El ser empresa involucra una serie de factores, todos ellos de vital importancia, pero lo más seguro es que el más importante de ellos es el recurso humano, invertir en él significa no solo crear espacios de fortalecimiento para la organización sino que de el se desprende una cadena de afectación de diferentes sistemas, el pensar en el hombre que labora y comparte conmigo en la empresa implica crecer como individuo, como familia, como grupo, como organización y como sociedad.

El Sentido de Pertenencia es un proceso que va directamente ligado al crecimiento personal y organizacional, implica reconocer las diferencias de los individuos y sistemas en los que se desenvuelve reconociéndose así mismo con debilidades, fortalezas, sentimientos, pensamientos, problemas y un sin número de características intrínsecas de cada ser humano que lo afectan y afectan a los otros.

Observar como es el sentir de cada persona, como hacen suyo todos sus actos fortaleciendo esto, buscando que la persona se sienta a gusto con ella misma y con los que están a su alrededor, haciendo de esta manera que todo lo que proyecta en su diario vivir, vaya encaminado a buscar los mejores resultados para la empresa y para quienes la conforman.

La alimentación vegetariana y vegana ha sido practicada desde la antigüedad por quienes han seguido el sendero del yoga, de la bondad y la purificación.

Hoy también hay cientos de razones por las cuales una persona puede ayudar a solucionar las condiciones del mundo haciéndose vegetariano y/o vegano.

No más comidas rápidas.  Procura comprar ingredientes orgánicos y preparar una rica comida con amor, ofrecérsela a Dios y purificarse al comer alimentos.

No usar colorantes artificiales, saborizantes químicos, preservativos, y miles de otros horrores, que producen enfermedades que el departamento de control de drogas y alimentos aún no ha prohibido, debido a su conveniencia o ignorancia.

No utilizar azúcar refinada, ni harina blanca. El azúcar refinada es verdaderamente venenosa, adictiva, y está contaminada con hueso animal en su proceso de blanqueamiento. La primera etapa de la producción de azúcar, donde el jugo dulce se convierte en una melaza espesa, es el endulzador más puro. Debido a la escasez de tal melaza pura, algunas veces usamos azúcar morena cruda o gour (que recibe varios nombres en diferentes países). Incluso el azúcar blanca ha sido usado en algunos casos, pero ésta se puede evitar, ya que los endulzadores naturales crudos ahora son más accesibles.

Evitar alimentos contaminados y en exceso.

Es apropiado seguir el buen consejo nutricional de comer frutas y verduras, semillas, tomar mucha agua y de esta manera mantener una dieta balanceada.

La limpieza de nuestro organismo nos acerca a la Divinidad. Si nos mantenemos interna y externamente limpios, las defensas de nuestro cuerpo se mantendrán simpre fuertes y alertas.

Es bien sabido que cuando tenemos altos índices de estrés o preocupación, podemos llegar al punto de bloquearnos, no ver salidas a nuestros retos y mayor aún empeorar la situación con cada acción que tomamos en medio de la desesperación.  Lo más sano es hacer un pare, descansar, entregar y volver a comenzar.

Pero en los momentos en que definitivamente no se puede lograr este pare debemos ingresar a nuestro interior la lógica y entender que si las cosas tienen solución, no hay de qué preocuparse, y si no tienen solución pues menos, es un desgaste infructuoso de energía.

Aquí hay una estrofa que podemos tener siempre a mano para recordarlo:

Para los males del mundo

Puede haber o no remedios;

Si los hay, ponte a buscarlos,

Y si no, no seas necio

Perogrullo

Encuentra un lugar donde puedas estar solo y tranquilo. Puedes sentarte con las piernas cruzadas en el suelo si es posible, o en una silla. Siéntate con la espalda recta. Realiza algunas respiraciones profundas y tranquilas luego relaja tu cuerpo. Dirige la atención a tu cuerpo y relaja cada músculo y parte de él.

Practica durante unos 10 minutos, y después de unas semanas de entrenamiento, aumenta el tiempo a 15 minutos. Comienza con el primer ejercicio, practicando todos los días, hasta que puedas hacerlo sin ningún tipo de distracciones u olvidos, y sin pensar en nada más, al menos durante tres minutos seguidos. Cada vez que te distraigas,  vuelve a empezar, hasta que pasen los 10 o 15 minutos destinados para la práctica. Debes ser honesto contigo y proceder al siguiente ejercicio, sólo después de estar convencido de que has practicado correctamente y con plena concentración.

