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Todos sabemos que permanecer varias horas frente al ordenador no es algo recomendado y a la larga nos puede ocasionar diversas molestias y enfermedades en las manos, codos, espalda y cuello. Por esta razón debemos acostumbrarnos a mantener posturas adecuadas y hacer pausas para relajar el cuerpo y la mente.

Ajustar la silla y la pantalla de modo que se obtenga una postura confortable.

• La distancia entre los ojos y la pantalla debe estar entre 40 y 70 centímetros.

• Asegurar que la iluminación mínima del sector de trabajo oscile entre 500 y 1000 lux.

• Ajustar el brillo y el contraste de la pantalla, para acomodarlos a la iluminación del local.

• Asegurar que existe suficiente espacio debajo de la mesa para permitir el movimiento de las piernas.

Regular el respaldo de la silla de modo que se adapte a la parte inferior de la espalda.

Ajustar el teclado de modo que se obtenga una posición cómoda al teclear tratando de mantener la mano, muñeca y brazo en línea recta.

• Ubicar el mouse de modo que se pueda alcanzar fácilmente y que se pueda utilizar con la muñeca recta.

• Al utilizar el software, elegir unos caracteres de texto lo suficientemente grandes de modo que permitan una lectura fácil cuando se está sentado en una posición normal.

• Elegir los colores de modo que sean confortables a la vista, evitando letras rojas sobre un fondo azul o viceversa.

Es importante cambiar de postura regularmente. Por ejemplo, es preferible realizar pausas de 10 minutos cada hora de trabajo continuo con la pantalla que realizar pausas de 20 minutos cada dos horas.

La siguientes imágenes presentan consejos para mantener una ergonomía adecuada en nuestro puesto de trabajo.


¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que aceptas hacer algo que en realidad no querías? A todos nos ha pasado. Hay muchas razones por las cuales nos cuesta trabajo decir“no. Por supuesto, depende de la situación, y de la persona.

La dificultad para decir no es algo normal y adaptativo en cierta medida. Como en todas las conductas humanas, existen los extremos, y mientras más nos acercamos a uno u otro, comenzamos a tener problemas.

En el caso de saber decir no, en un extremo están las personas a las que prácticamente nunca les cuesta trabajo decirlo. Estas personas que de primera instancia pudieran parecer muy seguras de si mismas, suelen tener muy poca capacidad para empatizar con las necesidades de los demás y por lo mismo tienen fuertes problemas interpersonales.

En el otro extremo están aquellos a los que les es prácticamente imposible decir no, y viven su vida resolviendo las necesidades de otros anulándose a sí mismos y a sus propias necesidades y deseos.

El decir no es difícil cuando implica ir en contra de las expectativas o deseos de otro, es decir, cuando nos piden algo o esperan algo de nosotros, ya sea una reacción determinada, una opinión, una conducta, etc., o cuando otra persona manifiesta su deseo y depende de nosotros satisfacerlo.

El conflicto surge específicamente cuando se encuentran dos necesidades opuestas. Si alguien nos pide hacer algo que sí deseamos hacer, no hay conflicto alguno. Son dos necesidades que van en la misma dirección. Pero si nos piden hacer algo que nosotros no deseamos hacer, es cuando entramos en conflicto. Tenemos que decidir a qué necesidad darle prioridad, si a la mía, o a la del otro.

Uno de los recursos naturales que mayor preocupación genera debido a su preservación es el agua. Aquí le contamos cómo contribuir al cuidado de este recurso y promover prácticas de responsabilidad ambiental.

1. Cambiar el sistema tradicional del baño y modernizarlo con sistemas economizadores que permiten elegir la cantidad de agua que el usuario quiere dentro del tanque. Existen válvulas de doble descarga que permiten decidir si la descarga que se quiere evacuar es para líquidos o sólidos; esto genera un ahorro entre 2 a 4 litros cada vez que se usa.

2. Cerrar el grifo al cepillarse los dientes o al afeitarse, al hacer esto se puede ahorrar hasta 10 litros de agua.

3. Ducharse en vez de bañarse genera un ahorro de 150 litros de agua. Con las duchas no se requiere esperar a que el agua salga caliente como sucede con los calentadores de acumulación.

4. Es importante arreglar las averías de grifos y cañerías. Un grifo que gotea pierde aproximadamente 30 litros diarios de agua.

5. Regar las plantas al anochecer para evitar pérdidas debido a la evaporación. Si la persona no cuenta con un sistema de riego adecuado, existen en el mercado pistolas de riego diseñadas especialmente para este fin.

