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La percepción de tí mismo tiene un enorme impacto en cómo te perciben los demás. Confianza en sí mismo es la diferencia entre sentirse imparable y sentirse asustado de su ingenio.

Aquí te relacionamos algunas estrategias que ayudan para construir y aumentar la confianza en sí mismo.

1. Viste Bien

Aunque la ropa no hace al hombre, sin duda la forma en que te vistes afectará  la forma en que te sientes. Nadie es más consciente de tu apariencia física que tú mismo. Cuando no te ves bien, cambia la manera en que te comportas e interactúas con otras personas. En la mayoría de los casos, las mejoras significativas se pueden hacer por bañarse y afeitarse con frecuencia, usar ropa limpia, y conocer los estilos más recientes. Además de vestirte adecuadamente para la ocasión en que estés.

Esto no significa que tengas que gastar mucho en ropa. En lugar de comprar un montón de ropa barata, compra la mitad de muchos artículos selectos y de alta calidad. En el largo plazo, este gasto disminuye debido a que ropa de buena calidad se desgasta menos y te dura más tiempo. Comprar menos también ayuda a reducir el desorden en el armario.

2. Camina más rápido

Una de las maneras más fáciles para contar cómo una persona se siente acerca de sí misma es la de examinar su paso. ¿Es lento? ¿cansado? ¿O es enérgico y decidido? Las personas con alta confianza  caminan rápido. Tienen lugares para visitar, personas para ver, y  trabajo importante por hacer. Incluso si no tienes prisa, puedes aumentar tu confianza poniendo un poco de ánimo en tu paso.

3.
Lleva una buena postura

Del mismo modo, la forma en que una persona lleva su cuerpo, cuenta una historia. Las personas con los hombros caídos y movimientos letárgicos muestran una falta de confianza en sí mismos. Ellos reflejan que no están muy entusiasmados con lo que están haciendo y que no se consideran importantes. Al practicar una buena postura, automáticamente te sentirás más seguro. Párate derecho, mantén la cabeza erguida, y haz contacto visual. Vas a hacer una impresión positiva en los demás y al instante te sientes más alerta y con poder.

4. Realiza tu propio comercial

Una de las mejores maneras de construir la confianza está escuchando un discurso de motivación. Por desgracia, las oportunidades para escuchar a un gran orador son pocas y distantes entre sí. Puedes cubrir esta necesidad mediante la creación de un comercial personal. Escribir un discurso 30-60 segundos que pone de relieve tus puntos fuertes y tus objetivos. A continuación, recítalo frente al espejo en voz alta (o en el interior de tu cabeza, si lo prefieres) cada vez que necesites una inyección de confianza.

5. Gratitud

Cuando te centras demasiado en lo que quieres, la mente crea razones por las que no se puede tener. Esto te lleva a vivir en tus debilidades. La mejor manera de evitar esto es centrarte conscientemente en la gratitud. Dedica un tiempo cada día a realizar una lista mental de todo lo que tienes que estar agradecido. Recuerda tus éxitos del pasado, las habilidades únicas, las relaciones amorosas, y el impulso positivo. Te sorprenderás de lo mucho que tienes a tu favor y te motivará para dar el siguiente paso hacia el éxito.

6. Saluda a otras personas

Cuando pensamos en forma negativa acerca de nosotros mismos, a menudo proyectamos que sentir a los demás en forma de insultos y chismes. Para romper este ciclo de negatividad, adquiere el hábito de alabar a otras personas. Niégate a participar en chismes y comentarios degradantes, por el contrario busca resaltar lo más bonito o admirable de las personas que te rodean. Cuando buscas lo mejor en los demás, indirectamente, sacas lo mejor de ti mismo.

7. Siéntate en primera fila

En las escuelas, oficinas, y las asambleas públicas en todo el mundo, las personas se esfuerzan constantemente por sentarse en la parte posterior de la habitación. La mayoría de la gente prefiere la parte de atrás porque tienen miedo de ser notado. Esto refleja una falta de confianza en uno mismo. Al decidir sentarte en la primera fila,  puedes superar este miedo irracional y construir confianza en ti mismo. También serás más visible para las personas importantes que hablan de la parte frontal de la habitación.

