Ser maestro es un arte, una profesión y una vocación.

Un arte porque cada grupo, cada niño, necesita una variación, un ajuste y una atención personal, que exigesensibilidad, flexibilidad y originalidad.

Una profesión porque debe saber quienes son los niños y cómo se desarrollan, y, además, debe saber de escritura, matemáticas, ciencias etc..
Debe conocer muchas estrategias y metodologías y tener clara su visión de mundo y su rol como maestro.

Pero, más allá de esto, tiene que tener la vocación necesaria para visualizar que su trabajo es contribuir a la formación de una persona que debe enfrentar sus propios retos y aprendizajes, que llega a la escuela con su alma, corazón, mente y espíritu dispuesto a ser lo mejor.

De cada maestro depende, dentro del medio escolar, cuánto avanza, y cuándo aprende cada niño en todos los aspectos de su desarrollo: físico, intelectual y socioemocional.

Un ejemplo de que con perseverancia, disciplina y dedicación podemos lograr todo lo que nos propongamos es el del atleta sudafricano Oscar Pistorius, quien participó representando a su país en los juegos olímpicos de Londres 2012 sin limitarle el hecho de que para correr utiliza prótesis transtibiales construídas en fibra de carbono.

Oscar Pistorious, nació sin sus huesos peronés, por lo cual a sus once meses de vida le fueron amputadas sus dos piernas. Pero esto no fue impedimento para que Pistorious se desenvolviera en diferentes deportes a pesar del esfuerzo que requería y las burlas de sus compañeros de colegio. Primero rugby y waterpolo, luego natación y por último (sin dudas con el que más éxitos logró) atletismo.

Con el atletismo participó en:

  • Los Juegos Paraolímpicos de Atenas 2004 consiguiendo medalla de oro en 400m y medalla de bronce 100m.
  • En 2008 en los Juegos Paralímpicos de Pekín logró tres medallas doradas en los 100, 200 y 400 metros.

Pero él quería desempeñarse en los juegos olímpicos pues se considera igual que cualquier otro atleta y dice: «Yo no soy un inválido, simplemente no tengo piernas. Además, todo el mundo tiene alguna discapacidad… las peores son las del espíritu”.

Y para lograr su sueño además de su esfuerzo físico, le tocó superar barreras  legales ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte demostrando a la Federación Internacional de Atletismo que sus piernas ortopédicas no le otorgaban “alguna una ventaja” con respecto a otros atletas no discapacitados.

Después de aclarado ese asunto, el apodado “Blade runner” o “el hombre más rápido sin piernas”, fue seleccionado para participar en los el Mundial de Atletismo de Daegu de Corea del Sur 2011 en 400 metros y en el relevo 4×400, donde llegó hasta las semifinales y ganó la medalla de plata con el equipo sudafricano en el relevo 4×400.

El 4 de julio de 2012 el Comité Olímpico Sudafricano confirmó al atleta para asistir a los Juegos Olímpicos Londres 2012 convirtiéndose en el primer atleta con doble amputación que logra estar en una cita olímpica.

Su participación en los olímpicos de Londres tuvo quienes estaban a su favor y otros en contra y aunque no consiguió medallas abrió las puertas para continuar su exitosa carrera con pasión demostrando que los únicos límites que tenemos son los que nosotros mismos nos trazamos; que los obstáculos se pueden convertir en incentivos y motivaciones y que todo es posible.

También dio a conocer las palabras que su madre le escribió cuando era pequeño y que lleva grabadas en su mente y alma: «Un perdedor no es quien llega  último sino aquél que se sienta y mira y nunca ha intentado correr».

Para  desarrollar esta capacidad  tenemos que entrenar nuestras mentes. La mayoría de la gente piensa que la concentración es una actividad extenuante y agotadora, y que implica esfuerzo y  tensión, que es difícil y desagradable.

Esta creencia comienza a una edad temprana. Los padres y maestros esperan que los niños al estudiar, hagan su tarea y obtengan buenas calificaciones. Esto lleva a los niños un sentimiento de estar obligados y forzados a hacer algo que no les gusta hacer. Cuando es demasiado frecuente que no se concentran lo suficiente, desarrollan una aversión para la concentración, y  a menudo para estudiar también. Cuando crezcan, no es de extrañar que sus poderes de concentración sean débiles y no tengan ningún deseo de forzar sus mentes.

