Crisis del Éxito

Qué es el Éxito? En la sociedad de consumo en que vivimos tener éxito es tener “un buen empleo” con una buena remuneración laboral, tener casas, fincas,(bienes terrenales), autos, almacenes, empresas, propiedades.

Ser un alto ejecutivo, una persona con muy poco tiempo, una persona demasiado ocupada e importante a la que todo el mundo admira con respeto porque es recta, excelente en su trabajo. Esa persona además tiene una familia bien constituída ante la sociedad.

Es una persona que “cuida su imagen”, una persona que siempre se ve bien, rosagante, poderosa con la satisfacción de haber logrado sus metas.

Todos en cierta medida y según nuestra capacidad  buscamos alcanzar este nivel, incluso muchas veces sin detenernos a pensar si es realmente lo que nos gusta o lo que nos hace sentir bien pero como la sociedad  ha “catalogado” que se llega a una satisfacción absoluta alcanzándolo, lo hacemos y luchamos por conseguirlo.

Y en la mayoría de los casos, cuando llegamos allí se siente que “no llena” que en realidad  lo que se había visionado experimentar al llegar a este punto no se logra. Se consigue sólo una satisfacción parcial y nos damos cuenta que hemos sido “muñecos” de la sociedad porque en lugar de aprovechar todo nuestro tiempo en analizar qué sería lo que nos llenaría, esforzándonos hacia una realización personal en donde podemos evolucionar mental y espiritualmente, nos hemos dedicado a conseguir lo que la sociedad nos impone.

Por eso es que muchas personas que supuestamente han alcanzado el  éxito, caen inmediatamente, no duran mucho en la cima, ya que se enteran que eso no cuenta, lo que los llenaba en la vida no era esto.

También pueden surgir inconformidades sino aprendemos que cuando “alcanzamos el éxito”, subimos sólo un escalón  que detrás de ello hay otras metas más que debemos seguir para continuar en ese constante devenir y luchar.

En el momento en que analizamos lo que realmente “nos llena” y empezamos a luchar por ello, avanzando íntegramente, también mejorarán nuestros ingresos personales y nuestra vida personal y sí sentiremos satisfacciones cuando esas metas  las forjamos nosotros mismos a conciencia, sin influencias externas.

Además estaremos en paz en nuestro interior y esto se reflejará automáticamente en nuestro ser y en la relación con los seres que nos rodean.

Entonces, no debemos dejarnos llevar por el “que dirán” y qué piensa la sociedad que es mejor para mí en este momento, sino que nuestras acciones, esfuerzos y metas sean fijadas conforme a nuestros principios, pensamientos y sentimientos más internos.