Ejercicio 1:

Toma un libro y cuenta las palabras en cualquier párrafo. Cuenta de nuevo para asegurarte de que has contado correctamente. Comienza con un párrafo y cuando llega a ser más fácil, cuenta las palabras en una página entera. Realiza el recuento mental y sólo con los ojos, sin señalar con tu dedo en cada palabra.

Ejercicio 2:

Cuenta hacia atrás en tu mente, de un cien a uno.

Ejercicio 3:

Cuenta en tu mente de un cien a uno, saltando cada tres números, osea 100, 97, 94, etc

Ejercicio 4:

Elije una palabra inspiradora, o un sonido simple, y repítelo en silencio en tu mente durante cinco minutos. Cuando tu mente pueda concentrarse con mayor facilidad, trata de llegar a los diez minutos de concentración ininterrumpida.

Ejercicio 5:

Toma una fruta, puede ser una manzana, naranja o cualquier otra fruta, y sostenla en tus manos. Examina la fruta de todos sus lados, manteniendo toda tu atención centrada en ella. Si te llegan pensamientos irrelevantes asociados que puedan surgir, como por ejemplo sobre la tienda donde la compraste, cómo y dónde se cultiva, su valor nutritivo ignóralos con calma pues no estás interesado en ellos. Sólo observa la fruta, concentra tu atención en ella sin pensar en nada más, y examina su forma, olor,  sabor y la sensación que da al tocarla.

Ejercicio 6:

Esto es lo mismo que el ejercicio número 5, sólo que esta vez visualiza la fruta en lugar de mirarla. Dale un vistazo a la fruta y examínala  durante unos 2 minutos, al igual que en el ejercicio número 5. Luego cierra los ojos y trata de ver, oler, gustar y tocar el fruto de tu imaginación. Trata de ver la imagen clara y bien definida. Si la imagen se vuelve borrosa, abre los ojos, mira la fruta por un tiempo corto, y luego cierra los ojos y continúa con el ejercicio.

 El secreto del éxito es la práctica constante. Cuanto más tiempo le dedicas a los ejercicios más rápido el éxito llega. Vamos poco a poco, diez minutos al principio y con el tiempo a medida que adquieras la capacidad de concentración, dale más tiempo. Cuando veas que  tienes éxito, podrás disfrutar los ejercicios, y con el tiempo se convertirán en un hábito. Serás capaz de concentrar tu atención fácilmente y sin esfuerzo en todo lo que quieras.

Los pensamientos reclaman nuestra atención sin cesar, y a veces nos hacen perder nuestro tiempo y energía en asuntos sin importancia e inútiles. Ellos realmente gobiernan nuestra vida. Nos hemos acostumbrado tanto a esta esclavitud, que lo damos por sentado, y se han convertido en un hábito inconsciente, excepto en ciertas ocasiones.

Si bien en la respiración, no es necesario prestar atención a cada inhalación y exhalación. Llegamos a ser conscientes del proceso de la respiración, sólo cuando tenemos alguna dificultad con ésta, por ejemplo, cuando la nariz está obstruida, debido a un resfriado, o cuando estamos en una habitación sin ventilación.

Lo mismo sucede con el pensamiento. Llegamos a ser conscientes de la constante agresión de nuestros pensamientos y de nuestra incapacidad para calmarlos, sólo cuando es necesario concentrarse, resolver un problema o estudio. También somos muy conscientes de ellos cuando tenemos preocupaciones o temores.

El trabajo que requiere de fuerza física, como el transporte de cargas pesadas, por ejemplo, desarrolla la fuerza física. Sin embargo, no es como hacer ejercicio todos los días al gimnasio de manera sistemática. Es lo mismo con la concentración. Leyendo, estudiando y tratando de prestar atención a lo que hacemos, desarrollamos parte de esta capacidad, pero la práctica de ejercicios diligentemente cada día es algo más, es como un entrenamiento en un gimnasio.

Para  desarrollar esta capacidad  tenemos que entrenar nuestras mentes. La mayoría de la gente piensa que la concentración es una actividad extenuante y agotadora, y que implica esfuerzo y  tensión, que es difícil y desagradable.

Esta creencia comienza a una edad temprana. Los padres y maestros esperan que los niños al estudiar, hagan su tarea y obtengan buenas calificaciones. Esto lleva a los niños un sentimiento de estar obligados y forzados a hacer algo que no les gusta hacer. Cuando es demasiado frecuente que no se concentran lo suficiente, desarrollan una aversión para la concentración, y  a menudo para estudiar también. Cuando crezcan, no es de extrañar que sus poderes de concentración sean débiles y no tengan ningún deseo de forzar sus mentes.

La concentración puede ser divertido si se aborda de la manera correcta. Se debe practicar con alegría, actitud positiva, optimismo, y la comprensión de sus grandes posibilidades.