La concentración puede ser divertido si se aborda de la manera correcta. Se debe practicar con alegría, actitud positiva, optimismo, y la comprensión de sus grandes posibilidades.

Para la mayoría de nosotros, no es una perspectiva realista evitar situaciones de estrés por completo. En su lugar, tenemos que encontrar maneras de reducir nuestros niveles de estrés en el día a día, para hacer frente a las diferentes situaciones a lo largo de nuestro camino por la vida.

Aquí están seis cosas simples que puedes hacer – hoy, o al menos esta semana – para reducir sus niveles de estrés.

1. Realizar algunas respiraciones profundas

Es demasiado simple y puede reducir el estrés al instante. Siéntate tranquilamente y realiza unas cuantas respiraciones lentas y profundas.
También te recomendamos establecer un momento del día para concentrarte en tu respiración – esta es una forma de meditación que muchas personas utilizan.

2. Preguntar: «¿esto importará en un año?»

Un mini-desastre como perder un documento importante, o quedarse fuera de la casa sin llaves, o recibir una llamada telefónica de un cliente enojado puede sentirse como una verdadera crisis.

La mayoría de las cosas, sin embargo, se desvanecen en importancia después de unos pocos días o semanas. En un año, ¿estos mini-desastres tienen algún impacto en tu vida? Es casi seguro que no. Recordando constantemente que «esto también pasará», se puede evitar un poco la ansiedad asociada a situaciones de estrés.

3. Aceptar ayuda de otras personas

Algunas personas piensan que pedir ayuda los hace parecer débiles. La verdad es que ninguno de nosotros puede lograr grandes cosas solo: todos necesitamos un poco de ayuda en el camino. Al permitir que otras personas te ayuden, les das la oportunidad de crecer y aprender contigo.

4. Reducir las fuentes de estrés

Esto puede parecer tan obvio que no vale la pena mencionar – pero ¿realmente has hecho un esfuerzo por reducir las cosas que te causan estrés? Si te encuentras estresado cada vez que vas de compras a un centro comercial  lleno de gente, por ejemplo, puedes optar por comprar en línea en tu casa u oficina.

La próxima vez que algo te provoca estrés, toma unos minutos para pensar sobre las maneras para eliminarlo de tu vida – o para reducir el tiempo que  gastas en ello. Siempre hay opciones.

5. Mejorar sus habilidades de administración del tiempo.

Si estás corriendo todo el tiempo y no te alcanza el día para realizar tu trabajo, tal vez tengas un problema con la dilación, o  para priorizar las diferentes tareas. Cualquiera que sea el problema exacto, leer un buen libro sobre la gestión del tiempo, o realizar listas de prioridades con tiempos de ejecución puede hacer un mundo de diferencia.

6. Hacer ejercicio de forma regular

Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera endorfinas, que te hacen sentir bien naturalmente. El ejercicio regular puede incluso ayudar a reducir los síntomas de la depresión leve o ansiedad.
Trata de estar más activo esta semana, y verás que te sentirás menos estresado.

El miedo a lo desconocido es una cosa difícil de manejar para la mayoría de la gente. Este sentimiento nos paraliza y es el responsable de mantenernos atrapados en situaciones que no nos hacen felices. Malas relaciones, carreras ingratas y sueños ahogados a menudo vienen a la mente.

Pero, si quieres salir del atasco, romper con las cadenas del miedo y, finalmente, ponerte en el camino  hacia lo que quieres en la vida, aquí hay tres preguntas que puedes hacer para ayudarte a poner las cosas en perspectiva cuando tienes ante ti una decisión que te produce miedo:

¿Qué es lo peor que podría suceder si haces esto y fallas?

Es comprensible que nadie quiere centrarse en lo negativo. Siempre hay un riesgo de fracaso, y es importante sopesar ese riesgo. Por lo general, el riesgo es bastante pequeño (que no obtengas los resultados a tiempo, podrías perder algún dinero, o perder un par de horas). Otras veces, el riesgo puede ser realmente grande, y es importante tener claridad sobre eso también (por ejemplo que si tu paracaídas no se abre, que puedas ir a la cárcel, o tu carrera o tu reputación queden arruinadas). De cualquier manera, es importante mencionar realmente el peor de los casos aquí, así puedes tener una idea real sobre el fundamento de tu temor.