8. Habla

Durante las discusiones de grupo muchas personas nunca aportan nada porque tienen miedo a que la gente los juzgue por decir algo estúpido. Este temor no está realmente justificado. De hecho la mayoría de la gente está luchando con los mismos temores. Al hacer un esfuerzo para hablar al menos una vez en cada grupo de discusión, te convertirás en un mejor orador público, ganarás más confianza en tus propios pensamientos, y podrás ser reconocido como un líder por tus compañeros.

9. Resuelve

La condición física tiene un efecto enorme en la confianza en uno mismo. Si estás fuera de forma, te sentirás inseguro, poco atractivo, y menos energético. Tener la disciplina para hacer ejercicio no sólo te hace sentir mejor, también te crea un impulso positivo que permanece constante en el resto del día.

10. Enfócate en el aporte

Con demasiada frecuencia nos vemos atrapados en nuestros propios deseos. Nos centramos demasiado en nosotros mismos y no lo suficiente en las necesidades de otras personas. Si dejas de pensar en ti mismo y te concentras en qué le estás dejando, enseñando o aportando al resto del mundo, no te preocuparás tanto en los defectos propios. Esto aumentará la confianza en ti mismo y tu aporte a la sociedad será más eficiente. Cuanto más aportes al mundo más serás recompensado con el éxito personal y el reconocimiento.

  1. Hacer lo posible para cambiar la forma de ver las cosas. Siempre mira el lado positivo. La mente te puede arrastrar a pensar en la negatividad y las dificultades. No la dejes. Mira el lado bueno y el aprendizaje de cada situación, por difícil e inconcebible que parezca absolutamente de todas las situaciones aprendemos y cuanto más duras, más marcada nos queda la lección, entonces agradece esa oportunidad de vivir y saca el aprendizaje. De lo contrario, cuando se te presentan situaciones incómodas y difíciles, perderás el rumbo de tu felicidad.
  2. Piensa en soluciones, no en problemas. Cuando pensamos en problemas nos quedamos bloqueados, absortos y sin saber qué hacer. Es mejor darse un respiro y pensar que absolutamente todo en la vida tiene solución y existe por una razón. No son problemas son retos que si se te han presentado es porque dentro de ti está el potencial para superarlos y seguir adelante. Y no todos tenemos los mismos “retos” porque todos tenemos diferentes cosas por superar.
  3. Escucha música relajante, edificante. Este es un alimento directo para tus sentidos.
  4. Mira comedias divertidas que te hacen reír. Y te llevan a un estado de alegría, jocosidad y buena onda.
  5. Cada día, dedica algún tiempo a leer unas cuantas páginas de un libro inspirador o un artículo. Este es un alimento para tu mente.
  6. Cuida tus pensamientos. Cada vez que te encuentres pensando en cosas negativas, empieza a pensar en cosas agradables. Simplemente si vienen estos pensamientos acéptalos déjalos pasar pero inmediatamente piensa en cosas agradables, no dejes que en tu mente se posesionen pensamientos negativos, en cambio llena ese espacio inmediatamente con positivos.
  7. Siempre mira lo que has hecho y no  lo que no tienes. A veces, puedes comenzar el día con el deseo de lograr varios objetivos. Al final del día puede pasar que te sientas frustrado e infeliz, porque no has alcanzado a  hacer todas lo que has planeado.
    Mira lo que has logrado, no te concentres en lo que falta. Es posible que hayas alcanzado mucho durante el día, y sin embargo por faltarte algunas pequeñas tareas te dejas decaer y no ves todo lo bueno que has construído. Es injusto hacia ti mismo. Siéntete feliz por lo que hiciste y piensa que todo tiene su tiempo y lo que te faltó todavía no era la hora de realizarlo.
  8. Cada día haz algo bueno por tí mismo. Date gusto. Puede ser algo pequeño: cómprate un libro, come algo que te gusta, observa tu programa favorito de televisión, ve al cine, o simplemente realiza un paseo en la playa. La misión principal de nuestra vida es ser felices y se vuelve un hábito constante con la suma de pequeñas cosas cada vez.
  9. Cada día produce por lo menos un acto de hacer felices a los demás. Esto puede ser una palabra amable, ayudando a sus colegas, parando el coche en el cruce peatonal para darle paso a las personas, cediendo tu asiento del autobús a otra persona, o dar un pequeño regalo a un ser querido. Las posibilidades son infinitas. Al hacer feliz a alguien, eres feliz y se propaga ese sentimiento, y entonces también la demás gente trata de hacerte feliz.
  10. Todos los días Agradece todo lo que tienes. Cuenta tus dones y ventajas diariamente. Verás que es más lo que tienes que lo que te hace falta. Y tal vez analizando estos dones lo que piensas que te falta puede ser un solo capricho, en realidad estás completo.
  11. No envidies a las personas que son felices. Por el contrario, sé feliz por ti mismo, es una elección y tienes el derecho a aprovecharla. Alguna vez leí que las personas aburridas e infelices hacen mucho daño a la sociedad. Es responsabilidad de cada uno mantenernos felices internamente para reflejarlo al exterior y conseguir una atmósfera positiva de amabilidad.
  12. Rodéate con la gente feliz, y trata de aprender de ellos para ser feliz. Recuerda que la felicidad es contagiosa.
  13. Haz todo lo posible para mantener tu centro, cuando las cosas no procedan según lo previsto y deseado. Encontrarte a ti mismo y aceptar que eres un eterno aprendiz de todo lo que se te presenta en la vida, te ayudará a mantener la calma y controlar sus estados de ánimo y reacciones. Es la aceptación de lo bueno y lo malo y permanecer en equilibrio, tiene mucho que ver con la paz interior y la paz interior es conductor de la felicidad.
  14. Sonríe más a menudo.

