La muerte es sólo un niño de cara triste
un niño sin motivo, sin miedo, sin fervor
un pobre niño viejo que se parece a Dios.

A veces, sin embargo es tan sólo un silencio
sin pasado, sin molde, sin olor
un silencio en que ladran los perros esos perros
y uno se pregunta quiénes son.

Otras veces es una niebla espesa
que se mete en los ojos
que destruye la voz
y lo arrincona a uño definitivamente
bueno definitivamente no
tan sólo hasta que uno
se siente sin amor.

Por lo común la muerte es solamente un niño
de cara triste un niño que sale de la noche
sin motivo, sin miedo, sin fervor
un pobre niño viejo
que deja caer su mano
sobre mi corazón.

 Poema de Mario Benedetti – Más o menos la muerte.