Para la mayoría de nosotros, no es una perspectiva realista evitar situaciones de estrés por completo. En su lugar, tenemos que encontrar maneras de reducir nuestros niveles de estrés en el día a día, para hacer frente a las diferentes situaciones a lo largo de nuestro camino por la vida.

Aquí están seis cosas simples que puedes hacer – hoy, o al menos esta semana – para reducir sus niveles de estrés.

1. Realizar algunas respiraciones profundas

Es demasiado simple y puede reducir el estrés al instante. Siéntate tranquilamente y realiza unas cuantas respiraciones lentas y profundas.
También te recomendamos establecer un momento del día para concentrarte en tu respiración – esta es una forma de meditación que muchas personas utilizan.

2. Preguntar: «¿esto importará en un año?»

Un mini-desastre como perder un documento importante, o quedarse fuera de la casa sin llaves, o recibir una llamada telefónica de un cliente enojado puede sentirse como una verdadera crisis.

La mayoría de las cosas, sin embargo, se desvanecen en importancia después de unos pocos días o semanas. En un año, ¿estos mini-desastres tienen algún impacto en tu vida? Es casi seguro que no. Recordando constantemente que «esto también pasará», se puede evitar un poco la ansiedad asociada a situaciones de estrés.

3. Aceptar ayuda de otras personas

Algunas personas piensan que pedir ayuda los hace parecer débiles. La verdad es que ninguno de nosotros puede lograr grandes cosas solo: todos necesitamos un poco de ayuda en el camino. Al permitir que otras personas te ayuden, les das la oportunidad de crecer y aprender contigo.

4. Reducir las fuentes de estrés

Esto puede parecer tan obvio que no vale la pena mencionar – pero ¿realmente has hecho un esfuerzo por reducir las cosas que te causan estrés? Si te encuentras estresado cada vez que vas de compras a un centro comercial  lleno de gente, por ejemplo, puedes optar por comprar en línea en tu casa u oficina.

La próxima vez que algo te provoca estrés, toma unos minutos para pensar sobre las maneras para eliminarlo de tu vida – o para reducir el tiempo que  gastas en ello. Siempre hay opciones.

5. Mejorar sus habilidades de administración del tiempo.

Si estás corriendo todo el tiempo y no te alcanza el día para realizar tu trabajo, tal vez tengas un problema con la dilación, o  para priorizar las diferentes tareas. Cualquiera que sea el problema exacto, leer un buen libro sobre la gestión del tiempo, o realizar listas de prioridades con tiempos de ejecución puede hacer un mundo de diferencia.

6. Hacer ejercicio de forma regular

Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera endorfinas, que te hacen sentir bien naturalmente. El ejercicio regular puede incluso ayudar a reducir los síntomas de la depresión leve o ansiedad.
Trata de estar más activo esta semana, y verás que te sentirás menos estresado.

A veces, podemos encontrar grandes poderes de concentración en nosotros mismos. Cuando de verdad y sinceramente deseamos sobresalir en nuestros estudios, aprobar un examen importante o resolver un problema, este poder se hace disponible. En estos casos la concentración surge debido a alguna necesidad o deseo, pero el desarrollarla de una manera sistemática, nos permite controlarla, y tener la posibilidad de utilizarla intencionalmente, cada vez que sea requerida.

Para ello, es necesario practicar ejercicios especiales a diario. Desarrollando este poder de concentración se puede lograr:

  • Control de tus pensamientos.
  • La capacidad de enfocar tu mente.
  • La paz de la mente.
  • Liberarte de pensamientos inútiles y molestos.
  • La capacidad de elegir tus pensamientos.
  • Mejor memoria.
  • Confianza en ti mismo.
  • Fortalecer la voluntad.
  • Rapidez en tomar decisiones
  • La capacidad para estudiar y comprender con mayor rapidez.
  • Aumento de felicidad.
  • Mayor capacidad para desarrollar habilidades psíquicas.
  • Uso más potente y eficiente de la visualización creativa.
  • Mayor capacidad de meditar.
  • Y mucho más …

1. Aprende a reír:

La risa es el sanador de todos los males. La sonrisa es el bálsamo que calma y se instala. Es la medicina que sustenta una vida de alegría. Ríete en la cara de los problemas. Ríete en el camino de obstáculos insuperables.

Aprende a reírte de ti mismo. Ríe cuando triunfas, y  ríe en la adversidad. Comparte bromas que levantan. Ve comedias limpias que aligeran la carga. Mira siempre el lado divertido y búscalo si es necesario, para descubrir otra razón para reír siempre.