La meditación está al alcance de todos y no está reservada sólo para las personas que viven en un ashram o una cueva o para gente cuyo único interés es la espiritualidad.

El convertirla en un hábito trae muchos beneficios a la persona más práctica, y también al más visionario.

En el plano físico, relaja el cuerpo, llena de vitalidad, y restaura la energía, la salud y el equilibrio. Evita el agotamiento por exceso de trabajo o de actividad.

En los niveles emocional y mental, reduce la ansiedad, la preocupación y la cólera; desarrolla paz, tolerancia, y paciencia a nivel interno y hacia el mundo exterior. Las facultades mentales funcionan mejor, y la memoria, la concentración y la fuerza de voluntad se refuerzan.

Se puede vivir una vida normal, con un trabajo y familia, y, sin embargo, al mismo tiempo, meditar y llevar una vida espiritual intensa.

Puedes prepararte poniéndote ropa relajada, velas de incienso, música suave, y esto ayuda mucho al principio, pero no es totalmente necesario, también puedes hacerlo en cualquier lugar sin necesidad de acondicionamientos especiales, pues lo más importante no es el sitio, ropa y la cubierta exterior sino lo que cuenta es la Actitud y lo que sucede en tu interior.

La meditación adecuada y eficaz requiere un poco de fuerza interior. Tiene que haber la ambición, el deseo, la fuerza de voluntad, empuje y la perseverancia. Todas estas cualidades son  las mismas cualidades básicas necesarias para el éxito en el mundo material.

Incluso si eres empleado, diriges tu propio negocio o estás estudiando, puedes sacarle el máximo provecho a esta práctica. El concepto de que la meditación no es para gente práctica es totalmente equivocado.

Aquí hay un método sencillo, práctico y eficaz que aumentará tu tranquilidad y concentración  y del cual se pueden obtener excelentes resultados practicando todos los días durante diez minutos:

  1.  Busca un lugar donde puedas estar solo.
  2.  Siéntate y presta atención a tu cuerpo. Relaja los músculos y alivia cualquier tensión física.
  3. Realiza unas cuantas respiraciones profundas y concéntrate en el flujo del aire cómo ingresa y sale de tu cuerpo.
  4. Observa tus pensamientos como si estuvieras viendo una película carente de interés. Considera tus pensamientos como las aves    que vuelan en torno a una miga de pan. Este trozo de pan es tu atención. Todos esos pensamientos quieren buscar tu atención. Ellos traerán asociaciones, imágenes y sentimientos. Tu trabajo es dejarlos pasar pero sin ahondar en ellos, sin que “cojan la miga de pan”.
    Esos  pensamientos son visitantes que vienen a visitar tu mente. No son los dueños ni los jefes de tu mente, basta con mirarlos cómo se van alejando y no tienes interés en ver esa escena de la película.
  5. Mantente relajado y sin tensiones. No luches contra tus pensamientos, no te sientas enojado y frustrado si no puedes permanecer lejos de ellos. Se trata de un hábito natural que cada pensamiento entra libremente en la mente. Se necesita tiempo y esfuerzo para cambiar este hábito. El secreto del éxito con este ejercicio es el desapego.