¿Cuáles son las consecuencias de no hacerlo?

Puede ser difícil tomar acción y hacer frente a las cosas que nos asustan. A menudo, puede parecer más fácil simplemente no tomar medidas, pero se trata de una elección en sí misma que trae otras consecuencias. Si optas por no hacer nada debes preguntarte:¿Qué oportunidades te pierdes y lamentarás? ¿Cómo te sentirás en 5, 10, o 20 años de tiempo, mirando hacia atrás al preguntarte acerca de lo que podría haber sido?

Muchas veces no actuar puede dar lugar a un patrón de pasividad en nuestras vidas. Nos acostumbramos a no tomar medidas y que nos hagan dudar, posponer las cosas, y seguir igual en todos los ámbitos de nuestra vida.

¿Qué pasaría si lo haces y consigues éxito?

La última pregunta que debes realizarte, ¿Vale la pena el esfuerzo? ¿Vale la pena la batalla para abrazar tus miedos y comenzar tu propio negocio, ganar una vida cómoda haciendo algo que te gusta, y trabajar en tus propios términos? ¿Vale la pena decir que por fin ya es suficiente y empezar  la dieta, perder todo ese peso que  te ha acomplejado y evitado vivir una vida más larga y saludable?
Si te centras en el beneficio, te podrás sentir mucho más motivado para seguir adelante y tomar las medidas para dejar que el miedo te detenga.

Pesar tus opciones

Una vez que tengas las respuestas a estas preguntas,  pregúntate cuál pesa más y una vez tengas claridad sobre la realidad de las circunstancias, puedes estar en una posición mucho mejor para hacer una elección informada.

«La acción no siempre trae felicidad;. Pero no hay felicidad sin acción» – Benjamin Desraili

1. Aprende a reír:

La risa es el sanador de todos los males. La sonrisa es el bálsamo que calma y se instala. Es la medicina que sustenta una vida de alegría. Ríete en la cara de los problemas. Ríete en el camino de obstáculos insuperables.

Aprende a reírte de ti mismo. Ríe cuando triunfas, y  ríe en la adversidad. Comparte bromas que levantan. Ve comedias limpias que aligeran la carga. Mira siempre el lado divertido y búscalo si es necesario, para descubrir otra razón para reír siempre.

2. Deja de tomarte demasiado en serio a tí mismo:

¿Por qué tan serio? Basta hoy. Relájate. Cuando estás tenso no puedes moverte con fluidez y desarrollar plenamente tus sentidos y si tienes heridas son más difíciles de sanar estando tenso que dejándolas aliviar naturalmente. Hay muchas situaciones que no dependen de ti y cuando te cargas lo que no te corresponde te bloqueas y formas un témpano de ti. Por eso afloja los tornillos,  los lazos de la seriedad y sé libre. Encuentra una razón para celebrar, por más difícil que aparezca el camino, siempre hay algo por qué alegrarse.

3. Rodéate de ganadores:

El hecho es que si quieres ganar en la vida, entonces necesitas construir a tu alrededor una compañía de ganadores – en tu campo de acción y otros que son ganadores en sus respectivos campos.

Los ganadores hacen actos ganadores. Los ganadores tienen palabras ganadoras. Los ganadores a veces pierden, pero no se quedan abajo. Se levantan, sacuden el polvo y comienzan una y otra vez.

4. Toma el hábito diario de la Gratitud:

La gratitud es de vital importancia si deseas permanecer fresco y vibrante en todos tus caminos. Nunca debes dar nada por sentado. Siempre debes dar las gracias, y en todo lo que haces, celebrarás con una actitud de gratitud.

Si observas hay mucho por lo que estar agradecido diariamente: Debes dar las gracias por un día más para respirar, soñar y cumplir con la visión de tu vida. Abraza y besa a tu familia. Abraza a tus amigos. Consiente a sus clientes. Adora a tus asociados. Escribe cartas. Envía correos electrónicos con comunicaciones positivas.