6. Los electrodomésticos como la lavadora y el lavaplatos son los que mayor cantidad de agua emplean. Se recomienda al momento de utilizarlos llenarlos con la mayor cantidad de elementos a lavar.

7. En tu hogar, puedes recoger agua lluvia para usarla en el riego del jardín y de la plantas o para soltar los inodoros.


Una de las cosas que quieren cambiar los seres humanos es la falta de abundancia. Todos deseamos un poco más de salud, amor y bienes materiales. La clave es, ¿cómo atraer todo eso que deseas a tu vida? A veces nos decepcionamos cuando no conseguimos lo que queremos, pensando que no lo merecemos o que simplemente no nos toca.

Como personas nos enfoca en lo positivo o lo negativo. Mientras que un grupo de personas son agradecidas por lo que tienen, muchas personas sólo piensan o hablan de lo que les falta, de lo que no tienen o incluso de lo que desean llegar a tener.

Lograr entrar en ese estado mental que permite que la abundancia llegue a tu vida en todos los aspectos es ir en contra de una programación que lleva años en la mente de las personas, y que les dice que no es posible lograr la abundancia en otra forma que no sea la establecida por la realidad.

Si no se tiene un trabajo fijo, con ciertas horas, si no se cumplen ciertas reglas o se funciona de acuerdo a lo que lo que tradicionalmente conocemos, entonces no se puede lograr abundancia.

La clave está en cambiar la forma de pensar sobre la abundancia. Y eso sí requiere un trabajo mental que incluya, entre otros, una alta autoestima – para sentirte merecedor de más – un estado mental receptivo, confianza en lograr tus metas y la seguridad de que lo vas a tener.


Cuando revisamos nuestros objetivos, nos damos cuenta de que no hemos logrado aquello que deseábamos, lo que nos habíamos propuesto lograr para determinada fecha, ya sea que nos hayamos quedado cortos, o ni siquiera estamos ni remotamente cerca de lo que pensábamos lograr.

Los objetivos más comunes que pueden generar frustración son: lograr un mayor ingreso, lograr un viaje, conseguir una pareja, formar una familia, cambiar de trabajo, bajar de peso, emprender un negocio, comprar una casa, etc.

La frustración de metas no alcanzadas puede ser muy intensa, y provocar ansiedad, depresión y baja autoestima. Nos atormentamos pensando en por qué no logramos lo que deseamos. Nos comparamos con otros que sí lo han logrado, y eso nos hace sentir peor.

La realidad es que si no has logrado lo que deseas al día de hoy, una sola cosa es definitiva: no has logrado lo que deseas hasta el día de hoy. Es un hecho. Si no lo has logrado, no lo has logrado y esa es la realidad. Por lo menos no lo has logrado hasta el día de hoy. Pero la verdad es que tienes dos alternativas al reconocer esta verdad: o la sufres, o la aceptas.

Si decides sufrirla, te pasarás un buen rato sintiéndote mal, triste, sin motivación, y preguntándote por qué tú no puedes ser feliz como otros. Te pelearás con esa realidad y te molestarás con la vida. Esto de ninguna manera va a cambiar la realidad, que es que al día de hoy no tienes aquello que deseabas.

Si decides aceptar esta realidad, dejarás de pelearte y de resistirte a ella. Esto te ayudará a algo muy importante que es: aceptar que las cosas son como son. El aceptarlo te permite relajarte y resignarte a esa realidad, lo cual a su vez te permite disfrutar aquello que sí tienes al día de hoy.

Piénsalo y decide si es más inteligente enojarte con la vida por lo que no has logrado, o mejor disfrutas lo que si es una realidad hoy, y mientras sigues en la búsqueda de aquello que anhelas, pero con una actitud de disfrute y alegría.

Así como existen normas y reglas de convivencia sociales, que debemos respetar, en el ámbito de la tecnología también las hay.

Aunque muchas cosas de esta lista las tenemos bien claras, y sabemos que no hay que hacerlas, nuestra vagancia y el frenesí del día nos impiden cuidar estos detalles.

Algunos son negligencias, otros terquedades, otros descuidos. De todos modos este listado contiene algunos de los “sacrílegos” tecnológicos, algunos son muy comunes.

¿A quién engañamos? Todos realizamos al menos alguno de ello, y eso que no hay dudas de que sabemos muy bien que no es lo correcto.