Es cuestión de práctica con  determinación, paciencia y constancia y después de varios intentos, se aprende  a meditar para dejar la mente libre de  pensamientos y obtener serenidad,  felicidad y encontrar tu SER INTERIOR.

¿Alguna vez has tenido que decir no y sientes que se genera conflicto acerca de ello? Muchas veces nos envolvemos en una gran tormenta al pensar que vamos a cometer un horrible crimen diciendo  «no». En nuestras mentes, tenemos miedo de que la otra gente enfadará, o consideramos que vamos a hacer las cosas difíciles a los demás.

La cosa es que muchos de estos pensamientos son de creación propia, y no real. Decir no es realmente un privilegio, y no debe ser tan difícil como parece. Se trata de aprender cómo hacerlo. Aquí hay 6 consejos sencillos para aprender a decir no:

  • Darse cuenta de que está bien decir que no
    No importa con quién está hablando y cuál es la situación, tienes el derecho a decir no. La única razón por la que sientes que no tienes ese derecho se debe a que elijas  renunciar a esta opción frente a los demás. En lugar de pensar que no podemos decir que no, se trata de aprender cómo se dice y proponerlo de una manera que la otra parte pueda entender y aceptar.
  • Conoce tus prioridades
    ¿Cuáles son tus principales objetivos este año, o mes? ¿Prefieres pasar el tiempo en estas metas o en este nuevo compromiso? Conocer tus objetivos refuerza sus razones para decir que no. Conociendo mi visión y los planes que he hecho es mucho más fácil decir que no. En última instancia, todo lo que vivimos y la manera como lo hacemos dependen de nuestras decisiones y actos.
  • Anota todo primero
    Si es una decisión que te está taladrando la cabeza y tienes tiempo de responder y le das vueltas y vueltas pero no estás seguro de cómo empezar, lleva todo lo que sientes en tu mente por escrito. Pueden ser pensamientos de frustración o duda. Tratarlo como un proyecto de respuesta por escrito. El proceso de hacer esto ayuda a poner en orden tus pensamientos. Después de terminar de volcar tus pensamientos, encontrarás mucho más fácil encontrar la respuesta real a partir de ahí.
  • Mantenlo  simple
    No hay necesidad de explicar el exceso de ti mismo. Basta con decir que no, y dar la razón clave de por qué. Algunas personas pueden caer en el error de escribir una carta larga explicación / correo electrónico, y es innecesario. No sólo confunden la otra parte con los detalles, sino que también debilita tu posición.
  • Proporcionar una alternativa
    Esto no es necesario, pero si te sientes mal por decir que no, puedes brindar una opción alternativa para amortiguar el efecto. Por ejemplo, si la persona quiere trabajar en un proyecto contigo, pero no puedes comprometerte con ella, podrías recomendarle algunas pistas que  pueden hacer el trabajo igual de bueno como tú. De esta manera, la persona no se quedará colgado/a y puede buscar estas opciones en su lugar.
  • Sólo decir que no
    A veces me pregunto cómo decir no, y al final concluyo con un simple «lo siento, pero me temo que no puedo asumir» como respuesta. Sorprendentemente, me doy cuenta que la otra parte lo entiende y muchos de los conflictos que tengo con decir que no son más mis propios delirios que cualquier otra cosa! Mientras seas sincero, franco y respetuoso de la otra parte en la respuesta, no debe haber ninguna razón por la cual decir no sería un problema.

Probablemente conoces a algunas personas que siempre prometen mucho, pero nunca  cumplen. Tal vez prometen ayudarte, y te dejaron metido en el último minuto. Tal vez llegan constantemente tarde. Y, con el tiempo, te das cuenta de que esto es sólo un hábito con ellos: no se puede confiar en ellos para hacer lo que han dicho que harán.

Por supuesto, ninguno de nosotros es perfecto. Hay momentos de emergencia, los problemas ocurren.  Pero si haces un esfuerzo sincero y coherente para hacer lo que ha dichos que vas a hacer, encontrarás que eres visto como alguien confiable y digno de confianza – el tipo de persona que los jefes les encanta promover y que los clientes les encanta trabajar con ellos.