Con cada momento que vives – convierte tu vida una abrumadora expresión de gratitud por haberte dado el privilegio más impresionante para convertirte cada día en “el mejor” de lo que eras ayer. Para que naciste para un momento como este.

5. Persigue tu pasión con entusiasmo:

Todos somos apasionados sobre algo. El problema es que la mayoría de nosotros estamos tan concentrados en ganarnos la vida que nuestras pasiones son a menudo dejadas de lado. Pero para disfrutar realmente del viaje de tu vida, es imperativo que te tomes el tiempo para identificar tus puntos fuertes e invertir tiempo en la búsqueda de tus pasiones – los proyectos, los deseos, y las chispas que se encienden en el interior. A continuación, ve a perseguirlos  con 111% de esfuerzo y concentración.

No permitas que las distracciones de la vida  te resten el disfrutar y alcanzar tu misión en la vida.
La P de pasión también es la P para el progreso, el poder, la productividad, proyectos, propósitos, planes, y Pensamientos Positivos, y todo está envuelto en una vida llena de la búsqueda de tu PASION.

Gástalo siendo feliz y haciendo feliz a alguien más. Los momentos que dejas pasar con sentimientos de frustración, ira, envida, son momentos de vida que has lanzado a la basura, desperdiciado.

La ira no es sólo la ira. La ira es una emoción que encubre el miedo, el dolor o decepción. Cuando te aferras a este sentimiento al que más haces sufrir es a ti mismo incluso llegando al punto de enfermarte físicamente como un reflejo en tu cuerpo de que lo debes soltar. Cuando estás enojado, te duele más porque gastas tu valioso tiempo y fuerza vital y te llenas de energía negativa. Lamentablemente, esa energía negativa a menudo bloquea e impide que la energía positiva entre en tu vida. Así que suéltalo. Aprecia a la persona con la que estás enojado y aprende a vivir con esta persona de la manera que ella o él es, saca lo bueno de la experiencia. Si alguien te molesta constantemente aprecia el hecho de que eres lo suficientemente fuerte para desvincularte de ese sentimiento. No tienes que quedarte allí, es tu elección. Déjalo ir y vive bien tu vida.

Cuando tus seres queridos, compañeros de trabajo, o incluso extraños te dicen y hacen cosas que te hacen daño, muchas veces no es realmente acerca de ti. Las personas en este mundo tienen algunos problemas serios. Y, debido a que no se ocupan de sus asuntos, proyectan esas cuestiones hacia ti. La madre que piensa que ella es la peor madre proyectará y le dirá a otra mamá lo necio y cansón que es su hijo. La adolescente que piensa que ella es fea proyectará y se burlará de otra adolescente.

Así que la próxima vez que alguien hace algo que te trate de hacer daño a ti, recuerda: Nada de lo que los demás hacen es por ti, lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestro propio sueño en nuestra propia mente; los demás están en un  mundo completamente distinto de aquel que vive cada uno de nosotros. Cuando nos tomamos personalmente lo que alguien nos dice, suponemos que sabe lo que hay en nuestro mundo, nos sentimos ofendidos y reaccionamos defendiendo nuestras creencias y creando conflictos…conflictos que en el fondo no son realmente nuestros.

El tiempo no deja de marcar, cada segundo que vives se te va restando del que tienes en total para vivir, entonces aprovéchalo productivamente.

“Que nadie venga a ti sin salir mejor y más feliz. Ser la expresión viva de la bondad de Dios: bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa”.
Madre Teresa

“No puedes hacer un favor a tiempo, porque nunca se sabe qué tan pronto será demasiado tarde”.
Ralph Waldo Emerson

Cuanto más estás dispuesto a probar cosas nuevas, más  evolucionas y creces como persona. Cuando éramos niños nos abrazaba este impulso constantemente. Perseguíamos todos los intereses imaginables,  para gran irritación de nuestros padres que pagaban por clases de karate, clases de guitarra, clases de arte, las ligas de baloncesto y casi todo lo demás que capturaba nuestros intereses en el más leve de los momentos.

Por supuesto, perdimos el interés en algunas de esas cosas y, finalmente nos quedamos sólo con “algo” de todas estas experiencias que empezamos y algunas ni si quiera las volvimos a realizar. En su mayor parte, ese “algo”  es un buen consejo, que incluso nos queda hasta llegar a la vida adulta.

