fundamento de tu temor.

¿Cuáles son las consecuencias de no hacerlo?

Puede ser difícil tomar acción y hacer frente a las cosas que nos asustan. A menudo, puede parecer más fácil simplemente no tomar medidas, pero se trata de una elección en sí misma que trae otras consecuencias. Si optas por no hacer nada debes preguntarte:¿Qué oportunidades te pierdes y lamentarás? ¿Cómo te sentirás en 5, 10, o 20 años de tiempo, mirando hacia atrás al preguntarte acerca de lo que podría haber sido?

Muchas veces no actuar puede dar lugar a un patrón de pasividad en nuestras vidas. Nos acostumbramos a no tomar medidas y que nos hagan dudar, posponer las cosas, y seguir igual en todos los ámbitos de nuestra vida.

¿Qué pasaría si lo haces y consigues éxito?

La última pregunta que debes realizarte, ¿Vale la pena el esfuerzo? ¿Vale la pena la batalla para abrazar tus miedos y comenzar tu propio negocio, ganar una vida cómoda haciendo algo que te gusta, y trabajar en tus propios términos? ¿Vale la pena decir que por fin ya es suficiente y empezar  la dieta, perder todo ese peso que  te ha acomplejado y evitado vivir una vida más larga y saludable?
Si te centras en el beneficio, te podrás sentir mucho más motivado para seguir adelante y tomar las medidas para dejar que el miedo te detenga.

Pesar tus opciones

Una vez que tengas las respuestas a estas preguntas,  pregúntate cuál pesa más y una vez tengas claridad sobre la realidad de las circunstancias, puedes estar en una posición mucho mejor para hacer una elección informada.

«La acción no siempre trae felicidad;. Pero no hay felicidad sin acción» – Benjamin Desraili

1. Aprende a reír:

La risa es el sanador de todos los males. La sonrisa es el bálsamo que calma y se instala. Es la medicina que sustenta una vida de alegría. Ríete en la cara de los problemas. Ríete en el camino de obstáculos insuperables.

Aprende a reírte de ti mismo. Ríe cuando triunfas, y  ríe en la adversidad. Comparte bromas que levantan. Ve comedias limpias que aligeran la carga. Mira siempre el lado divertido y búscalo si es necesario, para descubrir otra razón para reír siempre.

2. Deja de tomarte demasiado en serio a tí mismo:

¿Por qué tan serio? Basta hoy. Relájate. Cuando estás tenso no puedes moverte con fluidez y desarrollar plenamente tus sentidos y si tienes heridas son más difíciles de sanar estando tenso que dejándolas aliviar naturalmente. Hay muchas situaciones que no dependen de ti y cuando te cargas lo que no te corresponde te bloqueas y formas un témpano de ti. Por eso afloja los tornillos,  los lazos de la seriedad y sé libre. Encuentra una razón para celebrar, por más difícil que aparezca el camino, siempre hay algo por qué alegrarse.

3. Rodéate de ganadores:

El hecho es que si quieres ganar en la vida, entonces necesitas construir a tu alrededor una compañía de ganadores – en tu campo de acción y otros que son ganadores en sus respectivos campos.

Los ganadores hacen actos ganadores. Los ganadores tienen palabras ganadoras. Los ganadores a veces pierden, pero no se quedan abajo. Se levantan, sacuden el polvo y comienzan una y otra vez.

4. Toma el hábito diario de la Gratitud:

La gratitud es de vital importancia si deseas permanecer fresco y vibrante en todos tus caminos. Nunca debes dar nada por sentado. Siempre debes dar las gracias, y en todo lo que haces, celebrarás con una actitud de gratitud.

Si observas hay mucho por lo que estar agradecido diariamente: Debes dar las gracias por un día más para respirar, soñar y cumplir con la visión de tu vida. Abraza y besa a tu familia. Abraza a tus amigos. Consiente a sus clientes. Adora a tus asociados. Escribe cartas. Envía correos electrónicos con comunicaciones positivas.

Con cada momento que vives – convierte tu vida una abrumadora expresión de gratitud por haberte dado el privilegio más impresionante para convertirte cada día en “el mejor” de lo que eras ayer. Para que naciste para un momento como este.

5. Persigue tu pasión con entusiasmo:

Todos somos apasionados sobre algo. El problema es que la mayoría de nosotros estamos tan concentrados en ganarnos la vida que nuestras pasiones son a menudo dejadas de lado. Pero para disfrutar realmente del viaje de tu vida, es imperativo que te tomes el tiempo para identificar tus puntos fuertes e invertir tiempo en la búsqueda de tus pasiones – los proyectos, los deseos, y las chispas que se encienden en el interior. A continuación, ve a perseguirlos  con 111% de esfuerzo y concentración.

No permitas que las distracciones de la vida  te resten el disfrutar y alcanzar tu misión en la vida.
La P de pasión también es la P para el progreso, el poder, la productividad, proyectos, propósitos, planes, y Pensamientos Positivos, y todo está envuelto en una vida llena de la búsqueda de tu PASION.

Cuando las cosas parecen no salir como lo deseo,

renuncio a pretender obtener el resultado que espero,

seguro de no estar viendo el todo. Si pudiera ver el todo,

comprendería que hay una razón por la cual las cosas

se desenvuelven de cierta manera, y que el cosmos

tiene para mí un plan  mucho más grande que cualquier otro

que yo pudiera concebir.

Fragmento del libro Rejuvenezca y Viva más tiempo del autor Deepak Chopra

Una de las principales características de la auto-disciplina es la capacidad de renunciar a la gratificación instantánea e inmediata, en favor de una mayor ganancia o resultados más satisfactorios, incluso si esto requiere tiempo y esfuerzo.

La autodisciplina nos da el poder de atenernos a nuestras decisiones y seguir a través de ellas, sin vacilar, y es por tanto uno de los requisitos importantes para lograr los objetivos.

La posesión de auto-disciplina nos permite elegir, y después perseverar con acciones, pensamientos y conductas, que conducen a la mejora y el éxito.

También nos da el poder y la fuerza interior para superar las adicciones, la desidia y la pereza y dar seguimiento a todo lo que se hace.

Contrariamente a la creencia común, la autodisciplina no es un comportamiento grave y limitado o un estilo de vida restrictivo. Es un ingrediente muy importante para el éxito en todos los aspectos de nuestra vida. Se expresa como la perseverancia, la capacidad de no renunciar a pesar del fracaso y retrocesos, como el control de uno mismo, y como la capacidad para resistir las tentaciones y distracciones que tienden a interponerse en el camino para alcanzar las metas. De hecho, es uno de los pilares más importantes de éxito real y estable.

Esta habilidad conduce a la confianza en uno mismo, la autoestima y la fuerza interior, y en consecuencia a la felicidad y satisfacción. Por otro lado, la falta de autodisciplina puede conducir a problemas de fracaso, la pérdida, la salud y las relaciones, la obesidad y otros más.