  1. No te sobrecargues:La forma más sencilla de evitar el incumplimiento de los convenios es asegurarte de no comprometerte con demasiadas cosas. Esto significa aprender a decir no , no sólo a otras personas sino también a sí mismo. En el camino encontramos oportunidades constantemente y hay que ser selectivos a la hora de aprovecharlas. Piensa en esas oportunidades como los elementos de un menú de un restaurante: puedes estar interesado en una media docena de platos fuertes, pero esto no quiere decir que vas a pedirlo todo de una vez.
  2. Si vas a cancelar no lo hagas en el último minuto:Si tienes exceso de quehaceres y obligaciones y crees que no vas a ser capaz de cumplir lo que habías acordado, debes dar a conocer tu decisión a las partes implicadas con la mayor antelación posible. Esto para que los otros puedan tener tiempo de paliar la situación o acordar otra fecha.
  3. Ser Organizado:A veces la gente tiene buenas intenciones pero viven en un estado de confusión y desorganización les hace olvidar los compromisos realizados.
    Asegúrate de llevar un  diario o agenda que sea fácil e intuitivo para tu uso y marcar recordatorios en los puntos apropiados. Cuando asumes nuevos compromisos regístralos en alguna parte: no confíes en tu memoria, si a veces te abandona.
  4. Llegar Puntual:Puede parecer una pequeña cosa, pero la puntualidad muestra respeto por el tiempo de las otras personas. Si siempre estás llegando tarde y luego te sientes frustrado por ello. Te has detenido a pensar que puede ser….  ¿estás calculando bien los tiempos de viaje y movilización, incluyendo posible tráfico? ¿Eres propenso a quedar envuelto en su trabajo, hasta el punto en el que siempre sales tarde? Para corregir esto es de gran utilidad programar la alarma de nuestro reloj o computadora o pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora y  finalizar la actividad  para llegar a tiempo a nuestro otro compromiso. Cuando sea posible, llegar temprano a las reuniones, citas y similares lleva un libro siempre contigo, así  tienes algo para leer si te toca esperar.

 

Nunca jamás renuncies es la lección de vida que nos enseña Arthur Boorman, un Veterano que participó en  la Guerra del Golfo, acontecimiento que le dejó después de muchos saltos en paracaídas lesiones en su espalda y piernas que le impedían caminar.

Después de ir a muchos doctores, le diagnosticaron que nunca podría volver a caminar por sí mismo sin ayuda de muletas o silla de ruedas. Pasaron  quince años  viviendo discapacitado por aceptar como un hecho este diagnóstico y aumentó muchísimo de peso, lo que agravaba cada vez más su situación… Pero a sus 47 años llegó el momento en quiso cambiar su realidad y por fin le dio un vuelco a  su pensamiento y con la ayuda del yoga (que más que ejercicio físico es un sistema de vida), disminuyó 70 kilos de su peso en tan sólo 10 meses y lo más importante de ello: volvió a caminar y correr.

Fue un camino laborioso pues cayó muchas veces, pero lo sostenía el creer en sí mismo, creer que lo iba a lograr, eso hacía que aunque cayera volviera a levantarse hasta lograr su objetivo.

Mira el video que nos muestra  el poder del pensamiento positivo acompañado de insistir, persistir y nunca desistir, hasta alcanzar las metas que nos hemos trazado. Como Arthur dice “nunca se debe subestimar lo que se puede lograr cuando crees en ti mismo”.

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Cuando nos alteramos, nuestra respiración también se altera también, como fiel reflejo del estado de ánimo por el cual estamos atravezando.

De igual forma, dada su gran influencia de la respiración sobre el sistema nervioso, esta constituye el mejor medio para reestablecer la normalidad física y mental o emocional, y así calmar los nervios y relajarse.

Para recobrar la calma y ejercer control sobre las emociones negativas o estados de temor, angustia, agitación o nerviosismo les recomendamos:

  • Inspirar durante seis segundos.
  • Retener, dos segundos.
  • Espirar durante seis segundos.
  • Hacer una pausa de un segundo y repetir.

Al realizar este ejecicio poner toda la atención en como el aire entra con cada inspiración y como sale de nuestras fosas nasales al realizar  la expiración.

Esa sencilla técnica logra que integremos nuestra mente y cuerpo para formar una unidad interdependiente, inseparable y trascendente. De forma de que todo lo que afecta el espíritu o psique afecta al cuerpo y viceversa.

Practicándola conscientemente puede ayudar a las personas a descubrir el potencial interno que poseen, y a su vez es capaz de modificar los efectos de las influencias negativas externas o internas.

El color con el que pintas tu casa o tu habitación influye en tu bienestar interior, ya que aunque no lo creas los colores pueden llegar a afectar tu manera de pensar y de sentir.