1. No usar antivirus.  Una actitud bastante tonta es la de pensar que estamos seguros sin un programa antivirus.

2. No hacer copias de seguridad de su equipo. Tener todas nuestras fotos familiares almacenadas en nuestra PC, además de nuestro trabajo y demás cosas, pero no realizar un backup al menos dos veces al año es bastante arriesgado. Ningún disco rígido está garantizado de por vida.

3. Dejar la copia de seguridad junto a la PC.  Ya hice el backup, pero lo dejo al lado del equipo. ¿Para qué? Lo ideal sería tener varias copias, y guardadas en distintos lugares.

4. Responder a un correo no deseado o spam. La única manera de que esto suceda es que el usuario se encuentre desesperadísimo por el problema que el fatídico spam pretende solucionar.

5. Moverse a todos lados con la PC funcionando. Un problema de muchos adictos a la red, es el de no poder despegarse de su equipo, corres el peligro de caerte con equipo y todo.

6. Usar una computadora portátil en la cama. Que sea portátil no quiere decir que no requiera también de refrigeración. Por lo tanto, hay que tener cuidado en no reposar la laptop directo sobre la cama y evitar que la ventilación se bloquee.

7. Imprimir todo. ¿Hay necesidad de imprimir todo? Desde luego que no, sería ir en contra de las virtudes de la tecnología digital, y de la comodidad que ofrece el formato.

8. Llevar una cámara digital a la playa o al rio. Quién no lo ha hecho. Para colmo ninguno de nosotros la protege contra las ventiscas cargadas de arena que pueden arruinar cualquier lente.

9. Dejar una laptop en el auto. Algo tan valioso, que posee almacenada información más importante dejarlo en el asiento del acompañante es una perfecta invitación a que nos lo roben.

10. Guardar todos los emails y no borrar ninguno. Hay que saber discriminar cuál correo es importante y cuál no. De lo contrario, al momento de querer encontrar ése que buscamos, nos perderemos en la selva de mensajes.

11. No aprenderse los atajos de teclado. Definitivamente no hay tiempo suficiente para nada, pero mucho menos si absolutamente todo lo hacemos con el mouse.

12. Instalar demasiados programas basura. Los sistemas operativos son más frágiles de lo que uno piensa, y como todas las cosas, hay que cuidarlo. Si pensamos que intalar sin piedad programas que jamás vamos a utilizar no es un problema, estamos equivocados.

13. Tirar a la basura la factura de los productos.  Ojo, nunca sabemos cuándo vamos a necesitar de la garantía, nadie está exento de comprar un iPhone y que tenga problemas de conectividad…

14. Hacer cola para comprar el nuevo producto en su primer día de venta. Este es un perfecto ejemplo del avance del capitalismo sobre las mentes de los usuarios, que resultan adictos a esa tecnología.

15. Golpear la computadora. Cada vez que veo que alguien golpea un dispositivo está reduciendo de algún modo la vida útil de su equipo.

16. Comer o beber encima del teclado. Es mejor evitar accidentes si va a comer o si va tomar un café levantese de su puesto de trabajo. Muchos computadores han sido arruinados al derramar café sobre estos.

Una parte importante de nuestra autoestima se determinada por el balance entre nuestros éxitos y fracasos; lograr lo que deseamos y ver satisfechas nuestras necesidades proporciona emociones positivas e incrementa la autoestima.

Un paso importante es esforzarse para cambiar las cosas que no nos gustan de nosotros mismos. Para llevarlo a cabo se pueden dar cuatro pasos importantes

Plantearse una meta clara y concreta. Puede ser cualquier cosa que se desee hacer o conseguir. Plantearse una meta de forma clara y concreta ayuda a tener éxito porque nos ayuda a identificar lo que queremos conseguir. esta debe ser sincera, personal, realista, divisible y medible.

Establecer las tareas que se deben realizar para lograrla. ¿Qué hay que hacer para alcanzar la meta? No todo se consigue en un día; para conseguir mejorar en cualquier aspecto que te propongas has de hacer pequeños esfuerzos.

Organizar las tareas en el orden en que se deberían realizar. Si se intenta llevar a cabo todas las tareas al mismo tiempo, es probable que no se consiga nada. Para lograr una meta es muy interesante que se ordenen las tareas que se deben realizar y se establezca un plan de trabajo. Una vez que tengan la lista de las tareas que deben realizar hay que ordenarlas.