2. Deja de tomarte demasiado en serio a tí mismo:

¿Por qué tan serio? Basta hoy. Relájate. Cuando estás tenso no puedes moverte con fluidez y desarrollar plenamente tus sentidos y si tienes heridas son más difíciles de sanar estando tenso que dejándolas aliviar naturalmente. Hay muchas situaciones que no dependen de ti y cuando te cargas lo que no te corresponde te bloqueas y formas un témpano de ti. Por eso afloja los tornillos,  los lazos de la seriedad y sé libre. Encuentra una razón para celebrar, por más difícil que aparezca el camino, siempre hay algo por qué alegrarse.

3. Rodéate de ganadores:

El hecho es que si quieres ganar en la vida, entonces necesitas construir a tu alrededor una compañía de ganadores – en tu campo de acción y otros que son ganadores en sus respectivos campos.

Los ganadores hacen actos ganadores. Los ganadores tienen palabras ganadoras. Los ganadores a veces pierden, pero no se quedan abajo. Se levantan, sacuden el polvo y comienzan una y otra vez.

4. Toma el hábito diario de la Gratitud:

La gratitud es de vital importancia si deseas permanecer fresco y vibrante en todos tus caminos. Nunca debes dar nada por sentado. Siempre debes dar las gracias, y en todo lo que haces, celebrarás con una actitud de gratitud.

Si observas hay mucho por lo que estar agradecido diariamente: Debes dar las gracias por un día más para respirar, soñar y cumplir con la visión de tu vida. Abraza y besa a tu familia. Abraza a tus amigos. Consiente a sus clientes. Adora a tus asociados. Escribe cartas. Envía correos electrónicos con comunicaciones positivas.

Con cada momento que vives – convierte tu vida una abrumadora expresión de gratitud por haberte dado el privilegio más impresionante para convertirte cada día en “el mejor” de lo que eras ayer. Para que naciste para un momento como este.

5. Persigue tu pasión con entusiasmo:

Todos somos apasionados sobre algo. El problema es que la mayoría de nosotros estamos tan concentrados en ganarnos la vida que nuestras pasiones son a menudo dejadas de lado. Pero para disfrutar realmente del viaje de tu vida, es imperativo que te tomes el tiempo para identificar tus puntos fuertes e invertir tiempo en la búsqueda de tus pasiones – los proyectos, los deseos, y las chispas que se encienden en el interior. A continuación, ve a perseguirlos  con 111% de esfuerzo y concentración.

No permitas que las distracciones de la vida  te resten el disfrutar y alcanzar tu misión en la vida.
La P de pasión también es la P para el progreso, el poder, la productividad, proyectos, propósitos, planes, y Pensamientos Positivos, y todo está envuelto en una vida llena de la búsqueda de tu PASION.

La concentración es la capacidad de dirigir la atención a un solo pensamiento o sujeto, con exclusión de todo lo demás. Cuando nuestra mente está concentrada, nuestras energías no se disipan en actividades irrelevantes o pensamientos. Por ello, el desarrollo de la concentración es crucial para cualquier persona que aspira a hacerse cargo de su vida.

Esta habilidad es esencial para todo tipo de éxito. Sin ella, nuestros esfuerzos se dispersan, pero con ella, podemos lograr grandes cosas.

El poder de la concentración se puede describir vívidamente en un simple experimento físico: con una lupa, un trozo de papel o viruta de madera y los rayos del sol. Cuando los rayos del sol se enfocan a través de la lupa y se reflejan en el papel o la viruta pueden quemarlo. El incendio puede comenzar sólo cuando los rayos del sol se concentran en un punto pequeño. Cuando la lupa se mueve demasiado lejos o demasiado cerca del papel, los rayos no se centran lo suficiente y no pasa nada.

Esta potencia puede ser descrita como el poder de la atención. La concentración tiene muchos usos y beneficios. Ayuda a estudiar y comprender más rápido, mejora la memoria y ayuda a enfocarse en cualquier tarea, trabajo, actividad u objetivo, y lograr que sea más fácil y eficiente. También se requiere para el desarrollo de poderes psíquicos, y es una herramienta de gran alcance para el uso eficiente de la visualización creativa.

Cuando esta capacidad se desarrolla, la mente nos obedece más fácilmente y no se involucra en pensamientos inútiles, negativos o preocupaciones. Ganamos dominio mental y experimentamos la verdadera paz de la mente.

Esta capacidad también juega un papel importante en la meditación. Sin ella, la mente sólo salta sin cesar de un pensamiento a otro.

La concentración al igual que todas las facultades que desarrollamos como seres humanos se puede y debe ejercitar y entrenar diariamente.