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Las ideas y especulaciones acerca del mundo pueden conducir a la enajenación mental. Esta rueda de la existencia, este ciclo de continuidad, carece de fin y el primer principio de las cosas que vagan y se afanan por doquier encubiertas en ignorancia y aherrojados por el deseo, no se puede columbrar.

Aforismos de Buda

La ley de la atracción es la idea o supuesto de que los pensamientos influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una onda similar.

La frase «ley de la atracción» ha sido utilizada por algunos escritores esotéricos, aunque el sentido con el que se usa actualmente es diferente del original. La mayoría de los autores asocian a la ley de la atracción con la frase «te conviertes en lo que piensas», usualmente aplicado al estado mental del ser humano: Esto significa que los pensamientos que una persona posee, las emociones, las creencias y las acciones atraen consecuencias que corresponden a experiencias positivas o negativas.

Hágala realidad

1. Al levantarse dedique 5 minutos a enfocarte en su deseo

2. Use imágenes externas para representar sus deseos. Recorte frases e imágenes que estén relacionadas con sus deseos y archívelas en una carpeta. Vale la pena repetir: Esto es mio ahora, esto es quien soy ahora.

3 – Preste atención a todas aquellas respuestas emocionales que impiden tener todo lo que se desea; recuerde que los sentimientos reflejan su realidad.

4 – Hay que tener una actitud de gratitud; es muy importante que en todo momento se enfoque en lo bueno que tiene y agradezca por ello.

5 – Póngale acción a sus deseos. Por ejemplo, si deseas un auto, aprenda a manejar, saca la licencia de conducir, etc.

6 – Si comienzas a ver q todo empieza a mejorar pues hay que reconocer. Si le aprobaron el crédito para comprar el auto, reconozca que la ley de atracción está funcionando.

Video: http://www.youtube.com/watch?v=AeQY3t_SHEs

No hay ingredientes especiales para que una pareja no discuta. Eso es imposible. Lo que si se puede lograr es construir una gran atmósfera para alimentar el amor y la tolerancia. Téngalos en cuenta.

No hay lugar para interrogantes. Tratar a la otra persona como si siempre estuviera escondiendo algo, demuestra inseguridad y desconfianza de tu parte. Usted es su pareja, no su padre o su madre y estar controlando su tiempo y todo lo que hace no hará que seas su confidente.

Hay que atreverse para hablar de todo. No siempre ser arriesgados es sinónimo de darlo todo en la cama. Los hombres quieren a una mujer segura de sí misma, de sus sentimientos y de su capacidad de amar. Eso los hace sentirse queridos, apreciados y valorados. Un «te amo» se demuestra y se expresa sin temores cuando se siente.

Sexo y amor. El sexo sí importa sin que tenga que ser una prioridad. La cama no se puede convertir en el sitio donde se resuelven los conflictos. Una conexión física, química sexual, una intimidad sentimental y corporal son los ingredientes principales para que al amor y la atracción se mantengan vivos.

Basta de amenazas. Darle un ultimátum cada vez que hay un mal entendido o una discusión, no es una forma adecuada de retenerlo. De hecho, esa no es la idea en una relación. Unos hacen exigencias de más cuando el tema del compromiso sale a colación, otras para chantajearlos.

El físico no es primordial. Nadie puede negar que a ellos les gusta que te pongas un vestidito sexy, que compres lencería especial para una noche romántica o que cuando salgan a una fiesta deslumbres por tu belleza y elegancia. Pero si hay una cosa que les molesta es una mujer preocupada por su aspecto las 24 horas del día.


Con la globalización, la civilización actual se ha dedicado a acaparar bienes materiales de forma incesante y desenfrenada y, por ello, no es extraño que el dinero constituya, para muchos, el principal argumento de sus vidas.

Sin embargo, es importante comprender que el dinero no es sinónimo de real felicidad, abundancia ni, mucho menos, prosperidad sino más bien es una energía neutra que, como casi todo en este mundo tiene dos caras: una positiva y otra negativa. Es decir, existen personas que son felices teniendo sólo lo justo y hay quienes son infelices con enormes fortunas.

En este sentido, nos preguntamos, ¿Cómo atraer, entonces, la verdadera felicidad y prosperidad?  Para lograrlo, debemos conocer las leyes de la abundancia y el dar para recibir.

Para atraer la verdadera prosperidad, es importante soltar para incorporar o lo que es lo mismo dar para recibir.  Para ello, se debe mantener un equilibrio entre lo que sale y entra en nuestra vida.

Con el fin de lograrlo, se debe comprender que el dinero es un medio y no un fin. No se puede acaparar sin soltar, ya que pasaría lo que le ocurre al avaro que tiene mucho dinero, pero su vida no es abundante ni disfruta la prosperidad. Él que tiene verdadera prosperidad experimenta satisfacción y placer al ser generoso.

Solamente el que sabe dar sin condiciones puede recibir en la misma medida y es que dar es igual que recibir.  Sin embargo, no se trata sólo de dar bienes materiales sino también podemos dar generosidad, hospitalidad y amabilidad con ello damos gracias a la vida y a las personas.

Se puede comprender, entonces, que la verdadera prosperidad significa alcanzar un equilibrio que nos permita ser felices desde adentro (al ser generosos) y con ello se facilita la entrada del dinero el cual se debe usar siempre de forma positiva sin acaparamientos.  A continuación algunos ideas que facilitan el proceso de atracción de la prosperidad.

Un ritual natural para atraer la prosperidad

Escoger varias hojas de geranio y colocar debajo de la almohada. Antes de ir a dormir, se deberá decir en voz alta: «Fortuna, diosa de la riqueza, Dirígeme hacia mi sendero, muéstrame el camino hacia mi abundancia,  hacia mi prosperidad legítima.» Con esta invocación, la diosa te guiará. Puedes repetir este hechizo cada luna nueva.