El incremento de la energía y vigor que acompaña un levantar temprano es fácilmente notable.

Levantarse antes del amanecer se vuelve el máximo punto de importancia del día, ya que uno aprende a sintonizar su mente y cuerpo con el poder y fuerza eléctricas y los eventos químicos que ocurren en el momento del amanecer.

Levantarse temprano hace que uno sea una persona calmada, centrada, energética, y con mente despejada. Las diferencias de animo y vigor son asombrosas.

La madru­gada puede ser muy pro­duc­tiva para quien sabe apro­ve­charla. Todo está mucho más tran­quilo. De lo que hay en la tele­vi­sión, nada ape­tece.

Pero no tiene sen­tido des­per­tarte antes de lo que tu cuerpo te deje, por esto para poder madrugrar debes dor­mir temprano, para asi de este modo descansar bien.