Cuando llegamos a ser adultos nos envolvemos en el trajín diario y dejamos de recoger nuevas experiencias y aprender más allá de lo que tenemos en frente porque “estamos muy ocupados”,  dejamos pasar el tiempo y la vida y nos parecen imposibles nuestros sueños. Pero es sólo cuando perseguimos esos sueños locos, salvajes incluso a nuestros ojos, que vamos a salir de nuestras zonas de confort, y lograr materializar todo lo que soñamos, generando nuevas experiencias que nos hacen crecer.

Mientras estemos vivos tenemos la capacidad de aprender diariamente y reinventarnos. Es en el momento presente que tenemos el poder  de alcanzar todo lo que queramos. Quieres volar en parapente o paracaídas, canopy,  bailar, bucear, surfear, esquiar, viajar, etc…todo lo que quieras lo puedes hacer por difícil que parezca.

Todo lo que conocemos hoy en día y dominamos a la perfección una vez fue un territorio desconocido. Hubo un momento en que no sabías cómo caminar, hablar o leer. Pero ahora haces todas esas cosas sin esfuerzo.

El permitirte cumplir estos sueños o fantasías es un incentivo, un regalo que te das. Las limitaciones sólo están en tu mente, pues cuando deseas algo con todo el corazón siempre encuentras la manera de alcanzarlo. No importa tu edad, sexo o condición. El estar aprendiendo cosas nuevas nos recuerda la verdadera misión de nuestra vida: Aprender a ser felices.

Si tomas esta actitud en cualquier cosa que  aprendes en la vida, te sorprenderás de lo rápido que avanzas.

Un maestro y su alumno caminaban de un pueblo a otro, cuando de repente se oyó un rugido detrás de ellos. Volviendo su mirada en la dirección del ruido, vieron a un gran tigre después de ellos. La primera cosa que el alumno quería hacer era salir corriendo, pero como  había estado estudiando y practicando la auto-disciplina, fue  capaz de detenerse para observar lo que su maestro iba a hacer.

«¿Qué vamos a hacer maestro?» Preguntó el alumno.

El maestro lo miró y respondió con voz tranquila:

«Hay varias opciones. Podemos llenar nuestras mentes con el miedo paralizante que nos impide movernos, y dejar que el tigre haga con nosotros lo que quiera. No podemos desmayar. Podemos huir, pero luego el tigre irá después por nosotros. Podemos luchar con él, pero físicamente es más fuerte que nosotros».

«Podemos orar a Dios para salvarnos. Podemos elegir usar el poder de nuestra mente para influir en el tigre , si nuestra concentración es lo suficientemente fuerte.  También podemos concentrarnos y meditar en nuestro poder interior, y en el hecho de que somos uno con el universo entero, como el tigre, y de esta manera influir en su alma. »

«¿Qué opción eliges?»

«Tú eres el maestro. Tú me dirás qué hacer. No tenemos mucho tiempo». El alumno respondió.

El maestro volvió su mirada sin temor hacia el tigre, vació su mente de todo pensamiento, y entró en un profundo estado de meditación. En su conciencia, abrazó a todo en el universo, como el tigre. En este estado la conciencia del maestro se convirtió en uno con la conciencia del tigre.

Mientras tanto, el alumno comenzó a temblar de miedo, pues el tigre ya estaba muy cerca, listo para dar un salto hacia ellos. Se sorprendió al ver cómo su maestro podía quedarse tan tranquilo y distante en la cara del peligro.

Mientras tanto, el maestro continuó meditando sin miedo. Después de un rato, el tigre paulatinamente bajó la cabeza y la cola y se fue.

El alumno preguntó a su maestro con asombro: «¿Qué hiciste?»

«Nada. Sólo limpié todos los pensamientos de mi mente y me uní en el espíritu con el tigre. Nos hicimos unidos en la paz en el plano espiritual. El tigre sintió la calma interior, la paz y la unidad y no sentía la amenaza o la necesidad de expresar la violencia , y así fue. »

«Cuando la mente está en silencio y  calma, su paz se transmite automáticamente a todo y a todos a su alrededor, influyendo en ellos profundamente», concluyó el maestro.