Por esto existe una la cromociencia , la cual se basa en la idea en que cada color tiene una longitud de onda especifica, que ejerce un efecto en el estado de animo de las personas.

La clave de la terapia es saber de que modo afectan las energías de cada color como por el ejemplo:

  • El rojo, proporciona energía y estimula el dinamismo mental y físico también es ideal para ir a una entrevista de trabajo y pintar la sala de tu casa.
  • El verde, reduce la tensión y la ansiedad y da sensación de tranquilidad a la habitación.
  • El amarillo, es un color con poder sanador que levanta el ánimo y da una mayor inteligencia.
  • El naranja, activa y anima la mente estimulando la creatividad y hacer las ideas realidad y puedes pintar tu sala o el estudio en este vibrante color o simplemente colocarte un collar o un pañuelo naranja para levantarte el animo.
  • El azul, es el color más reparador y se ayuda a bajar la tensión y mitigar los dolores y molestias articulares, es ideal para decorar un baño y para que la gente confíe en ti.
  • El violeta, ayuda a meditar y para incrementar poderes psíquicos y hasta tiene poderes sanadores, este color fácilmente puedes usarlo en tu habitación y utilizarlo cuando sabes que tendrás un día largo o cuando tienes que tratar con personas difíciles.

Asi ya sabes pinta tu vida de colores y veras como te sientes en armonia contigo y los demas.


En muchas empresas hay un resurgimiento de la preocupación y tensión entre los ejecutivos. Y es que esa preocupación podría afectar a los empleados, y hacer que ellos también se tensionen y disminuya su concentración y productividad.

Podríamos nombras tres escenarios donde se presenta esta situación. El tiempo dedicado a preocuparse es tiempo que podríamos dedicar a buscar soluciones a los temas que nos afectan.

La preocupación sobre las personas, el lugar y las cosas que no se pueden controlar es tiempo perdido y no permite tomar medida sobre las cosas que sí se puede tener control. Finalmente, el hecho de sentirse de determinada forma, no significa que sea real y preocuparse por algo irreal es una pérdida de tiempo.

En conclusión, el tiempo dedicado a la preocupación es tiempo perdido. Entonces, si usted no tiene tiempo que perder puede tener presente estas medidas: Deje de lado las cosas que no pueda controlar; use técnicas de relajación para mantener la calma ante situaciones estresantes y practique ejercicio físico para energizarlo, y ríase de sí y de algunas de sus preocupaciones, a menos que sea algo grave y que pueda hacer algo al respecto.

La forma de pensar tiene mucho que ver y se pueden establecer tres maneras: Cuando se sienta abrumado u obsesionado con algo que no pueda controlar, sustituya esos pensamientos por una situación o evento que lo hizo sentir grande y poderoso.

Utilice su pensamiento para replantear y observar qué es lo que ha aprendido de esas situaciones preocupantes y cómo es que las cambia por mensajes positivos.

Finalmente, piense en los mensajes que ha recibido en el pasado, tales como no confíe en nadie mas que en usted mismo y nunca pida ayuda e identifique a las personas a las que podría recurrir en cualquier momento cuando atraviese por una situación preocupante.

El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y fundador del instituto M.K. Gandhi para la Vida Sin Violencia, en su lectura del 9 de Junio en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo de la vida sin violencia en el arte de sus padres:

Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado en las afueras, a 18 millas de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar. Estábamos bien al interior del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí, siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.

Un día mi padre me pidio que le llevara a la ciudad para asistir una conferencia que duraba el día entero y yo aproveché esa oportunidad. Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes, como llevar el auto al taller.

Cuando me despedí de mi padre él me dijo:

– Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos a la casa juntos. Después de completar muy rápidamente todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me concentré tanto en la película, una película doble de John Wayne, que me olvidé del tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p. m.

Él me preguntó con ansiedad: – ¿Por qué llegas tarde? Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne; entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar…esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.

Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: – Algo no anda bien en la manera como te he criado puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y a pensar sobre esto.

Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no estaban ni pavimentados ni alumbrados. No lo podía dejar solo… así que yo manejé 5 horas y media detrás de el… viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso… Si me hubiese castigado de la manera como nosotros castigamos a nuestros hijos…

¿hubiese aprendido la lección?… ¡No lo creo!… Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo… Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer… ¡Éste es el poder de la vida sin violencia!.

La misma tierra que te hace caer, te ayuda a levantarte.