Ponerlas en marcha y evaluar los logros que se vayan consiguiendo. Cuando se elabore el proyecto personal habría que comprometerse con él y ponerlo en práctica. Para llegar a conseguirlo es importante ir evaluando los esfuerzos realizados. Esto puede ser difícil hacerlo uno mismo, pero es relativamente sencillo si se pide a un familiar o a un amigo que nos ayude a evaluar nuestros progresos.


  • ¿De donde viene?
  • ¿Cómo se mantienen frescos durante el transporte?
  • ¿Dónde estoy creando puestos de trabajo mediante la compra de este producto?
  • ¿Son estos puestos de trabajo justos?
  • ¿Podría apoyar la economía local, mientras compro este producto?
  • ¿Es un producto natural?
  • ¿Qué sustancias químicas se han utilizado en el proceso?
  • ¿Si se trata de un producto cárnico, estos animales se les han dado hormonas para darle una mayor tamaño?

Hay un montón de preguntas vale la pena hacerse mientras contemplas tu plato de comida.
Realmente conocemos los alimentos que consumimos a diario!

En esta conferencia de TED, Jamie Oliver hace una propuesta para acabar con nuestra ignorancia sobre la comida.

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En este video vemos un sencillo experimento sobre creatividad, a un grupo de niños de colegio se les dio 10 segundos para hacer un dibujo específicamente un reloj, trabajando bajo la presión del tiempo todos los dibujos fueron similares, unos relojes sencillos.

De la misma manera al mismo grupo de chicos se les 10 minutos para hacer un reloj, ahora no existía la presión del tiempo para entregar el trabajo, lo resultados fueron sorprendentes y nos solo en colorido, realizaron todo tipo de relojes con adornos, animales, personas, ambientados en diferentes escenarios.

Esta es una muestra fehaciente de que la gente es menos creativa cuando trabajan contra reloj. De hecho, encontramos una especie de resaca de presión de tiempo – cuando las personas están trabajando bajo una gran presión, su creatividad no sólo se reduce, sino el efecto puede incluso durar varios días posteriormente.

La presión del tiempo, merma la creatividad porque la gente no puede concentrarse completamente en el problema y esta es pendiente llanamente en cumplir la tarea.

La creatividad necesita un período de incubación, las personas necesitan tiempo para empaparse del problema y dejar que fluyan las ideas.

“La gente no puede ser creativa cuando tienen una espada sobre sus hombros”.

Otro factor importante es estar libres de las distracciones, saber que el trabajo es importante y que todo el mundo está comprometido a sacarlo adelante. En muchas organizaciones, hay jefes que piensan que darle urgencia a los trabajos, presionar con el “hecho para hoy” es la solución para que la gente rinda y bueno los resultados nunca van a ser iguales.

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Los amigos reales se cuentan con los dedos de la mano, el resto son personas conocidas que están en nuestras vidas y que apreciamos, pero no necesariamente tienen que convertirse verdaderas amistades.

¿Cómo hacer verdaderos amigos? ¿Será que hay algo que falla entre tu y quienes te rodean? Según sondeos, prácticamente el 100 % de las personas estiman que la amistad es importante para la salud, el placer y el equilibrio personal.

La amistad es sinónimo de comunicación, de ayuda mutua, de fidelidad e incluso de complicidad. Ésta contribuye a la construcción de la personalidad de cada uno y constituye una verdadera muralla a la soledad, lo que la hace, por tanto, capital.

Si no tienes otros conocidos que los colegas del trabajo o los compañeros de estudio, con los que no puedes quedar por las tardes para hacer algo aparte, si tienes la impresión de ser el patito feo al que nunca invitan en la noche, no te preocupes. No es demasiado tarde para hacer evolucionar las cosas. Anímate y por los medios necesarios para conseguir hacer amigos.

Primero. No hay que quedarte en casa sólo. Hay que salir, pasear, practicar tus actividades favoritas. Los clubes, por ejemplo, están llenos de personas que aspirar a conocer y hacer amistades. También existe Internet, con páginas de amistad.

Segundo. Hay que seguir unas reglas de comunicación básicas como acordarse del nombre de las personas que conoces, evitar criticar, intentar hacer cumplidos, y sobre todo, escuchar a la persona que te está hablando.

Hay que tener definitivamente buena actitud. Así las personas acudirán a ti. Lo más delicado en este proceso es desarrollar el contacto y mantenerlos. Hay que tener confianza en sí mismo. Si la primera impresión es buena, la persona tendrá ganas de verte de nuevo. No dudes en lanzar invitaciones.